En este artículo describiremos los tipos de lumbalgia que se han identificado, así como su diagnóstico y posible tratamiento.
Además, analizaremos la relación que se ha establecido entre la lumbalgia y el ejercicio físico. Destacaremos algunos ejercicios para el tratamiento de la lumbalgia inespecífica.
¿Qué es la lumbalgia?
La lumbalgia se conoce como el dolor crónico en la parte baja de la espalda, es decir, la zona lumbar, provocada por distintas alteraciones que se producen en los músculos esqueléticos de la columna vertebral.
Cabe destacar que cuando en el disco intervertebral se produce una hernia, los síntomas de dolor son muy específicos y se pueden extender hasta los glúteos, muslos, piernas e incluso los pies. (2)
Este problema de la zona lumbar es interpretado como una enfermedad que afecta al bienestar tanto físico, mental y social de la persona en cuestión.
Consecuentemente, como se considera un dolor crónico, en la Revista Mexicana de Anestesiología se ha reconocido como un problema de Salud Pública, convirtiéndose en una de las principales causas de absentismo escolar. (1)
El problema en Salud Publica que propone esta revista Mexicana, viene a significar que, en el caso de que en México hubiera 100 millones de personas, 25 millones sufrirían dolor crónico, de los cuales, 6.25 millones lo reflejarían en la zona lumbar de la espalda.
Estos datos son indicadores de que el dolor que atribuye al lumbago es consecuencia de un problema de salud pública. Por este motivo, hoy en día es necesario realizar tratamientos o programas de prevención e intervención que limiten las consecuencias de esta enfermedad. (1)
Epidemiología de la lumbalgia
La Cooperación Europea de Ciencia y Tecnología, ha publicado una Guías de Manejo de Lumbalgia y se han realizado diversos estudios epidemiológicos, en los cuales se establece que la lumbalgia puede afectar al 84% de las personas a lo largo de su vida. Esto significa que 9 de cada 10 personas sufrirán dolor lumbar en algún momento, aunque posteriormente pueda desaparecer. (1)
¿Por qué el dolor crónico se dice que afecta a un cuarto de la población?
Varias organizaciones del ámbito de la salud han realizado una revisión exhaustiva sobre la afectación del dolor crónico en la población: (1)
- La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor ha propuesto que de media el 27% de la población general presenta dolor crónico.
- La editorial de la Academia Americana para el Manejo del Dolor ha confirmado que 67 millones de personas estadounidenses sufren este tipo de dolor, lo que corresponde con un 22% de la población de EE.UU.
- Se ha realizado una encuesta a 46 mil personas de 16 países diferentes de la Unión Europea en la cual se identificó que el 19% de la población sufren dolor crónico.
Frecuencia del dolor crónico según la región anatómica
La Sociedad Americana de Dolor ha realizado un estudio en el que confirma que la espalda es la zona del cuerpo en la que se produce de forma frecuencial dolores crónicos.
De la misma manera, en Europa se han concluido los mismos resultados anatómicos, con la diferencia de un porcentaje del 24% en Europa frente al 27% en la Unión Americana. (1)
¿Cuánto dura la lumbalgia?
La duración de la lumbalgia puede variar según la persona y la causa subyacente. En general, la lumbalgia aguda puede durar unas semanas, mientras que la lumbalgia crónica puede persistir durante varios meses o incluso años.
La duración de la lumbalgia puede variar dependiendo de varios factores, como la causa subyacente, el tratamiento recibido y la respuesta individual de cada persona. Aquí tienes una tabla con las posibles duraciones de la lumbalgia:
Duración de la lumbalgia |
Descripción |
---|---|
Aguda | Menos de 6 semanas |
Subaguda | De 6 a 12 semanas |
Crónica | Más de 12 semanas |
Recuerda que estos son solo rangos generales y la duración puede variar en cada caso particular. Si estás experimentando dolor lumbar, es importante consultar a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento personalizado.
Tipos de lumbalgia
Existen varias clasificaciones de en función de distintas razones: (4)
En función de la duración del dolor, la lumbalgia se puede clasificar en:
- Aguda: cuya duración menor de 6 semanas.
- Subaguda: cuya duración es de 6 a 12 semanas.
- Crónica: cuya duración es mayor a 12 semanas. En este tipo se producen episodios frecuentes del dolor que duran menos de 3 meses.
En función de las características del dolor y la etiología del proceso, se clasifica en:
- Lumbalgia no mecánica.
- Lumbalgia mecánica con afectación radicular.
- Lumbalgia mecánica simple inespecífica.
Por otra parte, otros autores han establecido una clasificación de cinco categorías:
- Viscerogénica: derivada de enfermedades abdominales.
- Vascular: debido a una aneurisma de aorta abdominal.
- Psicogénica: debido a factores psicológicos que producen el dolor.
- Neurogénica: derivada de alteraciones en el sistema nervioso.
- Espondilogénica: producida por hernias de disco y osteoartrosis
Causas y síntomas de lumbalgia
Algunos factores de riesgo que no se pueden modificar son: (4)
- Edad
- Sexo
- Genética
En relación con los factores de riesgo que se consideran modificables tenemos:
- Factores psicosociales
- Factores laborales
- Inactividad física
- Obesidad
- Actividad física laboral y deportiva
Además, podemos realizar de forma inconsciente fuertes movimientos que agravarán los síntomas de la lumbalgia, como por ejemplo:
- Movimientos de flexión
- Flexión con torsión
- Trabajo duro con repetición
Se han investigado una serie de síntomas alarmantes sobre la lumbalgia que debemos de tener en cuenta a la hora de realizar un diagnóstico más profundo. Estos síntomas son: (2)
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La mayoría de las dolencias causadas por microtraumatismos de los hábitos cotidianos requieren de una atención médica.
Factores de riesgo laborales más frecuentes
El personal sanitario, los administrativos y los conductores de camión son aquellos profesionales que suelen tener más problemas relaciones con la lumbalgia, debido a las siguientes razones: (3)
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Diagnóstico y tratamiento de la lumbalgia
Para realizar una evaluación de aquellos pacientes que presenten lumbalgia se debe de realizar una encuesta, que incluirá el inicio del dolor, la intensidad, factores psicosociales como el estrés, fuertes esfuerzos de forma repetida, etc., y un examen físico que establecerá el diagnóstico. (4)
Además, durante la exploración física se inspeccionará la columna vertebral con el objetivo de valorar el equilibrio y distintas asimetrías corporales. También de tocar la estructuras de la zona lumbar y sacroilíaca para determinar cuáles son los puntos exactos del dolor. (4)
La atención primaria médica trata alrededor del 90 % de los pacientes con lumbalgia debido a que suelen ser inespecíficas.
Sin embargo, el 10% de los casos deben de ser supervisados por un especialista de nivel superior. Existen diversos tratamientos para tratar la lumbalgia, entre los que nos encontramos tratamientos farmacológicos y tratamientos manuales, físicos e invasivos.
Aplicación de calor mediante cinturones
Los cinturones de calor son una opción eficaz para el tratamiento de la lumbalgia, ya que podrán aliviarte el dolor. Estos cinturones utilizan calor terapéutico para aliviar el dolor y la rigidez muscular.
- Terapia de calor para aliviar el dolor: la almohadilla térmica para el dolor de espalda son almohadillas térmicas incorporadas que pueden calentarse rápidamente para proporcionar una terapia de calor para aliviar la tensión muscular de la espalda baja, los dolores abdominales, los calambres menstruales y las molestias estomacales, artritis en las piernas, etc. y mejorar la sangre. circulación.
- Masaje de vibración: el masajeador de espalda está integrado en 4 potentes motores de masaje para brindar un masaje vibrante relajante. Ayuda a aliviar aún más la tensión y el dolor en los músculos del cuello y los hombros, la zona lumbar, los muslos y las piernas.
- Coloca el cinturón de calor en la zona que deseas tratar. Asegúrate de que el cinturón esté bien ajustado pero no demasiado apretado.
- Enciende el cinturón y ajusta la temperatura según tu nivel de confort. No debe ser tan caliente que cause molestias.
- Limita cada sesión de uso a unos 20-30 minutos para evitar quemaduras en la piel.
- No uses el cinturón de calor si tienes la piel dañada o si tienes una afección que afecta tu sensibilidad al calor, como la diabetes.
- Siempre sigue las instrucciones del fabricante para el uso y cuidado del cinturón.
Uso de fármacos, fisiatría y cirugía
Existen una serie de fármacos clasificaciones en función de su efecto en la lumbalgia: (4)
Fármacos de Primera Línea
Analgésicos no esteroideos (AINES): ibuprofeno, diclofenaco o meloxicam vía intramuscular, paracetamol: en dosis entre 500 y 1000 mg cada 6 horas, codeína, miorrelajantes (benzodiacepinas o benzodiacepinicos)
Fármacos de Segunda línea
Antidepresivos: imipramina y amitriptilina, utilizados en casos de lumbalgia crónica intensa.
Fármacos de Tercera línea
Aquí se incluyen la morfina y oxicodona, en los pacientes que presenten exageraciones intensas de lumbalgia crónica que no respondan a otros tratamientos.
Los parches de capsaicina se utilizan en pacientes en los que otros tratamientos no les han servido y presentan un grado intenso de dolor
(nivel 5).
Tratamiento de fisioterapia
En cuanto a la fisiatría, relacionada con aquellas terapias de movilización para el tratamiento de la lumbalgia, destacan las siguientes:
- Fisioterapia pasiva como la termoterapia superficial, uso del hielo, masajes, neuroestimulación eléctrica percutánea, ultrasonido o el bloqueo específico de la raíz nerviosa del lumbar.
- Fisioterapia activa que incluye ejercicios de pesas, ejercicios cardiovasculares y estiramientos con el fin de restablecer el movimiento y la fuerza normal de la parte baja de la espalda.
- Uso habitual de abrazaderas, como los corsés. No obstante, no a todas las personas les resultan beneficiosas.
- Terapias de manipulación corporal.
- Actividades posturales como Pilates o Yoga.
Intervención quirúrgica
Respecto a la intervención quirúrgica solo se recurre a casos en los que no sea posible aliviar el dolor con otro tratamiento, pero no es recomendado en pacientes que han sido diagnosticados con lumbalgia inespecífica.
La cirugía se suele realizar en aquellas personas cuya causa de dolor lumbar hayan durado más de 2 años y se trate de una infección, cáncer, u osteoporosis. (4)
Relación entre el ejercicio físico y la lumbalgia
El ejercicio físico es una de las herramientas más utilizadas para mejorar el funcionamiento de la espalda.
En concreto, ciertos estudios confirman que la pérdida de fuerza en la espalda, la flexibilidad y la capacidad cardiovascular son síntomas muy frecuentes en personas con lumbalgia.
Se han relacionado estos síntomas con una inhibición prolongadas del movimiento y el sedentarismo debido a que se producen cambios relacionados con el Sistema Nervioso y la fisiología de la columna vertebral.
No obstante, se ha demostrado que en muchos de los casos, los pacientes evitan ciertas actividades físicas por el dolor crónico que puede llegar a producir la lumbalgia. (6)
En estos estudios se ha comprobado que en aquellas personas con mayor actividad física el dolor de lumbalgia ha ido descendiendo, incluso mejorando con un 60% a través de distintos entrenamientos con una duración de 14 semanas, y con un 50% para la duración establecida de 12 semanas. (6)
Como consecuencia de una actividad física intensa durante un tiempo prolongado podrían producirse agujetas, pero no hasta el punto de llegar a pensar que el ejercicio nos ha perjudicado en la dolencia, lo cual sería una falsa creencia. (6)
Prevención de la lumbalgia: higiene postural
Para prevenir las consecuencias graves de la lumbalgia, lo más importante es tener una buena higiene postural durante tus actividades cotidianas.
La columna vertebral debe de adoptar una posiciones correcta en cada movimiento que hacemos a lo largo del día, así como conseguir adaptar las herramientas del trabajo a una postura lo más cómoda posible, evitando alteraciones posturales de la columna vertebral que desarrollen la lumbalgia. (3)
Por tanto, se han establecido una serie de recomendaciones de higiene postural, ya sea teniendo alguna actividad física o de forma sedentaria: (3)
- Cuando no estamos realizando ningún trabajo, los pies deben de estar separados y se deben de realizar paseos breves intentando apoyar la espalda cada cierto tiempo.
- Cuando estamos realizando alguna actividad, los pies debemos de mantenerlos ligeramente separados. Se aconseja elevar un pie más que el otro mediante un taburete, alternando las piernas. En el caso de que la herramienta de trabajo sea una mesa, deberá de estar a una altura adecuada para evitar futuras flexiones que pueden dañar la columna vertebral.
- Al conducir, el respaldo del asiento debe de estar inclinado hacia atrás, el asiento cerca de los pedales y el apoya cabezas a una altura adecuada para evitar dolores cervicales.
- Durante el descanso, se recomienda que el asiento tenga tanto apoya brazos como apoyacabezas, con el fin de evitar el desarrollo de problemas lumbares.
- Mientras estamos estudiando o leyendo, la columna debe de estar totalmente recta y la mesa a la altura de nuestros codos.
- Escribiendo o trabajando en el ordenador, la mesa es necesario que se encuentre de forma ligera por debajo de los codos. La silla giratoria se considera la más correcta, si lleva un respaldo y altura que se puedan graduar.
Conclusión
El nivel productivo de la población, la economía y el absentismo laboral se puede ver afectado de forma significante por el dolor crónico de la lumbalgia.
Tal y como hemos mencionado anteriormente en el apartado de la epidemiología, la lumbalgia se considera un problema de Salud Pública, presentándose cada vez en más pacientes a nivel internacional.
Por esta razón, los países han tenido que evaluar distintas terapias de prevención con el objetivo de evitar tener que adoptar tratamientos muy dañinos o fuertes. (5)
Aunque se han mencionado algunos síntomas relacionados con la lumbalgia, estos tienen un carácter muy específico, incluso hasta llegar a confundirse con otros problemas similares.
Hoy en día, se han actualizado los procedimientos eficaces contra la lumbalgia siguiendo guías de práctica clínica en los distintos países. En América y Reino Unido se elaboraron las primeras guías, pero se ha ido incrementando el número de «Guías de Práctica Clínica» nuevas y científicamente evidentes, llegando hasta 30. (5)
Referencias Bibliográficas
- Covarrubias- Gómez, Dr. A. (2010). Lumbalgia: Un problema de salud pública. Clínica del Dolor. Revista Mexicana de Anestesiología, vol (33), 1, págs: 106-109.
- Vista de Lumbalgia. (s/f). Revistamedicinainterna.net. Recuperado el 19 de julio de 2023, de https://revistamedicinainterna.net/index.php/spmi/article/view/237/290
- Mola, B. (1996). Patología de la espalda. Revista ROL de Enfermería, 210-213.
- Chavarría, J. (2014). Lumbalgia: causas, diagnóstico y manejo. Revista Médica de Costa Rica y Centroamérica. LXXI (611) 447 – 454.
- Aguilera, A., & Herrera, A. (2013). Lumbalgía: una dolencia muy popular y a la vez desconocida. Salud y comunidad, 11(2), 80–89.
- Of physical activity and sport. (s/f). Redalyc.org. Recuperado el 19 de julio de 2023, de https://www.redalyc.org/
- Gibbs, D. (2023). Back Pain: Differential Diagnosis and Management, Review Neurol Clin . 41(1):61-76
- G Lorimer Moseley. (2018). Innovative treatments for back pain. Pain,158 Suppl 1:S2-S10