El fútbol en altura siempre ha existido una gran polémica. Situaciones vividas, como por ejemplo en la amplia derrota sufrida por Argentina, en ese momento dirigida por Maradona, ante Bolivia (6-1) en un partido disputado en La Paz (Bolivia), situada a 3.650 metros de altura, hace unos cuantos años, siguen alimentando la polémica año tras año.
En ese partido hubo declaraciones de jugadores de Argentina que evidencian las sensaciones que tienen los jugadores visitantes:
- Leo Messi: “Es imposible jugar”
- Javier Zanetti: “Sufrimos jaquecas terribles”
Pasados unos años de ese partido, en otro encuentro disputado de nuevo entre Bolivia y Argentina y de nuevo en La Paz, con resultado de 1-1, se vieron imágenes que sorprendieron al aficionado, como por ejemplo a Messi vomitando en el terreno de juego o a Di María recibiendo oxígeno.
Analizamos el fútbol en altura
La FIFA, en diversas situaciones ha intentado prohibir la disputa de partidos de fútbol en altura superior a 2500 ó 2800 metros, pero las presiones de ciertos países sudamericanos, hicieron que la FIFA se echara para atrás, y no se llevara a cabo esta prohibición. De hecho, Evo Morales, llegó a decir que Bolivia iba a presentar una demanda por discriminación y marginación a la ONU.
En esa prohibición, para limitar la altura, la FIFA argumentaba que: “La preservación de la salud de los jugadores de fútbol en altura y la garantía de oportunidades iguales cuando los jugadores juegan a gran altura (fair play)”.
Uno de los problemas que existen en el fútbol, en este tipo de partidos, normalmente de fase clasificación para el Mundial o para la copa América, es que las selecciones no disponen del tiempo suficiente para aclimatarse de forma adecuada a la altura. Por ejemplo, los jugadores juegan con su club el fin de semana, y posteriormente juegan un miércoles en un lugar como La Paz, llegando al lugar del partido un día antes, o como mucho dos. Incluso jugadores europeos, tienen que enfrentarse no sólo al cambio de altura, sino también al cambio de horario.
Por ello hay muchas selecciones que optan por llegar a jugar con el tiempo suficiente para que no aparezcan los efectos. De esta manera, Néstro Lentini, ex Director Médico del Centro Nacional de Alto Rendimiento en Argentina y especialista en fútbol en altura decía: “Deben tomarse las precauciones necesarias. Se necesita una semana de adaptación por cada mil metros de ascenso, o de lo contrario, ir, jugar y volverse para que los efectos aparezcan recién sobre el final del partido”.
El matemático de la Universidad de Oxford, Patrick McSharry (después de analizar 1460 partidos internacionales en Sudamérica entre los años 1900 y 2004), en hallazgos publicados en la Revista Médica Británica, calculó que conforme aumenta la altitud los equipos locales anotan más goles y conceden menos y por cada 1000 metros adiciones se incrementa la diferencia de goles por aproximadamente medio gol (4).
Este aspecto, hace que nos planteemos él porque los equipos de fútbol, no realizan estancias en lugares de cierta altura, como se hace en otros deportes, para preparar una competición, con el objetivo de mejorar su rendimiento. Observemos la siguiente tabla:
Según está organizado el fútbol en altura de alto nivel en la actualidad, se hace realmente complicado, que los clubes realicen estancias de larga duración en lugares de cierta altura, para obtener los beneficios que ello conlleva. Cada vez hay menos pretemporadas, y sí giras mediáticas con el objetivo de vender la imagen. Los parones de navidad los utilizan para dar descanso a los jugadores, y las competiciones que son esporádicas como Eurocopas, Mundiales, JJOO… debido a como está concentrado el calendario, se hace prácticamente imposible realizar una estancia en altura, debido al tiempo necesario que se necesita para que se sucedan los efectos deseados.
Por ejemplo, en esta temporada 2015-2016, el campeonato nacional de liga, acaba el 15 de Mayo de 2016, y la Eurocopa (Francia) comienza el 10 de Junio de 2016. En ese espacio de tiempo los jugadores deben disponer de unos días de descanso, y a continuación incorporarse con sus selecciones para llegar en las mejores condiciones para competir.
Todas estas dificultades, unidas a uno de los principales problemas del entrenamiento de altura, como es el ajuste de las cargas de trabajo, o las dudas existentes con este tipo de entrenamiento con los deportes de carácter intermitente, hacen que existan interrogantes mucho sobre los beneficios que obtendría con una concentración en altura (si no tenemos ningún partido de fútbol en altura).
Los deportistas responden de una manera individual, quizás por la variabilidad genética, a las cargas de trabajo en el fútbol en altura (frecuencia cardiaca, lactato…). En muchos casos la variación entre los deportistas es muy grande. Por ello, los ajustes de las cargas de trabajo, tienen que hacerse de manera individual. Este aspecto, en deportes individuales, no tiene mayor problema, ya que cada jugador trabaja de forma individualizada.
Sin embargo, en deportes de equipo, para llegar a esto, es posible que algunos aspectos nos tendríamos que dirigir a una descontextualización del entrenamiento. Es decir, tendríamos que trabajar de forma más analítica, individual, intentando adaptar las cargas de cada jugador, dependiendo de su adaptación o estado.
Trabajar de forma contextualizada, como se trabaja actualmente en la mayoría de los equipos de alto nivel, con tareas próximas al juego real, nos obligaría a llevar a un ajuste de las cargas exhaustivo, costoso e individualizado. Un aspecto importante en estos casos la utilización de instrumentos como pulsómetros, GPS, analizadores de lactato…, de forma que podamos tener datos objetivos con los que controlar la carga lo mejor posible.
Diferentes autores han analizado gran cantidad de trabajos científicos existentes sobre este aspecto. Y, actualmente, no existe una prescripción definitiva sobre la mejor “dosis” exacta en el uso y exposición a la hipoxia, sobre todo en deportes de carácter intermitente y colectivo Bonetti describe ciertas discrepancias en el posible efecto del entrenamiento anaeróbico e intermitente (5).
El fútbol en altura está condicionado por una serie de estructuras (técnica, táctica, condicional, emotivo-volitiva, creativo-expresiva y socioafectiva). El rendimiento final de un jugador o un equipo no esta exclusivamente relacionado con variables fisiológicas, anatómicas o mecánicas, aunque si está muy influenciado por ellas (5).
Navarro (3) expone que el entrenamiento en situación de hipoxia es un método de entrenamiento muy intenso, destinado principalmente a especialidades deportivas en las que el rendimiento esta casi totalmente determinado por factores fisiológicos que condicionan las capacidades de resistencia, de carácter cíclico, de técnica no especialmente compleja y en deportistas de alto nivel y experiencia, para la preparación de una pocas competiciones de gran importancia (2-4 al año).
Sin embargo, analizando varios estudios científicos, nos podemos encontrar con ciertos aspectos que nos indicarían los beneficios de entrenar a fútbol en altura (5):
- Diversas investigaciones concluyen que con períodos cortos de exposición ya se aprecian mejoras en el rendimiento anaeróbico. Esta mejora se debería a una mayor contribución durante el entrenamiento de la vía anaeróbica en hipoxia, obteniendo una respuesta más eficiente a los procesos que limitan el ejercicio en ausencia de oxígeno.
- En fútbol, uno de los objetivos del entrenamiento, es ser capaz de mantener la intensidad en el tiempo, en las tareas que requieran un número de ejercicios mantenidos y/o repetidos (golpeos de balón, sprints repetidos…) y cuyo nivel de eficacia debe mantenerse hasta el último momento. El entrenamiento en hipoxia y las mejoras a nivel fisiológico que conlleva, puede tener efectos positivos sobre la capacidad de repetir determinados gestos deportivos.
- La mejora en la recuperación de la frecuencia cardíaca máxima en deportes de esfuerzo intermitente es primordial para la recuperación. Alverez-Herms J. (6) encontró mejoras en el índice de recuperación de la frecuencia cardíaca máxima desde ejercicio máximo en sujetos que entrenaron fuerza-resistencia en hipoxia intermitente (12 sesiones durante 4 meses a 2500 metros) respecto a los que entrenaron en normoxia.
Estos aspectos, nos hacen suponer que realizar una concentración en altura, pueden ayudarnos a mejorar el rendimiento, aún así, por las razones que he comentado anteriormente, en mi opinión, y con un equipo de fútbol, tendría muchas dudas sobre la idoneidad de realizarla.
En fútbol de alto nivel, en alguna temporada, nos podemos encontrar con una situación en la que la FIFA, por diferentes cuestiones, igual que ya ha determinado la celebración de un mundial en Qatar en el 2022, a pesar de las adversidades, coloquen algún tipo de competición en algún país en el que la altura sea determinante, y necesitemos realizar una concentración para adaptarnos a esa situación.
Competir en fútbol en altura y sin aclimatación previa reduce el desempeño físico y aumenta la percepción subjetiva del esfuerzo, pudiendo influir negativamente en la vertiente psicológica del deportista. Sin aclimatación, a medida que aumenta la altitud existen respuestas fisiológicas inmediatas (aumento de la frecuencia cardíaca y de la ventilación incluso en reposo) como mecanismo compensatorio. Además, el metabolismo anaeróbico aumenta su protagonismo y con ellos la utilización de glucógeno, tendiendo al agotamiento precoz de las reservas (5). Por este motivo es necesario tener en cuenta ciertas estrategias a nivel nutricional, farmacológico e incluso psicológico.
Otro aspecto en el que puede ser interesante la aplicación del entrenamiento en hipoxia (como se puede ver en la tabla 1), y que seguramente genere menos controversia, es en el campo de la rehabilitación y/o recuperación de estados de lesión e inactividad. El entrenamiento en hipoxia en periodos de recuperación o en jugadores lesionados puede resultar práctico como forma de mantener estados de forma más elevados o como medio para facilitar la reintroducción del jugador lesionado en la dinámica del grupo lo antes posible tras periodos de inactividad. En este aspecto, podría ser una herramienta muy útil.
Bibliografía sobre fútbol en altura
- El entrenamiento en condiciones espaciales. Termorregulación y altitud (Modulo 5.2). Nicolás Terrados Cepeda. Máster Alto Rendimiento Deportivo. Comité Olímpico Español.
- Metodología del entrenamiento para el desarrollo de la resistencia (Modulo 3.2). Fernando Navarro. Máster Alto Rendimiento Deportivo. Comité Olímpico Español.
- Navarro, F. J. P. (2003). El entrenamiento en hipoxia natural (entrenamiento en altura) en la preparación del jugador de fútbol. Lecturas: Educación física y deportes 9(67).
- Leicester, J. (2009). ¿Se puede jugar fútbol en altura de La Paz? Revista digital Semana.
- Álvarez-Herms, J., Julià-Sánchez, S., Urdampilleta, A., Corbi, F., & Viscor, G. (2012). Potenciales aplicaciones del entrenamiento de hipoxia en el fútbol. Apunts. Medicina de l’Esport.
- Álvarez-Herms, J., Julià-Sánchez, S., Corbi, F., Pagès, T., & Viscor, G. (2012). Changes in heart rate recovery index after a programme of strength/endurance training in hypoxia. Apunts. Medicina de l’Esport, 47(173), 23-29.
- Spielvogel, H., Vargas, E., Soria, R., Salinas, C., & Villena, M. (2009). Fútbol en altura en Bolivia. Cuadernos del Hospital de Clínicas, 54(1), 3-9.
excelente articulo, soluciona muchas dudas con relación al entrenamiento en altitud de los futbolistas .
Muchas gracias por tu comentario. Un saludo