En el presente artículo vamos analizar qué es el cross-transfer. La literatura científica nos muestra que se han estudiado los efectos del entrenamiento de fuerza en función de la carga usada, del tiempo de recuperación, del tipo de fibras estimuladas, etc.
Además, un nuevo paradigma ha demandado el tiempo y la dedicación de científicos del deporte, fisiólogos y neurólogos. Este fenómeno de estudio es el que llamamos “Cross-Transfer” o “Cross-Education” que nos abre un amplio abanico de posibilidades no solo a la hora de planificar y plantear los entrenamientos de fuerza buscando una mejora del rendimiento de nuestros deportistas; sino que también nos plantea grandes ventajas en el ámbito de tratamiento de lesiones traumáticas en aquellas fases donde existe un impedimento a la hora de entrenar el miembro lesionado. ¿Trabajo de forma unilateral o bilateral? ¿Por qué?
¿Qué es Cross-Transfer?
Cross-Transfer o también conocido como Cross-Education es el efecto que tiene el entrenamiento de fuerza unilateral sobre el miembro que no se está entrenando (2) (7).
Es lógico pensar que, al entrenar solo una porción de tu cuerpo, la que no está trabajando se encuentra en un estado de relajación y homeostasis, pero ya son muchos los estudios que, usando técnicas como la electromiografía (EMG) y la estimulación magnética transcraneal (TMS) han demostrado una activación más que considerable del sistema nervioso en el miembro, a priori, no entrenado (6).
El estudio presentado por Latella, Kiddell & Pearce (6) presentan mejoras en el RM conseguido después de un periodo de trabajo unilateral de 8 semanas en leg press jugando con las intensidades y los volúmenes.
Sin embargo, los resultados obtenidos en varios estudios tienen una variabilidad importante en función del protocolo usado para el entrenamiento, así como el tipo de musculatura seleccionada para entrenar (1). No obstante, ambas investigaciones coinciden en que existe una mayor mejora en el miembro entrenado que en el no entrenado.
¿Cómo optimizar la transferencia?
Otros factores importantes a la hora de plantear las sesiones en un protocolo de entrenamiento para buscar una mayor transferencia de fuerza del miembro entrenado al miembro no entrenado son la dominancia del miembro entrenado y la transferencia al realizar tareas novedosas, donde la dominancia permite que la transferencia se agudice del miembro dominante al no dominante y las tareas novedosas incrementan dicha transferencia (2).
¿Deberíamos aplicar este tipo de técnica?
Hay evidencias que una de las mayores preocupaciones cuando hay que tratar lesiones traumáticas es la pérdida y atrofia de la masa muscular del miembro inmovilizado.
Farther, Krentz & Magnus (3) sugieren una inhibición de dicha atrofia debido a un entrenamiento mixto de fuerza isométrica y fuerza máxima. Aunque no muestra mejoras en la fuerza del miembro inmovilizado, tampoco muestra pérdidas significativas de esta después de un periodo de 3 semanas de inmovilización.
A simple vista esto parece lo más óptimo para reducir el tiempo de recuperación y, de la misma forma, acelerar el famosos “return to play”. No obstante, existen casos particulares sobre los cuales no se han realizado estudios y se nos plantean paradojas al respecto.
Uno de ellos es la rotura del LCA (Ligamento Cruzado Anterior) donde la pérdida de fuerza del cuádriceps es un factor muy importante que limita la recuperación (9) y el entrenamiento de la pierna contraria podría reducir esta misma pérdida. Sin embargo, uno de los factores de riesgo de rotura del LCA es la asimetría entre piernas (teniendo en cuenta tanto la masa muscular como la fuerza) (4).
En referencia a lo anterior, sugiere que un periodo de entrenamiento de la pierna sana, seguramente, reduciría la atrofia del cuádriceps contrario, pero por el contrario aumentará dicha asimetría… Entonces, ¿Qué deberíamos hacer? ¿Entrenar o no entrenar?
Por ahora no hay una respuesta definitiva. De todas formas, el “message to take home” que se plantea es que un entrenamiento de fuerza de la pierna sana podría mejorar una vuelta más rápida a la vida cuotidiana, pero podrían retardar el “return to play”.
Bibliografía
- Carroll, T. J., Herbert, R. D., Munn, J., Lee, M., & Gandevia, S. C. (2006). Contralateral effects of unilateral strength training: evidence and possible mechanisms. Journal of applied physiology, 101(5), 1514-1522.
- Farthing JP (2009) Cross-education of strength depends on limb dominance: implications for theory and application. Exerc Sport Sci Rev 37:179–187
- Farthing, J. P., Krentz, J. R., & Magnus, C. R. (2009). Strength training the free limb attenuates strength loss during unilateral immobilization. Journal of Applied Physiology, 106(3), 830-836.
- Hewit, J., Cronin, J., & Hume, P. (2012). Multidirectional leg asymmetry assessment in sport. Strength & Conditioning Journal, 34(1), 82-86.
- Hooper, D., Goh, S., Wentworth, L., Chan, D., Chau, J., Wootton, G,. Strauss, G., Boyle, J. (2002). Test-retest realiability of knee rating scales and functional hop test one year following anterior cruciate ligament reconstruction: Physicaltherapy in sport , 3 ,10-18
- Latella, C., Kidgell, D. J., & Pearce, A. J. (2012). Reduction in corticospinal inhibition in the trained and untrained limb following unilateral leg strength training. European journal of applied physiology, 112(8), 3097-3107.
- Ruddy, K. L., & Carson, R. G. (2013). Neural pathways mediating cross education of motor function.
- Munn, J., Herbert, R. D., & Gandevia, S. C. (2004). Contralateral effects of unilateral resistance training: a meta-analysis. Journal of Applied Physiology, 96(5), 1861-1866.
- Palmieri-Smith, R. M., Thomas, A. C., & Wojtys, E. M. (2008). Maximizing quadriceps strength after ACL reconstruction. Clinics in sports medicine, 27(3), 405-424.
Raul Meseguer Caminals, estudiante del Máster de Entrenamiento Deportivo, Actividad Física y Salud. Facultad de Psicología, Ciencias de la Educación y del Deporte Blanquerna. Universidad Ramón Llull.