En este artículo exploramos la contaminación lumínica con todas las variables que influyen en ella, entre las que se encuentran las propias fuentes de contaminación lumínica, los efectos que produce en los ecosistemas y la salud de las personas, y la normativa que se está aplicando actualmente y lo ejemplificamos con tres casos actuales.
¿Qué es la contaminación lumínica?
La contaminación lumínica es la introducción de la luz artificial, creada por el hombre, para el entorno nocturno y cuyo problema se remonta a los últimos años del siglo XIX, y con ello a la introducción de la luz eléctrica. Éste hecho marcó tanto el inicio de la era moderna como el de la urbanización (1).
La contaminación lumínica se refiere al brillo excesivo o intrusivo de fuentes de luz artificiales en la noche, especialmente en áreas urbanas, que afecta adversamente el entorno natural y los ecosistemas, así como la salud humana y la observación astronómica.
Este tipo de contaminación se produce por el uso inadecuado de iluminación artificial, incluyendo luces de calles, edificios, anuncios publicitarios y otros, que no están adecuadamente dirigidas o blindadas. Los efectos de la contaminación lumínica incluyen:
- Alteración de los ecosistemas: La luz artificial puede desorientar a los animales nocturnos, afectar los patrones migratorios de las aves, alterar los ciclos reproductivos y de alimentación, y tener otros impactos negativos en la fauna.
- Efectos en la salud humana: La exposición excesiva a la luz artificial durante la noche puede interferir con los ritmos circadianos humanos, lo que puede llevar a problemas de sueño, aumentar el riesgo de obesidad, depresión, e incluso algunos tipos de cáncer, como el de mama y próstata.
- Obstaculización de la investigación astronómica: La contaminación lumínica dificulta la observación del cielo nocturno, limitando la visibilidad de estrellas y otros cuerpos celestes para astrónomos profesionales y aficionados.
- Desperdicio energético: Mucha de la luz que contribuye a la contaminación lumínica es desperdiciada, ya que se emite hacia el cielo en lugar de dirigirse hacia donde es necesaria. Esto no solo tiene implicaciones económicas por el gasto innecesario de energía, sino también ambientales, al incrementar la demanda de fuentes de energía que pueden contribuir al cambio climático.
Para combatir la contaminación lumínica, se pueden tomar varias medidas, como el uso de iluminación más eficiente y dirigida, la implementación de normativas que limiten el exceso de luz artificial y la promoción de una mayor conciencia sobre los impactos de este tipo de contaminación.
Fuentes de contaminación lumínica
- Luminosidad comercial. La iluminación de anuncios y escaparates está agravando la contaminación lumínica en zonas comerciales y urbanas. La competencia por capturar la angustiada atención visual de los viandantes, trasladada al terreno de lo lumínico, intensifica la ofensiva de luces y la extensión de su alcance, en un perfeccionamiento continuado del problema.
- Iluminación residencial. Además de los propios sistemas de iluminación y los aparatos de iluminación utilizados en las casas, que contribuyen de manera muy significativa, hay que añadir los sistemas exteriores de seguridad y los adornos navideños y otros, que trasladan la contaminación lumínica, extendida desde el interior de las viviendas por obra de éstas, al ambiente exterior.
- Industria. La necesidad de una luz intensa y constante para las operaciones industriales, que no es que sea crucial para que éstas sean posibles, es que la demanda de luz intensa y constante su luz, tan necesaria para su producción, su mantenimiento y su supervivencia, incide en la contaminación lumínica. Al hacerlo, altera los ciclos naturales, no adaptándose a las horas de luz natural, y afecta, a su vez, a los hábitats de las especies silvestres, contribuyendo así especialmente a la afectación de la biodiversidad.
Protegerse de la Luz Azul: ¿Qué podemos hcer?
Ahora, conociendo los posibles efectos negativos de la luz azul, seguramente te estarás preguntando qué puedes hacer para proteger tu organismo.
- Limita la exposición nocturna: Evita el uso de dispositivos electrónicos 2-3 horas antes de ir a dormir. Si no puedes, al menos activa el modo nocturno en tus dispositivos.
- Utiliza gafas luz azul: Si pasas mucho tiempo frente a la pantalla, considera el uso de gafas que bloqueen la luz azul.
- Haz pausas frecuentes: Aplica la regla 20-20-20. Cada 20 minutos, mira algo a 20 pies de distancia durante al menos 20 segundos.
«El cuidado de nuestros ojos y nuestra salud en general es fundamental, ¡No lo olvidemos!»
- Mejora tu sueño: desbloquea el sueño nocturno profundo restaurador y despierta más renovado con la tecnología de eliminación del espectro de luz azul (BLSE) de THL SLEEP; usa las gafas de bloqueo de luz azul ámbar antes de acostarte, y apoyarán tu sueño con un 99.5% de bloqueo de luz azul.
- Protege tus ojos: obtén el máximo rendimiento con las primeras lentes de bloqueo azul ámbar hechas de nailon, el material de lente más premium; estas lentes avanzadas protegen instantáneamente tus ojos de la luz azul dañina mientras dejan entrar las máximas cantidades de luz segura para una claridad increíble; reforzadas con revestimientos antirreflectantes y antirreflejos.
- Horus X es una marca de gafas que se especializa en la protección contra la luz azul. Sus gafas son populares entre los gamers, profesionales y cualquiera que pase muchas horas delante de una pantalla.
- Las gafas de luz azul Horus X están diseñadas para filtrar la luz azul emitida por las pantallas digitales, lo que puede ayudar a prevenir la fatiga visual y mejorar el sueño. La marca promete que sus gafas bloquean más del 90% de la luz azul en el rango de 400 a 410nm, y el 80% en el rango de 410 a 500nm, que es el rango más dañino de luz azul.
¿Que genera la contaminación lumínica?
La contaminación lumínica tiene una serie de consecuencias negativas que impactan en diversos aspectos de la vida en la Tierra. Uno de los efectos más notorios es la alteración de los ecosistemas y la vida silvestre.
La luz artificial nocturna interfiere con los ciclos naturales de luz y oscuridad, esenciales para el comportamiento y supervivencia de muchas especies.
Esto puede desorientar a las aves migratorias, alterar los patrones de alimentación y reproducción de animales nocturnos, y disminuir las poblaciones de insectos, afectando a la cadena alimenticia en su conjunto.
La luz azul emitida por dispositivos electrónicos es particularmente disruptiva, ya que puede inhibir la producción de melatonina, una hormona clave para regular el sueño.
Desde la perspectiva de la astronomía, la contaminación lumínica representa un gran obstáculo. La visibilidad del cielo nocturno se reduce drásticamente, complicando la observación astronómica profesional y amateur.
Este fenómeno no solo impide el estudio y descubrimiento de nuevos cuerpos celestes, sino que también priva a las personas de la oportunidad de contemplar la majestuosidad del universo, afectando la apreciación cultural y científica del cielo nocturno.
Otro aspecto preocupante es el desperdicio de energía asociado con la iluminación ineficiente que contribuye a la contaminación lumínica. Mucha de la luz generada se dispersa inútilmente hacia el cielo, en lugar de ser dirigida hacia donde realmente se necesita.
Este desperdicio no solo tiene un impacto económico por el consumo innecesario de electricidad, sino que también aumenta la emisión de gases de efecto invernadero, contribuyendo al cambio climático.
Finalmente, aunque se cree que más iluminación nocturna puede mejorar la seguridad, el exceso de luz y el deslumbramiento pueden tener el efecto contrario, creando sombras profundas y reduciendo la visibilidad, lo que puede incrementar el riesgo de accidentes.
En conjunto, estas consecuencias resaltan la importancia de adoptar medidas para mitigar la contaminación lumínica, tales como mejorar la eficiencia y dirección de la iluminación, establecer regulaciones adecuadas y fomentar la conciencia pública sobre los efectos negativos de la luz artificial excesiva durante la noche.
Efectos de la contaminación lumínica en los ecosistemas
La invasión de luz artificial en la noche desata una devastación sobre los ecosistemas y la exuberante biodiversidad del planeta, erosiona la salud humana y pone un límite a los tiempos dorados en que miramos las constelaciones (3).
Un fenómeno que no solo enmascara nuestra visión de la majestuosa galaxia que nos alberga, sino que también harapienta los quehaceres de vida de incontables especies, desajusta a los ritmos de sueño humanos y frena la ventana natural para el cosmos (5).
Tomemos el caso del avistamiento de las aves migratorias. Desorientadas por la confusa brújula del resplandor artificial, es habitual que la travesía hacia ambientes cálidos se convierta en un canto de sirenas poco antes de una tragedia.
Los insectos se estrellan entre salvas de muerte ante el resplandor engañoso y, ante una mortandad desmedida, ponen en jaque la cadena alimentaria y el abre fácil de la polinización (2).
También para las pequeñas tortugas marinas se acabó la posibilidad de descansar en su destino: al ver el brillo, se apartan de la seguridad del líquido vital y reciben un destino menos que halagüeño (6).
Tampoco las plantas se salvan de las zancadillas nocturnas, su ritmo natural de crecimiento y floración se enreda por semejante luz indeseada.
Sobre la salud humana
La luz azul, en particular, generada por dispositivos electrónicos y bombillas LED, actúa como un agente supresor de melatonina y trastorna el ritmo circadiano.
Y no solo de trastornos del sueño padece, como resultado, el país: Hay evidencia de un “efecto biodisonante” generalizado, extendido de varios estados de ánimo (un repunte de la tasa de suicidios, por ejemplo) y desde luego de cierta cantidad de francos niveles más altos de obesidad, diabetes tipo dos, enfermedades cardiovasculares y riesgos aumentados de cada cierto número de tipos de cáncer.
Este conocimiento subraya la importancia crítica de reconsiderar la extensión de nuestra exposición a la fuente de luz artificial durante la noche, aunque también deberíamos estar dispuestos a reconsiderar cómo nuestras elecciones tecnológicas podrían no estar teniendo en cuenta una cascada de efectos adversos para la salud.
En última instancia, este tipo de luz podría ser por mucho menos urgente una ayuda para dormir que una advertencia de los numerosos y serios cambios que debemos adoptar tanto para mejorar la calidad del sueño como para protegernos de un número creciente de problemas de salud cada vez más comunes en la sociedad contemporánea.
Sobre astronomía
En astronomía, la luz dispersa producida como subproducto de la contaminación lumínica forma un manto que cubre nuestra atmósfera, que impacta grandemente contra la observación y la enseñanza de la astronomía, tanto amateur como profesional (1).
Esta colcha de luz no sólo nos esconde las estrellas y objetos celestes de nuestros ojos, sino que también nos encierra, restringiendo nuestro acceso al universo y a una comprensión crítica y racional a través de la investigación.
En astronomía, campo en el que contar con un cielo nocturno despejado es crítico para sondear un universo en expansión, este desafío representa un obstáculo significativo al progreso científico.
La restricción introducida por la luz dispersa es por lo demás manifiesta, pero también puede ser entendida como un dilema más general. La alteración humana del ambiente puede restringir involuntariamente el progreso en el entendimiento científico y la extensión de la curiosidad intrínseca por conocer nuestro lugar en el cosmos.
Control de la contaminación lumínica
Los métodos para controlar la contaminación lumínica abarcan un combinado de enfoques técnicos y regulatorios empeñados a minimizar la penetración de la luz artificial en el velo nocturno, y por ende mitigar sus posteriores impactos ecológicos y en la salud humana y para mantener la oscuridad primordial para la astronomía (4).
Normativas sobre contaminación lumínica
Uno de los más fuertes impulsores en contra de la contaminación lumínica es la adopción e implementación de marcos legales específicos.
Estos han ido desde provisiones regionales y locales que limitan la intensidad y tipo de iluminación exterior en áreas designadas, hasta directrices más amplias a nivel nacional o internacional que establecen estándares mínimos de eficiencia energética y o preservan zonas oscuras criticas, esenciales para observaciones astronómicas, o para la conservación ecológica.
También han incluido la instalación de dispositivos para reducir el desvanecimiento de la luz, y la fijación de límites máximos para la misma, ya sea como tal (en LED de todo tipo) o con la promoción de la desconexión de iluminación exterior innecesaria durante las horas donde la noche es, bueno, noche.
Ejemplos de lucha contra la contaminación lumínica
A continuación ofrecemos tres ejemplos que han luchado de forma eficiente contra la contaminación lumínica.
1. Flagstaff
Flagstaff ha pasado a la historia como uno de los principales centros de la lucha contra la contaminación lumínica. No solo se le reconoció como la primera “Ciudad Internacional del Cielo Oscuro” por la Asociación Internacional de Cielo Oscuro (IDO), sino que sus regulaciones sobre la iluminación exterior también han limitado tanto la intensidad como el tipo de luz artificial.
La ciudad ha mantenido en el Observatorio Lowell las mismas condiciones para la observación astronómica, desarrollando luminarias diseñadas para reducir la dispersión lumínica y promoviendo el uso de fuentes de luz de bajo brillo.
Al hacerlo, la ciudad no solo ha beneficiado a los ciudadanos reduciendo el deslumbramiento y ahorrando energía, sino también asegurando no interferir en futuras observaciones científicas.
2. Isla de La Palma, España
La Palma, en el archipiélago canario, dispone de una regulación sobre la iluminación exterior en vigor desde 1988 que persigue limitar la contaminación lumínica, regulando el uso más adecuado de luminarias, la atenuación en la emisión directa hacia el cielo, y la implantación de una gama cromática específica en la iluminación pública, con el propósito de minimizar los efectos en las observaciones astronómicas.
3. Área de Protección Nacional del Paisaje Zselic, Hungría
La Zona de Protección Nacional del Paisaje Zselic de Hungría, una Reserva de Cielo Oscuro IDA, ha incorporado estrategias de iluminación que respetan su entorno natural nocturno.
La reducción del deslumbramiento y la eliminación de la luz intrusa en la iluminación pública han protegido el entorno nocturno natural, beneficiando a la fauna local, al tiempo que las comunidades humanas pueden conectarse sin obstrucción con la naturaleza nocturna y el cosmos.
Futuro de la contaminación lumínica
Los casos antes mencionados nos dejan con varias valiosas lecciones: es completamente posible mitigar la pérdida de la oscuridad de la noche a través de políticas y tecnología avanzadas; esto requiere una colaboración sinérgica entre muchos actores y organizaciones; y los beneficios no son nada astronómicos y ambientales.
Estos logros son un recordatorio para que comunidades en todas partes se unan en un movimiento global en crecimiento para salvar nuestras noches y sitios naturales.
A través de sus éxitos parte el semblante de un futuro en el cual la coexistencia con nuestro mundo nocturno no es solo un sueño, sino una realidad palpable.
Con esa visión, el mantener de la oscuridad se convierte en uno de los pilares de nuestra práctica sostenible, una llamada a abrazar la noche tan apasionadamente como abrazamos el día, como compañeros de cama en el esfuerzo para mantener nuestro hogar en común intacto para generaciones venideras.
¿Qué consecuencias trae la contaminación lumínica?
La contaminación lumínica tiene efectos significativos en la salud humana, principalmente debido a la interrupción de los ritmos circadianos, que son los ciclos naturales de 24 horas que regulan las funciones biológicas y fisiológicas del cuerpo, incluido el sueño. Aquí detallo algunos de los impactos más relevantes:
- Trastornos del sueño: La exposición a luz artificial brillante durante la noche puede engañar al cerebro haciéndole creer que aún es de día, lo que suprime la producción de melatonina, una hormona crucial para promover el sueño. Esto puede resultar en dificultades para conciliar el sueño, interrupciones durante la noche, y una disminución general de la calidad del sueño, lo que a su vez puede llevar a fatiga diurna y disminución del rendimiento cognitivo.
- Aumento del riesgo de enfermedades crónicas: La perturbación de los ritmos circadianos y el sueño inadecuado se han vinculado con un mayor riesgo de desarrollar varias enfermedades crónicas, incluyendo obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer, especialmente el de mama y próstata. La supresión de la melatonina no solo afecta los patrones de sueño sino que también puede tener propiedades antioxidantes y funciones en la regulación del sistema inmunológico, lo que podría explicar su relación con estas enfermedades.
- Problemas psicológicos y de comportamiento: La exposición excesiva a la luz artificial durante la noche también se ha asociado con un aumento en la incidencia de trastornos del estado de ánimo, como depresión y ansiedad. La alteración de los ciclos naturales de sueño y vigilia puede afectar negativamente el bienestar emocional y mental.
- Alteraciones hormonales: Además de suprimir la producción de melatonina, la contaminación lumínica puede alterar otros sistemas hormonales en el cuerpo, lo que puede tener diversas consecuencias para la salud, desde cambios en los patrones de alimentación hasta la regulación del estrés y la reproducción.
Para mitigar estos efectos negativos, es importante adoptar hábitos que reduzcan la exposición a la luz artificial brillante durante la noche, como limitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir, usar fuentes de luz de baja intensidad y coloración más cálida en el hogar durante las horas nocturnas, y considerar el uso de cortinas opacas para minimizar la luz exterior.
A nivel comunitario y gubernamental, se pueden implementar políticas de iluminación exterior más eficientes y menos intrusivas para ayudar a reducir la contaminación lumínica global.
Conclusión
La creciente contaminación lumínica, subproducto de nuestro avance tecnológico y expansión urbana, emerge como una nueva paradoja de la modernidad.
Oscurece el glorioso cielo estrellado y altera tanto ecosistemas como la salud humana. La adopción de políticas específicas y tecnologías eficientes en comunidades pioneras demuestra, no obstante, que no solo podemos mitigar este fenómeno sino sacar provecho de su desarrollo posterior.
Ampliar los beneficios de la astronomía hacia el mejoramiento del bienestar, reducción del consumo energético y la preservación cultural.
Referencias bibliográficas
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