Se acerca una nueva temporada o, mejor dicho, la pretemporada donde todos los preparadores físicos trabajan para empezarla de la mejor forma posible empleando una preparación física en pretemporada lo más eficiente posible. Para que no se quede ningún cabo suelto, se procura que todo esté controlado y perfectamente planificado para el primer día de entrenamiento y sucesivos.
Hoy en día existe una gran controversia en cómo enfocar la preparación física en pretemporada, qué trabajo priorizamos, cuántas semanas de entreno se realizan, cuántas sesiones se hacen, si se doblan las sesiones, en qué contenido hay que focalizarse, entre otros.
Muchos autores en sus investigaciones exponen su punto de vista de cómo tratar las pretemporadas, así que nos pueden solucionar la forma de cómo enfocarlas. Aunque así, la gran pregunta de un preparador físico es ¿qué aspectos se deben tener más en cuenta en la preparación física en pretemporada?
Concepto de preparación física en pretemporada
Principalmente, la preparación física en pretemporada tiene como objetivo mejorar el rendimiento del futbolista tanto en lo referente a la destreza para realizar máximos esfuerzos repetidos como a su capacidad aeróbica y de recuperación.
Dentro de las primeras semanas de la preparación física en pretemporada, los jugadores de fútbol, después de un periodo de descanso, pasan a realizar hasta 35 kilómetros a la semana, entre el trabajo coadyuvante y las sesiones de modelo de juego en campo. Estas acumulaciones de kilómetros pueden producir molestias, sobrecargas o incluso lesiones en los jugadores. (6).
Por otro lado, si tratamos el HSR (High speed runing) después de un período transitorio entre temporada y temporada, donde el jugador de fútbol ha estado inactivo, en el cual se está más de dos meses sin entrenar, se han hecho investigaciones como la de Jordi Vicens – Bordas y Azahara Fort (2020) donde se ha podido comprobar que, en jugadores de fútbol, este periodo de inactividad puede influir de tal manera que disminuye la capacidad de sprint en 10 y 30 metros. (7)
Finalmente, otro punto a destacar, Colby (2016) en su investigación concluye que para disminuir el riesgo de lesión durante la pretemporada se ha de poder realizar el trabajo coadyuvante y el modelo de juego a la par, para así adaptar al jugador a las demandas de la competición. (3)
En estas investigaciones observamos que hay muchos factores que hacen aumentar el riesgo de lesión en pretemporada como la carga alta del entrenamiento, después de un parón, la inactividad producida por la competición y la especificidad de las tareas. Por este motivo, nuestro principal objetivo a realizar es intentar, a toda costa, reducir el índice de lesión de los deportistas mediante una correcta preparación física en pretemporada.
Demandas competitivas
Cuando tratamos las demandas competitivas podemos llegar a tener el problema de no conocer nuestro deporte. Los preparadores físicos tienen que conocer qué demandas pide la competición, los entrenamientos y los jugadores en todo momento para abastecerlas.
Una vez conocemos nuestro deporte, hemos de asegúranos que el trabajo coadyuvante logra adaptarse a las demandas competitivas. En el fútbol, hay muchas demandas que nos requiere la competición como las aceleraciones y desaceleraciones, los cambios de dirección, la reacción del sprint y las distancias a alta intensidad. Todos estos factores se pueden controlar mediante la tecnología de posicionamiento global (GPS) como carga externa. (2)
Si observamos la investigación de Colby (2016) este estudio ha identificado los periodos donde hay mayor riesgo de lesión: fase de pretemporada y en los microciclos 12–17 durante una temporada de fútbol. Además, los datos confirman que se debe prestar especial atención a aquellos jugadores quienes su riesgo de lesión es más sensible a sufrir lesiones.
Son aquellos que acumulan una baja distancia total en los entrenamientos. Otro punto que destaca este autor, es que en pretemporada el riesgo de lesión aumenta considerablemente cuando se juegan partidos amistosos, cuando las demandas competitivas son mayores. (3)
Por otro lado, Gabbet (2016) en su investigación observa que existe una relación entre las cargas de entrenamiento muy elevadas y las lesiones. Los aumentos excesivos y rápidos en las cargas de entrenamiento probablemente sean responsables de una gran proporción de lesiones, las primeras semanas de pretemporada. Sin embargo, el entrenamiento físicamente duro y apropiado, desarrolla cualidades físicas que a su vez protege contra lesiones. (4)
Finalmente, el objetivo del preparador físico ha de ser encontrar el llamado ‘’sweet point’’, es decir que la probabilidad de lesión se reduzca notablemente y encontrar un incrementó en el rendimiento y la condición física de los deportistas.
Figura (1). Sweet point
Conclusiones sobre la preparación física en pretemporada
Como primer aspecto, es importante dejar claro que conocer el deporte es fundamental para abastecer las necesidades de los jugadores y que ellos entrenen lo mejor posible para competir día tras día. Conocer a los jugadores te da una idea de cómo es el equipo y cómo poder trabajarlo para sacar lo mejor de ellos desde la pretemporada.
Toda pretemporada, además de este aspecto, tiene otros en los cuales fijarse para no tener ningún problema. El trabajo coadyuvante ha de ser progresivo y testado para ver la evolución. Las sesiones tienen que estar planificadas y ser específicas, la dificultad de los partidos también debe ser progresiva, para poder llegar adecuadamente a la competición.
Es importante que el preparador físico realice trabajos de fuerza y determine los volúmenes de carga de trabajo de preparación física en pretemporada y así minimizar el riesgo de lesión de los jugadores antes de la temporada competitiva.
Finalmente, dentro de la preparación física en pretemporada se debe aprovechar para implantar las bases del modelo de juego. Debemos priorizar aquellos aspectos que para el entrenador son cruciales y a los que les damos una mayor importancia del juego.
Bibliografía
- Callum J, Warren B., Brendan B., y Sim M. (2018). Asociación entre entrenamiento de pretemporada y rendimiento en fútbol australiano de élite. International Journal of Sports Physiology and Performance.https://doi.org/10.1123/ijspp.2018-0086
- Colby M., Dawson B., Heasman J., Rogalski B., y Gabbett TJ. (2014) Accelerometer and GPS-derived running loads and injury risk in elite Australian footballers. J Strength Cond Res. 28(8).
- Colby, Marcus & Dawson, Brian & Heasman, Jarryd & Rogalski, Brent & Rosenberg, Michael & Lester, Leanne & Peeling, Peter. (2016). Pre-season workload volume and high risk periods for non-contact injury across multiple Australian Football League seasons.. Journal of Strength and Conditioning Research. 31. 1.
- Gabbett TJ. (2016). The training-injury prevention paradox: should athletes be training smarter & harder? Br J Sports Med.1-9.
- Murray NB., Gabbett TJ., Townshend AD. (2016). Relationship between pre-season training load and in-season availability in elite Australian football players. Int J Sports Physiol Perform. 1-21.
- Newton B. (2015). Planning a mesocycle for an Australian rules football (AFL) pre-season program. J Aus Strength Cond. 23(2):54-68.
- Vicens-Bordas, J., Esteve, E., Fort-Vanmeerhaeghe, A., Casals, M., Bandholm, T., Ishøi, L. & Thorborg, K. (2020). Performance changes during the off-season period in football players–Effects of age and previous hamstring injury. Journal of Sports Sciences, 1-11.
