La magnetoterapia o terapia magnética es uno de los agentes físicos utilizados en la fisioterapia para combatir diferentes tipos de afecciones que pueden causar incomodidades.
La magnetoterapia tiene la ventaja de que puede ser aplicada en cualquier parte del cuerpo. Sin embargo, se usa con más frecuencia en las extremidades inferiores.
Este tratamiento ofrece diversos beneficios que han sido estudiados durante muchos años aunque, hasta hoy en día, aún existe un debate acerca de la efectividad de la magnetoterapia para mejorar la sintomatología de enfermedades o lesiones.
¿Qué es la magnetoterapia?
La magnetoterapia es un tratamiento complementario utilizado en la fisioterapia y rehabilitación que funciona por medio de campos magnéticos. De esta manera, se busca inducir la corriente eléctrica hacia la profundidad de los tejidos.
Se trata de una alternativa que actúa a nivel bioquímico y produce cambios en las células que, a simple vista, resultan prácticamente imperceptibles. Por esta razón, muchos profesionales prefieren utilizar otras técnicas que han demostrado resultados más notorios hacia los pacientes.
¿Cómo funciona la magnetoterapia?
La magnetoterapia se basa en el concepto de que las células poseen cargas eléctricas y que cuando una persona se enferma, estas cargas cambian, causando un desequilibrio energético en el organismo.
La corriente eléctrica puede influir sobre las estructuras celulares por medio de campos magnéticos, emitiendo una intensidad y frecuencia específica. Esto puede ayudar a que las células se regeneren de manera más eficiente gracias a cambios sutiles que ocurren en diferentes niveles del cuerpo, logrando amplificar sus efectos luego de varias sesiones.
¿Qué beneficios ofrece la magnetoterapia?
Esta terapia se trata de un procedimiento no invasivo, donde no se somete al paciente a ningún tipo de dolor. Algunos beneficios que más se atribuyen a la magnetoterapia son:
- Es una terapia bastante segura.
- Se puede realizar en conjunto con otro tipo de tratamientos, permitiendo complementar la mejora de la afección que presente el paciente.
- No se conocen efectos secundarios enlazados al uso de magnetoterapia.
- En las sesiones no se presenta dolor.
Aunque comenzó utilizándose como una alternativa para ayudar a la regeneración ósea por medio de su impacto en las células osteoblásticas, algunas fuentes también le atribuyen propiedades capaces de inferir en el sistema circulatorio.
Además, se cree que tiene un efecto antiinflamatorio y analgésico, aunque no existe evidencia científica que respalde esta afirmación.
¿Qué enfermedades pueden ser tratadas con magnetoterapia?
Gracias al tipo de tecnología que se emplea en la magnetoterapia, hay una amplia variedad de afecciones que son compatibles con la aplicación de este tratamiento. Entre ellas se pueden mencionar:
- Fracturas óseas.
- Dolores reumáticos.
- Artropatías.
- Traumatismos.
- Postoperatorios.
- Osteoporosis.
- Lesiones en tejidos duros y blandos.
¿Cómo es el proceso para realizar la magnetoterapia?
El procedimiento para llevar a cabo una magnetoterapia consiste en la utilización de equipos que poseen un solenoide, permitiendo crear el campo magnético. Este solenoide se encuentra incluido en un cilindro hecho de un material plástico.
El encargado de realizarlo te pedirá que te quites cualquier prenda o accesorio que tenga algún tipo de metal para que, posteriormente, te acuestes en una camilla donde se colocarán entre 1 y 2 imanes sobre ti, en las zonas que se desean tratar.
Esta terapia no empeora la sintomatología de las afecciones al momento de realizarse y suele tener un tiempo de duración promedio de 30 minutos, aunque este puede variar dependiendo de qué tan grave sea la lesión.
¿Cuánto tarda en hacer efecto la magnetoterapia?
Muchos pacientes afirman salir de este tipo de terapias y sentirse exactamente igual. Esto ocurre debido a que la magnetoterapia suele trabajar a nivel celular, motivo por el que es bastante improbable percibir los cambios rápidamente.
Lo recomendable es acudir a realizarse la magnetoterapia, por lo menos, 3 veces a la semana. El tiempo de recuperación estará determinado por el tipo de lesión que se esté tratando y su gravedad. En promedio, las mejoras pueden hacerse visibles a partir de las 40 sesiones realizadas.
¿Cuándo está contraindicada la magnetoterapia?
Aunque la magnetoterapia puede ser utilizada para tratar una numerosa cantidad de afecciones que podrían presentarse en cualquier zona del cuerpo, hay ciertas condiciones que deben ser tomadas en cuenta antes de considerar su uso.
Previo a realizar esta o cualquier otra aplicación de agentes físicos, es necesario llevar a cabo una evaluación previa para conocer la salud actual del paciente. La magnetoterapia no está indicada para casos de:
- Embarazo: aunque no se ha demostrado algún efecto secundario al utilizar esta terapia en mujeres embarazadas, los profesionales prefieren optar por otras alternativas, especialmente en los primeros meses de gestación.
- Marcapasos cardíaco: no se debe realizar en aquellas personas que tengan instalado este dispositivo electrónico ya que puede afectar su funcionamiento.
- Enfermedades oncológicas: no se puede utilizar este procedimiento en pacientes con cáncer, debido a que algunas fuentes afirman que se puede acelerar el proceso evolutivo de la enfermedad.
- Piezas metálicas en el cuerpo: se debe evitar su aplicación si se tiene cualquier tipo de metal, como en el caso de la osteosíntesis o del DIU intrauterino.
¿Realmente funciona la magnetoterapia?
Los imanes empezaron a utilizarse como método curativo desde el año 1826 y, con el paso del tiempo, se desarrollaron nuevos mecanismos para aplicarlos en la medicina con el fin de tratar diferentes patologías.
Sin embargo, muchos estudios han llegado a la conclusión de que la magnetoterapia es un tratamiento bastante obsoleto y que no tiene suficiente respaldo científico como para garantizar resultados realmente comprobables.
Existen muchas otras técnicas utilizadas en la fisioterapia que han demostrado una recuperación más rápida de los tejidos y huesos afectados.
Esto vuelve a la magnetoterapia un complemento más para la rehabilitación ya que, por sí misma, no es capaz de lograr mejoras significativas.
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