¿Qué es la tendinitis del manguito rotador? Debemos saber antes que los tendones son estructuras anatómicas situadas entre el músculo y el hueso cuya función es transmitir la fuerza generada dando lugar al movimiento articular. Poseen un 30% de colágeno, 2% de elastina y un 68% de agua.
Los tendones están formados por 3 zonas a lo largo de su longitud: el punto de unión músculo-tendón, la unión con el tendón-hueso y la zona media o cuerpo del tendón.
Existe muy poca vascularización en el tendón y más en la zona media del tendón por tanto es una zona propensa a lesiones (un ejemplo claro es el tendón supraespinoso a 5 cm de su inserción).
El aporte sanguíneo del tendón aumenta durante el ejercicio y ante los procesos de curación, y se ve disminuido cuando es sometido a tensión o en determinadas zonas de fricción, torsión o comprensión. (2)
Tendinitis del manguito rotador
Según (Guillén, 2010), durante mucho tiempo las lesiones tendinosas por sobrecarga se denominaban tendinitis, pero ya desde hace unos años las lesiones tendinosas se basan en los hallazgos histopatológicos.
Por tanto se puede decir que la tendinopatía es el conjunto de patologías que afectan al tendón y a las estructuras que lo rodean, derivados de un mecanismo de sobrecarga. Los síntomas presentan 3 componentes: dolor, inflamación e impotencia funcional.
Según (3), podemos dividir las tendinopatías en:
- Paratendinitis: inflamación e hiperemia peritendinosa que se asocia con los tendones que se deslizan sobre una superficie ósea y que se relacionan con una tendinosis por el síntoma de inflamación.
- Tendinosis: proceso degenerativo intratendinoso por atrofia. Patología por sobrecarga. Puede ser consecuencia de la degeneración por la edad, por microtraumatismos de repetición o por problemas vasculares.
- Tendinitis: se usaba anteriormente para definir un síndrome clínico doloroso sin que existiera proceso inflamatorio. Por tanto, según los estudios actuales, solo deberíamos hablar de tendinitis cundo existiera inflamación en el tendón. Es una patología que suele aparecer en el contexto de enfermedades inflamatorias con afectación osteoarticular, se trata de una degeneración sintomática del tendón con rotura tendinosa y vascular con respuesta inflamatoria.
Podemos clasificar las tendinopatías según la evolución de la misma. Por tanto, las tendinopatías agudas son menos de 2 semanas; las subagudas de 4 a 6 semanas y las tendinopatías crónicas más de 6 semanas (2).
Estructura del hombro
Los componentes del hombro son tres huesos (húmero, clavícula y escápula), tres articulaciones (externo-clavicular, acromio-clavicular y gleno-humeral), con otra articulación especial entre la escápula y el tórax, y también hay que considerar una zona funcional que se conoce como espacio subacromial.
El manguito de los rotadores está compuesto por los tendones de cuatro músculos (supraespinoso, infraespinoso, redondo menor y subescapular), que se originan en la escápula y cuyos tendones se insertan en el troquín y el troquíter del húmero.
Todos ellos son músculos rotadores externos excepto el m. subescapular, que es un rotador interno (4).
La primera fuerza desestabilizadora del hombro es el músculo deltoides, que lleva la cabeza humeral hacia arriba. El manguito de los rotadores provee una estabilidad dinámica que mantiene la cinemática articular esferoidea en la posición adecuada.
Los músculos del manguito rotador se han descrito como rotadores y depresores de la cabeza humeral para estabilizar, empujando la cabeza contra la concavidad de la glenoides y dirigir, controlando activamente el fulcro durante el movimiento de la articulación gleno-humeral en la elevación del brazo (4).
El hombro y su riesgo de lesión en el balonmano
El hombro es una articulación con riesgo de sufrir lesiones en la práctica deportiva por su anatomía y por la gran movilidad que presenta ya que sus componentes estáticos y dinámicos se llevan al límite funcional y estructural.
Durante la práctica del balonmano, el hombro se somete a fuerzas y tensiones extremas, en especial en este deporte que implica muchas actividades repetitivas de lanzamiento o por encima de la cabeza.
Según (1) el atleta lanzador presenta cierto grado de hiperlaxitud de la cápsula anterior y una contractura de la cápsula posterior, las cuales son requeridas para efectuar este tipo de movimiento con el brazo por arriba de la cabeza.
Las estructuras que podemos encontrar involucradas en estas lesiones son: la clavícula, la articulación acromioclavicular, el acromion, el manguito rotador y la articulación glenohumeral con sus estabilizadores dinámicos y estáticos.
Para el atleta lanzador debe haber un movimiento sistemático y encadenado de todas las articulaciones para lograr el óptimo lanzamiento.
En la mayoría de los deportes, los estabilizadores estáticos y dinámicos son los que se encargan de limitar los movimientos.
Durante el lanzamiento en el balonmano el deportista somete al manguito rotador a esfuerzos para tratar de mantener la cabeza humeral centrada en la cavidad glenoidea y prevenir así su desplazamiento patológico debido a las fuerzas extremas que actúan en el hombro; de igual manera la escápula, el tronco y la columna lumbar son importantes.
Se requiere una alineación y movilidad suficientes para lograr la función glenohumeral adecuada, por lo que la falta de coordinación de estos elementos resulta en una falta de control del movimiento y un mayor riesgo de lesión (1).
Patologías que puede presentar un lanzador
A continuación analizamos las patologías que puede presentar un lanzador:
Pinzamiento
El manguito rotador se comprime contra las estructuras anteriores del arco coracoacromial, el tercio anterior del acromion, el ligamento coracoacromial y la articulación acromioclavicular, comprometiendo así la función del manguito rotador (1).
Inestabilidad del hombro
El atleta lanzador tiene una característica que es un aumento de la rotación externa y una disminución de la rotación interna, lo que provoca una contractura de la cápsula posterior y una relajación de la cápsula anterior y cuando el deportista tiene una pérdida de más de 25 grados de rotación interna se le conoce como hombro de riesgo (1).
Lesiones y tendininits del manguito rotador
Tendinitis del manguito rotador: Los deportistas que practican actividades con abducción y/o flexión de más de 90 grados presentan un trauma repetitivo.
Generalmente por una hiperlaxitud glenohumeral de la cápsula anterior, y como respuesta presentan una mayor tensión de la cápsula posterior.
Durante este movimiento, el manguito rotador mantiene la cabeza humeral en el centro de la glenoides, lo que lleva a un proceso inflamatorio, y a su vez esto disminuye la función del manguito rotador (1).
Factores de riesgo en las lesiones
El balonmano es uno de los deportes de colaboración oposición en el que según los estudios epidemiológicos existe una alta incidencia de lesiones deportivas.
Algunos de los factores estudiados que han resultado relevantes en el riesgo de lesión son las cargas de entrenamiento y el nivel de intensidad de los partidos; la superficie del terreno de juego y; el contexto específico de competición; la categoría deportiva o la edad.
Además destacamos también los factores fisiológicos como los desequilibrios de la fuerza muscular entre musculatura anterior y posterior o los factores biomecánicos como los déficits de la cadena cinética en la mecánica del lanzamiento (7).
Los Manguitos Rotadores. Su función es elevar y rotar el hombro, de allí su nombre. Las lesiones del manguito rotador son generalmente de origen degenerativo (o biológico) y en menor grado por rupturas debido a traumas, como uso excesivo, caídas o tracción (mecánicas).
Prevención de la tendinitis del manguito rotador
Como ya he mencionado anteriormente, los deportes en los que se lanza someten al hombro a un estiramiento importante para generar una aceleración violenta.
Los gestos violentos donde el hombro se eleva para preparar el movimiento son igualmente generadores de traumatismos.
La prevención consiste en reforzar los músculos antagonistas tales como por ejemplo: los rotadores externos, los músculos que permiten descender la articulación y los fijadores de los omóplatos.
Trabajo de Propiocepción para tendinitis del manguito rotador
La articulación glenohumeral es inestable, el movimiento de esta articulación es de desplazamiento sobre el eje de rotación que se traslada continuamente. Los músculos deben hacer la función que le dé estabilidad a la articulación.
Por tanto es de mera importancia la musculatura en la estabilización estática y dinámica del hombro utilizando así ejercicios de propiocepción.
-Ejercicios de fortalecimiento de los músculos estabilizadores de la escápula como el Serrato anterior. Antepulsión del hombro desde una posición decúbito supino con los brazos extendidos mirando hacia el techo.
-Ejercicios de cadena cerrada. Posición de tetrapedía, con la mano sobre una pelota, modifico la carga desplazando la pelota (abducción- adducción de hombro)
-Ejercicios de cadena cerrada. La mano sobre una pelota y está apoyada en la pared y con diferentes grados de flexión del codo, realizo movimientos estabilizadores (subir-bajar, derecha-izquierda, empujar…)
Ejercicios de movilización con modificación de componente inercial. Sujeto en el medio acuático, con un manguito, realiza movimientos propios de la articulación de hombro en diferentes direcciones.
Trabajo de flexibilidad
Ejercicios de elasticidad para aumentar o mantener (estiramientos estáticos- pasivos o activos balísticos) la amplitud de movimiento en los músculos implicados en los movimientos propios de la articulación de hombro y más propiamente del deporte (balonmano).
La carga de estiramiento del músculo dependerá de las funciones fisiológicas de cada deportista dependiendo también su posición dentro del terreno de juego, pues un tirador necesitará aumentar el rango de movimiento de la articulación.
Trabajo de fuerza específica de la musculatura implicada
Ejercicios que irán aumentando progresivamente para no generar una carga excesiva en nuestro deportista y de ese modo poder llevar a lesionarlo.
Se trata de incidir más específicamente en los músculos implicados en los movimientos propios del balonmano, en este caso el lanzamiento o los pases, puesto que nos centramos en la articulación del hombro. Músculos como el Serrato anterior y el trapecio superior.
Rehabilitación para tendinitis del manguito rotador
Campo que debe abarcar el fisioterapeuta con constante comunicación con el médico deportivo. Consiste en disminuir los signos y síntomas de la lesión, así como recuperar la amplitud de movimiento, la flexibilidad, la fuerza y la resistencia.
Durante la rehabilitación es importante mantener los niveles de condición física general y evitar la atrofia de la musculatura no implicada.
Para rehabilitar el tendón en deportistas experimentados hay que poner una carga de trabajo dosificada incidiendo primero en un trabajo isométrico seguido de fuerza analítica, después funcional, velocidad y por último hacer hincapié con la pliometría (5).
Readaptación de tendinitis del manguito rotador
Proceso de enseñanza-aprendizaje. El objetivo de la readaptación del deportista es incorporarse en el menor tiempo posible a la práctica deportiva en cuestión con garantías.
Se deben recuperar los niveles de condición física, poder ejecutar los gestos técnicos con seguridad y con la máxima estabilidad posible, estabilizar, reforzar y devolver la función de las estructuras lesionadas.
Por tanto, las fases de readaptación de un deportista son:
- Fuerza: mejora de los niveles generales
- Propiocepción y cinestesia específicas.
- Estabilización dinámica.
- Control reactivo neuromuscular.
- Control motor funcional.
- Reincorporación progresiva.
Bibliografía
- Cruz, F., Almazán, A., Pérez, F., Sierra, L., Villalobos, E., Ugalde, H. G., & Ibarra, C. (2009). Lesiones en el hombro ocurridas durante la práctica de deportes. Ene.
- Salinas, F. J., Nicolas, L., & MURCIA, F. Abordaje terapéutico en las tendinopatías. Federación Española de Medicina del Deporte (FEMEDE).
- Guillén, J. A. (2010). Terminología y clasificación de las tendinopatías. XX Jornadas Internacionales de Traumatología del Deporte, Tendón y Deporte. Murcia, España.
- Vence, M. L., & Campos, F. F. (2012). La rotura del manguito rotador: etiología, exploración y tratamiento. Trauma, 23(1), 39-56.
- Morral, A (2012). Asignatura tendinopatias, Máster en Entrenamiento Deportivo, Actividad Física y Salud. Facultad de Psicología, Ciencias de la Educación y del Deporte Blanquerna-Universidad Ramón Llull.Barcelona.
- Zafra, A. O., Redondo, A. B., & Tudela, M. L. (2011). Variables personales y deportivas y lesiones en jugadores de balonmano: un análisis descriptivo. E-balonmano.com: Revista de Ciencias del Deporte, 7(1), 27-38.
- Nicholl, J.P., Coleman, P. y Williams, B.T. (1995). The epidemiology of sports and exercise related injury in the United Kingdom. British Journal of Sports Medicine, 29(4), 232-238.
Ángela Soler Gil. Estudiante del Máster en Entrenamiento Deportivo, Actividad Física y Salud. Facultad de Psicología, Ciencias de la Educación y del Deporte Blanquerna-Universidad Ramón Llull.