En este artículo analizaremos en profundidad el açaí, un fruto muy interesante que se está popularizando en muchas dietas occidentales. Además, te enseñamos una deliciosa receta para incluirlo en tu dieta.
Este fruto se encuentra en una palmera nativa del norte de Sudamérica, apreciada por las propiedades nutritivas de su fruto.
¿Qué es el açaí?
El açaí (Euterpe Oleracea Mart.) es una fruta popular y típica de la región amazónica, siendo Brasil su principal productor, consumidor y exportador (1). Se trata de un fruto pequeño de color morado de aspecto similar a los arándanos.
¿Qué sabor tiene el açaí?
Tiene un sabor dulce, que puede recordar al chocolate, las frutas del bosque o la canela. Este peculiar sabor, lo hace idóneo en bowls de frutas, smoothies, batidos, helados o como base de varios postres.
Beneficios y propiedades del açaí
A continuación veremos los beneficios y propiedades que tiene el açaí según la evidencia científica.
Gran poder antioxidante
Este fruto se ha considerado un alimento funcional debido a los compuestos antioxidantes presentes en su pulpa. Los antioxidantes predominantes en la pulpa de açaí son las antocianinas, proantocianidina y otros flavonoides. Además, contiene compuestos fenólicos de gran interés por su capacidad antioxidante determinada (2).
Los componentes antioxidantes tienen la capacidad de inhibir o reducir los procesos de oxidación generados por los radicales libres en el organismo.
Brevemente, cuando los sistemas biológicos tienen capacidad insuficiente de neutralizar la producción excesiva de radicales libres, se produce un estrés oxidativo que puede contribuir a la aparición de enfermedades y envejecimiento, incluyendo enfermedades cardiovasculares, obesidad, resistencia a la insulina, disfunción del sistema inmunitario, cáncer, enfermedades neurodegenerativas, cataratas y deterioro cognitivo relacionado con la edad (3,4).
El consumo de alimentos ricos en compuestos antioxidantes combaten el estrés oxidativo previniendo la aparición de diversas enfermedades.
Las antocianinas son los compuestos que contribuyen a la mayor capacidad antioxidante del açaí y son los responsables de su color característico. De forma general, cuanto más oscuro sea el color de la pulpa de açaí, mayor es la concentración de antocianinas (1).
Efecto antiinflamatorio
Además de los antioxidantes mencionados, la composición lipídica del açaí podría estar relacionada con la reducción del proceso inflamatorio y nocicepción (2) (suceso fisiológico regulado por el sistema nervioso central cuando se producen estímulos nocivos en un tejido del cuerpo, es decir, se refiere a la capacidad que tiene nuestro cuerpo para detectar el dolor).
Aproximadamente el 24% de la composición lipídica de este fruto son ácidos grasos saturados, el 59% ácidos grasos monoinsaturados y el 17% ácidos grasos poliinsaturados. El ácido oleico y palmítico son los ácidos predominantes en el fruto (4).
Diversos estudios han informado sobre la capacidad antiinflamatoria del açaí, reportando efectos sobre la inhibición de la ciclooxigenasa (enzima clave que acelera la formación de sustancias que causan inflamación y dolor, además de estimular el crecimiento de células tumorales) y el lipopolisacárido que induce la formación de óxido nítrico (asociado a actividades citotóxicas y tumorales) (1).
Mejora del perfil inmunológico
Existe controversia al determinar gracias a qué componentes el açaí puede tener una acción inmunomoduladora. Mientras que algunos autores atribuyen esta propiedad a sus componentes polifenólicos.
Otros reportan que puede ser debido a la fracción de polisacáridos presentes en la pulpa del fruto, con una potente acción estimulante tanto sobre las células T como en la actividad de las células gamma-delta mieloides, con aplicaciones potenciales de estos polisacáridos en enfermedades infecciosas y asma (6).
Efecto sobre la diabetes tipo 2, la dislipidemia y el síndrome metabólico
Estudios clínicos demuestran los efectos beneficiosos que tienen los compuestos polifenólicos sobre la reducción de riesgos de obesidad asociados a las enfermedades crónicas como la diabetes de tipo 2.
El consumo de alimentos ricos en antioxidantes pueden modificar favorablemente el metabolismo de los lípidos y la homeostasis de la glucosa (control de azúcar en sangre, que permite que el cuerpo mantenga los niveles de glucosa dentro de unos márgenes estrechos), reduciendo de este modo las complicaciones de la diabetes tipo 2 y los riesgos del síndrome metabólico (1).
Se realizó un estudio con 10 participantes (5 hombres y 5 mujeres) con sobrepeso y se evidenció, tras un mes de consumo diario de pulpa de açaí, que los niveles medios de glucosa sérica disminuyeron significativamente.
Además, también disminuyeron los niveles de insulina sérica, se redujo el colesterol total y los niveles séricos de LDL (7).
Efecto sobre células tumorales
Estudios in vitro demuestran que las fracciones polifenólicas de la pulpa reducen la proliferación de células leucémicas HL-60. Además, en roedores con cáncer de esófago, la pulpa de açaí atenuó la proliferación celular y el tamaño del tumor (8).
Efecto antienvejecimiento
Una de las razones con las que se relaciona el envejecimiento se basa en los efectos del daño oxidativo de las macromóleculas, que se acumulan de forma progresiva en células con el aumento de la edad (8).
En este sentido, estrategias que reduzcan el daño oxidativo, tienden a retrasar el envejecimiento.
En un estudio se suministró a Drosophilas (un género de moscas pequeñas) que habían sido previamente alimentadas con una dieta alta en grasas, açaí como suplemento alimenticio, mostrando un aumento en la vida media.
Los autores informaron que el consumo de açaí podría actuar como un alimento funcional y antagonizar los efectos nocivos de las dietas altas en grasas (9).
Además, la alta concentración de polifenoles que hemos informado que tiene la pulpa del fruto, parece tener gran capacidad de eliminar los radicales superóxido y peroxilo, lo que sugiere las propiedades antienvejecimiento del açaí (10).
¿Cómo se debe consumir el açaí y dónde conseguirlo?
Podrás encontrar el açaí en polvo o como un congelado de su pulpa. De ambas maneras, puede ser un snack saludable y nutritivo si se añaden los ingredientes adecuados.
Conseguir açaí en polvo es más sencillo, al no requerir congelación para su conservación. Puedes encontrar açaí de forma fácil navegando en internet, ten en cuenta leer antes los ingredientes del producto para asegurar que no lleve añadidos innecesarios.
Además, cada vez es más frecuente ver el producto en tiendas a granel y en la zona «Bio» de algunos supermercados. También puedes preguntar en cafeterías o restaurantes que lo incluyan entre los ingredientes de su menú.
A continuación, te damos una idea para preparar tu bowl en casa.
Para hacer el smoothie, añade 1 plátano congelado (cuanto más maduro, más dulzor aportará), un chorrito de leche, bebida vegetal o yogur y unos 100 gramos de açaí congelado o media cuchara de açaí en polvo.
Tritura hasta obtener una mezcla cremosa. Añade más leche o yogur hasta obtener la consistencia que desees. Pasa la mezcla al bowl y usa los toppings que más te apetezcan.
Como idea, añade un puñado de arándanos, coco rallado al gusto, rebanadas de plátano, semillas de chía (o calabaza, sésamo, girasol…), frutos secos y una onza de chocolate negro troceada.
¿Qué nutrientes y cuántas calorías tiene el açaí?
Analizamos la información nutricional de este producto en polvo, al ser su forma más habitual de encontrarlo en las tiendas españolas.
Como se observa en la Tabla 1, el açaí es un producto energético, destacando por su contenido graso, constituyendo el nutriente principal del fruto.
El contenido lipídico es aproximadamente de 50g por cada 100g de fruta seca. Entre su composición lipídica, destaca su alto contenido de ácido oleico omega 9.
Por otro lado, se puede considerar una fruta diurética debido a su alto contenido en potasio y poco sodio. Además, contiene una cantidad considerable de calcio, hierro y vitamina A.
Conclusiones
El açaí proporciona efectos saludables a través de la ingesta dietética debido a las propiedades nutricionales que se le asocian, destacando su potencial antioxidante y antiinflamatorio.
Su versatilidad para incluirlo en preparaciones culinarias, permite que puedes incorporarlo en tus snacks de una forma fácil, nutritiva, colorida y deliciosa.
Referencias bibliográficas
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