Trastorno por estrés postraumático ¿cómo afecta el ejercicio y nuestro estado físico?

Analizamos la relación entre el ejercicio físico y el trastorno por estrés postraumático. ¿Qué ejercicios son beneficiosos?

✎ Autor:  Pablo Sánchez

Analizamos la relación entre el ejercicio físico y el trastorno por estrés postraumático. ¿Qué ejercicios son beneficiosos? ¿Cómo afecta nuestro estado físico?

El trastorno por estrés postraumático es una enfermedad psicológica debilitante que ocurre después de la exposición a uno o una serie de eventos traumáticos.

¿Qué es el trastorno por estrés postraumático?

El trastorno por estrés postraumático es una afección psicológica debilitante que ocurre después de la exposición a uno o una serie de eventos traumáticos que incluyen combate militar, terrorismo, abuso, violación, negligencia infantil, desastres naturales y presencia de lesiones o muerte.

Los eventos traumáticos también pueden ocurrir indirectamente, como cuando alguien escucha detalles sobre la muerte o lesiones de un ser querido (1).

El trastorno de estrés postraumático es especialmente frecuente y de creciente preocupación entre ciertas poblaciones, incluidos los socorristas (policías, sanitarios, paramédicos, bomberos) y veteranos (14).

¿El estilo de vida influye sobre el trastorno por estrés postraumático?

Los factores de estilo de vida modificables, incluido el uso de sustancias (16), hábitos alimenticios poco saludables (17) y un estilo de vida sedentario (18) son cada vez más reconocidos como objetivos prometedores para la intervención del trastorno por estrés postraumático.

¿Qué es el estado físico?

El estado físico es un concepto multifactorial que comprende un conjunto de atributos más o menos independientes que están relacionados con la capacidad de realizar actividades físicas.

Algunos de estos componentes están más estrechamente relacionados con la salud, mientras que otros están más bien relacionados con el rendimiento (19).

Estado físico y salud

El estado físico relacionado con la salud se ha definido como la capacidad de realizar actividades diarias con vigor y demostrar capacidades que están asociadas con un menor riesgo de desarrollo prematuro de enfermedades hipocinéticas (es decir, aquellas asociadas con la inactividad física) (20).

Estado físico y rendimiento

El estado físico relacionado con el rendimiento se refiere a aquellos componentes que son necesarios para un trabajo óptimo o rendimiento deportivo.

El estado físico incluye varios componentes de capacidad cardiorrespiratoria, resistencia muscular, fuerza muscular, flexibilidad, coordinación y velocidad (20).

¿Qué relación existe entre estado físico y trastorno por estrés postraumático?

El estado físico se ha asociado con mayores reducciones en los síntomas de evitación e hiperactivación del trastorno por estrés postraumático, así como con síntomas totales, físicos y sociales de sensibilidad a la ansiedad (11).

Asimismo, la absorción máxima de oxígeno se ha correlacionado con los niveles basales y máximos de neuropéptidos Y, así como con los cambios inducidos por el ejercicio en los niveles de alopregnanolona y pregnanolona.

Los niveles de neuropéptidos Y en el pico del ejercicio se han correlacionado con el umbral de dolor 30 minutos después del ejercicio, mientras que los aumentos inducidos por el ejercicio en la alopregnanolona y la pregnanolona se han correlacionado con la tolerancia al dolor 30 minutos después del ejercicio (21).

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Imagen 1. Importancia de mantener el estado físico.

Estado físico y trastorno por estrés postraumático: 4 componentes definitorios

Hay cuatro componentes definitorios del trastorno por estrés postraumático: pensamientos negativos, evitación o entumecimiento, volver a experimentar e hiperactivación (1).

  • Pensamientos negativos
    • Culpabilidad o vergüenza persistentes, miedo, falta de confianza y/o una falta general de interés en actividades o relaciones que alguna vez disfrutaron.
  • Evitación o entumecimiento
    • Esfuerzo deliberado para evitar experiencias, sentidos, personas o lugares que provocan recuerdos del evento traumático; esto también incluye la desensibilización emocional para evitar sentimientos asociados con el evento traumático. Esto puede conducir al aislamiento y dificulta que la persona se relacione con sus seres queridos.
  • Volver a experimentar
    • La persona revive el evento traumático a través de un recordatorio. Los recuerdos pueden parecer tan reales que experimentan sentimientos de horror similares a los que tuvieron cuando ocurrió el trauma inicial.
  • Hiperactivación
    • El individuo está constantemente elevado a nivel emocional. Esto puede conducir a problemas como ansiedad, insomnio y dificultad para concentrarse. Estos síntomas
      pueden contribuir a un deterioro social y ocupacional sustancial y a una mala salud física.

¿Qué papel juega nuestra condición física?

Como consecuencia del padecimiento del trastorno por estrés postraumático, aparecen cambios sustanciales en los hábitos de actividad física.

La mayoría de los pacientes participan en actividades físicas antes del inicio del trastorno de estrés postraumático, sin embargo, posteriormente aparece una reducción significativa en su participación.

Se ha encontrado que a menudo las justificaciones para detener las actividades físicas o la participación deportiva son la falta de tiempo y la falta de motivación (22).

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Imagen 2. Inactividad como consecuencia del trastorno por estrés postraumático.

El estado físico entre las personas con trastorno por estrés postraumático es de considerable interés clínico dado el mayor riesgo de síndromes somáticos funcionales, incluida la fibromialgia, el dolor crónico generalizado y el síndrome de fatiga crónica en esta población (22).

¿Qué efectos produce el ejercicio físico en el trastorno por estrés postraumático?

En la población general, existe evidencia sólida de que, además de reducir el comportamiento sedentario y la participación en la actividad física.

La baja capacidad cardiorrespiratoria (la capacidad de los sistemas circulatorio y respiratorio para suministrar oxígeno a los músculos que trabajan durante el ejercicio sostenido) es un predictor fuerte e independiente de enfermedades cardio-metabólicas y mortalidad (2).

La mala calidad del sueño es una preocupación importante para las personas con trastorno por estrés postraumático ya que sus ramificaciones son de naturaleza cíclica.

La definición de componentes (como la hiperactivación) no solo inhibe el sueño, sino que se cree que la mala calidad del sueño agrava la gravedad de los síntomas del trastorno por estrés postraumático (3, 4).

Así pues, diferentes autores sugieren que el ejercicio físico mejora simultáneamente la calidad del sueño (3), la ansiedad, la depresión y la salud cardiovascular (4, 5).

El ejercicio físico supone un tratamiento complementario accesible y efectivo complementario a la psicoterapia (3, 5).

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Imagen 3. El ejercicio físico mejora la calidad del sueño.

Además, hay autores (3) que sugieren que el ejercicio físico puede, en parte, revertir el ciclo negativo del sueño deficiente y el empeoramiento de los síntomas.

Puede mejorar directamente la calidad del sueño, reduciendo así los síntomas de hiperactivación del trastorno por estrés postraumático.

¿Qué ejercicio físico es beneficioso para el trastorno por estrés postraumático?

Existen diferentes tipos de ejercicios que se han visto beneficiosos para la mejora en los síntomas del trastorno por estrés postraumático, incluso si solo son clínicamente significativos o informados por el paciente (6).

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Imagen 4. Ejercicio aeróbico frente al trastorno por estrés postraumático.

Ejercicio aeróbico

Actividad físicas de carácter aeróbico son notablemente beneficiosas como ejercicio frente al trastorno por estrés postraumático.

  • Saltar a la cuerda (7)
  • Trotar (7)
  • Ir en bicicleta (3, 8)
  • Andar (9)

Yoga

El yoga se ha visto beneficioso para la salud mental y física e hipotetizado para reducir la severidad de los síntomas del trastorno por estrés postraumático (6, 10).

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Imagen 5. Yoga frente al trastorno por estrés postraumático.

¿Cómo se explican los beneficios del ejercicio físico en el trastorno por estrés postraumático?

Existen diferentes explicaciones de los beneficios del ejercicio físico en el trastorno por estrés postraumático:

Exposición interoceptiva

Los niveles más bajos de ejercicio físico generalmente se observan entre personas con trastorno por estrés postraumático (4).

En consecuencia, hay niveles más bajos de exposición a sensaciones físicas «angustiantes» que naturalmente acompañan al ejercicio físico; diferentes autores (11) teorizaron que esto conduce a una mayor sensibilidad a las sensaciones o emociones físicas «angustiantes» propias del ejercicio físico.

Regulación emocional

Se realizaron estudios con yoga como intervención, con la teoría de que la atención mental se dirige específicamente al componente de evitación del trastorno por estrés postraumático (6, 12).

El yoga implica estiramiento, meditación y un enfoque en la respiración y en las sensaciones corporales con movimiento (7).

En lugar de disociarse emocional o físicamente, el yoga ha sido hipotetizado para ayudar a los participantes a aprender a tolerar la sensación física a medida que se les enseña a tomar conciencia de sí mismos durante la sesión de yoga.

Se dice que aprender a tolerar las sensaciones físicas, como notar un sentimiento de miedo en lugar de evitarlo, ayuda a los participantes a regular las emociones (7).

Así pues, viendo la mente y el cuerpo como una entidad, lo que puede indicar que las mejoras físicas asociadas con el ejercicio están directamente relacionadas con las mejoras mentales (7).

Efecto fisiológico

Otra explicación es el impacto neurofisiológico del yoga y su efecto sobre el amortiguamiento de la respuesta natural al estrés del cuerpo y, por lo tanto, los procesos de regulación de cortisol y catecolaminas a corto y largo plazo (6).

Se ha visto que los pacientes del trastorno por estrés postraumático tienen bajos niveles del factor neurotrópico derivado del cerebro (BDNF).

Éste es necesario para la memoria, el aprendizaje a largo plazo y la extinción del miedo; así pues, algunos autores plantearon la hipótesis de que la actividad aeróbica directamente antes de una intervención de terapia de exposición puede mejorar los resultados con este tratamiento (13).

Conclusiones

Podemos ver por tanto, la importancia de mantener un buen estado físico y tener en cuenta éste en el tratamiento interdisciplinar del trastorno por estrés postraumático tanto médicos, como fisioterapeutas, preparadores físicos, psicólogos deportivos, etc.

Los médicos deben incluir recetas de ejercicio específicas del paciente en su plan de atención para tratar a las personas con trastorno por estrés postraumático (por ejemplo, programa de caminata, actividad aeróbica o yoga).

Las intervenciones para personas con trastorno por estrés postraumático deben extenderse más allá de la relación con el médico e incluir métodos que motiven el ejercicio continuo.

La investigación debe centrarse en el tipo y la cantidad de actividad que es más efectiva para tratar a las personas con trastorno por estrés postraumático, incluido el tiempo necesario para mantener las mejoras óptimas.

Referencias bibliográficas

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  2. Bouchard, C., Blair, S. N. & Katzmarzyk, P. T. (2015). Less sitting, more physical activity, or higher fitness? Mayo Clinic Proceedings, 90, 1533–1540.
  3. Babson, K. A., Heinz, A. J., Ramirez, G., Puckett, M., Irons, J. G., Bonn-Miller,M. O., …Woodward, S. H. (2015). The interactive role of exercise and sleep on veteran recovery from symptoms of PTSD. Mental Health and Physical Activity, 8, 15–20.
  4. Rosenbaum, S., Sherrington, C., & Tiedemann, A. (2015a). Exercise augmentation comparedwith usual care for post-traumatic stress disorder: A randomized controlled trial. Acta Psychiatrica Scandinavica, 131(5), 350–359.
  5. Rosenbaum, S., Vancampfort, D., Tiedemann, A., Stubbs, B., Steel, Z., & Sherrington, C. (2016). Among inpatients, posttraumatic stress disorder symptom severity is negatively associated with time spent walking. Journal of Nervous & Mental Disease, 204(1), 15–19.
  6. Mitchell, K. S., Dick, A. M., DiMartino, D. M., Smith, B. N., Niles, B.,
    Koenen, K. C., …Street, A. (2014). A pilot study of a randomized controlled trial of yoga as an intervention for PTSD symptoms in women. Journal of Traumatic Stress, 27(2), 121–128.
  7. Newman, C. L., & Motta, R. W. (2007). The effects of aerobic exercise on childhood PTSD, anxiety, and depression. International Journal of Emergency Mental Health, 9(2), 133–158.
  8. Fetzner, M. G., & Asmundson, J. G. (2015). Aerobic exercise reduces symptoms of posttraumatic stress disorder: A randomized controlled trial. Cognitive Behaviour Therapy, 44(4), 301–313.
  9. Diaz, A. B., & Motta, R. (2008). The effects of an aerobic exercise program on posttraumatic stress disorder symptom severity in adolescents. International Journal of Emergency Mental Health, 10(1), 49–60.
  10. Rosenbaum, S., Vancampfort, D., Steel, Z., Newby, J.,Ward, P. B., & Stubbs, B. (2015b). Physical activity in the treatment of Post-traumatic stress disorder: A systematic review and meta-analysis. Psychiatry Research, 230(2), 130–136.
  11. LeBouthillier, D. M., Fetzner, M. G., & Asmundson, G. J. G. (2016). Lower cardiorespiratory fitness is associated with greater reduction in PTSD symptoms and anxiety sensitivity following aerobic exercise. Mental Health and Physical Activity, 10, 33–39.
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  13. Powers, M. B., Medina, J. L., Burns, S., Kauffman, B. Y., Monfils, M., Asmundson, G. J., Smits, J. A. (2015). Exercise augmentation of exposure therapy for PTSD: Rationale and pilot efficacy data. Cognitive Behaviour Therapy, 44(4), 314–327.
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  21. Scioli-Salter ER, Forman DE, Tun C, et al. (2016). Potential neurobiological benefits of exercise in chronic pain and posttraumatic stress disorder: pilot study. Journal of Rehabilitation Research & Development, 53, 95-106.
  22. De Assis, M. A., De Mello, M. F., Scorza, F. A., Cadrobbi, M. P., Schooedl, A. F., Gomes da Silva, S., et al. (2008). Evaluation of physical activity habits in patients with posttraumatic stress disorder. Clinics, 63(4), 473-478.

Autor: Pablo Sánchez

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BIO: Profesor de Educación Física. Graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (UDC). Graduado en Educación Primaria, mención Educación Física (UEM). Máster en Profesorado de Educación Secundaria (UDC).

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