La glucosamina es una sustancia muy utilizada en el área clínica y deportiva, el principal motivo de su uso es el tratamiento o prevención de lesiones, diversas investigaciones respaldan la eficacia de la glucosamina, en especial para el tratamiento de la artrosis.
Muchos de los suplementos con glucosamina se combinan con condroitina, sin embargo no hay evidencia científica que pueda justificar esta combinación.
En muchos profesionales del deporte es común recurrir a diversas ayudas ergogénicas con el fin de mejorar su rendimiento o para recuperarse antes de una lesión deportiva.
En Mundo Entrenamiento hemos tratado diferentes elementos que se pueden emplear para tales fines como, por ejemplo, la cafeína, el malato de citrulina, la creatina, las vitaminas, etc.
En este artículo analizaremos los efectos que tiene la glucosamina en la rehabilitación de lesiones deportivas.
Antes de comenzar, recordar que la finalidad de este artículo es meramente informativa, antes de comenzar a tomar cualquier ayuda ergogénica es fundamental consultar con los profesionales del sector para que su ingesta sea segura y saludable.
¿Qué es la glucosamina?
La glucosamina, cuya formulación es C6H13NO5, se trata de un amino-azúcar que se especializa en actuar como precursor en la glicosilación de los lípidos y de las proteínas (9).
Está compuesto de un principio activo de origen biológico que se encuentra en el organismo humano, y que se puede sintetizar a partir de la quitina extraída de las conchas y/o caparazones de los crustáceos (5).
¿Qué efectos tiene en la práctica deportiva?
La glucosamina es elemento precursor de los glicosaminoglicanos, el cual, junto al colágeno, son los principales componentes del tejido conectivo en ligamentos y tendones (4).
Su principal función es la recuperación del tejido conectivo después de una lesión, incrementando los niveles de los compuestos que lo forman hasta en un 17%, mejorando la curación de las lesiones (4, 5), por lo que se puede decir que tiene un efecto condroprotector (3, 6).
Si bien, otros estudios muestran que, en pacientes con condropatias, consigue una eficacia de casi un 80%, al combinarlo con CS, cuando el dolor es moderado-severo (7).
Debido a ello, el Instituto Australiano del Deporte lo incluye en el grupo de los suplementos con «limitadas pruebas de efectos beneficiosos» (8).
Si bien, se está investigando la influencia de la glucosamina en el curso de la artrosis, ya sea frenando o retrasando la enfermedad (7).
En cuanto a su empleo en personas sanas, no existen evidencias de que la glucosamina tenga efectos beneficiosos en ellas (2).
¿Tiene efectos secundarios?
Odriozola (4) escribe que, por el momento, no se conocen posibles efectos secundarios de esta suplementación. Afirmación que concuerda con el estudio realizado por Palacios et al. (5) en el que avalan la seguridad y las características de la glucosamina.
¿Existe una dosis diaria recomendada?
De manera general, la dosis diaria de sulfato de glucosamina varía en función de la severidad de la lesión que se deba tratar, las cantidades oscilan desde los 500 mg. hasta los 6 gr. diarios (4).
Otros estudios (5), recomiendan emplear una monodosis de 1,5 gr. diarios durante 3 meses.
¿Es una sustancia dopante?
No, a fecha de hoy no se encuentra incluída en la Lista de Sustancias y Métodos Prohibidos de la Agencia Mundial Antidopaje (1).
Glucosamina y su efecto en la artrosis
La artrosis, es un problema de salud de primer orden debido a su prevalencia, su gran repercusión en la calidad de vida y por los elevados costes sociosanitarios. Es la enfermedad reumática más frecuente en la población general y un motivo muy frecuente de consulta (10).
La artrosis es una artropatía degenerativa, inflamatoria y crónica, se produce cuando las propiedades mecánicas del cartílago y del hueso subcondral son alteradas, se considera dentro de un un grupo heterogéneo de patologías de etiología multifactorial, con manifestaciones biológicas, morfológicas y clínicas similares.
Puede afectar a mas de una articulación y esta fuertemente relacionada con la edad ( 50 y 60 años, pico máximo), con predilección en rodillas, ciertas articulaciones de las manos, cadera y pequeñas articulaciones de la columna.
No obstante, puede ocurrir en cualquier articulación y afectar una o mas articulaciones (poliartrosis) (11).
Epidemiología de la artrosis
La prevalencia de la artrosis asintomática en la población española es de alrededor del 43%, es mayor en mujeres (52%) que en hombres (29%) (11).
La prevalencia de artrosis sintomática de rodilla en la población adulta española es de aproximadamente 10% (6% en hombres y 14% en mujeres) y la de manos es de 6% (2% en hombres y 10% en mujeres)(12), estos criterios pueden cambiar de acuerdo a los diagnósticos utilizados (15).
La artrosis de rodilla es la mayor causa de dolor y de disfunción en pacientes por encima de los 65 años (11) , teniendo un importante impacto socioeconómico (16).
Supone el 10% de las visitas al médico de atención primaria (17). La artrosis de rodilla provoca una discapacidad equivalente a la causada por las enfermedades cardíacas y mayor que la provocada por cualquier otra patología en personas mayores (27).
Tratamiento de la artrosis
Los objetivos principales en el tratamiento de la artrosis, incluyen tratamiento farmacológico y no farmacológico. Aún existen controversias sobre este último.
Anteriormente el tratamiento de la artrosis se basaba en la administración de analgésicos y anti-inflamatorios no esteroideos (AINE), que mejoran de forma rápida los síntomas de dolor, pero que no son capaces de modificar la evolución de la enfermedad, puesto que los síntomas reaparecen al dejar el tratamiento (18).
Estos fármacos también pueden tener otros efectos adversos como: gastrointestinales, cardiovasculares, hepáticos,renales y presentar problemas de interacción con otros medicamentos (19).
Actualmente existen sustancias que pueden producir efectos beneficiosos sobre el cartílago articular.
Son los fármacos de acción asintomática lenta o SYSADOA (acrónimo del inglés Symptomatic Slow Acting Drugs for Osteoarthritis), que presentan una eficacia similar a los AINE, pero el efecto tarda más en alcanzarse y persiste durante algunos meses después del tratamiento.
Dentro de este grupo se encuentran fármacos como el ácido hialurónico por vía intraarticular, el sulfato de condroitina y el sulfato de glucosamina por vía oral (18). Todos forman parte de la matriz del cartílago, y tienen mayor seguridad que los AINE (19).
El sulfato de glucosamina
El sulfato de glucosamina es un componente natural de glicanos, presente en la matriz del cartílago y líquido sinovial, cuando se administra de forma exógena puede producir efectos sobre el cartílago afectado y sobre los condrocitos (componente celular del cartílago) (31) .
Efectos de la glucosamina en la artrosis
El inicio de la acción del sulfato de glucosamina es lento, entre 2 o 3 semanas, aunque hay evidencia que alcanza la misma eficacia que los AINE, además presenta un efecto remanente por el cual su eficacia se mantiene hasta 2 meses después de la supresión del tratamiento (19).
En un meta-análisis con ensayos clínicos, se encontró que la glucosamina produjo un efecto significativo sobre los síntomas de artrosis de rodilla (20).
Posterior a este estudio se realizó otro meta-análisis con 7 estudios, la suplementación con glucosamina, mejoró significativamente los parámetros de dolor, movilidad el indice de Lequesne (índice para la gonartrosis y la coxosteoartritis) y la escala WOMAC (cuestionario para la artrosis) (31).
En España se realizó un estudio clínico controlado durante 6 meses, se compararon 3 grupos: sulfato de glucosamina 1,500 mg/día, paracetamol 3 gr/día y placebo.
El sulfato de glucosamina resultó más efectivo que el placebo en el control de los síntomas de artrosis de rodilla.No se encontraron diferencias significativas entre el grupo que recibió glucosamina o el grupo con paracetamol (23).
En dos ensayos clínicos en artrosis de rodilla, con grupos control (placebo) y experimental (sulfato de glucosamina), con duración de tres años, se observó un estrechamiento significativo del espacio articular del grupo control y en el grupo experimental no se encontraron evidencias de pérdida de la anchura (12-13).
En un meta-análisis donde se incluyeron los dos estudios anteriores, se llega a la conclusión de que no existen ningún beneficio significativo de la glucosamina sobre la progresión de la artrosis a un año, pero sí a los tres años (25).
Existe evidencia de que la suplementación a largo plazo de sulfato de condroitina, produce beneficios similares en las articulaciones de pacientes con artrosis de rodilla leve a moderada (26-27).
La glucosamina y condroitina se utilizan con frecuencia en diversos suplementos, sin embargo no existen hasta el momento estudios publicados de los efectos de la combinación y prescripción de ambas sustancias en grado farmacéutico (28).
El sulfato de glucosamina esta avalado organismos internacionales: como la Sociedad Internacional de Artrosis y la liga Europea Contra el Reumatismo (29).
Conclusión sobre la glucosamina
La glucosamina se muestra como una sustancia muy eficaz en el proceso de rehabilitación de lesiones que afectan al tejido conectivo. Debido a lo cual, debe considerarse su utilización por parte de aquellos deportistas que sufran de estos tipos de lesiones.
Además, que no sea una sustancia dopante y que, de momento, no tenga efectos secundarios, son puntos positivos con respecto a su uso.
Existe evidencia significativa de la eficacia del sulfato de condroitina en el tratamiento de la artrosis.
En comparación a otros fármacos, el sulfato de glucosamina tiene mayor seguridad, las dosis más utilizadas son 1,500 mg/día y la mayor parte de las investigaciones se enfocan en artrosis de rodilla.
Existen investigaciones que han demostrado efectos similares con el sulfato de condroitina; investigaciones futuras para el tratamiento de la artrosis deben enfocarse en la combinación de estas dos sustancias.
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