La psoriasis es una afectación a nivel cutáneo que puede provocar enrojecimiento e irritación de la piel. La mayoría de las personas que sufren psoriasis presentan parches gruesos de color blanquecino con la piel roja y escamosa, llamadas escamas (1).
En el presente artículo analizaremos esta afectación y como podremos tratarla. Además, veremos como el ejercicio físico puede prevenir la aparición de la psoriasis.
¿Qué causa la psoriasis?
La psoriasis es una afectación común en la población y cualquier persona puede padecerla. Además, suele aparecer en edades comprendidas entre los 15 y los 35 años. Ésta no es contagiosa, por lo que no puede trasmitirse a otras personas, a pesar de ello, si parece tener cierta relación genética, ya que suele trasmitirse de padres a hijos. La comunidad médica defiende que puede deberse a un trastorno autoinmunitario. Esto sucede cuando el sistema inmunitario de nuestro cuerpo ataca por algún error y se inflama tejido corporal sano (1).
Digamos que una persona sin tener esta afectación, produce células cutáneas normales en lo profundo de la piel que suben a la superficie aproximadamente una vez al mes. En el momento en que una persona padezca psoriasis, este proceso se ocasiona de un modo mucho más rápido y las células cutáneas muertas se acumulan en la superficie de la piel de dicha persona (Figura 1).
¿Cómo la podemos prevenir y/o tratar?
No existe ninguna forma conocida de forma específica para prevenir la aparición de la psoriasis. Si bien es cierto que el hecho de mantener la piel limpia puede evitar desencadenantes específicos de la enfermedad. La comunidad científica y médica recomienda los baños y duchas de forma diaria para las personas que padecen de psoriasis (1).
Existen tres opciones de tratamientos cuyo objetivo es controlar los síntomas y prevenir infecciones:
- Tratamientos tópicos: cremas, lociones, champús para la piel…
- Tratamientos generalizados y/o sistémicos: pastillas o inyecciones que afectan a la respuesta inmunitaria del cuerpo.
- Fototerapia: en donde se emplea la luz como instrumento para tratar esta afectación (1).
Pero… ¿Puede el ejercicio ayudarnos a prevenirla?
Para establecer una atención y tratamiento eficaz a los pacientes con psoriasis, los investigadores están estudiando cómo el estilo de vida y el ejercicio puede afectarles en su enfermedad.
Los resultados recientes muestran que las personas que padecen psoriasis tienen más probabilidades que la población general a tener sobrepeso, fumar y llevar un estilo de vida más sedentarios, además de tender a consumir más alcohol. Estos resultados puede que sean menos sorprendentes dado el impacto emocional que la psoriasis puede tener en la vida de una persona. Algunos informes médicos detallan incluso baja autoestima y depresión entre este colectivo poblacional (1).
El hecho de que no tengamos hábitos saludables puede ocasionar una serie de factores relacionados con esta afectación:
- Aumenta el riesgo de desarrollarla.
- Aumenta la severidad de la psoriasis.
- Disminuye la eficacia del tratamiento.
- Aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes y otras (2).
Las personas que viven con psoriasis tienden a tener sobrepeso. Este aumento de peso por lo general se produce luego de la aparición de la psoriasis. Sin embargo, los investigadores no saben si hay un vínculo genético entre la obesidad y la esta afectación cutánea.
Varios estudios encontraron que la obesidad no parece desencadenar la aparición de esta afectación. Pero el exceso de peso u obesidad si puede aumentar la gravedad y reducir la efectividad del tratamiento (2, 3).
- Aumenta la gravedad: varios estudios han encontrado que los pacientes con sobrepeso u obesidad tienen psoriasis más grave. Algunos investigadores confirman esta conclusión, indicando que los pacientes obesos son más propensos a tener psorisasis severa en comparación con los pacientes con psoriasis no obesos. Además, encontraron que la psoriasis era más común entre los pacientes con obesidad mórbida (2, 3).
- Disminuye la eficacia del tratamiento: un ensayo clínico que evaluó las respuestas de los pacientes, encontró que los pacientes obesos tenían menos probabilidades de alcanzar los niveles de respuesta al tratamiento (2, 3).
Conclusión
Por lo tanto, los resultados de los estudios sugieren que los cambios en los estilos de vida pueden reducir la gravedad de la psoriasis y aumentar la eficacia del tratamiento de esta afectación, además de disminuir el riesgo de desarrollar otras afectaciones que amenacen nuestra esperanza de vida.
Como en otros trastornos crónicos, el hecho de no mantener un estilo de vida saludable (no realizar ejercicio físico, fumar, consumo de alcohol…) puede agravar la psoriasis (4, 5, 6). Si realizamos modificaciones en el estilo de vida podremos reducir la prevalencia y la severidad de dicha afectación (7).
Bibliografía
- Medline Plus. (2014). Psoriasis. Recuperado [en línea] el 14/12/2014 del siguiente enlace.
- Herron MD et al. (2005). Impact of Obesity and Smoking on Psoriasis Presentation and Management. Archives of Dermatology, 141(12):1527-33.
- Mease PJ et al. (2006). Quality-of-life issues in psoriasis and psoriatic arthritis: Outcome measure and therapies from a dermatologic perspective. Journal of the American Academy of Dermatology, 54(4):685-704.
- Mills CM, Srivastava ED, Harvey M, et al . (1992). Smoking habits in psoriasis: a case control study. Br J Dermatol, 127(1):18-21
- Naldi L, Parazzini F, Brevi A ,et al. (2000). Family history, smoking habits, alcohol consumption and risk of psoriasis. Br J Dermatol, 127(3):212-7.
- Raychaudhuri SP; Gross, J . (2000). Psoriasis risk factors: role of lifestyle practices Cutis, 66(5): 348-52.
- Higgins, E . (2000). Alcohol, smoking and psoriasis. Clin Exp Dermatol, 5(2): 107-10.