¿Es el cupping realmente eficaz como terapia alternativa? En este artículo trataremos de explicar en qué consiste el cupping, también llamada terapia con ventosas.
Este tipo de terapia forma parte de la medicina tradicional y alternativa, por lo que muchos de sus beneficios no están respaldados por la ciencia y el método científico (1).
A pesar de esto, el uso de este tipo de técnicas es amplio entre la población general y algunos deportistas de alto rendimiento.
¿Qué es el cupping o terapia con ventosas?
La terapia con ventosas se denomina con el término inglés cupping, que deriva de cup cuyo significado es taza (2).
Las ventosas son un antiguo y tradicional método terapéutico, que consiste en succionar en determinados puntos del cuerpo con ventosas, vasos, tazas o instrumentos similares.
Esta succión desbloquea los nódulos energéticos obstruidos, regula el flujo vital y ayuda a eliminar toxinas.
El cupping está integrado en la medicina tradicional que surge en China hace varios siglos con el objetivo de curar enfermedades, aunque su origen es muy antiguo (13).
Esta terapia se empieza a aplicar en Europa y América a principios del siglo XIX (2).
¿Por qué el cupping se considera una terapia alternativa?
El cupping es considerada una pseudociencia, es decir, una falsa ciencia que es presentada como científica, pero que no sigue un método científico válido, no puede ser comprobada de forma fiable y/o carece de estatus científico.
Su principal tesis es que los efectos que tienen estas técnicas no tienen nada que ver con la terapia en sí, sino con el efecto placebo que generan por la creencia del paciente en que se curará (1).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que la medicina tradicional y complementaria es una práctica que se lleva a cabo en todo el mundo, y que cada vez atrae a un mayor número de gente, por lo que es favorable a regular las prácticas y los productos que se demuestren seguros, eficaces y respaldados científicamente (4).
En España cerca del 20% de la población afirma haber utilizado alguna vez una terapia alternativa (1).
A pesar de esto, los estados miembros de la OMS reconocen problemas para su regulación relativos a la seguridad y calidad de los productos y servicios, la calificación de los profesionales y sobre la metodología para incorporarla en la atención primaria.
También existen dificultades a la hora de controlar y reglamentar la publicidad tanto de los productos como de las afirmaciones de la medicina tradicional y complementaria.
¿En qué consiste el cupping?
Los métodos antiguos consistían en quemar sustancias como algodón mojado con alcohol y aplicar la ventosa inmediatamente para evitar quemar al enfermo. De esta forma se provoca la absorción del oxígeno interno creando un efecto de vacío y succión (3).
Actualmente las ventosas más usadas son de plástico o de cristal y se utilizan junto a modernos aparatos que crean un vacío en el interior sin necesidad de combustión.
Formas de aplicación
A partir de la técnica tradicional se han desarrollado diferentes formas de aplicación, entre las que destacan (5,6):
- Ventosa fija: consiste en la aplicación de una o varias ventosas sobre la piel de manera fija durante un lapso de 5 a 10 minutos, retirándose cuando la piel se torna de un color rojo azulado.
- Ventosa de barrido: consiste en realizar barridos con la copa para abarcar una superficie más amplia. Es necesaria la lubricación de la piel del área que se quiere tratar.
- Wet cupping: esta variante consiste en realizar una incisión cutánea en el área donde se realiza el tratamiento. Tiene como objetivo drenar la sangre de la zona afectada.
¿Es el cupping realmente eficaz?
La técnica del cupping ha sido ampliamente investigada, pero como se señala en diferentes revisiones y metaanálisis, muchos de esos estudios tienen muchas limitaciones, lo que provoca la imposibilidad de llegar a conclusiones claras. Son necesarias más investigaciones y de mayor calidad metodológica (7,8,9,10,11,12).
Teóricamente las principales acciones que provoca esta técnica son el drenaje de líquidos, el estiramiento de músculos y tejido conectivo, el incremento de circulación sanguínea favoreciendo la limpieza de toxinas y la eliminación de la congestión muscular (2,6).
Las personas que podrían beneficiarse de estos efectos serían aquellas que padecen dolores musculares, inflamación en tejidos y articulaciones, fibromialgia y/o problemas circulatorios (2).
Sin embargo, pocos de los supuestos beneficios del cupping están realmente respaldados científicamente:
- La terapia con ventosas no tiene beneficios para tratar la hipertensión (8).
- El tratamiento con cupping de la osteoartritis de la rodilla tiene una evidencia muy débil señalándose que son necesarias más investigaciones y de mayor calidad (9).
- No se han encontrado beneficios de esta técnica en la rehabilitación de enfermedades cerebrovasculares (10).
- En relación con el tratamiento del dolor, se sugiere alguna evidencia de la eficacia de las ventosas en el manejo del dolor. Sin embargo, son necesarias más investigaciones y con mayor calidad metodológica, ya que las actuales no permiten concluir con certeza si influyen o no (11).
- En combinación con otras técnicas, el cupping tiene mayores beneficios sobre otros tratamientos para el acné, la parálisis facial, la espondilosis cervical y el herpes zóster. Sin embargo, se concluye que son necesarias más investigaciones con mayores muestras para dibujar una conclusión. (7).
- Para el tratamiento del dolor crónico lumbar, el cupping parece que puede tener beneficios ya que disminuye los puntajes de intensidad del dolor. La alta heterogeneidad y la calidad metodológica de los estudios limitaron las conclusiones obtenidas (12).
Complicaciones y lesiones derivadas del cupping
La terapia con ventosas puede crear complicaciones y/o lesiones en los siguientes grupos o circunstancias (6):
- Está prohibido en personas que padezcan enfermedades hematológicas como hemofilia, leucemia, anemia y/o trombocitopenia.
- No se recomienda colocar las ventosas en áreas alérgicas o ulceradas, en áreas con grandes vasos sanguíneos o aglomeración de ganglios linfáticos.
- Se desaconseja usar las ventosas en mujeres embarazadas o durante la menstruación.
- No es aconsejable usar el cupping en tumores localizados, en traumas o fracturas, en cicatrices recientes o en zonas genitales.
La aplicación de esta técnica de forma incorrecta puede crear áreas circulares de eritema y equimosis en las que destaca la presencia de ampollas rellenas de contenido hemático (6).
Conclusiones
- A pesar de la tradición y del número de personas que se tratan con esta técnica, muchos de sus beneficios no están demostrados científicamente. Únicamente se sugieren algunos beneficios para tratar el dolor, el acné, la parálisis facial, la espondilosis cervical y el herpes zóster (7,11,12)
- Son necesarios más estudios científicos y de mayor calidad metodológica para llegar a conclusiones más claras sobre sus beneficios (7,8,9,10,11,12)
- Por ello el cupping es considerado actualmente una terapia alternativa por su insuficiente evidencia científica (1).
- Al no haber una regulación específica en España, puede ser realizada por cualquier persona y en cualquier local abierto al público (13).
- Esta técnica no es aconsejable en determinadas circunstancias ya que puede generar diversas complicaciones (6).
Referencias bibliográficas
- Caballo, V. E., & Salazar, I. C. (2019). Ingenuos: El engaño de las terapias alternativas. Siglo XXI de España Editores.
- Villagómez Ibarra, L. A. (2015). La técnica cupping como complemento en el tratamiento fisioterapéutico de la cervicalgia mecánica en el personal administrativo de la Pastoral Social Caritas Ambato (Bachelor’s thesis, Universidad Técnica de Ambato-Facultad de Ciencias de la Salud-Carrera de Terapia Física).
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- Fernández-Hijicos Escribano, L. Terapias alternativas: el cupping y los fisioterapeutas. Enlace.