Analizamos por qué deberíamos calentar tras el descanso de un partido de fútbol.
Se asume de forma generalizada que antes de realizar una actividad física es necesario realizar un buen calentamiento (1) ya sea para afrontar un entrenamiento o una competición (2).
Este calentamiento debe estar compuesto por ejercicios adecuados que preparen las diversas funciones orgánicas, nerviosas y psicológicas del deportista para poder alcanzar un buen rendimiento óptimo posterior (3).
Siguiendo estas consideraciones, el calentamiento podría definirse cómo “la rutina previa a la realización de ejercicio físico que busca preparar al atleta para rendir al máximo durante el entrenamiento y/o la competición” (2).
Efectos del calentamiento
Entre los efectos beneficiosos que se derivan de la realización de un correcto calentamiento, podemos destacar los siguientes (4):
- Aumento de la frecuencia cardiaca, el volumen sistólico y el riego sanguíneo.
- Aumento de la frecuencia respiratoria.
- Aumento de la temperatura corporal.
- Afinamiento de la coordinación motriz específica del deporte.
- Aumento de la concentración, atención y motivación del deportista.
- Mejora de la prevención de lesiones. En concreto aquellas cuyo mecanismo de producción son las elongaciones o acciones explosivas, como los calambres, distensiones y roturas fibrilares.
Sin embargo, a pesar de que está aceptada la necesidad de calentar tras el descanso y los beneficios que ello reporta, en los deportes colectivos nos encontramos con que en los partidos están divididos por un tiempo de descanso con una duración habitual de unos 15 minutos.
De esta forma, cuándo un jugador se dispone a disputar la segunda parte del partido lo hace tras pasar por un periodo de inactividad. Por ello ¿es necesario volver a calentar tras el descanso?.
Calentar tras el descanso: efectos del tiempo de descanso sobre la forma física
En primer lugar, para comprobar los efectos que tiene el tiempo de descanso sobre la forma física de los jugadores, acudimos al estudio realizado por Lovell, Barrett, Portas y Weston (5).
Estos autores trataron de determinar el ritmo de trabajo de los jugadores de fútbol inmediatamente después de pasar por el tiempo de descanso de una forma pasiva.
Para ello compararon las distancias totales, distancias a baja velocidad (0-14.9 km/h) y distancias a alta velocidad (15-35.5 km/h) recorridas por los jugadores en los 15 minutos siguientes a la reanudación de los partidos con respecto a la primera mitad, obteniendo que se produce una reducción significativa en las tres variables.
Asimismo, al comparar las variables utilizando periodos de 5 minutos, los investigadores observaron que dicha reducción era aún más significativa en los primeros 5 minutos de la segunda parte (Figura 1).
Efectos de calentar tras el descanso
En un reciente estudio realizado por Edholm, Krustrup y Randers (6) se demostró que calentar tras el descanso mejoraba el rendimiento físico de los jugadores.
Para ello, estos autores establecieron un protocolo de calentamiento formado por 7 minutos de descanso pasivo (para recuperarse, rehidratarse y escuchar las instrucciones del entrenador) y 7 minutos en los que se efectuaba un trote de intensidad baja/moderada y ejercicios calisténicos al 70% de la frecuencia cardiaca máxima.
El estudio consistió en comparar la capacidad de salto y de realización de sprints tras el descanso, en un equipo que seguía este protocolo y otro que seguía el tradicional descanso pasivo.
Cómo resultado, los investigadores concluyeron que, si bien en ambos grupos se daba un descenso tanto en el sprint como en el salto, el equipo que seguía este protocolo (RW) atenuaba estas pérdidas en mayor medida que el que no lo hacía (CON) (Figura 2).
De esta forma, el calentar tras el descanso se antoja necesario, ya que se ha demostrado que afrontar el descanso de una forma totalmente pasiva va a perjudicar nuestro rendimiento inmediatamente posterior en el momento de reanudar el partido.
Sin embargo ¿es esto posible?.
Estrategias utilizadas en el tiempo de descanso
En el estudio realizado por Towlson, Midgley y Lovell (7) se concluyó que, de forma habitual, el tiempo de descanso durante los partidos se destina a realizar ajustes tácticos, ejecutar las atenciones médicas necesarias, efectuar una ingestión de nutrientes e intercambiar conversaciones entre jugadores y cuerpo técnico.
Además se constató que, a pesar de que la mayoría de los participantes reconocían los beneficios fisiológicos que se derivan de calentar tras el descanso, los entrenadores se muestran reacios a la idea de sacrificar tiempo para su realización, ya que la prioridad son las charlas tácticas y la dirección del equipo.
Conclusiones: calentamiento breve e intenso
Con todo lo expuesto hasta aquí, nos encontramos con que el tiempo del que podemos llegar a disponer para tratar de poner a punto a los jugadores tras el descanso es muy breve, en concreto de unos 3 minutos (7).
Es por ello que el protocolo de calentamiento debe ser rápido y ajustarse a estos tiempos.
En esta línea, se ha demostrado que el realizar un calentamiento de alta intensidad y corta duración, compuesto por 5 RM en prensa de piernas seguido de 3 minutos de juego reducido, repercute de forma beneficiosa en los jugadores, ya que mejora tanto el rendimiento físico cómo la habilidad con balón (8).
Como conclusión, se debería informar tanto a los entrenadores como a los jugadores sobre los beneficios de efectuar un calentamiento en los descansos de los partidos (9).
Concretamente, el establecer un protocolo breve pero intenso seguido de un juego reducido se ha mostrado como una buena medida, en la cual además no hay que invertir mucho tiempo, y por lo tanto no se interfiere de forma significativa en la labor del entrenador.
Bibliografía
- Cantos, M., y Amar, J.R. (1991). Concepto y procedimiento del calentamiento en el deporte. Tavira: Revista de Ciencias de la Educación, (8), 201-208.
- Pérez-López, A., y Valadés, D. (2013). Bases fisiológicas del calentamiento en voleibol: propuesta práctica. Cultura, ciencia y deporte: revista de ciencias de la actividad física y del deporte de la Universidad Católica de San Antonio, (22), 31-40.
- Gálvez, P., Tapia, A., y Jurado, A. (2013). Influencia del estiramiento en el calentamiento para el salto y la velocidad. Riccafd: Revista Iberoamericana de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, 2(2), 28-37.
- Blázquez, D. (2004). El calentamiento: Una vía para la autogestión de la actividad física. Barcelona: Inde.
- Lovell, R., Barret, S., Portas, M., y Weston, M. (2013). Re-examination of the post half-time reduction in soccer work-rate. Journal of Science and Medicine in Sport, 16(3), 250-254.
- Edholm, P., Krustrup, P., Randers, M.B. (2015). Half-time re-warm up increases performance capacity in male elite soccer players. Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sport, 25, 40-49.
- Towlson, C., Midgley, A.W., y Lovell, R. (2013). Warm-up strategies of professional soccer players: practitioners’ perspectives. Journal of Sports Sciences, 31(13), 1393-1401.
- Zois, J., Bishop, D.J., Ball, K., y Aughey, R.J. (2013). High-Intensity Re-Warm-Ups Enhance Soccer Performance. International Journal Of Sports Medicine, 34(9), 800-805.
- Yiannis, M. (2014). Performance and half time re-warm up in soccer. International Journal of Sports Studies, 4(11), 1317-1321.
Lo pondré a prueba conmigo mismo.