En este artículo conocerás el funcionamiento del comportamiento humano y cómo la teoría del cerebro triuno te puede ayudar entrenar tu mente.
La conducta humana
El cerebro humano es el responsable de las conductas de los seres humanos. A lo largo del tiempo ha ido evolucionando y formando nuevas estructuras que le permiten ser más racionales.
Detrás del comportamiento y las conductas de los seres humanos hay un cerebro encargado de dar respuesta a los estímulos que recibe. Envía ordenes a las demás partes del cuerpo para ser ejecutadas.
Inés Merino (2016) plantea que el cerebro desde 150.000 años no ha presentado grandes evoluciones. Por lo tanto, la función principal del cerebro sigue siendo garantizar la supervivencia e integridad de la personal. Esto ocurría en la antigüedad, cuando el hombre salía de las cavernas y debía enfrentarse a fieras salvajes y cazar para conseguir sus alimentos
En la actualidad, cuando el hombre sale de su hogar, no se encuentra con fieras salvajes pero sí con la vida moderna dónde se se encuentra y enfrenta con otros humanos pudiendo reaccionar como el hombre de las cavernas, huyendo o atacando (1,2).
¿Has oído hablar del «Cerebro Triuno» de Paul MacLean?
La teoría del cerebro triuno hace referencia a la idea de que en el encéfalo humano habitan tres sistemas cerebrales distintos y que cada uno de ellos ha ido apareciendo de manera independiente y progresiva a lo largo de nuestro proceso evolutivo.
Esto significa que sea ha ido creando una capa sobre otra, donde las superiores son las más evolucionadas. Cada una de ellas trabaja de manera autónoma sin dejar de combinarse entre ellas y formando así el cerebro triuno.
El conjunto de los 3 sistemas del cerebro triuno son los encargados de determinar los pensamientos y conductas que mostramos en nuestro día a día (1,3).
El cerebro triuno: una visión holística del comportamiento humano
Según MacLean (1998), en su teoría del cerebro triuno, el cerebro se concibe como un sistema formado por tres subsistemas; el sistema reptiliano, el límbico y neocórtex, los cuales interaccionan permanentemente para la producción de la conducta.
Si tu eres capaz de conocer la base teórica podrás analizar e interpretar que está ocurriendo en tu cerebro comprendiendo así la forma de actuar ante el entorno. De este modo, podrás hacer un cambio de dentro (tu interior) hacía fuera (tu exterior).
Ahora bien, el autor plantea que el cerebro biológico se divide en 3 sistemas:
1. El Sistema Reptiliano; asiento de la inteligencia básica
Es encargado del «Quiero«. En esencia contiene el cerebro más primitivo, por tanto contiene los instintos primordiales del ser humano para logar la subsistencia, tales como, alimento, descanso, necesidades fisiológicas, atención e de instinto de supervivencia, caza y lucha.
Esta parte comienza a desarrollarse en el útero y está compuesto por las estructuras ubicadas en la parte inferior del nuestro encéfalo: los ganglios basales, el tronco encefálico y el cerebelo. Son las responsables del mantenimiento de las funciones necesarias para la supervivencia inmediata.
De este modo, el cerebro reptiliano es perezoso, egoísta y solo se preocupa de lo necesario para su mera supervivencia. Es la parte más desarrollada al nacer, lo cual, posee mucha coherencia, pues como niños necesitamos estar únicamente preocupados por nuestra hambre, nuestro descanso y las atenciones que recibimos.
Por tanto, para el cerebro reptiliano es indiferente cualquier otra experiencia que se aleje de conseguir de las necesidades básicas pues por sí mismo aun es vulnerable.Durante este proceso de búsqueda para alcanzar su objetivo, se irá desarrollando a través de la experiencia adquirida y en función de la que más haya funcionado, el cerebro límbico entrará en juego para repetir las conductas que mejor resultado han tenido (1,2).
2. El Sistema Límbico; asiento de la inteligencia emocional
Es el encargado del «¿Qué quiero?«. Siendo la más pequeña es el responsable de las emociones dónde se encuentran los valores y el pasado. Estaría basado en un sistema de evasión y atracción.
Por tanto, es encargado de la motivación y la emoción que sentimos al alimentarnos, al reproducirnos y al poner en marcha relaciones interpersonales, ya que es el responsable de la aparición de las emociones asociadas a cada una de las experiencias que se viven.
Los elementos claves del sistema límbico son la amígdala, el septo, el hipotálamo, la corteza del cíngulo y el hipocampo.
Su utilidad está relacionada con el aprendizaje. Si una conducta produce emociones agradables, tenderemos a repetirla o intentaremos cambiar nuestro entorno para que se produzca de nuevo, mientras que si produce dolor o desagrado recordaremos esa experiencia y evitaremos que se vuelva a dar de nuevo.
Por ejemplo, un alimento calórico que produzca placer al saborearlo será frecuentemente repetido, de la misma forma que comer un alimento que resulta desagradable de alguna forma será evitado en el futuro.
Aquí entra en juego el efecto Pigmalión, este ocurre cuando el refuerzo de una conducta humana produce placer y por tanto se produce con mayor facilidad. Este tipo de decisiones van a marcar nuestro desarrollo cognitivo y emocional.
Ahora bien, cuando empezamos a cuestionarnos por qué nos gusta lo que nos gusta o por qué no nos gustan ciertas cosas empezamos a desarrollar la tercera parte de nuestro cerebro triuno de una manera más racional.
3. El Sistema Neocórtex; asiento de la inteligencia racional
Es el encargado de responder al «¿Por qué lo quiero?«. Se le denomina la parte racional porque es dónde se encuentra la lógica. Es decir, en lugar de repetir o evitar ciertas conductas, experiencias y comportamientos, a partir de ahora se pregunta cuál es el sentido de estas.
Pretende dotar de significado a sus acciones independientemente de si éstas le aseguran o no la supervivencia, recibe o no recibe atención o le produce o no placer.
El cerebro neocórtex es el característico de los mamíferos más evolucionados como los primates (seres humanos). Ocupa la mayor parte del cerebro y se da en la parte prefrontal.
Esta parte del cerebro triuno sería el cerebro triuno reflexivo. El neocórtex es permeable a todo tipo de sutilezas provenientes del entorno y del análisis de nuestros propios actos.
Al igual que los músculos requieren de entrenamiento para desarrollarse y fortalecerse, así como de un periodo de tiempo prolongado para hacerlo, el neocórtex necesita ese entrenamiento y es voluntad (1,2,).
Entrenamiento del Neocórtex
Las decisiones que tomemos en contra de los intereses de los otros dos cerebros, en una lucha interior y fisiológica, son vitales para el desarrollo del cerebro neocórtex.
Así se mostraría una disputa entre todas las partes de tu cerebro triuno:
- Cerebro Reptiliano: «No quiero madrugar».
- Cerebro Límbico: «¡Qué placer me produce quedarme en la camita!».
- Cerebro Neocórtex: «Si madrugas te dará tiempo a leer y hacer ejercicio».
Las batallas contra el cerebro reptiliano y el límbico serán más duras cuanto mas jóvenes seamos, pues están en proceso de crecimiento. Por ello, estas etapas son fundamentales para su desarrollo pues serás más capaz de posponer el placer a corto plazo cuanto más entrenado se encuentre.
Como hemos visto en el ejemplo es el cerebro límbico (emocional) el que te convence para que te quedes un ratito más en la cama pues conoce muy de cerca todas tus debilidades.
Por supuesto que no está mal que decidas quedarte en la cama pero siempre siendo consciente de ello, tomando tu decisión desde el neocórtex.
Este sistema del cerebro triuno requiere de mucha atención, pues es el mayor manipulador, vendedor y seductor que podrá convencerte utilizando todo tipo de estrategias (2,5).
Actualmente, es imprescindible ser consciente en cada momento, pues estamos rodeados de información y estímulos que te mueves hacía tu cerebro triuno más emocional.
Un ejemplo de ello es el marketing, puesto que te venden ideas muy convenientes para una sociedad donde el consumismo constante es una realidad e interesa que te dejes llevas por impulsos y actúes lo menos posible bajo tu racionalidad (5).
¿Cómo te puede ayudar en tu día a día?
Teniendo en cuenta los pros y los contra de la teoría del cerebro triuno, lo importante es que te quedes con lo que a ti te funcione para el día a día. Ya cuentas con información de calidad, procésala y aplica lo que a ti te sea útil.
Aquí te dejo algunas de las aplicaciones más relevantes:
- Aprende a identificar cuando las decisiones provienen o no del neocórtex.
- No tomes decisiones a través del conductismo, sé más reflexivo.
- Se tu mismo el que tome las decisiones de tu vida.
- Cuestiona tus acciones a través de tus valores.
- No caigas en faltas ideas, plantéate tu rumbo para no perder el foco.
- Pregúntate por qué o para qué realizas tus acciones.
- Entrena tus funciones ejecutivas, en este artículo te contamos cómo hacerlo (6).
Conclusión: análisis de la teoría del cerebro triuno
Desde la neurociencia se defiende que las partes del cerebro triuno no aparecieron de forma ascendente como plantea el autor, si no más bien ya existían todas. Eso sí, fueron evolucionando todas pero en su conjunto. Además, esta estructura cerebral no fue la última en aparecer en la historia de la evolución surgiendo de este modo cierta controversia (3).
No obstante, se pueden extraer interesantes aplicaciones de la teoría del cerebro triuno:
- Abrió la puertas a nuevas visiones y teorías de la mente.
- Nuestra búsqueda de supervivencia tiene su sentido.
- Las emociones si importan y tienen un papel revelador.
- El cerebro aprende de manera integral pudiendo ser entrenado (6,7).
Ahora, es tu turno, puedes empezar a aplicarlo a partir de este momento con estas 2 claves:
- Empieza a ser más reflexivo.
- No te olvides del autoconocimiento.
El autoconocimiento te dará las herramientas para ser consciente en el desempeño de tu vida cotidiana.
Referencias bibliográficas
- Suárez, C. S., & Barrios, L. (2012). El cerebro triuno y la inteligencia ética: matriz fundamental de la inteligencia multifocal. Praxis, 8(1), 147-165.
- Vivar, P. (2022). Súper Sapiens: Cómo conocer la mente humana y desarrollar tus capacidades. Lunwerg Editores.
- Valentina, B. Cerebro triuno. ISO 690. Consultado el 18/11/2023.
- Bitácora. H. (2007). Cerebro triuno. La Soledad en un Rincón. Artículo arbitrado. Venezuela
- Castellanos, J.C.C. (2016). El Neuromarketing y su relación con la Jerarquía de las Necesidades de Abraham Maslow. Contribuciones a la Economía, 14 (1), 12. ISO 690.
- Mora, A.B. (2023): Funciones Ejecutivas del cerebro triuno ¿Cómo entrenarlas? Mundo Entrenamiento (ISSN 2444-2895).
- Mulsow, G. (2008). Desarrollo emocional: impacto en el desarrollo humano. Educação, 31 (01). 61-65. ISO 690.