Factores intrínsecos y riesgo de lesión

Un aspecto clave para establecer un plan de prevención ante una lesión es analizar cuales son los factores de riesgo de sufrir que pueden causarla.

✎ Autor:  Brais Ruibal

Antes de realizar un programa de prevención de lesiones para un deportista o grupo de deportistas es necesario analizar cuáles son los factores de riesgo para que el deportista sufra una lesión. En este artículos nos disponemos a explicarte algunos de estos factores de riesgo de sufrir una lesión deportiva.

Se han descrito como factores de riesgo intrínsecos: la falta de flexibilidad, el desequilibrio de fuerza entre la musculatura flexor y extensora de la rodilla, defectos posturales, la existencia de lesiones previas, la falta de fuerza de la musculatura estabilizadora de la rodilla y la velocidad de desplazamiento (asociado a la fuerza explosiva del deportista) (20).

Aunque también existen factores de riesgo extrínsecos (zapatillas, terreno donde se realiza la actividad…) vamos a centrarnos en los intrínsecos puesto que son los que se pueden controlar y actuar sobre ellos para prevenir futuras lesiones.

Incidencia de lesiones

La incidencia de lesión en la extremidad inferior representa el 80% del total de lesiones  (4,11,12,14) siendo el tiempo medio que un jugador se pierde por lesión de 22, 3 días, cifra nada despreciable como para no tenerla en cuenta (23).

crsitiano dolorido en el cesped

Basándonos en el libro de Romero y Tous, 2010 (18); los factores de riesgo intrínsecos a tener en cuenta para una futura lesión son:

Las lesiones previas

  • La existencia de lesiones previas constituye un factor de riesgo más importante para volver a padecer una lesión.
  • Este factor de riesgo puede facilitar la cronificación de una lesión y, frecuentemente, está provocado por un periodo de recuperación incompleto después de producirse una afección (6,9,13).
  • A pesar de que las lesiones musculares constituyen un blanco importante de recidivas, el complejo ligamentoso externo del tobillo es el tejido que más sufre la existencia de periodos lesivos de repetición.

La alteración propioceptiva

  • La lesión de un tejido articular, además de la disminución de estabilidad que provoca, va a producir un deterioro de la capacidad propioceptiva de dicha estructura (23).
  • La persistencia de una alteración propioceptiva favorece la aparición de una nueva lesión.
  • Es necesario mantener un trabajo de prevención específico según la lesión sufrida incluso después de que el deportista vuelva a competir tras haber sufrido una lesión (7).

La falta de fuerza

  • Un déficit de fuerza por encima del fisiológico de los músculos antagonistas alrededor de una articulación es un factor de riesgo de lesión (1,3,15).
  • La estabilidad articular depende de las estructuras pasivas y de la musculatura (estructuras activas). Una alteración de la fuerza va a provocar una disminución del control de la articulación (5,19).

Capacidad de aceleración y fuerza explosiva

  • Los deportistas con más capacidad explosiva tienen más incidencia lesiva a nivel muscular y tendinoso (20).
  • La musculatura biarticular es la que sufre mayor cantidad de lesiones. Esto es así por el tipo de acción que provoca (mayor explosividad debido a su componente fibrilar rápido predominante) y al elevado estrés mecánico que sufre (puesta en tensión desde al menos dos articulaciones).

La laxitud ligamentosa asociada al ejercicio

  • El aumento de compliancia en los tejidos de una articulación aumenta el riesgo de lesión en una estructura.
  • Existe una relación entre el aumento de la laxitud articular y el incremento del retraso electromecánico del tejido muscular.

La flexibilidad

  • A pesar de que se identifica la falta de extensibilidad muscular como un factor de riesgo de lesión, esta relación tan solo se ha demostrado en determinados músculos (22).
  • Es importante evitar los estiramientos pasivos de duración prolongada, debido a la alteración que este hecho provoca en las propiedades mecánicas de los tejidos (2,21).

El proceso de fatiga

  • La disminución de las diferentes cualidades físicas provocadas por la fatiga (la más estudiada la fuerza) provoca alteraciones de la coordinación neuromuscular, y este hecho puede predisponer al deportista a sufrir una lesión (8,10,17).

atleta tumbado en pista

Diferencia en relación con el género

  • Las deportistas sufren lesiones con mayor frecuencia y gravedad (como por ejemplo la ruptura del LCA).
  • Biomecánicamente parece ser que las mujeres deportistas desarrollan patrones motores que favorecen, en comparación con los hombres, la producción de mayor número de lesiones.

Extremidad dominante- no dominante

  • No se han registrado diferencias relativas al comparar si existen más lesiones en la extremidad dominante o en la no dominante (16,23,24).

Etnia

  • Los deportistas de raza negra tienen más riesgo de sufrir lesiones isquiosurales que los deportistas blancos (24).

Conclusiones

Como podemos observar son numerosos los factores de riesgo intrínsecos para el deportista por lo que es necesario conocer bien cada uno de ellos para así poder:

  1. Evitar la aparición de lesiones con programas de fuerza preventivos adecuados.
  2. Llevar a cabo un programa de readaptación seguro y eficaz hasta la vuelta del deportista a la práctica deportiva.

Bibliografía

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  2. Askling, C., Tengvar, M., Saartok, T. & Thorstensson, A. (2000). Sports-related hamstring strains – two  cases with different etiologies and injury sites. Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports, 10, 304-307.
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Autor: Brais Ruibal

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BIO: Doctor en Ciencias del Deporte y la Educación Física (UDC). Graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (UDC). Máster en Formación del Profesorado (UDC). Entrenador Superior de Natación (RFEN) y Técnico Deportivo Superior en Fútbol. Colegiado Nº: 55215.

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