En el presente artículo analizamos la fisiología del corredor diabético de tipo II.
La diabetes tipo II es una enfermedad de carácter pandémico y que está muy ligada a la obesidad.
Ante la necesidad de respuestas urgentes en todos sus ámbitos, actualmente muchos diabéticos tipo II están recurriendo a grupos de corredores como una forma de moverse y realizar actividad física para un bien en su salud.
Lo cual, si analizamos aspectos sobre la fisiología del corredor diabético, se está muy lejos de ser un ambiente recomendado para dicha población.
En el siguiente articulo por tanto, analizamos la fisiología del corredor diabético de tipo II, sumado a esto la necesidad del entrenamiento de fuerza y control constante por parte del entrenador, tratando de asumir que ellos corren o caminan por decisión y deseo propio y no por una mala prescripción de supuestos profesionales.
Variables de la fisiología del corredor diabético
El corredor diabético tipo II utilizan como vía predominante la glucolítica, su estimulación al sistema nervioso simpático producto de la actividad mencionada, produce un aumento excesivo de adrenérgicos y cortisol en sangre que activan un consumo excesivo de glucosa, el cual si no es controlado conllevara a un estado hipoglucémico severo.
Muchos profesionales creen que al caminar se estimularían ácidos grasos, pero si tenemos en cuenta que la diabetes tipo II puede estar vinculada con obesidad, el peso graso y la intensidad que se manejan al trasladar dicho peso con tal gesto mecánico es bastante alto.
Por ende desgastante, demandando mayor oxígeno y fuerza muscular, empeorando aún más si hablamos de sarcopenia inducida, lo cual determinaría que habría poca fuerza para mover tanto peso, ni hablar de correr.
Vías de utilización de energía por el corredor diabético tipo II
Analizamos a continuación las vías de utilización de energía dentro de la fisiología del corredor diabético.
La utilización tanto de la glucosa libre en sangre como del glucógeno almacenado en el músculo, ocasionan un incremento en la liberación de insulina causada por este efecto estimulante.
Esto puede aumentar los efectos de una cetoacidosis en carencia de glucosa, proceso critico a nivel fisiológico y que aumentara el catabolismo de proteínas en una población que urge de estas.
Ante esto, es que un plan nutricional rico en proteínas va a ser muy favorable en post a encontrar mejorar significativas.
Control específico del corredor diabético Tipo II
Realizar controles constantes de hemoglobina glicosilada, glucemia en sangre y peso muscular (principal regulador metabólico) de forma tal de controlar mejor la dosis de insulina previa a estos estímulos tan desgastantes.
Ante esta problemática de doble entrada, donde se altera aún más el metabolismo de las proteínas y se producen mayores desbalances de la glucosa en sangre, pensar en fomentar un correcto entrenamiento de fuerza en el corredor diabético o caminantes parece ser algo necesario.
Logrando producir adaptaciones más favorables a la actividad y sin empeorar su calidad de vida (1).
Un correcto plan de entrenamiento con énfasis en la fuerza para el corredor diabético, permitirá tener un mayor control, estimulación y utilización de la vía glucolítica
Es importante aclarar, que la fuerza en altas a medias intensidades va a lograr un efecto más que ventajoso sobre la disfunción musculoesquelética o sarcodinapenia a la que se asocia también dicha patología.
Limitaciones en la vía de los ácidos grasos en corredor diabético tipo II
Dentro de la fisiología del corredor diabético y su asociación con la obesidad o sus desbalances en los niveles de glucemia, traen aparejados grandes limitaciones en la beta-oxidación.
Esto aumentara la acumulación de grasas producto de procesos inflamatorios y escasa liberación de leptina, critico si a eso sumamos la inhibición de la síntesis proteica, conllevando a un cuadro sumamente critico a nivel metabólico y de sarcodinapenia (2).
Todo tipo de actividad física bajará los niveles de glucemia en sangre, es por eso, que es importante contar con glucagón en detrimento a que los niveles bajen bruscamente y se puede producir una hipoglucemia en los deportistas (3).
Aspecto clave, que puede llevar a bajar levemente la dosis de insulina debido al gran número de estímulos presentados.
Por otro lado, picos elevados de insulina pueden inhibir la lipolisis, lo que afectaría aún más al riesgo de acumular ácidos grasos en exceso.
Entrenamiento de fuerza en diabéticos tipo II
Cuando aplicamos un trabajo de fuerza resistencia general en el corredor diabético, se estimula la vía glucolítica extra mitocondrial como principal vía energética.
Lo cual entre pequeñas series permitirá trabajar progresivamente y de forma pausada para no producir efectos hipoglucemiantes bruscos, efectos que si pueden acarrear entrenamientos continuos con poco tiempo de recuperación, con un gran volumen de tiempo a una baja o moderada intensidad general.
Esto se lleva a cabo, debido a la mayor sensibilidad que presentan los receptores de GLUT4 y células satélite ubicadas en la fibra muscular, ocasionado post entrenamiento de fuerza, acompañado además de un aumento en el trabajo de las enzimas glucógeno fosforilasa hepática y muscular.
Las cuales facilitan la degradación del glucógeno a glucosa generando lo que se conoce como glucogenolisis (4).
Beneficios del entrenamiento de fuerza en diabéticos tipo II
En la actualidad muchos diabéticos tipo II en busca de mejorar su calidad de vida, recurren a grupos de corredores como una alternativa a ello, lo cual, termina siendo todo un desafío si no se tienen en cuenta ciertas variables de importancia.
El entrenamiento de la fuerza en diabéticos ha demostrado ser de gran valor en el tratamiento de enfermedades , así como también es esencial para mejorar la estructura artromuscular en corredores diabéticos.
Por eso, que el trabajo programado de esta capacidad y su acorde inclusión en la planificación del entrenamiento de corredores diabéticos con Diabetes Mellitus Tipo II termina siendo indispensable.
El efecto del ejercicio sobre la sensibilidad a la insulina ha sido demostrado de 12 a 48 horas después de la sesión de ejercicio, pero volver a los niveles previos a la actividad de tres a cinco días después de la última sesión de ejercicio, lo que refuerza la necesidad de que la actividad física se haga con frecuencia y regularidad (2).
Con el entrenamiento de fuerza en diabéticos tipo II podría verse beneficiado en su sistema energético de los ácidos grasos (5), liberando catecolaminas con potencial adrenérgico que estimularían la enzima lipasa hormona sensible (LHS), generando un efecto más próximo en la lipolisis a nivel del tejido adiposo.
Esto sin producir una escases total del glucógeno almacenado tanto en el hígado como en el músculo, vías de suma importancia en corredores con esta patología, que en consecuencia, se ven muy perjudicados con la elevación excesiva de la insulina en sangre y de cuerpos cetónicos movilizados en presencia de dicha hormona (6).
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Entrenamiento de fuerza en diabéticos
La fuerza, definida brevemente como la capacidad para vencer resistencias externas o contrarrestarlas a costa de esfuerzos musculares (3), es una capacidad que puede subdividirse o clasificarse de diferentes formas según su forma de trabajo o aplicación, Weineck plantea nuevos términos como la Contracción Auxotonica (4).
El cual se utilizaría para referirse a la acción muscular que representa la suma de acciones tanto concéntricas como excéntricas, y que serían más frecuentes en el ámbito deportivo para efectuar un análisis. Enfocándonos aún más en el entrenamiento de la fuerza (5).
Ante esto, es importante detallar de mejor manera que tipo de fuerza es la que se buscará trabajar en términos generales con este grupo de corredores diabéticos Mellitus Tipo II, siendo la isotónica clave y teniendo relevancia tanto el tiempo como la velocidad en su análisis.
Es importante aclarar que se esquiva la fuerza isométrica porque genera una elevación excesiva del ritmo cardíaco, producto de la gran vasodilatación que esta produce, ya que a partir del 20% de la fuerza de contracción máxima isometría se comienza a complejizar el riego sanguíneo arterial en el músculo, y al 50% se produce una oclusión completa de los vasos sanguíneos (6).
Datos más que claves a tener en cuenta en deportistas con diabetes Tipo II, ya que es muy frecuente que también tengan asociado producto de antiguos malos hábitos otras patologías como pueden ser síndrome metabólico e hipertensión.
Programa de evaluación y control del corredor Diabético Tipo II
Establecer un programa de evaluación y control constante es esencial, este permitirá obtener datos claves sobre la salud del deportista como: la frecuencia cardíaca, presión arterial, nivel glucémico pre y post entreno, IMC (índice de masa corporal).
Expediente de enfermedades o patologías que puedan ser complejizadas con algunos ejercicios, entre otros datos que nos puedan servir de ayuda para individualizar el entrenamiento y no perjudicar al deportista.
A su vez, esta es una forma de no exigir a la persona y empeorar aún más la calidad de vida del deportista diabético en cuestión.
Existen muchas formas de realizar trabajos de fuerza, pero es indispensable situarnos en la práctica y atender a las necesidades de nuestros deportistas.
Para eso, primeramente debemos de analizar los datos e información que el sujeto nos trae al campo de la práctica y de ahí situar los objetivos y metas que junto al deportista permitan realizar un trabajo a conciencia, siguiendo un proceso y mejorando el rendimiento del deportista.
Abordar principios fundamentales como los de progresión, gradualidad de las cargas, continuidad y frecuencia van a ser indispensables si se quiere obtener mejoras significativas en la ganancia de fuerza y mejora de la salud.
Hay que destacar que el aumento de la masa muscular o hipertrofia muscular van a depender seriamente de la sección trasversal de las fibras musculares, la coordinación intramuscular e intermuscular y la inervación motora de estas fibras en la placa motora, por ende, hay varios aspectos a tener en cuenta para el fortalecimiento de dicha capacidad.
Ejercicios de fuerza en corredores diabéticos
Es importante destacar además que al presentar diabetes Mellitus Tipo II, estos deportistas deben de tener una familiarización con los ejercicios de fuerza en diabéticos que van a realizar.
De forma tal de poder incorporar una mayor intensidad que genere verdaderos efectos positivos en su entrenamiento, la fuerza resistencia y la fuerza rápida son las capacidades que deben prevalecer en este tipo de enteramientos con estos deportistas.
Teniendo en cuenta los ya presentados requisitos cardiovasculares con altos volúmenes que exige la práctica en si, y que en consecuencia, pueden impactar de lleno en el crecimiento muscular e índices glucémicos, recordemos que esta patología puede estar asociada con sarcodinapenia (8).
Fuerza resistencia y su rol en el corredor diabético tipo II
Enfocándonos en la fuerza resistencia, la podríamos definir como “la capacidad del individuo de oponerse a la fatiga en rendimiento de la fuerza de larga duración o repetición constante y que depende de la fuerza máxima, resistencia general y coordinación intramuscular”.
Cabe destacar que este tipo de fuerza es importante para habituar el cuerpo del atleta y fortalecer sus músculos principalmente tónico-posturales.
Fuerza rápida y su rol en el corredor diabético tipo II
Por otro lado, la fuerza rápida, la cual se orienta a una alta velocidad, busca tener control sobre ambas fases de la contracción isotónica muscular, este tipo de contracción prima en los deportes cíclicos como los de carrera y es por eso por lo que para corredores diabéticos con diabetes mellitus Tipo II es esencial su trabajo.
Primero, para que puedan mejorar su aceleración muscular producto de un incremento eficaz de la fuerza en un corto periodo de tiempo gracias a la mejora en la inervación de fibras musculares de contracción rápida, y segundo, permitirá fortalecer el gesto propio de la carrera con un trabajo aproximado del 60% al 75% de 1RM.
Lo que repercutirá tanto en el rendimiento como en la calidad de vida, aumentando el numero de fibras tipo II de contracción rápida por ejemplo, Fortaleza (1997) la define como “la capacidad de vencer una fuerza a una alta velocidad de contracción” (9).
De esta forma, en corredores diabéticos, podemos destacar tres aspectos a entrenar y que van a prevalecer fuertemente en la práctica, la fuerza resistencia, la fuerza rápida y la resistencia cardiovascular propia de todos los deportes en los cuales se trabaja con grandes volúmenes de tiempo.
Beneficios del entrenamiento de fuerza en corredores diabéticos Tipo II
Los diabéticos pueden completar un entrenamiento de fuerza con mínimos riesgos para su salud, mientras mejoran a su vez el control glucémico, la sensibilidad a la insulina y la fuerza muscular.
Según muchos estudios, parecen ser intensidad-dependientes, con las mayores mejorías cuando se entrena entre el 70% y 80% aproximado a 1RM, es por eso, por lo que la fuerza toma un papel crucial en estos corredores diabéticos.
El entrenamiento de fuerza va a permitir que mejoren su rendimiento pero las mayores gratificaciones e importancia surgen con respecto al tema salud, que en definitiva repercutirá en el rendimiento general del deportista, permitiendo generar un aumento clave en las reservas energéticas y en el componente musculo-esquelético.
El cuál es esencial en un ambiente donde el deportista se somete a procesos catabólicos y oxidativos constantes.
De aquí nace la obligación no solo de retener, sino de aumentar las reservas energéticas en post a solventar los requisitos energéticos y funcionales que no solo van a evitar lesiones sino males mucho mayores producto de grandes desequilibrios fisiológicos como pueden ser un índice glucémico muy bajo o una cetoacidosis severa (10).
Recaudos a tener en cuenta en corredores diabéticos Tipo II
Como aspectos claves y necesarios a tener en cuenta en la práctica para el entrenamiento de este tipo de población, es importante tomar ciertos recaudos en la salud, ya que, si no son tenidos en cuenta pueden traernos grandes complicaciones no solo en el rendimiento sino en la salud de los deportistas.
Los diabéticos tipo II suelen tener debido a su gran índice glucémico en sangre una muy mala circulación y cicatrización de heridas, lo que hace imprescindible el uso de un adecuado calzado y un control constante de los pies del corredor, ya que, este se ve expuesto constantemente a la fricción del calzado y esto puede generar posibles lastimaduras.
Otro punto fundamental es la hidratación, ya que, los diabéticos tipo II, tienden a deshidratarse más rápido de lo normal, esto producto a que ellos suelen retener mucho menos los fluidos en los líquidos en los riñones, motivo por el cuál una buena hidratación en la práctica, sin exceptuar los trabajos de fuerza es fundamental (11).
La fuerza es una capacidad indispensable, pero debe de planificarse con mucho cuidado y en sesiones aisladas de cualquier otro trabajo de carrera que involucre mucha carga, de forma tal de obtener mejores resultados en el desarrollo y el fortalecimiento de los músculos, articulaciones y tendones a nivel general.
Pero por sobre todo de los involucrados en el gesto motor predominante en la carrera, como punto clave en el trabajo con este tipo de población se debe trabajar sobre una guía con pautas claras que abarquen desde la valoración previa a la práctica deportiva a la actuación durante y después del deporte como plantean varios autores y colaboradores (12).
Realizar mediciones y comparaciones constantes de la frecuencia cardíaca, respiratoria y si es necesario índice glucémico va a ser fundamental, hay que recordar que al realizar actividad física el cuerpo utiliza más glucosa de la normal pudiendo esto concebir un shock hipoglucémico, lo cual si no se tiene en cuenta podría generar severos daños en el deportista (13)
La fuerza y sus mejoras sustanciales en corredores diabéticos Tipo II
Antiguamente la fuerza era una capacidad que solo se asociaba con deportes o actividades de poco volumen de tiempo y gran intensidad, con grandes cargas y trabajos explosivos o de levantamiento de mucho peso.
Hoy evidencia científica demuestra la importancia del trabajo de esta capacidad en deportes de resistencia y en post a la mejora de la salud, si bien no se podrá en la mayoría de los casos trabajar con grandes cargas y generar estímulos completamente hipertrofiantes.
En un corredor se podrá mantener la masa muscular y con ello sus almacenes de glucógeno estables y en un obeso o diabético, se fomentará la ganancia de masa muscular conjunto a un balance proteico positivo (14).
La fuerza permite mejorar la postura y recomponer desequilibrios ocasionados por malos hábitos anteriores, fortalecer eslabones débiles, lo cual puede ser fundamental para mejorar la técnica de carrera.
Como resultado general se debe buscar obtener mayor fuerza relativa, es decir, que no solo logre mejorar la estructura del deportista sino su calidad de vida en general, mantener en definitiva un orden establecido teniendo en cuenta los músculos involucrados y el trabajo de fuerza específico que se realice (15).
Se depende de factores como la relación angular de palancas activadas, el orden del tipo del ejercicio, la activación neuromotora o cantidad de fibras musculares inervadas (va a depender del ejercicio y la cognición del sujeto sobre el mismo) entre otros factores que yacen en la periodización y son claves para poder obtener resultados óptimos y controlar las cargas entrenantes.
Déficit muscular y complicaciones en el corredor diabético tipo II
Ya en varios artículos se hace alusión a la sarcopenia como asociación a la obesidad y diabetes tipo II, afectando de lleno en el índice musculo-adiposidad y de adiposidad intra-abdominal en el corredor diabético, los cuales están asociados al riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y accidente cerebro-vasculares (7).
Por ende, se hace cada vez más difícil no encontrar evidencia de porque es tan importante entrenar la fuerza con esta población.
Se menciona a la proteína anabólica mTOR como aspecto clave en el camino a la estimulación de la síntesis de proteínas, primordial en la construcción de tejido muscular y aumento de las reservas energéticas, siendo la principal responsable en la cadena de señalización para la síntesis proteica, la cual es reconocida como garante de responder con ese fin al entrenamiento especifico de fuerza (8).
Entrenamiento concurrente y dicotomías de fisiología en el corredor diabético
Ante estas evidencias de la fisiología en el corredor diabético, es que los ejercicios de fuerza se vuelven cada vez más imprescindibles en esta población, en donde caminar, correr o realizar ejercicios de gran volumen y duración solo degradarán más metabolitos.
En consecuencia, determinarán la pérdida de masa muscular, activando otra proteína llamada AMPK, que atenta a efectos contrarios e inhibitorios en el crecimiento muscular, sensibilidad insulínica y síntesis de proteínas (9).
La proteína AMPK efectuara una regulación negativa de la actividad de la proteína mTOR, acentuando el trabajo catabólico y hormonal en presencia excesiva de catecolaminas y cortisol en sangre, de esto podemos sustentar y fundamentar el hecho de no realizar entrenamientos concurrentes con este tipo de población, separando los trabajos por sesiones.
Por un lado trabajos de fuerza y por otro, de índole cardiovascular o “aeróbicos” (mal llamados por muchos profesionales) de larga duración y requeridos por estos deportistas con Diabetes tipo II.
Soluciones para contrarrestar la perdida de tejido muscular en el corredor diabético
Desde aspectos de la fisiología en corredor diabético, todo nos lleva al trabajo de fuerza periodizado, el aumento de la masa muscular, síntesis de proteínas, inhibición a la insulina, aumento de fibras rápidas tipo II, de modo tal, a no favorecer la pérdida de masa muscular ante trabajos de larga duración como la carrera.
Por lo cual, suena extraño que sigan mandando a esta población a correr o caminar por un supuesto bien a su «salud», la única alternativa que veo es concientizar, para que al menos se hagan las cosas lo mejor posible en dicho ámbito de corredores, de gran relevancia actualmente, pero mal prescripto en diabéticos tipo II si nos referimos a la mejora la calidad de vida.
Metodologías HIIT y efectos positivos en el corredor diabético tipo II
En este tipo de población, investigaciones han demostrado fehacientemente que el trabajo de fuerza resistencia es esencial, pero esto parece tener resultados mayores cuando se combina con metodologías de entrenamiento HIIT, de media a altas intensidades y aplicadas de forma progresiva (9).
Se viene demostrando hace años la eficacia del entrenamiento HIIT (Higt Interval Intensity Training), aunando investigaciones que lo definen como un método sumamente efectivo. Tanto en la perdida de tejido graso como mantención de los niveles de masa muscular.
Aunque cabe destacar que este método debe ser atendido muy rigurosamente, lo cual, en combinación con estímulos de fuerza apartados, puede dar muy buenos resultados en este tipo de población, como afirma Chicharro, J. (2018) “la realización de HIIT dos veces por semana, es efectiva para promover adaptaciones cardiometabólicas saludables y mejoras en la calidad de vida en personas sedentarias” (10).
La importancia del tejido muscular en el corredor diabético Tipo II
En comparación con otros trabajos como el de Kelley, A. y Kelley, K. (11), en donde se resaltan beneficios en el trabajo con ejercicios “aeróbicos”, con un posterior descenso de peso en personas con diabetes mellitus tipo II.
Pero no se hace alusión a la importancia de la masa muscular, factor clave en esta población, es por eso, que disminuciones en los niveles de colesterol no serían tan impactantes como si lo serian el trabajo de fuerza, factor clave en el aumento de musculo esquelético, al cual se le atribuyen beneficios en la regulación de la glucemia en sangre y la hemoglobina glicosilada.
Conflictos en la activación de vías anabólicas por parte del corredor diabético tipo II
Los ejercicios de resistencia de larga duración, en definitiva, no brindaran beneficios del todo primordiales en esta población, sino que empeoraran al diabético en detrimento de la pérdida de masa muscular, lo que determinara una disminución progresiva del trabajo beta oxidativo y de la proteína quinasa (mTOR).
Predominante en la activación de las vías anabólicas, determinando en consecuencia una severa sarcodinapenia (12) y empeoramiento mayor en la regulación metabólica.
Cetoacidosis en el corredor diabético tipo II
Es importante aclarar que los diabéticos insulino-resistentes presentan lo que se denomina cetoacidosis, que no es igual a una cetosis fisiológica normal e inducida por la dieta, ya que esta primera produce una liberación mucho mayor de cuerpos cetónicos en plasma (aproximadamente de 25mmol).
La escases de glucógeno que se puede llegar a presentar después de periodos hipoglucemiantes y elevación de insulina, impulsarían al aumento del índice glucémico y disminución del Ph sanguíneo, generando un desequilibrio metabólico que afectaría no solo al rendimiento sino a la salud (13).
Metodologías que beneficiarían al corredor diabético Tipo II
Hay que destacar que los ejercicios de fuerza si son bien periodizados, pueden influir en la ganancia de masa muscular, por ende, asumir un mayor gasto calórico estimularía también a la pérdida de peso, es así como un trabajo intervalado de fuerza isoinercial a una intensidad moderada-alta junto con metodologías de entrenamiento de tipo HIIT puede beneficiar enormemente a este tipo de población en la pérdida de peso y ganancia de músculo,
Algunos autores apoyados en varios estudios científicos aseguran que podría haber un aumento en la concentración tanto de trasportadores GLUT4 y células satélites (14).
Así como permitir un control mayor sobre los niveles de glucemia postprandial a altas intensidades y generar adaptaciones favorables a nivel fisiológico que logren minimizar la producción decreciente de insulina y favorezcan su utilización y secreción en los islotes a nivel del páncreas.
Conclusión sobre la fisiología del corredor diabetico tipo II
En este artículo sobre la fisiología del corredor diabético, se ve a grandes rasgos las implicancias que la caminata y el running pueden traer a este tipo de población, primero en la carencia de tejido muscular, y segundo alteraciones metabólicas severas que conducen desde hipoglucemias constantes hasta déficits en la vía de los ácidos grasos, lo cual conlleva a su acumulación.
Cuando realmente un sujeto se interesa por esta práctica, como profesionales capacitados en el área, debemos de saber que el entrenamiento de fuerza, el índice positivo de proteínas y control constante de los valores de glucemia en sangre serán fundamentales.
Resulta clave pensar estrategias que permitirán al menos no empeorar al corredor diabético, ya que se supone que este decide caminar o correr, problemática tan severa que necesita de forma urgente ser atendida correctamente desde el ámbito de la actividad física, por profesionales idóneos en fisiología del corredor diabético.
Referencias Bibliográficas
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