En el presente artículo definiremos en qué consiste un estilo de vida saludable y daremos una serie de consejos para poder llevarlo a cabo.
El alocado ritmo de vida que llevamos en la actualidad hace que muchas personas (por momentos) descuiden aspectos importantes sobre su salud.
El ab(uso) de las nuevas tecnologías, la mala alimentación y nutrición, la escasa actividad física regular, la poca importancia a las horas de sueño y la no atención al plano mental y espiritual provocan que dichas personas tengan un estilo de vida no saludable.
Esto se traduce en problemas que afectan a la salud pero que pueden combatirse a través un estilo de vida saludable, mediante el logro (trabajado y consciente) de hábitos diarios que nos ayuden conseguir llegar a dicho estado.
¿Qué es la salud?
La salud es uno de los temas que más se ha estudiado a lo largo de la historia. Sin entrar en detalles diremos que actualmente prima en su conceptualización educativa (es decir, educación en salud), la cual tiene su origen en la era sanitaria (o sanitarista), y abarca entre los siglos XVII y XIX, momento en que las enfermedades estaban relacionadas con la pobreza, la falta de higiene y la marginación.
Ya desde el siglo XX hasta la actualidad se estudian las llamadas enfermedades crónicas (2), por lo que la salud está relacionada a identificar los factores de riesgo en virtud de un estilo de vida saludable.
Entonces, ¿Qué es la salud?
Si bien hay varias definiciones, la mayoría toma aquella proveniente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), máxima autoridad directiva que coordina los asuntos de sanidad internacional, la cual define la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Esta definición data de 1948, y nunca ha sido modificada (3).
¿Qué implica un estilo de vida saludable?
Mientras que por estilo de vida saludable, la misma OMS lo define como una forma general de vida basada en la interacción entre las condiciones de vida y los patrones individuales de conducta determinados por factores socioculturales y características personales.
De esta manera podemos ver que tanto la salud como el estilo de vida saludable dependen de factores personales y sociales.
Aclarando terminologías
Normalmente se suelen utilizar los términos actividad física, entrenamiento y deporte como sinónimos. Por tal motivo, los definiremos brevemente primeramente para definirlos, y luego para relacionarlos con la salud y estilo de vida saludable.
Actividad física es todo movimiento corporal producido por acción de los músculos esqueléticos que implica gasto de energía (por ejemplo, las tareas hogareñas) (3).
Entrenamiento es aquella actividad física planificada, estructurada, repetitiva y dirigida hacia un fin determinado (por ejemplo, la mejora o mantenimiento de uno más de los componentes de la aptitud física) (1).
Mientras que el deporte es una actividad competitiva y con reglas institucionalizadas por las diferentes federaciones que rigen dichas normas deportivas (4).
Aclarados y diferenciados dichos términos, haremos un análisis más detallado sobre el entrenamiento y su impacto positivo sobre la salud.
Entrenamiento y estilo de vida saludable
Al inicio del artículo mencionamos sobre la existencia de una serie de factores que provocaban un estilo de vida no saludable. En este marco, nos detendremos a analizar específicamente el rol del entrenamiento como factor clave para el mantenimiento de la salud.
La inactividad física es la cuarta causa de mortalidad global, alcanzando al 60% de la población mundial. A su vez, está íntimamente relacionada con varios problemas de salud tales como el sobrepeso, obesidad, diabetes tipo II, problemas cardiovasculares (ateroesclerosis principalmente) y metabólicos (síndrome metabólico concretamente).
La práctica regular del ejercicio físico produce varios beneficios sobre la salud, entre los que se destacan:
- Reduce la posibilidad de contraer cardiovasculares y metabólicas (hipertensión, diabetes tipo II o aterosclerosis por ejemplo).
- Reduce la posibilidad de contraer problemas de salud como la diabetes y algunos tipos de cáncer.
- Reduce la posibilidad de tener sobrepeso y obesidad.
- Fortalece el sistema locomotor (músculos, huesos, articulaciones, tendones y ligamentos).
- Ayuda a mantener una buena composición corporal (mayor porcentaje de masa magra muscular y menor tejido graso).
- Mejora el sistema inmunológico.
- Mejora el aspecto anímico (buen humor, mayor vitalidad y energía).
- Mejora la salud mental.
Consejos para tener un estilo de vida saludable
Como agentes promotores de salud debemos intentar generar los hábitos de vida saludable con todas las personas que trabajemos, independientemente del ámbito laboral en que nos desempeñemos.
Aunque no solo se trata de que todos realicen ejercicio, sino que también debemos buscar una adherencia (es decir, que sostengan la actividad física regular durante el tiempo más prolongado posible).
No es algo fácil. A mucha gente no le es grato ejercitarse. Algunos se excusan en no tener el tiempo suficiente. Otros no encuentran la actividad que le genere placer. Si bien el entrenamiento es clave, no es el único factor.
Por tal motivo, a continuación brindamos algunos consejos para tener un estilo de vida saludable:
- Ser una persona activa. No es obligatorio hacer deporte, pero sí es recomendable y necesario realizar actividad física regular y planificada (es decir, entrenar) que nos genere placer.
- Tratar de no pasar más de dos horas sentado continuamente. Este punto no es fácil de cumplir, especialmente en los trabajos que requieren estar tiempo en una silla (como los oficinistas por ejemplo). Pero si es posible interrumpir esos largos períodos con leves descansos, en donde podemos ponernos de pie, caminar un poco y relajar los miembros inferiores, será beneficioso para nuestra salud.
- Aumentar el NEAT (Non Excercise Activity Thermogenesis – Actividad termogénica no asociada al ejercicio) para contribuir a un estilo de vida más activo (implica tareas como limpiar la casa o subir escaleras).
- Llevar una alimentación y nutrición adecuada y variada. No es necesario prohibir alimentos (salvo cuestiones puntuales, como en la celiaquía por ejemplo).
- No fumar. Dejar de fumar es una de las medidas más importantes que las personas que fuman pueden tomar para reducir su riesgo de tener enfermedad cardiovascular. Dejar de fumar reduce el riesgo de enfermarse y de morir a causa de enfermedad cardiovascular. Reduce los marcadores de inflamación y de hipercoagulabilidad.
- Regular la ingesta de alcohol.
- Dar la importancia a las horas de sueño, en calidad y en cantidad (componente muchas veces pasado por alto).
¿Cuál es la importancia de un estilo de vida saludable?
La principal razón de llevar un estilo de vida saludable radica en que tendremos una mejor calidad de vida en general.
Como vimos, una persona activa presenta menos posibilidades de contraer cierto tipos de enfermedades y problemas de salud, además de impactar positivamente en la salud mental y el plano anímico. No solo tendremos mejores resultados en materia orgánica y estética, sino que también estaremos con mayor energía y vitalidad para realizar nuestras ocupaciones diarias.
Por tal motivo, independientemente de realizar una actividad física que sea de nuestro agrado y de tener un NEAT activo, destacamos el papel del entrenamiento regular y planificado como factor importante para alcanzar un estilo de vida saludable.
Conclusión sobre un estilo de vida saludable
El presente artículo pretendió dar cuenta de la importancia de tener un estilo de vida saludable. Si bien el mismo depende de una serie de factores, el ejercicio físico es clave.
Para entender ello, primeramente vimos la definición de salud y el estilo de vida saludable. Más adelante establecimos la diferencia entre actividad física, entrenamiento y deporte ya que (a menudo) son utilizados como sinónimos y sin distinción alguna.
Luego vimos los principales beneficios de practicar actividad física regular. Y finalmente dimos una serie de consejos para llevar un estilo de vida saludable.
Analizando específicamente el papel del ejercicio, la actividad física por sí misma no es suficiente para llevar un estilo de vida saludable.
Resaltar el valor de lo saludable por sobre lo estético (que no está mal, pero no es lo principal) y la moda (la cual siempre es pasajera).
Los agentes promotores de salud deben intentar generar los hábitos de vida saludable con todas las personas que se trabaje, independientemente del ámbito laboral que se desempeñe.
Debemos ser conscientes que la inactividad física es la cuarta causa de mortalidad global, alcanzando al 60% de la población mundial.
Referencias bibliográficas
- Caspersen CJ, Powell K, Christenson GM.(1985). Physical activity, exercise, and physical fitness: definitions and distinctions for health-related research. Public Health Reports. 100(2):126-31.
- González de Haro, M.D. (2011). La salud y sus implicaciones sociales, políticas y educativas. Recuperado de http://rabida.uhu.es/dspace/bitstream/handle/10272/4343/b1437626x.pdf.
- OMS ¿Qué es la salud? en https://www.who.int/es/about/frequently-asked-questions#:~:text=%C2%BFC%C3%B3mo%20define%20la%20OMS%20la,ausencia%20de%20afecciones%20o%20enfermedades%C2%BB.
- Parlebás, P. (1993). “Problemas del juego en la Educación Física”, en Actas Primer Congreso Argentino de Educación Física y Ciencias. Departamento de Educación Física, FHCE-UNLP, La Plata.