En el presente artículo, analizamos la importancia del ejercicio frente al Coronavirus. Desde la llegada del COVID19 y su conversión en Pandemia mundial, decenas de países han tenido que adoptar medidas de confinamiento con la población. Esto supone una situación novedosa para la población y afecta directamente en la privación de ejercicio físico.
Desde hace semanas, la gente está continuamente buscando claves para prevenir el coronavirus. En este artículo hablaremos de la importancia de mantener buenos niveles de ejercicio frente al coronavirus, para así fortalecer nuestro sistema inmunológico.
Mantener buenos niveles de ejercicio, establecer rutinas diarias y mantenerse ocupados, son algunos de los aspectos a tener en cuenta a lo largo de todas estas semanas que tenemos por delante. De este modo, podremos afrontarlas de la mejor manera posible.
El las últimas semanas, se han publicado más de 50 trabajos de investigación que han permitido el intercambio rápido de información científica sobre el coronavirus, pero todavía tenemos decenas de preguntas que la ciencia no ha dado respuesta.
«En esta cuarentena debemos mantener buenos niveles de ejercicio, establecer rutinas y mantenernos ocupados»
El papel del ejercicio frente al Coronavirus
A día de hoy, es primordial permanecer en nuestras casas, ya que no existe una vacuna que permita un control mayor de la pandemia. Por lo tanto, realizar periodos de confinamiento masivo de la población hace que sea la solución inmediata al problema.
Pero, permanecer en nuestros hogares no debe conducir a una menor actividad física. Es probable que la estadía prolongada en el hogar, lleve a un incremento de comportamientos sedentarios y esto, a su vez, a un descenso de la efectividad de nuestro sistema inmunitario y a un deterioro de nuestra salud física y mental.
Realizar entrenamientos interválicos tipo HIIT, ejercicios de fuerza o incluso entrenamientos de meditación y respiración, nos ayudarán a prevenir ciertos escenarios relacionados con estrés y ansiedad.
La ciencia ha demostrado que el ejercicio tiene claros beneficios para la salud de individuos sanos (1) y para pacientes con diversas enfermedades (2). Por lo tanto, el ejercicio frente al coronavirus debe ser una de las premisas que debemos tener presente en nuestros hogares, para no caer en el sedentarismo y en largos periodos de tiempo sin actividad.
El ejercicio frente al coronavirus parece ser un arma importante y necesaria. La ciencia demuestra que el ejercicio tiene efectos de prevención de patologías crónicas y por tanto, es un complemento muy relevante en dichas patologías.
Debemos saber que el NEAT de por si, se ha visto reducido al haber modificado todas nuestras costumbres diarias de forma radical. Ello implica un menor gasto calórico, que debemos suplir con al menos 30 minutos de actividad física moderada cada día. Dentro de este ejercicio físico, es importante combinar y realizar como antes anticipamos ejercicio físico de carácter aeróbico, entrenamiento de fuerza y ejercicios que impliquen relajación y meditación.
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No debemos olvidar el papel de la alimentación y el ejercicio frente al coronavirus
Permanecer en el hogar es un paso fundamental de seguridad que puede limitar la propagación del coronavirus. Pero las estadías prolongadas en el hogar pueden aumentar los comportamientos que conducen a la inactividad y contribuyen a la ansiedad y la depresión, lo que a su vez puede conducir a un estilo de vida sedentario que se conoce como resultado de una variedad de condiciones de salud crónicas.
Mantener una actividad física regular y hacer ejercicio frente al Coronavirus de manera rutinaria es una estrategia importante para una vida saludable durante la crisis del COVID19 (3).
Otra investigación reciente apoyó este hecho al establecer que aquellos que realizan ejercicio físico intenso, como los corredores de maratón, tienden a informar menos días de enfermedad anuales. Todos entendemos que el ejercicio respalda nuestra salud física, sin embargo, en tiempos de crisis como esta, es la primera actividad que tendemos a ignorar. Estar activo no solo puede mantenernos saludables, sino que también puede ayudarnos a combatir las infecciones. El ejercicio frente al coronavirus parece ser un arma de prevención importante.
Además, el ejercicio también es único, ya que puede mejorar nuestra salud mental, y durante este momento de ansiedad es más importante que nunca mantener nuestras mentes claras y enfocadas.
La alimentación saludable hará que nuestro organismo disponga de un menor índice de inflamación, lo cual nos ayudará notablemente a combatir contra patógenos externos (8).
¿Qué dice la Organización Mundial de la Salud sobre el ejercicio frente al coronavirus?
La OMS ha recalcado que el ejercicio físico regular beneficia tanto al cuerpo como a la mente. Puede reducir la presión arterial alta, ayudar a controlar el peso y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, diabetes tipo 2 y varios tipos de cáncer. También mejora la fuerza ósea y muscular y aumenta el equilibrio, la flexibilidad y la forma física.
La actividad física regular también mejora la salud mental y puede reducir el riesgo de depresión, deterioro cognitivo y retrasar la aparición de la demencia, y mejorar la sensación general de bienestar (5).
Por tanto, a falta de más investigaciones que respalden el efecto directo del ejercicio frente al coronavirus, podemos dilucidar que sin duda, será una medicina fundamental en estos tiempos:
- Incrementará nuestro sistema inmunológico (7).
- Mejorará nuestro estado anímico y reducirá el estrés y la ansiedad (9).
- Facilitará la lucha contra patógenos externos.
- Mejorará nuestra capacidad pulmonar y respiratoria.
- Incrementará nuestro metabolismo y nuestro gasto calórico.
Personas obesas y coronavirus
En el momento en que incubamos el coronavirus en nuestro organismo y pasamos a la fase en donde existe sintomatología, se produce un fenómeno conocido como «tormenta de citoquinas». Las citoquinas son moléculas que actúan como mensajeros en diversos tejidos. Como resultado de esta «tormenta» se produce un cuadro de inflamación en el organismo, dando lugar a un daño pulmonar e incluso a nivel renal.
Si llegamos a la fase II del coronavirus (es la más grave), el tratamiento que se emplea fundamentalmente, son fármacos inmunodepresores para reducir esa «tormenta de citoquinas» y esa inflamación (6, 10).
En personas con obesidad, el porcentaje de grasa es elevado y por tanto, presentan un organismo con un mayor cuadro inflamatorio, por este motivo, la sintomatología se agrava mucho más. Incluso en personas jóvenes (figura 1). (6, 10).
Es aquí donde el ejercicio muestra su rol en este juego. Cuando tenemos un tejido muscular sano (y lo ejercitamos) se liberan citoquinas que son beneficiosas (conocidas como mioquinas). Estas citoquinas actuarán incluso en nuestro tejido adiposo (grasa corporal) reduciendo el cuadro de inflamación y mejorando la sintomatología.
Además, yendo un paso más, el ejercicio ha mostrado reducir la concentración de unos receptores llamados Toll like receptor (TLR). Gracias a ciertas publicaciones científicas (6) sabemos que el virus se une a estos receptores produciendo la liberación de citoquinas que dañarán el tejido pulmonar.
Esto significa que el ejercicio podría actuar como tratamiento contra el coronavirus reduciendo el número de casos que llegan a la fase III del virus (la problemática) y por lo tanto mejorando el pronostico de todas las personas infectadas.
Por todo esto, es fundamental que incluso ahora que estamos confinados en casa, realicemos algún tipo de ejercicio frente al coronavirus para mantener un tejido muscular activo que nos ayude a frenar la sintomatología de dicho virus.
«Recuerda, el ejercicio físico y el estilo de vida saludable siempre será la mejor medicina a lo largo de nuestra vida».
Referencias bibliográficas
- U.S. Department of Health and Human Services . 2nd ed. U.S. Department of Health and Human Services; Washington, DC: 2018. Physical activity guidelines for Americans.
- Luan X., Tian X., Zhang H., Huang R., Li N., Chen P. (2019). Exercise as a prescription for patients with various diseases. J Sport Health Sci 8:422–441.
- Peijie Chen, Lijuan, M. et al. (2020) Coronavirus disease (COVID-19): The need to maintain regular physical activity while taking precautions. J Sport Health Sci 9(2):103-104.
- Mantersson, S. et al. (2014). High Training Volumes are Associated with a Low Number of Self-Reported Sick Days in Elite Endurance Athletes. J Sports Sci Med. 13(4):929-33.
- World Health Organization (2020). Be active during COVID19. Consultado en línea el 5 de abril de 2020.
- Conti P, Ronconi G, Caraffa A, Gallenga CE (2020). Induction of pro-inflammatory cytokines (IL-1 and IL-6) and lung inflammation by Coronavirus-19 (COVI-19 or SARS-CoV-2): anti-inflammatory strategies. J Biol Regul Homeost Agents. 34(2)
- Campbell, J. P, et la (2018). Debunking the Myth of Exercise-Induced Immune Suppression: Redefining the Impact of Exercise on Immunological Health Across the Lifespan. Frontiers in inmunology.16(9), 648. (enlace).
- Nova, E., et al (2008). La estrecha relación entre la nutrición y el sistema inmunitario. Grupo de Inmunonutrición. Dpto. Metabolismo y Nutrición. Instituto del Frío. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid.
- Kurt Whittemorea, Elsa Veraa, Eva Martínez-Nevadob, Carola Sanperac, and Maria A. Blasco (2019).Telomere shortening rate predicts species life span. PNAS; 116(30): 15122-15127.
- Muniyappa, R., et al (2020). COVID-19 Pandemic, Corona Viruses, and Diabetes Mellitus. American journal of physiology. Endocrinology and metabolism. 1152 (10). 00124- 2020.(enlace)