El suelo pélvico: aspectos a considerar

El suelo pélvico, ubicados en la parte inferior de la cavidad abdominal, presenta funciones relevantes en nuestro cuerpo, por ello no debemos desconsiderarlo y descuidarlo.

✎ Autor:  María Piquer Cebrián

El presente artículo explica qué es el suelo pélvico, las características y composición del mismo, así como sus funciones y formas de tratarlo para no padecer trastornos o problemas debidos al mismo.

Suelo pélvico: concepto y composición

Definido como un conjunto de «músculos y estructuras que cierran la cavidad abdominal en su bóveda inferior por lo que se extienden desde el pubis en la parte delantera de la pelvis hasta el cóccix y el sacro en la parte posterior» (1).

Las estructuras que lo componen son las siguientes:(2)

  • A nivel muscular destacan el elevador del ano, el coccígeo y el diafragma pélvico.
  • En cuanto a los órganos, encontramos el compartimento anterior, medio y posterior:
    • Referidos al anterior: vejiga y uretra.
    • Respecto al compartimento medio:
      • En las mujeres: el útero y la vagina.
      • En los hombres: próstata y vesículas.
    • Por último, en cuanto al compartimento posterior se encuentra el recto y el conducto anal.

Como se observa, a pesar de contar con algunas diferencias por la diferencia existente entre los órganos femeninos y masculinos, ambos sexos presenta la misma composición referida al suelo pélvico, destacando de esta forma que este no es una estructura propia y única de las mujeres.

Anatomía del suelo pélvico

Se trata de un conjunto de órganos, músculos y ligamentos que cierran la pelvis por su parte inferior. Basándonos en lo escrito por Carrillo y Sanguineti (2), Duarte (3) y Pazos et al. (4) el suelo pélvico lo conforman las siguientes estructuras:

 Músculos:

  • Elevador del ano.
  • Coccígeo.
  • Diafragma pélvico.

Órganos:

Compartimento anterior:

  • Vejiga.
  • Uretra.

Compartimento medio:

  • Útero (mujeres).
  • Vagina (mujeres).
  • Próstata (hombres).
  • Vesículas (hombres).

Compartimento posterior:

  • Recto.
  • Conducto anal.

La siguiente imagen nos servirá para situar con más detalle las diferentes estructuras que conforman el suelo pélvico femenino.

Partes de suelo pélvico

Funciones del suelo pélvico

Una de las prioridades de la salud es el correcto funcionamiento de todas sus estructuras, por ello, también es importante en este caso, el funcionamiento del mismo y conocimiento sobre su papel en el organismo.

Debemos conseguir mantener el suelo fuerte y tonificado para que no se generen trastornos o disfunciones.

Las principales funciones de este son las siguientes (1):

  • Prevenir y superar la incontinencia urinaria, logrando controlar la musculatura para que no se generen respuestas involuntarias.
  • Prevenir y mejorar las alteraciones estructurales de los órganos pélvicos.
  • Preparar y fortalecer el suelo pélvico durante el embarazo y para el parto, ya que tiene que soportar el peso del bebé.
  • Recuperar y restaurar el estado inicial y fuerza del suelo pélvico tras el parto para evitar disfunciones.
  • Mejorar las sensaciones durante las relaciones íntimas, ya que en casos de debilidad, se genera una disminución y falta de sensibilidad sexual, así como una disminución de la intensidad de los orgasmos o ausencia de ellos y sensaciones dolorosas durante el sexo.

Conociendo sus funciones, a continuación se pasa a tratar algunas causas que pueden generar una disfunción (3), principalmente centrada en las mujeres ya que son las que más problemas sufren:

  • Embarazo: El suelo pélvico se puede debilitar durante este período ya que el útero debe soportar el peso del bebé y al mismo tiempo, se generan hormonas que produce  que el cuerpo presenten mayor relajación, lo que no favorece el fortalecimiento del mismo.
  • Parto y posparto: «A la hora de dar a luz se pueden originar diversas lesiones músculo-aponeuróticas, debida al estrés y a los esfuerzos que están sometidos los músculos que conforman el suelo pélvico», igualmente tras este, después de sufrir un estiramiento durante meses se encuentra debilitado y hay que trabajarlo para que pueda recuperar el estado previo.
  • Menopausia: La falta de estrógenos una vez se entra en el período posmenopáusicas provocan pérdida de tono y flacidez de los músculos perineales.
  • Tanto en hombres como en mujeres, otras de las causas son:
    • Las intervenciones quirúrgicas sobre el periné que pueden ocasionar lesiones debido a una mala cirugía o una mala recuperación.
    • La obesidad, esto se debe a que la musculatura pélvica de forma constante, tiene que soportar una mayor carga, y tiende a debilitarse.
    • El estreñimiento, lo que ocasiona esfuerzos elevados en relación a esta musculatura, lo que la acaba debilitando.
    • Tabaco: que genera tos crónica.
    • Por último, profesiones del deporte, sobre todo aquellos que realizan de forma habitual ejercicios de alto impacto como carrera, así como otras profesiones como cantantes y músicos que en general, debido a los esfuerzos que supone cada disciplina, el suelo pélvico se ve sometido a fuertes impactos.

¿Cómo tratar el suelo pélvico?

Existen multitud de tratamientos para modificar las disfunciones o para cuidarlo y evitar o prevenir las mismas.

Entre otros, se pueden dar cambios en los hábitos de vida, aumentar la concienciación sobre la importancia del mismo, realizar terapia conductual, la utilización del biofeedback, la electroestimulación y el entrenamiento con ejercicios para fortalecer los músculos del suelo pélvico.

A continuación se trata una de ellas relacionada con el último aspecto, el fortalecimiento de la musculatura mediante el método Kegel.

Estos fueron «creados por el Doctor Arnold Kegel en 1940 y consisten en contraer los músculos del suelo pélvico hacia arriba y hacia adentro durante unos segundos para fortalecer y tonificar la musculatura pélvica» (1).

Para realizarlos se debe encontrar una postura cómoda para el cuerpo donde no exista tensión en el abdomen, ni los glúteos, ni en los muslos, la cual permita contraer el suelo pélvico, siguiendo lo ya citado: apretar y elevarlo mediante la elevación de la uretra, la vagina y el ano.

Se debe prestar especial interés y atención, manteniendo la concentración en las contracciones y relajaciones, permitiendo la contracción sin generar tensión en el resto del cuerpo.

Estos se realizan con la vejiga vacía y se deben realizar varias veces al día. Se pueden realizar 10 repeticiones en cada una de las series que se practiquen a lo largo del día (es recomendable la práctica de 3 series en distintos momentos del día, por ejemplo, por la mañana, tarde y noche).

Durante cada una de las repeticiones, se genera una contracción de la musculatura del suelo pélvico, el mantenimiento de esta durante 3-5 segundos y la relajación posterior durante el mismo tiempo.

Como en cualquier entrenamiento muscular, las mejoras no se observan de forma inmediata, por ello es necesario persistir y ser constante para obtener beneficios.

Otras de las opciones existentes para el fortalecimiento, es el uso de peso. Estos pesos, son utilizados con mujeres, las cuales se los introducen en la vagina durante 15 minutos al día.

De esta forma se consigue igualmente mejorar el rendimiento muscular ya que la musculatura tiene que trabajar para sostener el objeto mientras la mujer que lo lleva realiza actividades de la vida cotidiana, sin mantenerse relajada y tumbada cuando los utiliza.

Como se observa, en ningún saco se establece una edad idónea para su práctica, es más, se consideran adecuados para tratar durante cualquier edad ya que siempre resultará beneficioso el trabajo de dicha musculatura, tanto en hombres como en mujeres.

Por esto, resulta importante concienciar desde edades tempranas y generar aprendizajes y familiarización con este tema y estos ejercicios, evitando que sea un tema tabú, ya que de esta forma se conseguirá prevenir multitud de disfunciones.

Además de la realización de los ejercicios comentados, es fundamental el cambio de hábitos citado, sobre todo en relación a la higiene postural, el transporte de objetos pesados, la postura al caminar, al sentarnos, etc.

En definitiva, asegurarnos de mantener una postura correcta, una buena alineación de la columna y la pelvis y el trabajo de la musculatura pélvica y abdominal adecuado.

Suelo pélvico en el hombre y la mujer

Como se ha explicado, esta estructura, a pesar de ser más conocida y nombrada en las mujeres, existe de igual forma en los hombres. Seguidamente se muestra una imagen con los músculos y órganos que la forman.

Suelo pélvico

Suelo pélvico en la Mujer

Centrándonos en las mujeres, se puede decir que el suelo pélvico sirve de apoyo y sostén de los órganos pélvicos, la vejiga, el útero y el recto.

Igualmente cruza de delante hacia atrás por la uretra, la vagina y el ano por lo que presenta una relación importante con dichas estructuras (1). Seguidamente se tratan los aspectos destacables de como afecta este: el embarazo y las relaciones sexuales.

Trabajo de suelo pelvico

Embarazo

Como podemos imaginar, teniendo en cuenta que el fortalecimiento y la práctica de ejercicios se puede dar en cualquier momento, se confirma que la práctica de ejercicios de Kegel durante el embarazo son beneficiosos para evitar problemas futuros (1).

Durante el embarazo, el suelo se debilita (las hormonas provocan una disminución tanto de la resistencia como de la fuerza tensora de la musculatura), por ello, practicar ejercicios de Kegel durante el embarazo ayuda a prevenir la incontinencia, a reducir la posibilidad de sufrir hemorroides y a evitar prolapsos.

Igualmente y siendo este el más importante en relación a este período, el fortalecimiento ayuda a reducir el riesgo de desgarros, así como a facilitar el parto (4).

Relaciones sexuales

Durante el orgasmo, lo que ocurre en la musculatura, es que se contraen los músculos pubocoxígeos.

Las contracciones de estos músculos son producidas durante el orgasmo de forma involuntaria, pero, cuanto más tonificados estén mayores son las contracciones que se generan, por ello, el trabajo de ejercicios que lo fortalezcan, va a favorecer y aumentar el placer de las relaciones.

De la misma forma, este trabajo va a disminuir los dolores que presentan algunas mujeres durante el coito.

Trastornos o disfunciones

En cuanto a estas simplemente citar algunas de las más comunes que se dan tanto en hombres como en mujeres, siendo el porcentaje de mujeres que lo sufren notablemente más alto:

  • Disfunciones anatómicas como un prolapso de órganos pélvicos: se genera un descenso de varios o de todos los órganos a través de la vagina o por debajo de ella.
  • Disfunciones miccionales: pérdida involuntaria de orina cuando aumenta la presión intra-abdominal se conoce como incontinencia urinaria de esfuerzo. El escape de orina se suele dar al reír, estornudar, saltar, toser…(5).
  • Disfunciones anorrectales: cuando esto ocurre se da un escape involuntario de gases y/o heces
  • Disfunciones sexuales: dolor o falta de placer durante el coito.

Suelo pélvico y relación con el deporte

Respecto a este, encontramos dos vertientes o aspectos a destacar, el primero de ellos es la concienciación de las personas activas que practicar deporte con respecto a la salud y al trabajo de fortalecimiento de los músculos, buscando un correcto funcionamiento del organismo.

Por otro lado, encontramos una parte más negativa, y esta es que está demostrado que los deportes de alto impacto suponen una pérdida o debilidad de la fuerza muscular del suelo pélvico generando disfunciones como la incontinencia urinaria (6).

Igualmente se observa como, dependiendo del deporte, hay más o menos riesgo de sufrirlas. Pero, cuanto mayor sea el impacto, más posibilidades de padecer disfunciones.

Los deportes como el atletismo u otros en los que se producen aumentos de la presión intraabdominal de forma repetida como la gimnasia o el crossfit son los que mayor probabilidad de sufrirlos presentan (7).

Conclusiones

El cuidado y el mantenimiento del suelo pélvico debería estar entre las prioridades de cualquier mujer, independientemente de su edad o práctica deportiva.

Es por ello que se debe seguir trabajando para dar a conocer esta parte fundamental de la anatomía humana para prevenir los diferentes males que se derivan de un deficitario cuidado de esa zona.

El cuidado del suelo pélvico es un tema que debe interesar a todos, ya que afecta a todo tipo de población. A pesar de esto se debe destacar que afecta entre dos y cuatro veces más a las mujeres que a los hombres.

Para tratarlo y mejorar su funcionalidad es necesario implementar medidas como las que se han comentado a lo largo del presente artículo.

Referencias bibliográficas

  1. Fernández y Fernández-Arroyo, M. (2017). Cualquier edad es buena para comenzar a cuidar el suelo pélvico y evitar futuras patologías. Recuperado de: https://repositorio.comillas.edu/xmlui/handle/11531/25243
  2. Pena Outeriño, J. M.; Rodríguez Pérez, A. J.; Villodres Duartes, A.; Mármol Navarro, S. & Lozano Blasco, J.M. (2007). Tratamiento de la disfunción del suelo pélvico. Actas Urológicas Españolas. 31 (7): 719-73
  3. Arias Santiago, S. (2020). Disfunción sexual femenina por deterioro de la musculatura del suelo pélvico tras el proceso de embarazo y parto. Programa de entrenamiento muscular del suelo pélvico. Disfunción sexual femenina por deterioro de la musculatura del suelo pélvico tras el proceso de embarazo y parto. Programa de entrenamiento muscular del suelo pélvico, 1-0. Recuperado de: https://www.npunto.es/revista/33/disfuncion-sexual-femenina-por-deterioro-de-la-musculatura-del-suelo-pelvico-tras-el-proceso-de-embarazo-y-parto-programa-de-entrenamiento-muscular-del-suelo-pelvico
  4. Sánchez, A. M. (2004). Incontinencia urinaria de esfuerzo. Fisioterapia en mujeres candidatas a cirugía por incontinencia urinaria de esfuerzo: análisis y26(5), 303-309. Recuperado de: https://mundoentrenamiento.com/incontinencia-urinaria-de-esfuerzo/
  5. Simón López-Estrada, I. (2020). Incontinencia urinaria y dolor lumbopélvico en mujeres físicamente activas: incidencia y prevalencia (Master’s thesis)
  6. Bouhabén Fernández, C. (2020). La inclusión de la gimnasia abdominal hipopresiva en el tratamiento habitual de fisioterapia en pacientes con incontinencia urinaria de esfuerzo que practican deportes de alto impacto en la variación de la presión y la calidad de vida.

Autor: María Piquer Cebrián

imagen del autor del artículo

BIO: Graduada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, y Máster de Profesorado de EF.

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