La trocanteritis es una de las muchas afecciones que pueden presentarse en la zona de la cadera, volviéndose causante de una sintomatología dolorosa e incómoda a quien la padece.
¿Qué es la trocanteritis?
La trocanteritis, también conocida como bursitis trocantérea, es la inflamación de las bursas que se encuentran alrededor del trocánter mayor del fémur. Esta patología es la causa más frecuente de dolor y rigidez en la articulación de la cadera.
Se trata de una afección que se considera bastante común y se estima que es más padecida por mujeres que por hombres.
¿Cómo se forma la trocanteritis?
La articulación de la cadera es la unión entre el trocánter mayor del fémur con el acetábulo de la pelvis.
El trocánter mayor es una prominencia ósea que se encuentra situada en la zona superior del fémur. Este es justo el punto de anclaje de los tendones de los músculos:
- Vasto lateral.
- Piramidal.
- Obturador interno.
- Obturador externo.
- Glúteos medio y menor.
Alrededor del trocánter mayor del fémur se encuentran numerosas bolsas que contienen una pequeña cantidad de líquido sinovial, llamadas «bursas». Estas bursas tienen la función de proteger a los músculos del roce con los huesos al realizar cualquier tipo de movimiento.
¿Qué causa la trocanteritis?
La trocanteritis puede surgir como consecuencia de muchas patologías o condiciones, entre las que se encuentran:
- Traumatismos directos.
- Tensión en la cadera por estar de pie por tiempo prolongado o por entrenamientos excesivos.
- Tener sobrepeso.
- Espolones óseos.
- Asimetría de miembros inferiores.
- Artritis.
- Artrosis de la articulación de la cadera.
- Desequilibrio muscular que añade más tensión a una cadera que a la otra.
- Problemas de la columna vertebral, como la escoliosis.
- Tendinitis en la musculatura de los glúteos.
- Cirugías de cadera previas.
- Problemas estructurales y mecánicos relacionados con una mala pisada.
- Microtraumatismos por movimientos repetitivos que involucran a la articulación de la cadera.
Es notorio que los desencadenantes pueden variar mucho en cada uno de los pacientes, al igual que lo hace la sintomatología en general.
Por esta razón, es aconsejable ponerse en manos de un profesional en fisioterapia para que haga un diagnóstico diferencial que logre determinar la verdadera causa de la bursitis trocantérea.
¿Qué personas son más propensas a sufrir de trocanteritis?
Las personas que tienen obesidad son más propensas a sufrir trocanteritis debido a que la articulación se ve obligada a soportar mayores tensiones provocadas por pesos excesivos.
Por esta razón, si esta es la causa de la patología, es recomendable trabajar en conjunto con un nutricionista para establecer una dieta que permita la pérdida de peso como parte del tratamiento.
De igual manera, muchos estudios han determinado que las mujeres son pacientes que prevalecen en el diagnóstico de esta afección, por encima de los hombres.
Esto se debe a la estructura anatómica de sus caderas y las alteraciones que presentan en la misma a lo largo de su vida.
Algunos de los casos más habituales son los de corredores o futbolistas.
¿Qué síntomas produce la trocanteritis?
La trocanteritis produce un amplio número de síntomas relacionados con dolor o dificultad para realizar diversas actividades que involucren el movimiento de la articulación de la cadera. Algunos de los que más presentan las personas afectadas son:
- Dolor en la cadera que puede irradiar hacia la zona externa del muslo o hacia los glúteos.
- Dolor punzante que empeora al acostarse sobre el lado afectado o al intentar hacer movimientos con la articulación.
- Dificultad para caminar, agacharse o levantarse.
- Sensación de rigidez.
- Dolor a la palpación de la región lateral de la cadera.
- Dolor lumbar debido al exceso de tensión recibida para intentar compensar la falta de movilidad en la cadera.
- Aumento de temperatura en la zona afectada.
- Dolor que empeora al estar sentado durante mucho tiempo.
- Debilidad en las piernas.
- En muy pocos casos se presenta inflamación.
La gravedad del dolor producido por esta afección puede variar en cada paciente, pero este es el principal signo de que se está en presencia de una trocanteritis.
¿Cómo se diagnostica la trocanteritis?
La principal forma de saber si se está en presencia de una trocanteritis, es por medio de un examen físico.
Se realizarán diversas movilizaciones para determinar el rango de dolor y saber específicamente en qué situaciones se presenta la sintomatología. También es posible que se realice una palpación de la cadera afectada.
Gran parte de los profesionales deciden complementar el diagnóstico con otro tipo de pruebas que son capaces de brindar más información acerca del origen de la bursitis trocantérea. Algunas de ellas son:
- Rayos X.
- Ultrasonido.
- Resonancia magnética.
Un correcto diagnóstico no solo ayudará a disminuir las molestias ocasionadas por esta afección, sino que logrará eliminar la causa que la produce para que se evite su reaparición en el futuro.
¿Cuál es el tratamiento de la trocanteritis?
El tipo de terapia empleada siempre dependerá de la causa y la gravedad de la trocanteritis. Debido a que esta afección puede resultar bastante dolorosa, lo primero que se buscará es utilizar métodos que funcionen como analgésicos en la articulación de la cadera. Entre los más recomendados se encuentran:
- Aplicación de frío o calor.
- Terapia manual.
- Diatermia.
- Ejercicios de fortalecimiento para los músculos en los que prevalece la debilidad.
- Estiramientos musculares analíticos.
- Terapia de ondas de choque.
- Educación postural.
- Reeducación de la marcha.
- Kinesiotape.
En los casos donde las molestias son excesivas y el paciente presenta dificultades en su día a día, se puede sugerir drenar el líquido sinovial de la bursa.
¿Qué cuidados se pueden realizar en casa?
No todo el trabajo debe realizarse en consulta con el fisioterapeuta. Estas son algunas consideraciones que puedes tomar en cuenta si quieres prevenir o disminuir los síntomas producidos por la trocanteritis.
- Aplicar compresas frías o calientes, en caso de que se presente dolor.
- Evitar los movimientos que involucren la cadera hasta que mejore la sintomatología.
- No dormir del lado en el que se padece la trocanteritis.
- Corregir disfunciones posturales, en caso de que existan.
- No mantenerse de pie durante horas prolongadas.
- Intentar poner la misma cantidad de peso sobre cada pierna, no recargarse solo en una.
- Bajar de peso en caso de tener sobrepeso.
La trocanteritis suele desaparecer en cuestión de pocos días o semanas si se tiene el cuidado adecuado. Si intuyes que padeces esta afección, mantente en reposo y evita, a toda costa, realizar cualquier tipo de actividad que pueda empeorar la situación.
Referencias bibliográficas
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