¿Ayuda el ejercicio en la osteoporosis?

En este artículo se tratan los efectos preventivo y terapeútico que tiene la práctica habitual de actividad física en las personas enfermas de osteoporosis

✎ Autor:  Adrian

La osteoporosis es una patología caracterizada por la pérdida del contenido mineral del hueso, una masa ósea baja y un deterioro del tejido óseo microestructural, que conducen a una disminución de la resistencia ósea y a un aumento del riesgo de fracturas.

Esta enfermedad es un proceso crónico que se desarrolla con la edad y que está relacionada con diversas enfermedades y tratamientos e influenciada por factores hereditarios, ambientales y del estilo de vida. Además, es uno de los problemas de salud más importantes de la actualidad, debido a que es una enfermedad frecuente y que ocasiona numerosas fracturas óseas. Según la OMS se espera que las fracturas de cadera aumenten de 1´7 millones en 1993 a 6´3 millones en 2050.

La actividad física desempeña un papel fundamental en la salud de la población; también a  la hora de prevenir y tratar ciertas dolencias como hemos podido ver en otras entradas de Mundo Entrenamiento.

Como no podía ser de otra manera el ejercicio es una importante receta contra la osteoporosis, enfermedad que disminuye el tejido que forma el hueso.

En este artículo trataremos: una breve introducción  sobre el papel que desempeña el sistema esquelético para entrar en materia y posteriormente comentaremos en qué consiste la enfermedad de la osteoporosis, los principales factores de riesgo y el tipo de actividad física efectivo para dicha enfermedad.

El sistema esquelético

El sistema esquelético,  junto al trabajo coordinado del sistema muscular y nervioso da lugar a la actividad física. Este sistema se puede dividir en dos partes anatómicas: el esqueleto axial y el esqueleto apendicular.

El esqueleto axial está formado por el cráneo, la columna vertebral, el esternón y las costillas. Cumple la función de proteger a órganos internos importantes.

Por su parte el esqueleto apendicular está constituido por los huesos de las extremidades inferiores y superiores. Estos huesos a los que se unen los músculos esqueléticos. Estos músculos tiran de los huesos y provoca la rotación de estos dando lugar a los movimientos necesarios para llevar a cabo la actividad física.

Tiene también otras funciones importantes entre las que destacamos: principal almacén de minerales, lugar donde se forman las células sanguíneas y protección de la médula espinal.

Como podemos observar, el esqueleto es un sistema a tener en cuenta por su importancia en la calidad de vida de la población, por lo tanto se ha de velar su salud.

¿Qué es la osteoporosis?

La osteoporosis es una enfermedad que se caracteriza por una disminución de la masa ósea y un deterioro del tejido óseo , lo que da lugar a que los huesos se vuelvan débiles y quebradizos, condición que puede dar lugar a la rotura, sobre todo en la columna vertebral y en la cadera.

El hueso es un tejido vivo que se encuentra en un continuo proceso de remodelación, en el que células destructoras, llamadas osteoclastos, eliminan hueso, mientras otras llamadas osteoblastos estimulan su formación. La osteoporosis tiene lugar cuando el organismo no produce suficiente hueso nuevo.

Se trata de una enfermedad asintomática, por lo que puede pasar desapercibida hasta que se manifiesta en fractura. Se trata de una causa importante de mortalidad en los países desarrollados.

Osteoporosis en espalda

Factores de riesgo

Entre los factores que pueden dar lugar a la osteoporosis destacamos (2) (3) (4):

  • Edad.
  • Mujeres menopaúsicas y atletas con amenorreas prolongadas en el tiemp0: debido a la disminución de la producción de estrógenos lo que da lugar a pérdida de hueso.
  • Raza caucásica y asiática.
  • Genética.
  • Obesidad.
  • Hipertensión.
  • Sedentarismo, alcohol, tabaco: evidentemente los malos hábitos de vida son un factor de riesgo importante no sólo de la osteoporosis, también de cualquier otra enfermedad.

Tipo de actividad física para tratar la osteoporosis.

«Más vale prevenir que curar»; esta frase es aplicable a esta enfermedad ya que se le da especial importancia a la prevención.

Junto a la actividad física, se recomienda una dieta con suficiente calcio y vitamina C, exposición solar y controles médicos (5).

Específicamente, las características de  la actividad física que se recomiendan son las siguientes:

  • Aumentando la actividad física en las etapas de la infancia y la adolescencia, aumenta la mineralización del tejido óseo y disminuye el riesgo de osteoporosis en el futuro (6).
  • En cuanto a métodos de entrenamiento de fuerza, hemos de inclinarnos por la carga excéntrica (7). También cualquier entrenamiento que aumente la masa muscular, pues según un estudio (8),  niños con sobrepeso tenían una mayor acumulación ósea pero no por tener mayor masa grasa, sino por disponer de mayor masa muscular.
  • Los entrenamientos de equilibrio y agilidad son eficaces contra las caídas (propias en las osteoporosis), mejora de la marcha y la función física en personas mayoras con esta enfermedad (9).
  • El hueso se adapta al estrés al que es sometido, así que actividades que favorezcan el impacto debido a la gravedad son beneficiosos (10). Por ejemplo: correr, saltar, deportes como el baloncesto y el fútbol, etc . Deportes como la el ciclismo o la natación (11) no serían recomendables para el aumento de la densidad mineral ósea ya que no implican una resistencia ni impacto significativos. No obstante los nadadores disponen de mayor densidad ósea que los ciclistas debido a la mayor masa muscular como comentábamos en un punto anterior.
  • Actividades físicas donde se produzcan tracciones musculares (12).

Musculación y osteoporosis

Tipos de osteoporosis

La presente patología se puede clasificar en 2 tipos:

Primaria: Es el tipo de osteoporosis involutiva o senil, de la cual existen 3 clases dieferentes, que especificaremos a continuación:

  • Tipo I: es la que se da en mujeres menopaúsicas. Las fracturas más características son las vertebrales y las de la muñeca.
  • Tipo II: también se llama senil y afecta tanto a hombres como a mujeres de más de 70 años. Las fracturas más características  son las de cadera, las de hombro, las de tibia y las de pelvis.
  • Idiopática juvenil: es la que afecta a personas jóvenes. Se caracteriza por la aparición brusca de dolor óseo, y fracturas ante pequeños traumatismos.

Secundaria: Este tipo de osteoporosis se asocia con enfermedades hereditarias o adquiridas o a una alteración fisiológica (diabetes mellitus, hipertiroidismo, alcoholismo…).

Factores de riesgo  y Sintomas fundamentales

Los diferentes factores de riesgo de la osteoporosis son:

  • La edad avanzada.
  • El sexo. En mujeres es más probable, sobre todo después de la menopausia.
  • Tener un bajo peso corporal.
  • El orígen étnico, la población de raza blanca tiene mayor probabilidad de padecerla.
  • Seguir una dieta pobre en calcio y vitamina D.
  • Levar un estilo de vida sedentario.
  • La ingesta excesiva de tabaco, alcohol y/o cafeina.

Y los sintomas fundamentales que presenta esta enfermedad son: Dolores de las articulaciones, musculares y de espalda, fracturas de huesos, pérdida de altura y deformación de la columna vertebral.

Papel Preventivo del Ejercicio Físico

Se recomienda realizar ejercicio físico a toda persona con osteoporosis o con riesgo de padecer dicha enfermedad, ya que la actividad física es un agente estimulador de la formación de hueso, al contrario que la inactividad, que aumenta la reabsorción y disminuye la formación ósea.

La realización de ejercicio físico de forma regular durante la adolescencia, se asocia con la prevención de la osteoporosis en el futuro y con un aumento de la densidad minera ósea máxima, conseguida en el momento de mayor madurez del esqueleto y que actuará como un banco óseo durante el resto de la vida.

Conociendo los beneficios de la práctica física en la prevención y en el tratamiento de la osteoporosis, se debería fomentar ésta desde la infancia, a modo de estrategia preventiva de dicha patología.

osteoporosis

Como se puede observa en esta tabla del estudio de Sayegh (2013) en la que se compara la densidad mineral ósea de 3 grupos de estudios (uno de población sedentaria, otro de población que realiza actividad física de mantenimiento y un tercer grupo de población deportista) la densidad mineral ósea es mayor en el grupo de deportistas en las 5 pruebas realizadas (de todo el cuerpo, de la espina lumbar, del cuello del femur, de la cadera y del primer tercio del radio), siendo las diferencias significativas con los otros dos grupos, slavo en la realizada en el radio.

Comparando el grupo de mantenimiento y el de población sedentaria se observa una tendencia a que la densidad mineral ósea sea mayor en el grupo que realiza actividad física de mantenimiento que en el de personas sedentarias, aunque las diferencias no son significativas.

Papel Terapeútico del Ejercicio Físico

Una vez determinada la patología o el riesgo de padecerla, se puede adoptar un tratamiento farmacológico y/o un tratamiento no farmacológico.

El tratamiento no farmacológico incluye ejercicio físico, una dieta apropiada de calcio y vitamina D, no fumar y no beber alcohol. La importancia de la actividad física durante la madurez es mantener la densidad mineral ósea o reducir la pérdida de masa ósea asociada al envejecimiento.

Otros beneficios que tiene la práctica regular y sistemática de actividad física son una mejora en la estabilidad corporal y la prevención de caídas.

ejercicio terapeutico osteoporosis

En esta gráfica, tomada del estudio de Carter et al. (2002), se puede apreciar como, tras la realización de un programa de 20 semanas de ejercicio físico, se reducen los factores de riesgo de caídas, las cuales son causa de fracturas óseas en personas con osteoporosis.

En dicha tabla se observa las mejoras producidas por el programa de actividad física en tres pruebas relacionadas con el equilibrio y la prevención de caídas.

Metodología de Trabajo con Ejercicio Físico

En personas con osteoporosis la realización de ejercicios de mucho impacto es excelente para mantener la densidad mineral ósea, sin llegar a crear una tensión excesiva en los huesos que pudiese aumentar el riesgo de fracturas debidas al estrés.Se debe establecer un equilibrio entre la intensidad y el impacto para ayudar a la densidad mineral ósea, sin causar ningún riesgo adicional de fractura.

De cara al trabajo físico con pacientes con osteoporosis se deben seleccionar actividades que sean admisibles y adecuadas para cada individuo, en función de las limitaciones resultantes de suosteoporosis. También es necesario incluir actividades de equilibrio y estabilidad postural, que ayudarán a reducir el riesgo de caída. Estas actividades de equilibrio pueden ser tanto estáticas como dinámicas.

Otro aspecto a tener en cuenta es que NO es aconsejable el trabajo con pesas libres, ya que éstas requiere gran control y equilibrio, lo que aumentaría el riesgo de caída.

Pruebas de Evaluación para establecer un Plan de Ejercicio Físico

Antes de diseñar un plan de entrenamiento para un sujeto que padece osteoporosis se le deben realizar unas pruebas, para conocer su estado físico y el nivel de densidad ósea de sus huesos, de tal manera que el ejercicio se adapte a sus características. Estas pruebas también se deben aplicar periodicamente durante la realización del plan de entrenamiento para poder evaluar su eficacia. Las pruebas a las que nos estamos refiriendo son:

  • Densitometría radiológica dual (DXA).
  • Radiografía de la columna vertebral.
  • Datos antropométricos: peso, talla e índice de masa corporal (IMC).
  • Analíticas, en las que se busquen los niveles de calcio.
  • Estabilometría.
  • Pruebas de fuerza muscular.
  • Anotar las frecuencias cardiacas en reposo y tras ejercicio.

Ventajas e Inconvenientes del Ejercicio Físico en Individuos con Osteoporosis

Las ventajas de las que puede beneficiarse un enfermo de osteroporosis de la realización regular y sistemática de ejercicio físico son:

  • Una mayor calidad de vida.
  • Una mejora de la capacidad funcional.
  • Un aumento de la capacidad aeróbica.
  • Una menor pérdida de la densidad ósea.
  • Un aumento de la masa muscular.
  • Un aumento del equilibrio y del control postural.
  • Controlar los factores de riesgo.

El mayor inconveniente que puede tener esta práctica de actividad física es que un exceso de intensidad en los ejercicios puede conllevar riesgos graves como fracturas.

Bibliografía

  1. Abella, C. C; Jiménez, J. A. M; Llorca, C. V. Atención Primaria de Calidad. Guía de Buena Práctica Clínica en Osteoporosis.
  2. Angin, E., & Erden, Z. (2004). The effect of group exercise on postmenopausal osteoporosis and osteopenia. Acta OrthopTraumatolTurc43(4), 343-350.
  3. Bass, S. L., Forwood, M. R., Larsen, J. A., & Saxon, L. (2001). Prescribing exercise for osteoporosis. Int J SportsMed.
  4. Calafat, C. B. (2007). Ejercicio físico y masa ósea (I). Evolución ontogénica de la masa ósea e influencia de la actividad física sobre el hueso en las diferentes etapas de la vida. Apunts. Medicina de l’Esport42(153), 40-46.
  5. Carter, N. D., Khan, K. M., McKay, H. A., Petit, M. A., Waterman, C., Heinonen, A., … & Flicker, L. (2002). Community-based exercise program reduces risk factors for falls in 65-to 75-year-old women with osteoporosis: randomized controlled trial. Canadian Medical AssociationJournal167(9), 997-1004.
  6. Guíade Práctica Clínica sobre Osteoporosis y Prevención de Fracturas por Fragilidad. (2010). Guía de Práctica Clínica sobre Osteoporosis y Prevención de Fracturas por Fragilidad. Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. AgènciadInformació, Avaluació i Qualitat en Salut (AIAQS) de Cataluña.
  7. Kim, J., Jung, M., Hong, Y. P., Park, J. D., & Choi, B. S. (2013). Physical Activity in Adolescence Has a Positive Effect on Bone Mineral Density in Young Men. Journal of Preventive Medicine and PublicHealth46(2), 89-95.
  8. Sayegh, F. (2013). Bone Mineral Density and Body Composition of Adult Premenopausal Women with Three Levels of Physical Activity. Journal of osteoporosis2013.
  9. Shackelford, L. C., LeBlanc, A. D., Driscoll, T. B., Evans, H. J., Rianon, N. J., Smith, S. M., … & Lai, D. (2004). Resistance exercise as a countermeasure to disuse-induced bone loss. Journal of AppliedPhysiology97(1), 119-129.
  10. Woolf-May, K. (2008). Prescripción de ejercicio: fundamentos fisiológicos. Barcelona. ElsevierMasson.

Autor: Adrian

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BIO: Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (ULE). Máster en Formación del Profesorado (ULE). Técnico deportivo en fútbol (Nivel II). Profesor Técnico deportivo en fútbol (Docente Formación Deportiva). Profesor de Educación Física. Entrenador en Real Ávila U-16.

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