En este artículo vamos a conocer si el aceite de argán resulta beneficioso para la piel y cuáles son sus principales propiedades.
Además realizaremos una comparación nutricional del aceite de argán con otros tipos de aceites esenciales y mencionaremos algunos aspectos sobre su toxicología y seguridad.
¿Qué es el aceite de argán?
Argina spinosa (L.) Skeels es un árbol originario de Marruecos de cuyo fruto se obtiene el aceite de argán, un aceite vegetal natural que representa uno de los productos con mayor interés económico e industrial (1).
Marruecos produce de forma anual aproximadamente 40000 toneladas de este fruto, de las que se obtienen 1000-2000 toneladas de aceite, cuyo precio en el mercado se sitúa en torno a los 96 euros/L, considerándose el aceite más caro del mundo (1).
A diferencia de otros aceites de semilla, el aceite de argán no se le realiza un refinamiento, sino que existen otros métodos para su obtención, entre los que destacan (1):
- Método tradicional (manualmente, con o sin tostado de las semillas): se trituran con un poco de agua en un molino de piedra denominado Azeg.
- Métodos semi-industrializados: debido a la sensibilidad de este aceite frente a la luz y al calor, debe ser prensado en frío y no someterse a procesos industrializados que impliquen un calentamiento excesivo.
Por tanto, para la obtención del aceite de argán existen distintos procedimientos: aquellos con los que se obtiene este aceite virgen o virgen extra, el comestible, el cosmético (o bien prensado en frío, para usarlo como hidratante corporal, o siendo extraído con disolvente) y el aceite que es enriquecido (1).
Usos tradicionales del aceite de argán
Tradicionalmente, el aceite de argán se ha usado como alimento, ingrediente alimentario o en cosmética. En concreto, la mayor parte de la población lo suele utilizar por sus grandes componentes nutricionales, siendo utilizado por los marroquíes como aceite de consumo y para freír, debido a su sabor de avellana y almendra tostada que lo hace muy útil para fines culinarios (1,2).
Además, en Marruecos es muy común observar cómo se prepara el aceite comestible para el ganado. Esto se debe a que el subproducto origina una masa útil como suplemento del pasto, que se obtiene de los frutos y las hojas de esta planta (1).
Por otro lado, también destaca su uso en la medicina tradicional de Marruecos, sobre todo para el tratamiento de enfermedades relacionadas con la piel, e incluso en la cosmética se ha aplicado sin observar efectos tóxicos (1).Cabe resaltar su uso en la eliminación de espinillas y el acné juvenil, ya que tiene la propiedad de de controlar la seborrea, y reducir los problemas de piel seca y aparición de arrugas (1).
Estudios recientes, han demostrado que el consumo rutinario de este aceite puede ayudar a prevenir las enfermedades cardiovasculares, disminuir las grasas en sangre y la presión arterial (2).
Composición nutricional del aceite de argán
Se considera un aceite con un gran aporte nutricional debido a su alto contenido en grasas monoinsaturadas con un 45% de oleico y linoleico, poliinsaturadas (35%) y un 20% de grasas saturadas. También, presenta cantidad significantes de tocoferoles, esteroles y polifenoles (2).
En concreto, podemos clasificar los componentes del aceite de argán en dos categorías (1):
- Fracción saponificable: constituye el 99% de la totalidad, y se compone de triglicéridos y ácidos grasos.
- Fracción insaponificable: es la parte nutricional del aceite que influye en la conservación del mismo y le aporta las propiedades biológicas. Destacan: vitaminas liposolubles, hidrocarburos, esteroles, triterpenos y pigmentos y compuestos volátiles que aportar el aroma del aceite.
Nutritivo - Repleto de nutrientes para la piel, el aceite de argán se ha utilizado durante siglos para calmar, hidratar y restaurar el brillo de forma natural. Los ácidos grasos esenciales omega (incluyendo el ácido oleico, el ácido linoleico y el ácido palmítico) ayudan a nutrir y acondicionar la piel para que tenga un aspecto suave y saludable
Comparación con otros aceites vegetales: Aceite de oliva
El aceite de oliva también es rico en ácido oleico, y se considera la grasa más saludable de la dieta mediterránea. Por ello, es reconocido por su alta calidad nutricional y propiedades biológicas únicas.
El aceite de oliva y argán presentan varias similitudes a nivel nutricional, ya que ambos contienen altos niveles de ácido oleico y ácido linoleico, y los ácidos grasos saturados de ambos tipos son los ácidos palmítico y esteárico. Esto hace que las propiedades nutricionales de estos aceites sean prácticamente iguales (2),
No obstante, si nos centramos en los valores medios, el aceite de oliva contiene niveles estadísticamente mayores de ácidos grasos monoinsaturados que el aceite de argán (2).
En relación a las diferencias entre los dos aceites mencionados, cabe resaltar que el aceite de oliva presenta una mayor variabilidad química tolerada, ya que se produce en toda la zona de la cuenca mediterránea, de forma que su diversidad geográfica hace que la composición de ácidos grasos varíe significativamente.
De hecho, su composición en ácido linoleico puede ser de 3,5 o 21% y su nivel de ácido oleico puede alcanzar hasta 83%, pero también puede llegar a ser tan bajo como un 55% (2).
A continuación se muestra una tabla con el contenido de ácidos grasos del aceite de argán y otros aceites (2):
Tipo de ácido graso |
Aceite de palma |
Aceite de Krill |
Aceite de oliva |
Aceite de maní |
Aceite de argán |
---|---|---|---|---|---|
Mirístico | 0,5-5,9 | — | — | — | — |
Esteárico | 2-8 | — | <5 | 1-4,5 | 4,3-7,2 |
Palmítico | 32-47 | 22,1 | 7,5-20 | 8-14 | 11.5-15 |
Oleico | 24-44 | 13,3 | 55-83 | 35-69 | 43-49,1 |
Linoleico | 7-12 | 2,1 | 3,5-21 | 12-43 | 29,3-36 |
Linolénico | — | — | — | — | — |
¿Cuáles son los tipos de aceite de argán?
A continuación, vamos a describir los dos tipos de aceite de argán más conocidos a nivel comercial (2):
Aceite comestible
Cosmético
Principales beneficios del aceite de argán
A lo largo de los estudios científicos que se han realizado para conocer los beneficios que aporta el aceite de argán para la salud, se han encontrado los siguientes (2,3):
- Hidratación y elasticidad de la piel
- Prevención de las estrías
- Reduce las manchas derivadas sol.
- Control de la seborrea: piel grasa.
- Reduce los brotes de acné juvenil
- Prevención de arrugas
- Protección del cabello
Además, en relación con el tratamiento o la prevención de distintas enfermedades, podemos mencionar los siguientes beneficios (1):
- Efecto regulador de la melanogénesis
- Ayuda en el tratamiento de la diabetes: reduce la acumulación de la grasa, la glucemia en ayunas y previene la resistencia a la insulina
- Tratamiento de enfermedades cardiovasculares y dislipemias
- Capacidad antiinflamatoria y antimicótica para la prevención del desarrollo de células cancerígenas
- Tratamiento de trastornos hormonales en mujeres postmenopáusicas
Efecto regulador de la melanogénesis
En 2013, se realizó un ensayo clínico para evaluar el efecto que producía el aceite de argán sobre la regulación de la melanogénesis. Sus resultados mostraron una disminución significativa de melanina y tirosinasa, a la misma vez que se producía un aumento del factor de transcripción relacionado con la microftalmía y las MAP kinasas (1).
Además, el alto nivel de tocoferoles junto con otros compuestos bioactivos, originaron la fosforilación de la microftalmía, que a la vez inhibía la transcripción de las melaninas, evitando la hiperpigmentación (1).
Diabetes
Para analizar el efecto del aceite mencionado previamente en el tratamiento de la diabetes, se realizó en 2009 un estudio sobre la resistencia a la insulina y la intolerancia a la glucosa en ratas obesas.
A estos animales se les administró una dieta rica en sacarosa y otra dieta en la que se sustituyó el 6% de la grasa por aceite de argán (1).
Los resultados obtenidos mostraron que la dieta rica en sacarosa elevó la resistencia a la insulina y el peso del tejido adiposo, mientras que la dieta sustitutiva con aceite de argán restauró la glucemia en ayunas y evitó la resistencia a la insulina, aunque no consiguió reducir la obesidad en las ratas (1).
Otro experimento científico con el mismo objetivo de estudio fue realizado en 2012. En este caso se pretendía hacer frente al tratamiento de la diabetes mellitus en animales administrados con una dosis de 2 mL/kg aceite de argán virgen extra por vía oral durante 1 semana combinado con aloxano, mientras que a otro grupo se les dio aceite de oliva con aloxano.
Los resultados mostraron un efecto beneficioso con el uso del aceite de argán debido a que evitó la pérdida de masa corporal, redujo el nivel de glucosa en sangre y aumentó el glucógeno hepático (1).
Enfermedades cardiovasculares y dislipemias
Hace 4 años, se realizó un experimento para estudiar el efecto antihipertensivo e hipocolesteromiante del aceite tratado en este artículo.
Para llevar a cabo este ensayo experimental, se utilizaron roedores hipertensos con dislipemia y niveles altos de insulina, a los cuales se les introdujo mediante vía oral una dosis de 5 mL/kg/día durante 2 meses.
Los resultados mostraron una reducción de la glucemia, del colesterol total del plasma, lipoproteínas de baja densidad, la insulinemia y la presión arterial (1).
Cabe destacar que en 2015, Mekhfi et al. experimentaron sobre la inhibición de la agregación de las plaquetas que ejercían las propiedades del aceite mencionado antes, en ratones con tromboembolia pulmonar debido a una inyección de colágeno y epinefrina.
Tras realizar tres tratamientos distintos con aceite de argán, agua destilada y ácido acetil salicílico, demostrando que el primero era el que aumentó en un 50% la protección frente a la tromboembolia pulmonar de las ratas tratadas en comparación con los otros dos tratamientos (1).
Cáncer
En el año 2003, se realizó una comparación de los ácidos grasos, tocoferoles, escualenos, esteroles y fenoles entre el aceite de argán, el aceite de girasol y el aceite de oliva virgen extra, concluyendo que el primer tipo de aceite era el que poseía una gran cantidad de todos estos compuestos, con lo cual permitió ejercer una actividad preventiva frente a la aparición del cáncer (1).
Tres años más tarde, se realizó otro estudio acerca de la actividad de los tocoferoles y las saponinas de este aceite sobre líneas celulares cancerígenas de la próstata humana. De esta manera, se usaron las líneas DU145, LNCaP y PC3, comparando los resultados con 2-metoxiestradiol como control positivo(1).
Los resultados de este estudio demostraron que los tocoferoles ejercieron mayor actividad antiproliferativa en las líneas DU145 y LNCaP, mientras que los compuestos saponinas tuvieron mayor poder sobre las líneas PC3 (1).
En 2012, se analizó el uso del aceite de argán como fármaco por su actividad antiinflamatoria y antimicótica. Para ello, se utilizaron células cancerígenas del cáncer de mama y de colon murino para estudiar la actividad antiproliferativa combinado con una mezcla emulsionante con aceite de argán y otra sin este aceite (1).
Como conclusión en este último estudio se obtuvo la adicción de propiedades anticancerígenas de la mezcla elaborada con aceite de argán, resultando ser muy eficaz como agente quimioterapéutico (1).
Toxicología y seguridad
En el año 2010 se encontró un caso de anafilaxis debido al consumo del aceite de argán, identificándose como un posible alérgeno debido a la proteína oleosina que también está presente en los cacahuetes y en el sésamo (1).
Por otro lado, en 2014 se observó un caso de agravamiento de dermatitis alérgica tras la aplicación del aceite de argán sobre la zona en la que presentó reacciones alérgicas debido a la aplicación de un maquillaje (1).
Sin embargo, recientemente se han realizado distintos ensayos sobre este aceite puro en 8 grupos de control sanos, obteniendo resultados negativos en cuanto a reacciones alérgicas (1).
Por tanto, debido a que aún falta por desarrollar evidencia científica concreta sobre la seguridad de este aceite, debemos de tener precaución en su uso.
De hecho, este aceite 100% puro, aunque no está limitado en bebés, niños o adultos, sí se deben de tener precauciones exclusivamente en personas alérgicas a algún componente de este producto o con enfermedades de la piel, ya que podrían sufrir algún efecto adverso.
¿Cómo se utiliza el aceite de argán para el cabello?
El aceite de argán es muy valorado por sus propiedades nutritivas y reparadoras, especialmente para el cabello. Aquí te dejo algunas maneras de cómo puedes utilizar el aceite de argán para mejorar la salud y apariencia de tu cabello:
- Como acondicionador sin enjuague: Después de lavarte el cabello, puedes aplicar unas gotas de aceite de argán en tu cabello húmedo antes de peinarlo. Esto puede ayudar a desenredar el cabello y aportar brillo sin dejarlo grasoso.
- Tratamiento de prelavado: Para un tratamiento más intenso, puedes masajear unas cuantas gotas de aceite de argán en tu cuero cabelludo y cabello antes de lavarlo. Deja el aceite durante al menos media hora o incluso toda la noche antes de lavar tu cabello normalmente. Esto puede ayudar a hidratar el cuero cabelludo y a reducir la sequedad y el frizz.
- Mascarilla para el cabello: Mezcla aceite de argán con otros ingredientes naturales, como aceite de coco o miel, para crear una mascarilla hidratante. Aplica la mezcla en el cabello y déjala actuar durante al menos 30 minutos antes de lavarla.
- Protector térmico: Aplica una pequeña cantidad de aceite de argán en tu cabello antes de usar herramientas térmicas como secadores, planchas o rizadores. Esto puede ayudar a proteger tu cabello del daño causado por el calor.
- Serum para puntas abiertas: Usa aceite de argán para suavizar las puntas abiertas y añadir brillo. Aplica una pequeña cantidad en las puntas de tu cabello para ayudar a sellar la cutícula y prevenir futuras roturas.
El aceite de argán es ligero y no suele dejar residuos pesados, lo que lo hace adecuado para todo tipo de cabello, desde muy fino hasta muy rizado o grueso.
¿Cuántas veces se puede echar aceite de argán en el cabello?
La frecuencia con la que puedes aplicar aceite de argán en tu cabello depende de varios factores, como tu tipo de cabello, su estado general y tus necesidades específicas de cuidado del cabello. Aquí hay algunas pautas generales:
- Cabello seco o dañado: Si tu cabello está particularmente seco o dañado por tratamientos químicos o calor, puedes aplicar aceite de argán 2-3 veces a la semana. Esto puede ayudar a restaurar la humedad y mejorar la textura del cabello.
- Cabello normal a mixto: Para aquellos con cabello normal, el uso de aceite de argán puede limitarse a 1-2 veces por semana. Esto es suficiente para mantener el cabello nutrido y brillante sin sobrecargarlo.
- Cabello graso: Si tienes el cuero cabelludo graso, podrías limitarte a aplicar aceite de argán solo en las puntas de tu cabello para evitar un exceso de grasa en las raíces. En este caso, usarlo una vez a la semana o incluso con menos frecuencia puede ser adecuado.
- Uso diario: El aceite de argán es bastante ligero en comparación con otros aceites y se absorbe rápidamente, lo que significa que también puedes usarlo diariamente en cantidades muy pequeñas como un serum para suavizar el frizz y añadir brillo.
Es importante observar cómo responde tu cabello al tratamiento y ajustar la frecuencia de uso según sea necesario. Algunas personas pueden encontrar beneficios en un uso más frecuente, mientras que otras pueden necesitarlo menos a menudo. Empieza con una frecuencia moderada y ajusta según veas cómo responde tu cabello.
¿Cuántas gotas de aceite de argán para el cabello?
La cantidad de aceite de argán que debes usar en tu cabello puede variar dependiendo de la longitud y el tipo de cabello, así como del uso específico que le quieras dar. Aquí tienes algunas pautas generales para diferentes usos:
- Como acondicionador sin enjuague: Para cabello fino o corto, empieza con 1-2 gotas. Para cabello más largo o grueso, puedes necesitar 3-5 gotas. Frota el aceite entre las palmas de tus manos y pásalo suavemente por el cabello húmedo, concentrándote en las puntas y evitando el cuero cabelludo si es propenso a engrasarse.
- Tratamiento de prelavado o mascarilla: Para un tratamiento más profundo, puedes usar de 6 a 10 gotas, dependiendo de la sequedad y daño de tu cabello. Distribuye el aceite uniformemente desde el cuero cabelludo hasta las puntas, y deja actuar durante al menos 30 minutos o durante toda la noche antes de lavar.
- Protector térmico: Aplica 1-3 gotas de aceite en tu cabello antes de usar herramientas de calor. Esto ayudará a proteger tu cabello del daño térmico.
- Para puntas abiertas: Usa solo 1-2 gotas aplicadas directamente en las puntas de tu cabello para ayudar a suavizar y sellar las cutículas.
Recuerda que un poco de aceite de argán va muy lejos, y es mejor comenzar con una pequeña cantidad y agregar más si es necesario, especialmente si tienes el cabello fino o que se engrasa fácilmente. Así podrás obtener todos los beneficios sin dejar tu cabello pesado o grasoso.
Conclusión
El aceite de argán se obtiene del fruto del árbol Argina spinosa (L.) Skeels, y tradicionalmente ha sido utilizado por la población marroquí debido a la calidad de sus propiedades cosméticas, farmacológicas y nutricionales.
En concreto, en el sector cosmético este aceite ha sido utilizado en casos de prevención del acné juvenil, el control de la seborrea, hidratación de la piel, protección y reparación del cabello, así como un producto de antienvejecimiento.
Por otro lado, se han realizado varios estudios humanos que han demostrado las propiedades antianterógenicas, antiinflamatorias, reguladoras de la melanogénesis y antioxidantes de este aceite.
No obstante, aún falta mucho por investigar sobre las dosis adecuadas de este aceite en las cuales no se observen efectos adversos o toxicológicos.
Referencias bibliográficas
- Ansuategui, M. & López, V. (2015). Aceite de argán: usos tradicionales, aspectos fitoquímicos, nutricionales y farmacológicos. Revista de Fitoterapia, 15 (1): 5-19.
- Ayub -Ayala, M. (2017). El aceite de argán y su efecto sobre la salud. e-CUCBA, 4 (7): 31-36.
- Marfil-Navarro, R. (2008). Parámetros de calidad y componentes con interés nutricional del aceite de argán. Tesis Doctoral. Universidad de Granada. Facultad de Farmacia.