Actualmente, son numerosos los niños y jóvenes que practican algún tipo de deporte de alta competición o amateur. Es por ello, por lo que en los últimos años ha cobrado un gran interés los estudios centrados en la mejora de los factores de rendimiento de estos jóvenes, con el objetivo de prepararlos para su vida deportiva y reducir la probabilidad de lesionarse, teniendo en cuenta que un joven no debe entrenar como un adulto. A partir de estos estudios surge el Youth Physical Development Model.
Tradicionalmente, se habían tratado diferentes contenidos de entrenamiento en jóvenes basándose en la edad cronológica de estos (1). Sin embargo, se debe considerar que la maduración de cada niño o cada adolescente es diferente, por ello, lo que realmente importa es la edad biológica.
A partir de esta consideración, el siguiente modelo (2), trata la edad biológica y las ventanas de oportunidad o fases sensibles como dos conceptos imprescindibles. Este último término se refiere a periodos naturales en los que se produce una mayor optimización de diferentes factores si son trabajados (3).
Youth Physical Development Model (YPD)
Como hemos comentado previamente, el Youth Physical Development Model gira en torno a dos conceptos, la edad biológica del niño y las fases sensibles.
A partir de ello, propone dotar de mayor importancia a unos factores de rendimiento u a otros dependiendo del periodo en el que se encuentra el sujeto en cuestión. Además, dentro de la edad biológica se debe de tener muy en cuenta cuándo ocurre el pico de crecimiento o “estirón”, ya que entonces se producirán una serie de cambios en los jóvenes muy importantes.
El modelo citado trata sobre diferentes factores de rendimiento así como las diferencias entre chicos y chicas.
Factores de rendimiento del Youth Physical Development Model
A continuación analizamos distintos factores de rendimiento:
Fundamental movement skills and sport-specific skills
Este concepto podríamos traducirlo como las habilidades motrices básicas o patrones básicos de movimiento, como por ejemplo: saltar, correr, trepar, lanzar… A este aspecto, se le otorga mucha importancia durante la niñez siendo el factor que más se debería de trabajar junto con la fuerza.
Por otro lado, los movimientos específicos del deporte, adquieren mayor importancia algo antes del pico de crecimiento. Con este entrenamiento, lo que se pretende es comenzar a especializar al sujeto en la disciplina.
Además, tal y como comentan los autores, ambos factores deben entrenarse siempre, a pesar que en un periodo le demos más importancia que en otro.
Fuerza
Tradicionalmente han surgido muchas teorías erróneas sobre que el entrenamiento de fuerza está contraindicado para los niños y jóvenes. Una vez ha sido claramente demostrado que esta afirmación es falsa, si está bien pautado y planificado por personal cualificado, el trabajo de fuerza junto con los factores comentados previamente es uno de los más importantes.
Tal y como se puede observar en las imágenes, en la etapa pre-púbere se debe entrenar la fuerza con una orientación prioritariamente neural y posterior a él, con una orientación neural-hormonal, provocando de esta forma una mayor ganancia de masa muscular. Esto es debido a la cantidad de cambios hormonales que provocan un aumento de la testosterona durante este periodo que nos permite obtener mayor hipertrofia.
Además, se ha de tener en cuenta que el entrenamiento de fuerza desde las primeras edades se muestra necesario para satisfacer los patrones básicos de movimiento y para reducir el riesgo de lesión en etapas tempranas y adultas.
Potencia
La capacidad de generar altos valores de potencia es fundamental en los deportes y parece ser que el comienzo de la adolescencia es un periodo clave para desarrollarla. No obstante, apoyándose en varios estudios, el Youth Physical Development Model recomienda comenzar a entrenarla previo a ese periodo y mantenerlo hasta la adultez.
Velocidad-agilidad
Ambos factores de rendimiento van de la mano en cuanto al periodo de optimización se refiere. En relación a la velocidad, el modelo apuesta por comenzar a trabajarla durante la pre-adolescencia mediante trabajo técnico, pliometría y sprints, mientras que en la adolescencia se debe sumar a esto el trabajo específico de fuerza.
En cuanto a la agilidad, entendida como la capacidad de reacción o de cambiar de dirección, sucede algo similar al trabajo de velocidad, a pesar de que no existe mucha literatura científica.
Esto es debido a que se prioriza durante la pre-adolescencia unas adaptaciones neurales, progresando hacia tareas más complejas que permitan adaptaciones neurales y estructurales. Además, numerosos estudios afirman que la función cognitiva se aumenta en la niñez tardía.
Movilidad
Los autores del modelo afirman que el entrenamiento de movilidad debe ser protagonista durante todo el tiempo. Sin embargo, parece que existe una pequeña ventana de oportunidad en la pre-adolescencia.
Resistencia
El modelo Youth Physical Development Model propone que se preste más atención a la resistencia a medida que el niño se acerca a la edad adulta y, en ningún momento, se considera el enfoque principal del entrenamiento de un individuo.
Aunque esto puede parecer controvertido, la justificación se basa en la suposición de que un individuo estará expuesto al desarrollo de resistencia específica del deporte mientras participa en partidos o entrenamientos.
Diferencias entre el género masculino y femenino
Durante los años pre-púberes el desarrollo tanto de los niños como de las niñas es semejante, por lo que se puede llevar a cabo un programa de entrenamiento similar.
Sin embargo, en las niñas se produce antes el estirón, lo que provocará grandes cambios a todos los niveles que deben ser conocidos para individualizar el entrenamiento, como el aumento de probabilidad de lesión del Ligamento Cruzado Anterior.
Conclusiones sobre el Youth Physical Development Model
El Youth Physical Development Model es una herramienta fantástica que nos puede servir como guía para la preparación física de niños y jóvenes.
No obstante se ha de tener en cuenta que debemos individualizar según el género, el estado de maduración y la edad de entrenamiento, entendida como aquellos años que lleva entrenando el sujeto en cuestión.
Bibliografía
- Balyi I, Hamilton A. Long-Term Athlete Development: Trainability in Childhood and Adolescence. Windows of Opportunity. Optimal Trainability. Training. 2004;16(1):1–6.
- Lloyd RS, Oliver JL. The Youth Physical Development Model. Strength Cond J [Internet]. 2012 Jun;34(3):61–72. Available from: http://journals.lww.com/00126548-201206000-00008
- Viru A, Loko J, Harro M, Volver A, Laaneots L, Viru M. Critical Periods in the Development of Performance Capacity During Childhood and Adolescence. Vol. 4, European Journal of Physical Education. 1999. 75-119 p.