El mundo científico ha intentado explicar el conocimiento desde el reduccionismo, descomponiendo las partes para intentar facilitar la comprensión de la materia. Producto de esto aparecen nuevas áreas de conocimiento con un alto grado de especialización. La ciencia se disecciona en diferentes campos de conocimiento.
¿Fragmentar para conocer?
Si pensamos en un deporte como el fútbol, necesitamos fragmentarlo en áreas de conocimiento (técnica, táctica, biológico, psicológico…), fragmentando y desvirtuándolo de lo que es el propio juego para intentar extraer desde el reduccionismo una comprensión del todo a través del estudio de sus partes.
¿Te imaginas describirle desde las partes (reduccionismo) a una persona que nunca ha visto un coche?
Difícilmente podría imaginarse que aspecto pudiera tener si solo lo analizamos desde el punto de vista del motor o de las ruedas…
A nivel biológico nos esta pasando exactamente lo mismo , citando a Natalia Balagué (1), la fatiga se puede estudiar desde una perspectiva fisiológica, biomecánica o psicológica o bien desde un punto de vista en el que se tenga en cuenta la conexión reguladora de los diferentes subsistemas orgánicos. Es decir entender que los diferentes sistemas implicados van a actuar de una manera dinámica y no lineal.
Las sinergias entre los subsistemas proporcionaran la integración dinámica del comportamiento y la aparición de nuevas propiedades. La causa-efecto no tiene lugar para la comprensión del juego. Dos jugadores serán mejores o peores pero nunca igual a sus partes. Pero esto, ¿a que se debe?
Muchos de los problemas que se posee en la comprensión del juego vienen por intentar comprender matemáticamente los componentes que se interrelacionan. Volviéndose casi imposible de tratar los datos y extraer una predicción de causa-efecto.
En busca de las sinergias en el fútbol
Uno de los principales problemas del entrenamiento radica en encontrar conexiones entre jugadores. Para ello es fundamental entender la estructura y la dinámica de las interacciones entre los jugadores. Las sinergias en el fútbol se producen de manera dinámica dentro de un espacio-tiempo determinado y con intensidades variables de aparición.
Una de las claves será encontrar esos patrones de conexión de mayor rendimiento para el equipo. La aparición de estos patrones se deberá realizar de manera coordinada con la finalidad de conseguir un objetivo común, unificando así las funciones de los jugadores.
Para que nuestros lectores nos entiendan, facilitaremos el siguiente ejemplo. Uno de los objetivos de la pretemporada es el de buscar estructuras y funcionamientos entre los jugadores que faciliten las interacciones en el juego. Pero cada jugador llega con una capacidad de interacción, jugadores con mayor capacidad de asociación, jugadores más cómodos con juego directo, etc. El entrenador a través de sus ejercicios buscara que emerjan comportamientos estables y coordinados que proporcionen eficacia y efectividad en el juego del equipo.
Un claro ejemplo es el del siguiente vídeo, cada metrónomo es colocado a una velocidad diferente, a través del dinamismo de la estructura de soporte los metrónomos van sincronizándose hasta que al final lo que se escucha es un sonido uniforme y totalmente coordinado.
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=L_Q1XHutqe0[/youtube]
Uno de los sueños de todo entrenador es que sus jugadores actúen de manera unificada y coordinada en sus distintos niveles. Como un único organismo.
Las sinergias en el fútbol son complejas y no lineales (2) actuando en un entorno de continua transformación. El jugador debe adaptar sus movimientos a las características del entorno, entorno en el que estarán sus compañeros, los rivales, el espacio de juego y el balón.
La autoorganización de las sinergias en el fútbol
Las sinergias en el fútbol se autoorganizan tal y como pasa con los metrónomos, siempre actuando bajo principios fundamentales del juego.
El entrenamiento debe ir enfocado hacia la coordinación interpersonal de los jugadores, más que hacia el entrenamiento de sus partes pensando que este tendrá su efecto sobre las interacciones de los jugadores.
En la imagen que se muestra a continuación destacamos las posibles zonas de interacción en un sistema de juego 1-4-1-4-1. El trabajo de los sub-sub-principios estaría más enfocado hacia el entrenamiento de las estructuras más pequeñas, en cambio una de las claves radica en los sub-principios. Principios de juego que establecen interacciones entre jugadores y autoorganizaciones entre sus pares con la finalidad de emerger patrones de comportamiento eficientes dentro de una manera de jugar.
Estas interacciones serán vivas y dependientes de las características cambiantes del entorno al que se le esta sometiendo a los jugadores que están estableciendo conexión.
Una de las claves del entrenamiento será la de construir comportamientos sincrónicos moldeables a la variabilidad y perturbaciones del juego.
Bibliografía
- Balagué, N. y Torrents, C. (2013). Unificar las ciencias del deporte. Revista Apunts, 114, 7-22.
- David, K. y Araújo, D. (2010).The concept of ‘ Organismic Asymetry’ in sport science. Journal of Sport Science and Medicine in Sport, 13(6),633-640.