En este artículo vamos a analizar que es el acné, por qué se produce, qué tipos de acné existen y cómo podemos prevenirlo y tratarlo con dieta para el acné.
Llevar a cabo una dieta para el acné es necesario tanto para prevenir este trastorno de la piel como para minimizar los síntomas.
¿Qué es el acné?
El acné es una patología dermatológica caracterizada por una inflamación de las glándulas sebáceas en exceso. Estas glándulas, fabrican sebo, la grasa que lubrica el pelo y la piel; y normalmente fabrican la cantidad de sebo adecuada.
Sin embargo, a medida que el cuerpo madura y se desarrolla, las hormonas estimulan a las glándulas sebáceas y se produce un exceso de sebo, con demasiadas células cutáneas muertas que tapan los poros1.
Debajo de la piel hay folículos pilosos que cuando se obstruyen forman puntos negros o espinillas, granos y protuberancias incluso más profundas como pústulas, quistes o nódulos, localizándose en la zona de la cara, el cuello, el pecho, la espalda, los hombros y la parte superior de los brazos. Según su gravedad, puede causar sufrimiento emocional y dejar cicatrices poco estéticas en la piel.
Se estima que 3 de cada 4 adolescentes padecen acné con importantes consecuencias sobre la calidad de vida de los afectados, principalmente por el impacto en la apariencia el cual, está relacionado con el autoestima, su autopercepción y sus actividades diarias.
Es más, se ha asociado fuertemente con depresión, pensamientos suicidas, ausentismo escolar, desempleo, junto con problemas para relacionarse y su reducción en las opciones de obtener empleo.
Los factores que influyen son el atractivo sexual disminuido, la relación con familiares y amigos, la opinión de las personas, la estigmatización, el estrés, y el miedo de quedar con cicatrices o de la persistencia de la patología2.
¿Cuáles son las causas del acné?
Podemos establecer cuatro causas principales en la aparición del acné:
• La producción excesiva de sebo
• La hiperqueratinización de los folículos pilosebáceos
• Implicación de mecanismos inflamatorios
• Hiperproliferación de la bacteria Cutibacterium acnes
En base a estas cuatro causas, estudios experimentales han estudiado una posible relación entre los factores estresantes fisiológicos y psicológicos con la alteración de la microbiota cutánea e intestinal.
Por tanto, podía decirse que una alteración del microbioma está fuertemente asociada a una alteración de la respuesta inmune favoreciendo la aparición del acné, entre otras patologías dermatológicas.
¿Cuáles son los tipos de acné que existen?
Debido a que hoy en día existen diferentes tipos de acné, podríamos considerar como principales las siguientes:
- Acné no inflamatorio- leve: donde predominan los comedones abiertos y cerrados y menos de 10-15 lesiones inflamatorias.
- Acné inflamatorio-moderado: 15-30 lesiones inflamatorias, pústulas, pápulas.
- Acné inflamatorio-severo: >30 lesiones inflamatorias, nódulos y subtipos (hemorrágicos, supurativos, aspecto mixto, nódulos confluentes y tractos sinuosos), quistes y abscesos.
- Secuelas: como cicatrices en áreas seborreicas, cara, pecho y espalda.
Dependiendo del tiempo de evolución del acné, también pueden darse lesiones residuales, cicatrices (atróficas, hipertróficas, queloideas, en picada de hielo) e hiperpigmentación post inflamatoria en pieles de fototipo más oscuros.
¿Qué factores que influyen en la aparición del acné?
- Desequilibrio hormonal: resulta de la sobreproducción de andrógenos en hombres y síndrome premenstrual, embarazo o menopausia en mujeres. En el Síndrome del Ovario Poliquístico en el cual existe un exceso de hormonas masculinas en mujeres, es un caso de acné muy frecuente.
- Desequilibrio en la microbiota intestinal: la disbiosis intestinal y el exceso de permeabilidad intestinal producen una respuesta inflamatoria en el organismo con repercusiones en la piel.
- Malos hábitos: Una dieta de tipo occidental con alimentos ricos en azúcares, grasas, bebidas azucaradas y leche se asocia a la presencia de acné del adulto3.
- Estrés: puede afectar directamente al intestino que a su vez va a repercutir en la piel o directamente provocar la aparición del acné.
- Anticonceptivos orales, corticoides: un efecto secundario de estos tratamientos es la aparición del acné.
- Cosmética: la composición de ciertos cosméticos o cremas pueden obstruir los poros y derivar en una inflamación e infección en la zona provocando la aparición de puntos negros o granos.
La clave en el tratamiento del acné es aplicar un tratamiento dermatológico adecuado combinado con un tratamiento nutricional y una correcta gestión del estrés.
Dieta para el acné
Realizar una dieta para el acné siempre ha sido un tema controvertido, pero las últimas publicaciones refieren que la reducción de dieta para el acné de tipo hiperglicémicas, lácteos y alimentos ricos en grasas saturadas podrían prevenir y reducir el acné.
Alimentos de baja carga glucémica
Los alimentos con índice glucémico alto que abundan en la dieta occidental, como los hidratos de carbono refinados (pan blanco, arroz blanco y pasta refinada) elevan la insulina y el factor de crecimiento similar a la insulina (IGF-1) que favorecen la producción de sebo en la piel y aumentan la producción de hormonas masculinas en el cuerpo (andrógenos) relacionados con un empeoramiento del acné.
En algunos estudios donde se ha llevado a cabo una dieta para el acné se ha podido comprobar como un alto índice glicémico aumenta la concentración de insulina sérica (encargada de estimular la producción de sebo), disminuye los niveles de globulina fijadora de las hormonas sexuales (SHBG) y aumenta los de hormonas masculinas.
Por otro lado, se ha visto que una dieta con baja carga glicémica puede mejorar las lesiones acneicas, disminuir los niveles de andrógenos y aumentaba la sensibilidad a la insulina y los niveles de SHBG. Este aumento en los niveles de SHBG está correlacionado con una disminución en el número de lesiones.
Debemos aumentar el consumo de alimentos con bajo índice glucémico como el arroz integral, la quinoa, la avena…
La vitamina B5
La vitamina B5 o ácido pantoténico contribuye al equilibrio neuroendocrino. Esta vitamina se encuentra en verduras, cereales, legumbres y en la carne.
Por tanto, será interesante incluir la vitamina B5 a la hora de seguir una dieta para el acné.
Inmunonutrientes en la dieta para el acné
Las vitaminas A, C, D, E y minerales como el magnesio y el zinc, son inmunonutrientes antiinflamatorios y cicatrizantes.
La vitamina A presente en frutas y verduras de colores anaranjados y rojizos como el tomate, el pimiento rojo, las zanahorias, la calabaza, así como en la yema del huevo tiene actividad antiinflamatoria reduciendo la producción de sebo.
La vitamina C es buena aliada a la hora de borrar las marcas del acné y reduce las manchas de la piel. Los cítricos como el limón, los pimientos, el brócoli o el tomate son alimentos ricos en vitamina C.
La vitamina E se encarga del proceso de renovación celular de la piel. Esta vitamina la podemos encontrar en frutos secos como las nueces, en semillas y hortalizas de hoja verde.
Minerales como el magnesio y el zinc tienen un efecto cicatrizante y regulador del sebo, además de proporcionar al organismo las defensas necesarias para hacer frente a las bacterias responsables del acné.
El magnesio está presente en las espinacas, la quinoa, almendras, aguacate…y el zinc en el huevo, el pollo o el pavo y el marisco. El gluconato de zinc ha demostrado actuar como antiinflamatorio y bacteriostático contra el P. acnes.
Vitamina D
Parece ser que pacientes con deficiencia de vitamina D presentan cuadros más severos o empeoramiento de la enfermedad.
Una manera de sintetizar vitamina D es a través de la exposición al sol (15 min sin protección) o a través de la ingesta de alimentos como el pescado azul, el queso, o la yema del huevo.
Frutas y verduras antioxidantes
En tu dieta para el acné, lo mejor es consumir la pieza entera, con piel y evitar evitar zumos, fruta deshidratada o en almíbar que tienen una carga glucémica más alta.
Omega 3
Los ácidos grasos omega 3 ayudan a reducir la inflamación evitando que el sistema inmunológico sobrerreaccione a las condiciones del acné y reduciendo de manera significativa la cicatrización.
A la hora de realizar dieta para el acné, debes incluir alimentos ricos en ácidos grasos omega 3: nueces, semillas, aguacate, huevo, pescado azul… Debemos priorizar el omega 3 sobre el omega 6, ya que este último se encuentra presente en la mayoría de alimentos ultraprocesados.
Disminuir el consumo de leche animal
A la hora de realizar una dieta para el acné, la leche animal podría actuar de manera similar a los alimentos con alto índice glucémico, en cambio productos lácteos ricos en probióticos como el yogur o el kéfir resultan beneficiosos para la microbiota intestinal.
Se ha publicado que hormonas de la leche como IGF-I, esteroides y α-lactalbúmina afectarían la unidad pilosebácea, además que IGF-1 se asociaría a acné en mujeres adultas4.
Reducir o evitar alimentos inflamatorios
A la hora de realizar una dieta para el acné, debemos reducir los alimentos con alto índice glucémico pero también los ultraprocesados como las grasas saturadas, carne roja, azúcar, edulcorantes, aditivos, precocinados y harinas refinadas.
Gluten y dieta para el acné
Los estudios realizados hasta la fecha no han demostrado asociación entre el gluten y la aparición de enfermedades en la piel. Sí es recomendable que en tu dieta para el acné haya variedad de cereales en la dieta para evitar un consumo excesivo de trigo.
Incluye probióticos en tu dieta para el acné
A la hora de hacer dieta para el acné, incluye alimentos probióticos en tu alimentación que contengan cepas Bifidobacterium animalis lactis, Bifidobacterium bifidum, Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus bulgaricus y Lactobacillus rhamnosus ya que controlan la inflamación previniendo el crecimiento de las bacterias.
Conclusiones
Para poder prevenir y controlar el acné es necesario que tengamos en cuenta una nutrición basada en alimentos antiinflamatorios para poder abordar posibles desequilibrios hormonales, mantener la salud de nuestra microbiota y controlar el estrés.
Para realizar una dieta para el acné adecuada, será necesario contar con la ayuda de un o una nutricionista profesional especializado o especializada en nutrición hormonal que te ayude a individualizar la dieta para que tenga en cuenta y se adapte a tu situación personal.
Algunos estudios han encontrado una asociación entre el consumo de alimentos altos en grasas y azúcares y un mayor riesgo de desarrollar acné, mientras que otros han sugerido que ciertos alimentos con antioxidantes, como frutas y verduras, pueden tener un efecto beneficioso en la piel.
En general, es importante llevar una dieta para el acné, que sea saludable y equilibrada y beber suficiente agua para mantener la piel hidratada y sana.
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Referencias bibliográficas
- López, M. D. J. M., Patarón, N. S. C., Rojas, N. J. I., & Patarón, N. G. C. (2022). Diagnóstico y tratamiento del acné. RECIMUNDO, 6(4), 132-143.
- Pesántez, S. A. V. (2021). Acné, un enfoque actualizado. IOSR Journal of Dental and Medical Sciences. Volume 20, Issue 8 Ser.10, 37-42.
- Capellato, N. (2021). Asociación entre hábitos alimentarios y acné del adulto. Dieta para el acné: Evidencia, actualizacion en la práctica ambulatoria, 24(1), e002091-e002091.
- Martín, L. M (2022). Patología dermatológica prevalente en el adolescente. Tratamiento desde atención primaria. Dieta para el acné: Revista de Formación Continuada de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia. Volumen X. Nº 3