La crema de coco es un alimento natural elaborado a partir de coco y agua que presenta una concentración de materia grasa de entre el 21 y el 25 %. Se trata de un producto nutritivo con cierto sabor dulce.
Cuenta con una textura espera y cremosa y se suele utilizar para elaborar postres, dado su contenido en lípidos. Ahora bien, existe también la opción de emplearlo en la preparación de platos salados, como el curry.
Además, existen diferentes variedades de crema de coco en el mercado. Es posible adquirir un comestible enriquecido desde el punto de vista proteico, lo que podría resultar especialmente útil para complementar la dieta cetogénica. Incluso en el contexto de una pauta flexible tendría sentido la inclusión de dicho alimento. Aporta nutrientes de mucha calidad.
¿Cuál es el valo nutricional de la crema de coco?
Como norma general la crema de coco es capaz de aportar unas 330 calorías por 100 gramos de alimento. La mayor parte de la misma procede de la grasa, ya que contiene unos 35 gramos por cada 100.
La mayor parte de estos lípidos son de tipo saturado. Aunque esto no es una mala noticia. A día de hoy se ha descartado la hipótesis de que este elemento genere un incremento en el riesgo cardiovascular (1).
Desde el punto de vista de las vitaminas, la crema de coco concentra en su interior una pequeña dosis de vitamina C y otra de vitamina B9.
Presenta también varios minerales esenciales. Son el calcio, el hierro, el potasio, el fósforo y el sodio. Sin embargo, su contenido no es elevado. Puede venir bien para garantizar que se mantiene el equilibrio electrolítico, pero no para lograr satisfacer las necesidades diarias de dichos elementos.
¿Cuáles son los beneficios de la crema de coco?
El consumo regular de crema de coco podría generar una serie de beneficios para la salud. Cuenta con una cierta capacidad antiviral, por lo que podría ayudar a reducir la incidencia de ciertas patologías infecciosas.
También los ácidos grasos que contienen ayudan a evitar los problemas de garganta, como la inflamación y el dolor.
Por otra parte, la ingesta regular de una cierta cantidad de lípidos saturados podría resultar positiva para acelerar el metabolismo. Eso sí, es importante que los consumidos sean de tipo cis.
Si se someten a procesos térmicos agresivos se generará un cambio en la configuración especial de los ácidos grasos, transformándose a tipo trans. Estos incrementan los niveles de inflamación en el medio interno y producen enfermedades (2).
Asimismo, la crema de coco puede presentar ciertas aplicaciones a nivel tópico. Se puede aplicar sobre la cara para mejorar la limpieza y favorecer una buena hidratación. Sobre todo resultará de utilidad en el caso de las pieles secas. Hay que destacar que la crema de coco concentra mucha agua en su interior, elemento mayoritario en el tejido externo del organismo.
Además, el consumo oral de la crema de coco también podría tener un beneficio sobre la belleza. Hablamos de un alimento que supone una fuente de antioxidantes.
Dichos elementos neutralizan la formación de los radicales libres y su posterior acumulación en los tejidos del organismo, lo que resulta en un envejecimiento más lento (3).
Crema de coco con proteínas
Como hemos comentado, es posible encontrar crema de coco enriquecida con proteínas en diferentes tiendas de suplementación o de alimentación deportiva.
En este caso el alimento gana desde el punto de vista de la densidad nutricional. Supone un comestible bajo en carbohidratos, por lo que podría incluirse en la pauta como sustituto de la mantequilla en el café cetogénico.
Resulta excelente para los refrigerios, pudiendo combinarse con otros productos como los frutos secos. Ahora bien, su contenido en energía sigue siendo elevado.
Hay que tener esto en cuenta de cara a plantear una dieta equilibrada, evitando la ganancia de peso graso. De lo contrario podría ponerse en peligro el estado de salud con el paso del tiempo.
También conviene destacar que es clave observar el etiquetado antes de adquirir una crema de coco con proteínas en su interior.
Muchas veces se comercializan con diferentes sabores, lo cual implica la adición azúcar o de edulcorante artificial. No es positivo abusar de ninguno de estos dos elementos, ya que podrían impactar negativamente sobre el funcionamiento del metabolismo (4).
¿Cómo cocinar con crema de coco?
La leche de coco es un ingrediente fundamental en muchas recetas de origen asiático. En ocasiones puede sustituirse dicho producto por crema de coco, sobre todo para la elaboración de salsas. Se conseguirá así una textura bastante más densa, pero que puede mejorar las características organolépticas de ciertos platos.
Incluso cabe la opción de mezclar la leche y la crema de coco para obtener una textura semisólida más suave. El contenido en nutrientes de la preparación será superior, aunque también la densidad energética de la misma.
Este tipo de estrategia nutricional, incluyendo salsas de buena calidad en las elaboraciones, puede resultar eficiente cuando el objetivo es promocionar la ganancia de masa muscular, ya que se necesita un entorno hipercalórico.
¿Cómo se conserva la crema de coco?
La crema de coco es un alimento con una vida útil bastante larga, pero debe conservarse siempre de manera adecuada. Lo ideal es que se mantenga en un recipiente de cristal bien cerrado.
Puede introducirse en el refrigerador e incluso congelarse. En este último caso aguantará sin mayor problema hasta 6 meses. Eso sí, a la hora de descongelarla habrá que mantenerla en el frigorífico durante al menos 24 horas antes de utilizarla.
¿Dónde comprar crema de coco?
Como has podido comprobar, la crema de coco es un alimento considerado como saludable que se puede incluir en el contexto de la dieta regular.
Tanto su consumo como su aplicación sobre la piel provoca una serie de beneficios para la salud. Eso sí, es importante que se introduzca en una pauta equilibrada y variada para evitar así un déficit de nutrientes que condicione la eficiencia de la fisiología.
Para terminar, recuerda que cuando el objetivo es evitar el desarrollo de patologías complejas conviene asegurar una serie de buenos hábitos, además de mejorar la dieta. Es clave realizar ejercicio físico de manera diaria, haciendo énfasis en el trabajo de fuerza.
Referencias bibliográficas
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- Islam, M. A., Amin, M. N., Siddiqui, S. A., Hossain, M. P., Sultana, F., & Kabir, M. R. (2019). Trans fatty acids and lipid profile: A serious risk factor to cardiovascular disease, cancer and diabetes. Diabetes & metabolic syndrome, 13(2), 1643–1647. https://doi.org/10.1016/j.dsx.2019.03.033
- Liguori, I., Russo, G., Curcio, F., Bulli, G., Aran, L., Della-Morte, D., Gargiulo, G., Testa, G., Cacciatore, F., Bonaduce, D., & Abete, P. (2018). Oxidative stress, aging, and diseases. Clinical interventions in aging, 13, 757–772. https://doi.org/10.2147/CIA.S158513
- Freeman, C. R., Zehra, A., Ramirez, V., Wiers, C. E., Volkow, N. D., & Wang, G. J. (2018). Impact of sugar on the body, brain, and behavior. Frontiers in bioscience (Landmark edition), 23, 2255–2266. https://doi.org/10.2741/4704
