La alimentación en niños en la primera etapa de su vida es fundamental para asegurar su correcto desarrollo físico y empezar a crear hábitos dietéticos saludables que mantendrá durante toda su vida. Es por eso, que en el siguiente artículo vamos a tratar los siguientes puntos a tener en cuenta para una correcta alimentación en niños:
- Conocer los requerimientos nutricionales (energía, macronutrientes y micronutrientes) durante esta primera etapa de su vida
- Entender que pautas dietéticas se deben establecer durante los primeros años de su vida
- Aprender como evaluar el crecimiento de los niños en los primeros años de vida
Consideraciones en función de la edad del niño
Requerimientos nutricionales en niños
La alimentación en niños durante los primeros años de vida tiene varios objetivos, como pueden ser:
- Promover una alimentación saludable, así como unos hábitos dietéticos e higiénicos adecuados
- Proporcional variedad de alimentos para un correcto desarrollo sensorial y que el propio niño pueda identificar alimentos
- Adaptación de la alimentación al desarrollo físico y cognitivo de los niños.
Energía
En los primeros años de vida del niño, es de vital importancia cubrir los requerimientos energéticos, debido a que se va a producir una fase de crecimiento en todas las facetas que es crucial para la vida.
Para calcular el requerimiento energético, hay que tener en cuenta una serie de factores como pueden ser el gasto metabólico, la termogénesis producida por los alimentos o la actividad física que realiza el niño.
La OMS redactó los requerimientos nutricionales en el 2001, aunque en la actualidad se siguen utilizando. La OMS redactó todos los requerimientos nutricionales en todos los rangos de edad y la alimentación en niños lactantes, los dividió en meses y sexo.
Para asegurar una correcta ingesta de energía, la OMS dictaminó que los niños entre los 6 a 8 meses deben ingerir aproximadamente unas 600 kcal / dia, 700 kcal / dia entre los 9 a 11 meses y 900 kcal / día entre los 12 a 23 meses de edad.
Hidratos de carbono
Los hidratos de carbono tienen una función energética principal en esta primera etapa. Es imprescindible asegurar su aporte correctamente para que no se utilicen las proteínas como fuente energética, desplazando este macronutriente vital para la creación de nuevos tejidos.
El hidrato de carbono principal en esta etapa es la lactosa, posteriormente se ira introduciendo el almidón, limitando los azucares libres.
Proteínas
El aporte proteico debe ser el adecuado, debido a la alta demanda de ellas para la creación de nuevos tejidos. Como hemos hablado antes, el asegurar las calorías no proteicas es fundamental para que las proteínas se puedan dedicar a la función estructural.
Las proteínas son un macronutrientes estructural que pueden aportar hasta 20 aminoácidos distintos. Existen los esenciales, que son necesarios obtenerlos mediante la alimentación y los no esenciales que se pueden sintetizar por el propio organismo.
Un ejemplo de los aminoácidos esenciales son la leucina, lisina, metionina, triptófano e histidina y entre otros.
Lípidos
Las grasas, van a ser un alimento principal en la alimentación en niños, debido a que ocupan un gran porcentaje del VCT (valor calórico total) en su día a día. La recomendación de ingesta de grasas seria entorno al 30-35% del VCT durante el primer año de vida
Los lípidos son fundamentales debido a que tienen dos funciones muy importantes, como son:
- Mantenimiento de la temperatura corporal del niño
- Ayuda a la absorción de vitaminas liposolubles como A.D.E.K
La leche materna o formulas son las principales fuente de lípidos en esta edad y es importante no aportar grasas provenientes de otras fuentes menos recomendables como pueden ser de aceites vegetales refinados como la margarina debido a que hay que aportar un correcto ratio acido linoleico / acido linolénico 5-15:1.
Es importante mantener este ratio para no tener consecuencias en su salud desde los primeros años de vida.
Micronutrientes
Durante los primeros meses de vida, en la etapa de la lactancia, el único nutriente que puede tener déficit en la alimentación en niños es el hierro. Las fórmulas infantiles es cierto que están enriquecidas en hierro, pero la leche materna proveniente de la madre lactante carece de él, aunque las reservas del niño, mantienen unos niveles correctos de hierro.
A partir de los 6 meses, se debe pautar una alimentación complementaria correcta para asegurar el aporte de este nutriente e intentar que no haya una carencia, por ello no hay que descuidar la carne o el pescado entre otros alimentos ricos en hierro.
Es importante, que los niños aunque tomen el sol, se suplementen con 400 UI de Vitamina D (2)
Evaluación del crecimiento
El crecimiento es la forma correcta de valorar si el aporte nutricional del niño es óptimo o no. Es por ello, que se utilizan las curvas de crecimiento para valorarlo. Las curvas de crecimiento han sido diseñadas por la OMS, pero estas curvas se han adaptado a la población española y se les llaman las curvas de Carrascosa. La última actualización de ellas se dio en el 2017.
El crecimiento del niño se puede evaluar con los estándares del peso, talla, perímetro cefálico o con el IMC (relación peso/talla). Las desviaciones que se puedan producir en los estándares de crecimiento puede ser un indicador de una patología o de un mal aporte nutricional en el niño.
¿Cómo influye la alimentación en el desarrollo del niño?
Como hemos visto, el no aportar los requerimientos energéticos, así como de nutrientes y minerales puede desencadenarse en que los niños desarrollen patologías en un futuro (o en el presente) así como la no concepción de hábitos saludables alimenticios.
Es por ello, que es de vital importancia cuidar este aspecto desde los primeros días de vida.
Conclusión
En los tres primeros años de vida, la alimentación en niños es fundamental para que se produzca un óptimo desarrollo del niño en todos los ámbitos.
Por ello, son esenciales las opciones alimentarias durante los primeros 6 meses de vida, que se paute una correcta alimentación complementaria (a partir de los 6 meses) y que se empiecen a instaurar unos correctos hábitos alimenticios.
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