El estilo de enseñanza en el fútbol base hace referencia a la manera personal de cada docente en la forma de conducir su clase, las habilidades y competencias personales y la interacción del maestro – alumno en el proceso de enseñanza aprendizaje (9).
En el ámbito del entrenamiento deportivo es importante el dominio por parte del entrenador de todos los estilos de enseñanza y de los componentes psicológicos que entran en juego en el proceso de aprendizaje del joven jugador (10).
Hay dos grandes estilos de enseñanza, los estilos tradicionales, reproductivos o de reproducción y los estilos productivos o de descubrimiento (10, 11, 6).
Los estilos reproductivos son aquellos más rígidos, basados en la imitación o en la ejecución de instrucciones o premisas, donde el papel cognitivo del deportista se basaría por tanto en la mera reproducción de un modelo, son estilos directos, autoritarios o tradicionales que buscan transmitir conocimientos ya consolidados.
Enseñanza en el fútbol base
Dentro del fútbol base encontraríamos una subdivisión de enseñanza de cinco estilos: el que se basa en las órdenes, en la tarea, en la enseñanza recíproca, en la individual y la basada en grupos.
Por otra parte, dentro de los estilos productivos, se encontrarían aquellos más flexibles, donde se le dará un mayor margen y autonomía al deportista en la toma de decisiones, lo que lo llevará a una mayor implicación cognitiva, y por tanto a un mayor desarrollo de la motivación hacia la propia tarea.
Son estilos de producción o democráticos que buscan producir un conocimiento nuevo El descubrimiento guiado, resolución de problemas y la creatividad serían los pilares que sustentarían esta propuesta de enseñanza-aprendizaje (10, 11, 6).
Si buscamos referencias en la enseñanza deportiva encontramos la clasificación en los métodos tradicionales (método analítico, método pasivo, método mecanicista, método directivo, método intuitivo y método asociacionista) y los métodos activos (método global, método sintético, pedagogía de las situaciones, pedagogía del descubrimiento, pedagogía exploratoria y método estructuralista (12).
Quizá la una de las denominaciones más conocidas y la que se utilizara para este artículo es la que clasifica los estilos de enseñanza en: mando directo, estilo de la práctica, estilo reciproco, estilo de autoevaluación, descubrimiento guiado y resolución de problemas (8).
La diferencia entre todos los estilos es la mayor o menor implicación cognitiva del jugador en cuanto al razonamiento y la toma de decisiones y en la interacción jugador- entrenador en el desarrollo del entrenamiento.
Deberá saber, también, combinarlos adecuadamente y transformarlos para crear otros nuevos (9). Hay que tener en cuenta que ciertos aprendizajes se producen en un determinado momento de la vida, y que estos aprendizajes no se pueden acelerar si no existe la maduración física o psicológica necesaria para poder adquirirlos significativamente.
En el fútbol base hay que valorar el estado cognitivo y de interpretación del juego de nuestros jugadores, saber en qué etapa se encuentran (egocéntrica, sumativa o colectiva) y escoger los estilos más adecuados en cada momento para que tengan un óptimo aprendizaje (13).
En este artículo veremos los diferentes estilos de enseñanza en el fútbol base, basados en el modelo educativo, que el entrenador puede utilizar durante los entrenamientos teniendo en cuenta la edad, el nivel y los objetivos del grupo a trabajar.
Estilos tradicionales en el fútbol base
A continuación analizamos todos los estilos de enseñanza en el fútbol base:
El mando directo en el fútbol base
El entrenador del fútbol base es quien da las órdenes y el jugador las ejecuta, es un receptor pasivo de información. La repetición de un modelo propuesto por el entrenador es la metodología de trabajo (6).
En el mando directo, el jugador no está implicado en una amplia gama de operaciones cognitivas, utiliza la memoria pero este estilo no invita al jugador a desarrollar aspectos como la resolución de problemas, las hipótesis o la inventiva.
Puede ser un estilo apropiado en las primeras edades de iniciación donde los niños pequeños disfrutan mucho con actividades de emular, repetir, copiar y responder órdenes (8).
Ejemplo:
Conducción caótica por el espació: Todos los jugadores con balón van realizando las diferentes consignas que va diciendo o ejecutando el entrenador: Ejemplo: Conducir el balón con la suela del pie – Conducir el balón con el exterior del pie, etc… |
Figura 1: Ejercicio con mando directo, conducción caótica. Elaboración propia
Estilo individualizador o de la práctica
Fomenta un aprendizaje más individualizado en el fútbol base según las características y capacidades del jugador. Las diferentes modalidades son los programas individuales por jugador y el trabajo en grupos reducidos por intereses o niveles (6).
Las decisiones en la fase de pre impacto y post impacto (antes y después del ejercicio) son del profesor, pero en la fase de impacto (durante el ejercicio) es el alumno quien toma las decisiones.
El profesor de fútbol base debe aprender a no dar órdenes para cada movimiento, tarea o actividad; así el alumno tendrá la oportunidad de aprender cómo tomar las decisiones dentro de los parámetros determinados por el profesor. En la fase de post impacto, el profesor observa la ejecución y ofrece feedback individualizado y privado a cada alumno (8).
Una de las diferencias fundamentales entre este estilo y el mando directo es la utilización del tiempo. En el estilo de practica el alumno tiene una unidad de tiempo para practicar las tareas una vez decida cuándo va a empezar cada una de ellas, el ritmo de ejecución, etc..
Mientras los alumnos practican el profesor tiene tiempo para desplazarse por el entorno, observar las ejecuciones individuales, y ofrecerles feedback privados. Pueden trabajarse todo tipo de contenidos (8).
El trabajo de retos, circuitos o por estaciones donde el jugador puede trabajar individualmente o con otro compañero diferentes habilidades establecidas previamente puede ser un buen recurso si se quiere utilizar este estilo de enseñanza (figura 2).
Ejemplo:
Trabajo individual de habilidades con el balón: Cada jugador tienen un balón i una ficha de ejercicios con descripción y dibujo para ir practicando y anotando sus resultados. La hoja constará de diferentes ejercicios y cada jugador entrenara el que crea conveniente. El profesor ira pasando y ayudando a los jugadores. |
Figura 2: Tarea y ficha de tareas para mejorar habilidad con el balón. Elaboración propia.
Estilo participativo o reciproco
Propicia al alumno la posibilidad progresiva de intervenir en el proceso de enseñanza – aprendizaje. En momentos puntuales el jugador realiza las funciones del entrenador tales como, dar feedback a un compañero o dar instrucciones de la tarea a realizar (6).
Se traspasan unas decisiones al alumno en la fase de postimpacto, teniendo en cuenta el principio de inmediatez del feedback. Cuando antes sepa un alumno como ha sido su ejecución, más posibilidades tendrá de corregirla.
El estilo recíproco, basa la organización de la clase trabajando por parejas y asignando a cada miembro un rol específico. El rol del ejecutante es el mismo pero ahora tienen a un compañero que le da feedback constantemente. Este compañero está en contacto a su vez con el profesor. (8).
El alumno observador recibe por parte del profesor los criterios a observar (figura 3).
Los estilos participativos permiten una amplia participación a los alumnos, no solo están inmersos en el proceso de aprendizaje de ellos sino también en el de sus compañeros y de esta manera será más rico su aprendizaje.
El canal cognitivo lo trabaja mayormente el observador que es quien compara, contrasta y llega a conclusiones para dar feedback al ejecutor (9).
Estilo útil para revisar tares aprendidas o para introducir de nuevas. También para realizar evaluaciones de la progresión de nuestros jugadores con un estilo más participativo y relajado.
Ejemplo:
Tarea 1×0 o 1×1: Sin oposición; Jugador con balón realiza dos regates y tiro. Con oposición; Jugador con balón empieza jugada, tiene que superar un defensor y rematar a puerta. Solo puede rematar des de una distancia cercana y después de regate. Si defensor roba se termina jugada. Realizar 10 intentos. |
Figura 3: Tarea y ficha de evaluación regate. Elaboración propia.
Estilo de autoevaluación en el fútbol base
Los episodios en este estilo proporcionan al jugador de fútbol base la oportunidad de confiar más en sí mismo y el conocimiento de qué ha hecho o ha dejado de hacer en la ejecución de la tarea.
El profesor toma las decisiones en la fase de pre impacto, seleccionando las tareas y la ficha de criterios. El jugador empieza a trabajar libremente, explicación previa, y se autoevalúa según los criterios establecidos por el profesor – entrenador. Hay poca sociabilidad en este estilo.
El evaluar-se uno mismo provoca una demanda cognitiva mayor que en otros estilos (estilo reciproco, mando directo, estilo de practica). Aquí el alumno trabaja más el aspecto cognitivo que el ejecutante del estilo recíproco ya que tienen que valorarse el mismo y pensar en lo que ha hecho bien o mal (8).
Alumnos independientes disfrutan más con este estilo. Apto para jugadores con cierto nivel ya que pueden comparar y contrastar mejor su propia ejecución que los jugadores de fútbol base menos hábiles (8). Fichas de criterios y juegos de puntería son opciones para trabajar con este estilo (figura 4).
Ejemplo:
Juego para practicar el pase: Se trata de realizar un pase tratando de tirar los conos del otro lado. El pase tiene que realizar-se antes de traspasar la línea (marcada con conos). Cada jugador tiene un balón y va practicando libremente. Hay fichas de evaluación repartidas por el campo con las consignas a utilizar para una correcta ejecución del pase por si los jugadores necesitan consultar. |
Figura 4: Tarea y ficha para autoevaluar el pase. Elaboración propia.
Estilos cognitivos en el fútbol base
Los estilos cognitivos proporcionan un aprendizaje por indagación, incitando al jugador a través de problemas motores. Hay dos modalidades; Descubrimiento guiado y resolución de problemas.
Descubrimiento guiado
El profesor plantea una o varias tareas en progresión donde se va descubriendo la única solución que hay o conjunto de ellas, filtrando entre las soluciones menos apropiadas que aportan los alumnos y aprovechando las correctas (6). En la fase de pre impacto el profesor escoge los contenidos y objetivos de la sesión.
Lo más importante es la selección de preguntas para la fase de impacto que llevaran al alumno a descubrir por sí mismo la solución y realizar el aprendizaje (figura 5). Una respuesta por indicio entrelazas entre sí, siguiendo un orden.
Pasos adecuados a cada alumno, no pasos muy grandes entre respuestas (8).
1. No decir nunca la respuesta.
2. Esperar siempre la respuesta del alumno.
3. Ofrecer feedback frecuente.
4. Mantener un clima de aceptación y paciencia.
Debido a las operaciones cognitivas por el hecho de tener que descubrir mediante preguntas cual es la solución correcta el aspecto cognitivo tienen un trabajo muy elevado en este estilo de enseñanza (8).
Ejemplo:
Tarea 2×1: Entrenador pasa balón a un jugador atacante y empieza el juego. Atacantes tienen que llegar con balón controlado hasta zona de marca. Si defensor roba balón tiene que llegar a zona de marca contraria. |
Figura 5: Tarea y ficha con preguntas para ejercicio usando descubrimiento guiado. Elaboración pròpia.
Resolución de problemas motores
A través de tareas individuales o colectivas el jugador práctica y encuentra diversas soluciones. Lo más importante en estos estilos es la síntesis del profesor aportando las conclusiones sobre el porqué se han declinado o aceptado las respuestas de los alumnos (6).
La mayor aplicación de estos estilos dentro del fútbol base se concreta en el aprendizaje de la táctica, sus sistemas y fundamentos ya que el jugador tiene que reflexionar y aplicar en el juego real lo aprendido en situaciones determinadas de aprendizaje (6).
Importante en deportes que proporcionan variabilidad y alternativas, donde la búsqueda de opciones es continúa esta la esencia de este estilo.
Los juegos de pelota, como el fútbol base, proporcionan una gran oportunidad para organizar episodios de resolución de problemas, sobre todo en aquellas partes relacionadas con la táctica y la estrategia.
En el fútbol base muchas situaciones requieren soluciones alternativas para los mismos problemas. El hecho de solucionar de forma eficiente los problemas específicos que podemos proponer en una situación real de juego permitirá al jugador ser más imaginativo y mejor jugador (8).
Trabajo en Parejas o grupos, un balón y una serie de problemas para resolver la tarea. Así los jugadores aprenden a pensar y ejecutar la variedad de elementos que constituyen la estructura del fútbol base.
Esto les llevará más adelante a una mejor actuación en la situación real de juego. El rol del profesor – entrenador consiste en observar y aceptar la solución ofrecida por cada alumno (siempre que la solución resuelva el problema), (8).
El jugador del fútbol base es el responsable de la toma de decisiones, existen diferentes respuestas y el jugador indaga para lograr descubrir cuál de ellas es la más apropiada y como conseguir-la.
Ejemplo:
Juego de pases 6×3: Tres equipos y un balón. Hay un equipo que defiende, los otros equipos juegan juntos. El objetivo es realizar 10 pases consecutivos y después que un jugador reciba el balón en el interior de una de las zonas de marca (en amarillo). No se puede pasar el balón al jugador del mismo color que me lo ha pasado (si recibo pase de amarillo tengo que pasar a azul). Si se pierde balón el equipo del color que lo perdió pasa a defender. |
Figura 6: Tarea y preguntas para el jugador en resolución de problemas. Elaboración propia.
Estilo creativo del fútbol base
Respuestas creativas, espontáneas y variadas delante determinadas situaciones motrices que se plantean al jugador. Al igual que los estilos cognitivos, utilizan la técnica de enseñanza por indagación, pero a diferencia de estos, su planteamiento es dar validez a cualquier respuesta del jugador, no hay límites de equivocación.
Ejemplo: Proponer a los jugadores de fútbol base distintas opciones de levantar el balón del suelo sin usar las manos, realizar un concurso de regates donde ganara el más original, etc..
Estilo socializador en el fútbol base
Proporciona al jugador de fútbol base un clima social adecuado donde los objetivos principales son el trabajo en valores, respeto por las normas y el fomento de actitudes positivas en Educación Física (6).
Este estilo debería estar siempre presente sea cual sea el nivel y los objetivos de nuestros jóvenes jugadores.
¿A que estilo debemos dar prioridad en el fútbol base?
El gran interés en conseguir una correcta ejecución de los gestos técnicos con ejercicios estereotipados que no reflejan una situación real de juego, distrae a muchos formadores y entrenadores de otros elementos vitales inherentes al juego, como son los problemas de por qué? ¿cuándo? Y ¿dónde? Exhibir un gesto técnico? (7).
El dar prioridad a la técnica y a ejecutar las órdenes del entrenador sin involucrar cognitivamente al jugador en el juego ha impedido a muchos jugadores entender el juego (7).
La consecución de una correcta ejecución técnica no es equiparable a un aprendizaje deportivo correcto. Para eso hace falta un nuevo aprendizaje donde poder aplicar esas técnicas en un contexto de juego real. Un aprendizaje por indagación proporciona al jugador aprendizajes más significativos que los juegos técnicos tácticos (1).
A la hora de adquirir un conocimiento dentro del fútbol base es preferible utilizar la motivación y el interés como mecanismo esencial. Cuando hay una comunicación verbal se adquiere una mayor cantidad de aprendizaje y este perdura más tiempo si se produce de forma significativa (2). Los formadores y entrenadores deberían estimular mucho más e instruir mucho menos.
El aprendizaje motor debería ser complementado con un aprendizaje cognitivo para lograr un aprendizaje significativo (7).
La función del entrenador del fútbol base es asegurarse que, a través de la tareas que el propone, el jugador busque una solución al juego, que lo que descubre el jugador no sea erróneo y corregir-lo en caso necesario para ir incorporando poco a poco en sus explicaciones los conocimientos que ya tiene el jugador.
La comprensión del juego deportivo es el verdadero problema del jugador y el jugador de fútbol base tiene que comprender el contexto de juego jugando (1). “Escuchar al formador es muchas veces olvidar, ver la jugada es entenderla y practicarla es asimilarla” (7).
Lo que se entiende, se aplica i se elabora cognitivamente de forma individual perdura más en el tiempo que no aquello que se muestra solucionado aun que se entienda y se aplique. La implicación cognitiva en las soluciones parece jugar un papel importante para retener conceptos (2).
Entonces en un deporte como el fútbol base el aprendizaje por repetición no asegura un aprendizaje significativo del juego.
El jugador podrá tener una buena ejecución técnica pero no sabrá donde ni cuando utilizar-la y su velocidad de decisión, que será baja, no le permitirá tener una buena competitividad cuando se enfrente a jugadores más “inteligentes” en el terreno de juego.
Podemos comparar dos modelos bien diferenciados en cuanto a estilos de enseñanza – aprendizaje del deporte se refiere, concretamente en el fútbol base. El modelo del futbol Chino y el modelo del F.C.Barcelona.
En el futbol Chino
“Se tiende a tratar al fútbol base y otros deportes siguiendo el modelo de la antigua Unión Soviética, en el que se selecciona a los niños con más potencialidad y se les entrena en centros de alto rendimiento donde viven. Este modelo que ha dado muy buenos resultado en otros deportes no parece funcionar igual de bien en el caso del fútbol base.
El entrenamiento tradicional presenta importantes limitaciones. No cuenta con ciertos factores como complejidad, incertidumbre, adaptabilidad. Los pensamientos abiertos, la capacidad para responder a nuevas situaciones, la habilidad para reflexionar en acción, capacidad de imaginación y creatividad» (3).
Limitaciones importantes para que el jugador aprenda a desenvolverse correctamente en un deporte tan complejo como el fútbol base donde para mejorar el nivel de nuestros jugadores de fútbol base hace falta empezar des de la iniciación con un sistemático desarrollo del pensamiento y comportamiento técnico táctico del jugador y de una progresiva estimulación de sus capacidades perceptivas e intelectuales (7).
El fútbol base el F.C.B
“Tenemos que aprender a mirar antes de recibir el balón. Nosotros dedicamos muchísimo tiempo con nuestros equipos pequeños a esto. Es habitual cuando los equipos hacen rondos en los entrenamientos que los limitemos y los entrenadores digan: ahora vamos a jugar con un sólo toque, o con dos.
Lo ideal es que el jugador sepa si tiene que jugar con dos toques o con cinco en función de lo que ocurre a su alrededor.
Primero miro, luego decido y al final ejecuto, pero esto es muy importante: decido antes de recibir el balón, no después. Queremos jugadores inteligentes, queremos que aprendan a ser inteligentes, que se muevan correctamente por el campo y que con su inteligencia decidan bien (5)”.
Las propuestas convencionales son apropiadas únicamente para un pequeño número de jugadores con talento y suficientemente motivados, siendo situaciones inverosímiles e inapropiadas para la gran mayoría provocando un desarrollo inerte de habilidades y aportando escasas oportunidades para utilizarlas en un contexto real de juego (5).
Más en un deporte como el fútbol base dónde la toma de decisiones es tan importante. Mucho del placer involucrado en los juegos nace de la correcta toma de decisiones (5).
Tenemos pues que crear jugadores inteligentes a través de una metodología enfocada a la comprensión del juego y a la correcta y rápida toma de decisiones, trabajando la técnica. táctica, reglamentación, etc.. con juegos, adaptados al nivel de nuestros jugadores, pero que les obligue a pensar y entender cada vez más el juego.
Una sesión de entrenamiento que no intenta mejorar la visión de juego, que no exige frecuentemente la toma de decisiones por parte del jugador, ni le involucra de forma mental y física y que no logra enseñar cómo actuar sin balón es poco eficaz, poco motivadora, atractiva y poco formativa, Horst Wein (7).
El enfoque “Comprensivo” se presenta como el más acorde con la iniciación deportiva del niño (5).
Formación vs competición en fútbol base: ¿acierto o error?
A continuación analizaremos uno de los problemas que aqueja al deporte rey: la formación vs competición en fútbol base.
Además, veremos si se trata de un hecho al que debemos hacerle frente o si por el contrario, se trata de un sesgo motivado por miedos, presiones y/o desconocimiento.
Fútbol base y educación en niños y jóvenes
El fútbol no es solo el deporte más popular del mundo, también puede ser una herramienta efectiva para ayudar en la educación de los niños y jóvenes, ya que por medio de este se fomentan, además de los aspectos deportivos, los valores, conductas y habilidades que se requieren para que los jugadores se desempeñen socialmente y puedan aportar a la construcción de una sociedad más equitativa y justa dentro de los parámetros culturales, lo que comúnmente conocemos como fútbol base o fútbol formativo (14).
Sin embargo, uno de los temas que más preocupa en la actualidad a padres de familia, entrenadores, directivos y amantes del fútbol en general, tiene que ver con la clasificación que algunos eruditos de este deporte han confrontado de manera sesgada y sin argumentos claros: la formación vs la competición en fútbol base.
Ante tal confusión, es muy común encontrar entrenadores que asumen una línea de acción y entienden estos términos como si fuesen discrepantes e irreconciliables.
Por ejemplo, el principal argumento de los que cobijan la corriente formativa es que la competencia solo se enfoca en los resultados y que su principal objetivo es ganar en el juego; ganar es un indicador (según ellos) que va en contra de los principios formativos.
Por el lado opuesto, los defensores de la competición, arguyen que la formación es un impedimento para conseguir los anhelados resultados que requieren y que la formación si acaso, es un epifenómeno de estos.
En lo que ambas corrientes coinciden, es en desconocer y arremeter contras las perspectivas opuestas, ya que atentan contra los intereses de su propia visión filosófica (15).
Por lo tanto, la cuestión radica en si realmente la formación es un impedimento para poder competir adecuadamente, y si por su parte, la competición atenta directa o indirectamente contra la correcta formación de los jóvenes futbolistas, es decir, cuáles son los hechos concretos de parte y parte para que se dé tal dicotomía en el fútbol base, o si se trata más de teorías conspirativas y opiniones personales, que de hipótesis basadas en argumentos comprobables.
Formación vs competición en fútbol base
Veamos de manera muy general el significado de los conceptos en cuestión. Lo primero es que el fútbol en su esencia significa competir, es decir, es un deporte en el cual se enfrentan dos equipos, donde se obtiene la victoria de uno de ellos y automáticamente la derrota del otro (dejaremos el empate a un lado para efectos prácticos).
Ahora bien, para que dicha competición deportiva pueda llevarse a cabo, es necesario la aceptación de normas o reglas, que hagan posible dicho enfrentamiento; sin estas reglas previamente conocidas y aceptadas por las partes, no podemos hablar de competición como tal (15, 16).
La formación deportiva entonces, debe producir cambios en la personalidad, en una búsqueda de la autonomía, en la aprehensión de herramientas sociales, así como de un progreso deportivo que sea acorde al desarrollo biológico y cognitivo del jugador (14, 18).
El fútbol base por lo tanto, configura a través de las victorias y derrotas, una muestra representativa de la sociedad. De ahí que las actividades deportivas (competitivas) de los niños y jóvenes, conlleven implícitamente a un alto valor formativo y al aprendizaje de experiencias que les van a servir para la vida social, gracias a las sanas jerarquías y enriquecedores hábitos que se fomentan con la práctica del fútbol.
Por ejemplo, los niños y niñas aprenden en la victoria seguridad en sí mismos, autoestima, automotivación, empatía, y generosidad con los derrotados; en la derrota, un alto grado para tolerar frustraciones, resiliencia, respeto y la búsqueda de la superación, entre otras.
Además el fútbol puede favorecer la amistad, la cooperación, el compañerismo, la toma de decisiones, el manejo de emociones, el trabajo en equipo y fomenta el respeto hacia la autoridad (árbitro), entender la importancia de las reglas y a comprender el valor de la meritocracia (17, 18).
Tomando como base lo anterior, es errático pensar en la competencia como algo no formativo, ya que el valor ético de justicia y honor (y otros valores sociales) yace implícito en el deporte.
Ahora bien, según Durán González (2013), para garantizar una sana competencia, se debe tener en cuenta una igualdad máxima en dos momentos de ésta: (i) previa a la competición (que ningún equipo obtenga una ventaja inicial), y (ii) durante la competición (conocimiento y una correcta aplicación de las reglas para todos) (18).
Vemos con claridad en el fútbol base, la importancia en la competición de todos los involucrados con respecto a las reglas: árbitros, entrenadores, jugadores, directivos y espectadores (padres, amigos, etc.).
Por ello, una condición esencial para que se dé una verdadera competencia deportiva e implícitamente una sana formación, es que haya una cooperación y conocimiento de todos los agentes implicados con respecto a las normas y reglas preestablecidas y a su rol y responsabilidad en la aplicación de las mismas (18).
Conclusiones
Podemos decir que no debe considerarse la competencia futbolística, como una actividad que fomenta la violencia, ni que atenta contra los valores y principios per se, sino más bien como una práctica presidida por reglas de rivalidad, justas y aplicables a todos los participantes, lo que exige una previa intensión de cooperación y aceptación por parte de todos los involucrados, donde se fomentan conductas éticas e idóneas, que son el espíritu mismo que representa el deporte.
De modo que, el fútbol implica competir y saber competir abarca los vaivenes de la formación, y comprendemos que este deja de serlo cuando una de las partes rompe las reglas para sacar ventaja, animados por el deseo de ganar a toda costa y cuyas consecuencias derivan en la violencia y el deterioro social, un hecho que se ha vuelto común en el fútbol base.
Así, la dicotomía que acompaña al fútbol base hace referencia a miedos y presiones sociales, al desconocimiento de lo que implica formar a través de la sana competencia y a unos contravalores deportivos que hacen que las personas busquen atajos para alcanzar sus objetivos.
Por último, entrenar fútbol para formar sin tener en cuenta la competencia, atenta contra la motivación de los jugadores y contra la esencia misma del deporte.
Del mismo modo, la práctica del fútbol donde se desconoce el alcance de la formación deportiva no puede ser llamada competición. El fútbol es tanto formativo como competitivo y un medio civilizador por excelencia.
Existen diferentes estilos de enseñanza dentro del fútbol base que todo formador debería conocer y dominar para poder utilizar en sus entrenamientos en función de los objetivos de aprendizaje y las características cognitivas de sus jugadores.
Según el estilo de enseñanza que utilicemos nuestros jugadores trabajaran más o menos el canal cognitivo y sus aprendizajes serán más o menos significativos.
Cada estilo tienen sus pros y sus contras. Tenemos que conocer las características de los jugadores con los que vamos a trabajar y escoger o mezclar los estilos que mejor se adapten para conseguir nuestros objetivos de aprendizaje.
Los estilos tradicionales “puros” como el mando directo no deberían abundar en nuestros entrenamientos. Queremos futbolistas que piensen, jugadores inteligentes dentro del fútbol base.
La toma de decisiones es muy importante en un deporte como el fútbol por lo tanto deberíamos trabajar predominantemente, siempre que sea posible, con estilos cognitivos donde el jugador pueda trabajar este aspecto.
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