En este artículo vamos a describir en qué consiste la sensibilidad química múltiple, sus principales síntomas y los distintos tratamientos que existen.
Además, mencionaremos cómo influye esta enfermedad en la calidad de vida y en las relaciones sociales.
¿Qué es la sensibilidad química múltiple?
La Sensibilidad Química Múltiple (SQM) es un trastorno que se adquiere, de carácter crónico y caracterizado por la aparición de síntomas periódicos como respuesta a la exposición a compuestos químicos en concentraciones que para la población general no se consideran tóxicas (1).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estimado que un 23% de las muertes mundiales están relacionadas con riesgos ambientales, como la contaminación del aire, el agua y el suelo, la exposición a los productos químicos, el cambio climático y la radiación ultravioleta.
Por ello, cada vez es más común el desarrollo de enfermedades crónicas frente a la contaminación y la exposición a múltiples productos químicos (1).
Determinados autores comentan que el factor genético podría predecir la susceptibilidad individual. No obstante, los factores ambientales incrementarían entre un 70-90% el riesgo de desarrollar una enfermedad crónica.
Respecto a la exposición a sustancias químicas, cabe destacar que pueden interaccionar con nuestras células y acumularse en nuestro organismo produciendo cambios y efectos nocivos para nuestra salud (1).
¿Dónde se pueden encontrar estas sustancias químicas?
Aunque no nos hayamos parado a pensar esto, estas sustancias químicas están más cerca de nosotros que lo que creemos.
Por ejemplo, se pueden encontrar tanto en las industrias como en nuestra vida cotidiana, ya que permanecen en la ropa, alimentos, en el hogar, en el trabajo, pero aún no sabemos cuáles son las consecuencias de dicha exposición (1).Por tanto, la exposición que acabamos de mencionar podría considerarse la causa principal del desarrollo de muchos trastornos como son fibromialgia, la fatiga crónica y la sensibilidad química múltiple (1).
¿Cómo empieza la sensibilidad química múltiple?
La sensibilidad química múltiple (SQM) generalmente comienza después de una exposición a sustancias químicas. Esta exposición puede ser un evento único y significativo (exposición aguda) o puede ser una exposición prolongada y de bajo nivel (exposición crónica).
Algunos ejemplos de exposiciones iniciales que se han informado incluyen derrames químicos, exposición a pesticidas, solventes, o ambientes de trabajo con aire viciado.
Después de la exposición inicial, las personas desarrollan una sensibilidad a una variedad de sustancias químicas, muchas de las cuales se encuentran comúnmente en el medio ambiente, como perfumes, productos de limpieza, humo de cigarrillo, gases de escape, entre otros.
La reacción a estas sustancias puede incluir una amplia gama de síntomas físicos, como dolores de cabeza, fatiga, mareos, náuseas, problemas respiratorios y de la piel.
Es importante destacar que la SQM es un síndrome complejo y todavía no se comprende completamente. Su diagnóstico es complicado y a menudo se realiza por exclusión de otras condiciones médicas.
Además, la SQM no es reconocida universalmente en la comunidad médica, y existe cierto debate sobre su clasificación y el mejor enfoque para el tratamiento.
Las personas que sospechan que pueden estar sufriendo de SQM deben buscar asesoramiento médico. Un enfoque multidisciplinario que puede incluir médicos, especialistas en toxicología, y psicólogos, es a menudo beneficioso para manejar esta condición.
Epidemiología
La prevalencia de la enfermedad de la sensibilidad química múltiple aún no es del todo muy conocida. Sin embargo, En Estados Unidos se ha realizo un estudio de la población en el cual se demostró que un 2.5% de la población había presentado esta enfermedad (1).
Más tarde, se realizaron dos revisiones de este estudio americano, en el cual se observó que la mayoría de los pacientes se encontraban en la tercera y cuarta década, correspondiendo un 80% a mujeres (1).
El problema del desconocimiento de la prevalencia es la heterogeneidad clínica de la SQM, la gran variedad de factores que influyen en su etiología y el debate que hay en relación a la aplicación de los criterios diagnósticos establecidos, ya que hay posibilidad de que no sea un solo trastorno, sino muchos con distintos mecanismos (2).
Síntomas principales
Los síntomas de la sensibilidad química múltiple son muy diversos ya que hay varios órganos que se ven afectados.
La mayoría de los los pacientes diagnosticados no presentan un malestar específico, y suele ir acompañado de astenia moderada o intensa junto con alteraciones en diversos órganos o sistemas, entre las que podemos destacar (1):
- Neurológicos: cefalea, irritabilidad, perdida de la capacidad de concentración, de la atención y memoria, somnolencia diurna, insomnio, confusión mental, irritabilidad, depresión, marcha inestable, pérdida de equilibrio, inestabilidad emocional
- Respiratorios: molestias en la faringe, disfonía, tos, disnea
- Cardíacos-vasculares: astenia, taquicardia, sudoración, hipertensión, hipotensión
- Endocrino: diabetes, alteraciones del tiroides
- Musculo esquelético: hormigueos, mialgias, miositis, artritis
- Gastrointestinal: nauseas, vómito, diarrea, cólicos abdominales, flatulencia, síndrome del colon irritable
- Dérmico: sequedad de piel, prurito, dermatitis, eczemas
- Otorrinolaringológico: sensación de obstrucción nasal, rinorrea, picor
- Ginecológicos: dismenorrea, quistes ováricos o mamarios
- Urológicos: incontinencia urinaria
- Oculares: conjuntivitis, lagrimeo, visión borrosa, sequedad
¿Cómo se diagnostica la sensibilidad química múltiple?
Debido a que en los pacientes que presentan sensibilidad química múltiple no presentan un patrón de síntomas específico, el diagnóstico es difícil de realizar.
Por ello, se han desarrollado cuestionarios para valorar de forma cuantitativa la presencia e intensidad de la intolerancia olfativa y de la SQM. No obstante, ningún cuestionario nos permite conseguir todos aquellos criterios necesarios para un buen diagnóstico (2).
En cambio, se consideran útiles las escalas psicométricas, debido a que los síntomas cognitivos son muy comunes en aquellos pacientes que presentan esta enfermedad. Además, se han realizado estudios electroencefalográficos que se localizan en las áreas temporo-parietales, las cuales influyen en los procesos cognitivos como la atención, concentración y memoria (2).
Gracias al documento de Consenso sobre Sensibilidad Química Múltiple realizado en 2011 se desarrolló un diagnósticos de los pacientes de la siguiente manera (1):
- Anamnesis: con el objetivo de establecer una sospecha clínica tras la detección de síntomas en relación con una exposición química, ya sea laboral o personal.
- Exploración física: normal u objetiva, tras una exposición aguda, de algunos signos inespecíficos
- Pruebas complementarias: no nos permiten establecer el diagnóstico de la SQM, pero sí para eliminar otras causas de enfermedad y relacionarla con patologías psiquiátricas.
Por otro lado, para ayudar a realizar el diagnostico de la sensibilidad química múltiple se ha desarrollado el Cuestionario QEESI (Quick Environmental Exposure and Sensitivity Inventory).
Se trata de un cuestionario de autoevaluación para facilitar el diagnóstico que define diferentes ámbitos de afectación por sensibilidad a productos químicos y agentes ambientales, en el cual se valora la intensidad de afectación, el tipo, ya sea inhalatorio o no inhalatorio y sus consecuencias en la calidad de vida del paciente (2).
La sensibilidad diagnostica de este cuestionario representa el 92% y su especificidad el 95% (2).
¿Cuáles son los tratamientos que existen para la sensibilidad química múltiple?
Por tanto, podemos decir, que más bien lo que tenemos son una serie de medidas preventivas para llevar a cabo, pero no un tratamiento médico concreto.
¿Cómo empieza la sensibilidad química multiple?
La sensibilidad química múltiple (SQM) es un trastorno complejo y a menudo mal entendido. Su inicio puede variar significativamente de una persona a otra.
Sin embargo, en términos generales, la SQM suele comenzar con una exposición a una o varias sustancias químicas en niveles que normalmente se considerarían seguros para la mayoría de las personas.
Estas exposiciones pueden ser agudas, como un gran derrame de productos químicos, o crónicas, como la exposición prolongada a bajos niveles de contaminantes.
Los síntomas de la SQM también varían ampliamente, pero pueden incluir dolores de cabeza, fatiga, mareos, náuseas, problemas respiratorios, y sensibilidades a olores, alimentos, medicamentos y otros productos.
La condición puede ser desencadenada por una variedad de productos químicos comunes, como los encontrados en perfumes, productos de limpieza, pinturas, y pesticidas.
Es importante destacar que la SQM es un diagnóstico controvertido y no está universalmente reconocido en la comunidad médica.
La comprensión y el tratamiento de la SQM siguen siendo áreas de investigación activa y debate. Las personas que creen que pueden estar sufriendo de SQM deben buscar el consejo de un profesional de la salud que tenga experiencia en trastornos relacionados con el medio ambiente.
¿Cómo influye la Sensibilidad Química Múltiple en la calidad de vida y a nivel psicosocial?
Los pacientes que sufren esta enfermedad acaban modificando sus conductas y la obsesión por mantener un control ambiental correcto provoca la alteración de sus vidas, no solo personal, sino laboral (2,3).
Las personas con SQM intentar evitar los agentes desencadenantes y el agravamiento de sus síntomas les lleva a abandonar s empleo y a reducir la relaciones familiares y con amigos. Además, en muchos casos también afecta a nivel físico.
¿Cómo se puede evaluar el impacto de la Sensibilidad Química Múltiple sobre la calidad de vida?
Para ello, existe un cuestionario llamado Short Form Health Survey (SF-36) que evalúa la calidad de vida relacionada con la salud (2).
Se sabe que independientemente del origen de esta patología, afecta de forma significativa a la capacidad funcional (tanto laboral como a su autonomía personal) de las personas que la padecen, suponiendo un gran problema en su vida diaria.
Por tanto, para que se produzca una mejora positiva de la enfermedad es necesario evitar la exposición a los desencadenantes químicos que ocasionan los síntomas, siendo un aspecto muy difícil de controlar en el entorno laboral.
En este ámbito entra en juego los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales para evaluar y controlar los riesgos, incluso si hubiera que realizar algún cambio de puesto de trabajo de la persona afectada y, diagnosticar su una incapacidad laboral en aquellas fases de la enfermedad más graves y sintomáticas (2,3).
Conclusiones
La Sensibilidad Química Múltiple es una enfermedad que se caracteriza por presentar diversos síntomas inespecíficos y repetitivos como respuesta a una exposición a distintos productos químicos en concentraciones menores de las que se han estudiado que pudieran causar efectos nocivos en la salud.
Actualmente, no existe ningún tratamiento efectivo para hacer frente a los síntomas que presentan los pacientes con dicha enfermedad, por lo que se necesita profundizar a nivel científico más sobre la SQM.
Los médicos recomiendan realizar un seguimiento regular a la persona enferma, además de confirmar validar y reconocer los síntomas. Además, se ha propuesto realizar una psicoterapia cognitivo–conductual y antidepresivos.
No obstante, este hecho puede suponer una menor tolerancia a los estímulos problema y desencadenar una desensibilización progresiva.
Referencias bibliográficas
- Rizo, P., & Luisa, M. (2018). Sensibilidad Química Múltiple: análisis de un caso registrado en un Hospital de referencia. Medicina y seguridad del trabajo, 64 (251), 217–240.
- Orriols, R. (2009). Sensibilidad química múltiple. Medicina Respiratoria, 2 (1):15-24.
- Valderrama- Rodríguez, M. et al. (2015). Actualización de la Evidencia Científica sobre Sensibilidad Química Múltiple (SQM). Informes de Evaluación de Tecnologías Sanitarias: 1-92.