En el siguiente artículo conocerás de forma detallada qué es la semaglutida, sus indicaciones y cuáles son los resultados obtenidos en diversos estudios.
Existen una clase de medicamentos como la semaglutida, denominados antidiabéticos, que han mostrado ser prometedores para el control de la glucosa en sangre y promover la pérdida de peso.
Un correcto uso puede dar lugar a una mejora en la salud. Sin embargo, sus efectos son demasiado atractivos y debemos tener en cuenta que un uso indebido, como puede ser el hecho de considerarlo la solución ante ciertas patologías, está totalmente desaconsejado y supone un peligro.
¿Qué es la semaglutida?
La semaglutida es uno de los 4 fármacos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) en el mercado para bajar de peso.
Podemos encontrarlo bajo la marca Ozempic y también Wegovy. Su aprobación es reciente (junio del 2021) y por ello ha dado mucho que hablar en los últimos meses como «las inyecciones para perder peso«.
Para comprender su función, el GLP-1 , a quien trata de imitar, es una hormona intestinal sintetizada en el mismo intestino, cuya secreción depende de la presencia de nutrientes en el intestino delgado.
Una vez que GLP-1 alcanza la circulación sanguínea, tiene una vida media de unos pocos minutos. A diferencia de la semaglutida que tiene una vida media de 156-185 horas. De hecho, entre los fármacos antibiabéticos, es el que mayor vida media tiene (1).
Las actividades biológicas del GLP-1 incluyen la estimulación de la secreción de insulina dependiente de la glucosa, la biosíntesis de insulina, la inhibición de la secreción de glucagón y del vaciado gástrico, y la inhibición de la ingesta de alimentos. Por tanto, administrar de forma exógena dicha hormona a través de fármacos como la semaglutida, conlleva dichos efectos.
En la siguiente imagen se pueden apreciar los diferentes efectos de GLP-1 en el cerebro, estómago, intestino, hígado, músculo, páncreas y corazón (2):
Los agonistas del receptor GLP-1 ejercen varios efectos en el tratamiento de la diabetes tipo 2: mejora de la secreción de insulina dependiente de glucosa, inhibe la apoptosis de las células B, retarda la velocidad de vaciamiento gástrico y estimula la sensación de saciedad con la consiguiente reducción del peso corporal.
Semaglutida en comparación con otros fármacos
El reciente programa de ensayos clínicos SUSTAIN (Semaglutide Unabated Sustainability in Treatment of Type 2 Diabetes), investigó la seguridad y eficacia de la semaglutida subcutánea, que tiene una similitud del 94 % con el GLP-1 endógeno, es decir, la hormona secretada por el páncreas.
Gracias a la vida media de la molécula, es posible administrar semaglutida subcutánea una vez por semana, a diferencia de otros fármacos que requieren una dosis superior (incluso diaria).
Por tanto, teniendo en cuenta que la semaglutida subcutánea solo requiere una administración semanal y la liraglutida se administra una vez al día, el primero podría ser una opción más interesante para pacientes con diabetes tipo 2/ obesidad (1).
Otra ventaja de la semaglutida en comparación con otros fármacos antidiabéticos es que puede administrarse también de forma oral. Sin embargo, requiere de mayores dosis por una peor biodisponibilidad.
Efectos secundarios de la semaglutida
Los efectos secundarios más comunes de la terapia con agonistas del receptor GLP-1 son eventos gastrointestinales como
nauseas, vómito y diarrea, además de reacciones de sensibilidad en el lugar de la inyección e inmunogenicidad causados por aquellos derivados de la exendina-4. Sin embargo, estos eventos rara vez son graves o persistentes (2).
También existe cierta preocupación por el aumento de la lipasa pancreática y la pancreatitis, como también sucede con otros fármacos antidiabéticos. De hecho, el tratamiento con agonistas del receptor GLP-1 está contraindicado en pacientes con antecedentes de pancreatitis aguda crónica o idiopática.
Otras contraindicaciones incluyen antecedentes familiares o personales de neoplasia endocrina múltiple tipo 2, insuficiencia renal o cáncer medular de tiroides (1).
Estudios con semaglutida
En primer lugar, hay que considerar candidatos a un tratamiento con semaglutida a personas con diabetes tipo 2 y, según lo aprobado en la Unión Europea, pacientes con obesidad (índice de masa corporal [IMC] ≥30 ) o sobrepeso (IMC ≥27) y al menos una comorbilidad relacionada con el exceso de grasa.
La semaglutida está generando mucho entusiasmo y atención a consecuencia de la cantidad de peso perdida observada en estudios de fase 3. Estos estudios son los llamados STEP (Efecto del tratamiento con semaglutida en personas con obesidad) y ya están completos; pero aún queda uno por publicar (3,4,5).
STEP 1 estudió a una muestra de 1961 adultos con un IMC ≥30 kg o IMC ≥27 con una comorbilidad. Más del 70% de los participantes tenían patologías derivadas y un 44% padecía prediabetes.
Tanto el grupo placebo como el de semaglutida de 2,4 mg, recibieron una intervención en el estilo de vida a través de una dieta reducida en 500 kcal/día y recomendaciones para aumentar la actividad física a 150 minutos por semana.
La trayectoria de la pérdida de peso media se muestra en la siguiente gráfica:
En color rosa podemos observar los participantes con 2,4 mg semanales de semaglutida durante un periodo de 68 semanas.
En la semana 60 tiene lugar la meseta de pérdida de peso, mientras que en color verde podemos comprobar que, quienes reciben el placebo, alcanzan esta meseta en la semana 20.
En la siguiente gráfica, se muestra la pérdida de peso promedio para semaglutida y placebo para los cuatro ensayos STEP.
Podemos observar cómo en el ensayo STEP 1, los pacientes con semaglutida llegan a perder hasta un 15% del peso. En STEP 2, un 9,6% y en el STEP 3 y 4, un 16% y 17,4%, respectivamente. En comparación con el placebo, es una diferencia bastante notable. Pues sin semaglutida, lo máximo que se llega a perder durante la intervención es un 6%.
¿Qué ocurre al finalizar el tratamiento con semaglutida?
Para responder a esta pregunta, primero vamos a valorar los resultados del grupo placebo.
En la siguiente imagen se comparan los resultados obtenidos en los 4 ensayos que estudian el tratamiento con semaglutida en personas con obesidad frente al placebo.
Si nos fijamos, en cualquiera de los estudios podemos observar también que, aunque en un bajo porcentaje, en grupo con placebo también disminuye su peso corporal.
Cada una de las 4 gráficas muestra la pérdida de un 5, 10, 15 y 20% del peso corporal y el porcentaje de participantes que lo consiguen.
Podemos ver en la gráfica D (STEP 4), que alrededor de un 5% de los participantes con placebo pierden hasta un 20% del peso en esas 68 semanas. Y es que no debemos olvidar que ambos grupos, tanto con tratamiento con semaglutida como sin él (placebo) están sometidos a una restricción calórica muy agresiva (-500 kcal/día) junto con recomendaciones para aumentar la actividad física.
Con ello, es importante tener en cuenta lo siguiente: la semaglutida, cuando está indicada, es una herramienta idónea para mejorar el estado de salud siempre que esté acompañada de cambios en el estilo de vida. Y, no por hacer una dieta muy deficitaria en calorías es mejor. Ya que, ¿qué sucede después de estos tratamientos? ¿Qué ocurre al abandonar la semaglutida?
Si analizamos el siguiente estudio (6) donde se visualiza qué ocurre tras las 68 semanas, podemos corroborar que la semaglutida sin educación nutricional y cambios en el estilo de vida, viene a ser bastante similar a cualquier método «milagro» cortoplacista, dando lugar a un efecto rebote.
Además, durante el tratamiento se observaron mayores mejoras en los factores de riesgo cardiovascular desde la semana 0 hasta la semana 68 con semaglutida que con placebo. Y, después de la suspensión del tratamiento, la presión arterial diastólica (PAD) y sistólica (PAS), vuelve a los niveles iniciales en la semana 120.
La proteína C reactiva (PCR) y los lípidos aumentan desde la semana 68 hasta la semana 120 y, la hemoglobina glicosilada (indicador de glucosa en sangre), también lo hace de forma significativa. Es decir, al finalizar el tratamiento con semaglutida los parámetros de riesgo cardiovascular aumentan.
Conclusiones sobre la semaglutida
La semaglutida es un fármaco de gran interés para el tratamiento de diabetes y exceso de grasa con al menos una patología a consecuencia de ese exceso de grasa corporal.
De nada sirve perder mucho peso o mejorar ciertos indicadores analíticos si esto supone un efecto rebote, como hemos podido observar.
Referencias bibliográficas
- Singh, G., Krauthamer, M., & Bjalme-Evans, M. (2022). Wegovy (semaglutide): a new weight loss drug for chronic weight management. Journal of investigative medicine : the official publication of the American Federation for Clinical Research, 70(1), 5–13.
- Rico-Fontalvo, J., Daza-Arnedo, R., Raad-Sarabia, M., Pájaro-Galvis, N., Correa-Guerrero, J., Villacob-Oviedo, A., … & Franco, E. A. (2021). Agonistas Del Receptor Glp-1: Desde su Efecto Fisiologico en el Sistema Incretina Hasta du Rol en Enfermedad Renal Diabetica. Archivos de medicina, 17(2), 0-0.
- Ryan D. H. (2021). Next Generation Antiobesity Medications: Setmelanotide, Semaglutide, Tirzepatide and Bimagrumab: What do They Mean for Clinical Practice?. Journal of obesity & metabolic syndrome, 30(3), 196–208.
- Wilding, J. P., Batterham, R. L., Calanna, S., Davies, M., Van Gaal, L. F., Lingvay, I., … & Kushner, R. F. (2021). Once-weekly semaglutide in adults with overweight or obesity. New England Journal of Medicine.
- Kushner, R. F., Calanna, S., Davies, M., Dicker, D., Garvey, W. T., Goldman, B., … & Rubino, D. (2020). Semaglutide 2.4 mg for the treatment of obesity: key elements of the STEP trials 1 to 5. Obesity, 28(6), 1050-1061.
- Wilding, J. P., Batterham, R. L., Davies, M., Van Gaal, L. F., Kandler, K., Konakli, K., … & STEP 1 Study Group. (2022). Weight regain and cardiometabolic effects after withdrawal of semaglutide: The STEP 1 trial extension. Diabetes, Obesity and Metabolism.