Beneficios del fútbol para la salud

El fútbol puede ser una gran actividad para mejorar la salud. Recientes artículos científicos nos muestran beneficios del fútbol para la salud.

✎ Autor:  Pablo Sánchez

Hoy en día todos observamos el fútbol desde la perspectiva de un deporte de masas. ¿Pero quién se ha parado a observar este deporte desde el punto de vista de la salud? ¿Que beneficios del fútbol para la salud existen? ¿Es el fútbol una actividad capaz de mejorar nuestro organismo de forma considerable a través de su práctica recreativa?

Diversos y actuales estudios están demostrando la excelente capacidad que este deporte tiene para mejorar la condición física, reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, así como mejorar no solo parámetros fisiológicos sino también psicológicos y sociales, incluso superiores a los tradicionales entrenamientos de carácter moderado y continuo.

Pero esto no queda ahí, como veremos en la segunda parte de esta serie de dos artículos, una linea muy joven de investigación está comenzando a investigar qué ocurre cuando personas que padecen patologías como hipertensión, obesidad o diabetes tipo II empiezan a practicar este deporte sin otro objetivo que disfrutar de su práctica.

Los resultados son prometedores, el fútbol podría ser un tratamiento alternativo basado en la actividad física muy importante para estas condiciones o patologías, tanto es así, que son muchos los beneficios del fútbol para la salud. Analicemos en profundidad esta nueva visión sobre el fútbol.

Beneficios del fútbol para la salud en personas sedentarias

En nuestra sociedad, el fútbol es un deporte de equipo muy popular con más de 400 millones de jugadores en activo en todo el mundo, debido a factores motivacionales y sociales, puede contener un gran potencial como actividad de promoción de salud para personas inactivas apasionadas por este deporte (1,2).

En el fútbol se producen muchas acciones como sprints, aceleraciones y desaceleraciones bruscas , saltos máximos, rápidos golpeos con el pie y otras muchas situaciones. Esta integración de diferentes tipos de acciones y ejercicios que se dan en el fútbol, parecen producir un gran impacto en las tres principales áreas del fitness (metabolic fitness, cardiovascular fitness, muskuloskeletal fitness), lo que conlleva a un importante impacto positivo sobre el riesgo de padecer enfermedades derivadas de nuestro actual estilo de vida (3).

Estudios a corto y largo plazo están demostrado que la participación regular en entrenamientos de fútbol de forma recreativa tiene una amplia gama de beneficios en la condición física, así como efectos favorables sobre factores de riesgo cardiovascular como el consumo máximo de oxígeno, función cardíaca o masa grasa corporal en hombres y mujeres jóvenes sedentarios (4).

fútbol recreacional

Además de los beneficios a corto plazo, las personas que han jugado a fútbol de forma permanente a lo largo de su vida se asocian a una mejor función sistólica del ventrículo izquierdo, mejor aptitud física, función microvascular y una composición corporal más saludable que personas adultas sanas de su misma edad, pero que han sido la mayor parte de sus vidas sedentarios. Lo que podría reducir la mortalidad y morbilidad cardiovascular (5).

Los beneficios de esta práctica deportiva de forma recreativa no solo han sido examinados en parámetros fisiológicos, el fútbol recreativo también es una actividad que promueve la interacción social, la creación de capital social y redes entre las personas. Además parece tener potencial para promover la adherencia a largo plazo a la actividad física, incluso para hombres y mujeres sin experiencia previa en este deporte. En estas personas sin experiencia se reportó un estado psicológico gratificante y bajas calificaciones de preocupación durante el juego, considerando los entrenamientos de fútbol como una actividad divertida y gratificante en sí misma (6).

¿Qué resultados nos está aportando la investigación científica sobre beneficios del fútbol para la salud?

La participación regular en entrenamientos de fútbol recreativo organizado en forma de situaciones de juego reducidas (5×5, 7×7, etc), dos a tres veces por semana, ha sido una estrategia efectiva, según diversos autores, para provocar adaptaciones cardiovasculares y musculares significativas, incluyendo crecimiento muscular y aumento de los niveles de fuerza muscular, independientemente de la edad, sexo o nivel de experiencia en el fútbol (6).

Un estudio (7) comparó los efectos de un programa de fútbol recreativo con un grupo paralelo de intervención que realizó carrera continua. En este estudio hallaron que durante las 12 semanas que duró el programa, el grupo de fútbol registró, en contraste al grupo de carrera continua, un incremento de la masa magra corporal y masa ósea de las piernas, así como un aumento en la oxidación de grasas durante la carrera y una significativa reducción en los niveles de colesterol LDL.

Estos datos sugieren que el ejercicio intermitente propio de una actividad como el fútbol, con periodos máximos y submáximos de frecuencia cardiaca y múltiples acciones intensas durante el entrenamiento, estimula el sistema musculoesquelético y provoca importantes adaptaciones cardiovasculares en un periodo de 3 meses.

futbol en personas sedentarias

Junto a estas mejoras nombradas, destaca el hecho de que las mejoras obtenidas durante un periodo relativamente corto de entrenamiento (12 semanas), como las experimentadas por los sujetos participantes en otro estudio (8), como unos niveles elevados de masa magra corporal y VO2max, así como unos reducidos niveles de presión arterial y masa grasa se mantuvieron durante un año, aunque las sesiones de entrenamiento se redujeron de entre 2-3 a 1-2 veces por semana a partir de la semana 12.

Como se destacó anteriormente, una de las mayores ventajas que presenta el fútbol es que supone una motivación para un elevado número de personas en todo el mundo. Muestra de la importancia de este deporte para mejorar la salud es esta intervención realizada (9) donde aplicaron un programa de fútbol recreativo a personas sin techo, utilizando este deporte como una actividad para mejorar la condición física y la salud cardiovascular de este grupo poblacional.

Con 12 semanas de entrenamiento en 3 sesiones semanales, estas personas mejoraron su consumo máximo de oxígeno (de 36,7 a 40,6 ml/min/kg), redujeron su porcentaje de grasa en 1,6 kg y colesterol LDL en un 6%, además se mejoró significativamente la resistencia y la capacidad para llevar a cabo ejercicios intermitentes.

En cuanto a su beneficio en niños y jóvenes, el entrenamiento de fútbol se ha demostrado como un método para mejorar el rendimiento en ejercicios intermitentes, la coordinación y el consumo máximo de oxígeno. Además, para los niños obesos, la participación regular es al menos tan eficaz en la mejora de la condición física, parámetros relacionados con la salud y la autoestima como un programa tradicional de ejercicio físico (6).

También se observaron mejoras en el contenido mineral óseo y área de densidad ósea en niños prepuberales que habían participado durante un año en actividades de fútbol en comparación a un grupo control, indicando que la participación en fútbol a esta edad no solo es positiva para mejorar la condición física y disminuir la masa grasa corporal sino también para aumentar los niveles de masa y densidad ósea, aspecto muy importante a desarrollar en estas edades de cara a la vida adulta (10).

Además de todos los efectos observados en hombres, en los últimos años, los efectos sobre la salud de jugar a fútbol de forma recreativa en mujeres desentrenadas han manifestado un interés creciente mediante publicaciones que han examinado los efectos que este tipo de deporte aporta a diversos parámetros de salud (1,11, 12, 13).

Uno de los estudios realizados (1) compararó el perfil de salud cardiovascular de un grupo de 27 jugadoras de fútbol de élite (24,4 ± 4,0 años, 172 ± 5 cm y 64,3 ± 6,0 kg) con un grupo control de 28 mujeres desentrenadas (29, 3 ± 5,7 años, 168 ± 5 cm) y un grupo de 8 mujeres desentrenadas (27,0 ± 6,5 años, 169 ± 8 cm y 74,0 ± 10,8 kg) que participaron en entrenamientos de fútbol durante un programa de 16 semanas. Aunque los resultados mostraron que las jugadores de nivel élite tenían un mejor perfil de salud cardiovascular, mayor nivel de consumo máximo de oxígeno, menor porcentaje de grasa corporal y una mejor función cardiaca que el grupo de mujeres desentrenadas, los resultados también hayaron que el perfil de salud cardiovascular del grupo de mujeres desentrenadas mejoró marcadamente a través de la participación en entrenamientos de fútbol.

Por otro lado, si nos centramos en los beneficios para el sistema musculo-esquelético, se ha comprobado que un grupo de 8 mujeres desentrenadas (27,0 ± 6,5 años, VO2max 33,8 ± 5,7 mL/min/kg) tras participar en un programa de 16 semanas de fútbol recreativo se vieron beneficiadas por positivas adaptaciones relacionadas con el perfil de salud musculo-esquelético, incluyendo un aumento de masa magra, reducción de masa grasa, y mejorando el equilibro postural (14).

futbol para gente mayor

Los efectos a largo plazo de la práctica de fútbol recreativo para las mujeres han sido investigados, hallándose que aproximadamente también dos horas de entrenamiento semanal durante 16 meses mejoraron la capacidad cardiorespiratoria, la función musculo-esquelética y variables ecocardiográficas de forma significativa (15).

¿Qué esta provocando todas estas adaptaciones?

Una de las características que puede estar provocando unos resultados tan favorables y en tan diversas poblaciones, desde jóvenes hasta adultos, independientemente de la edad y el sexo, pueden ser las altas tasas de frecuencia cardiaca observadas en distintos tipos de entrenamiento de fútbol recreativo, mediante la variación del número de jugadores y el espacio de juego. Estas situaciones de juego, normalmente en espacios reducidas (4×4, 5×5, 6×6, 7×7), parecen tener el potencial para crear adaptaciones fisiológicas y mejorar el rendimiento con el entrenamiento regular en toda esta variedad de grupos poblacionales (8).

Además, factores como el número de jugadores o el tamaño del área de juego, afectan a las respuestas en cuanto a frecuencia cardiaca, aumentado la demanda cardiovascular del juego cuando se lleva a cabo con menos jugadores. Por lo tanto el número de jugadores se erige como un factor primario a la hora de controlar la intensidad de las tareas y entrenamientos en fútbol (16).

 Los verdaderos protagonistas del juego

Como has podido leer, el fútbol puede aportar mucho más de lo que actualmente nos está aportando. Como espectáculo todos queremos que este deporte continúe ofreciéndonos a sus mejores estrellas a través de nuestras televisiones y estadios de fútbol. Pero poco a poco, tenemos que conseguir que los verdaderos protagonistas de este juego sean todas aquellas personas que sentadas en el sofá, esperan para ver a sus ídolos.

Este deporte nos aporta demasiadas justificaciones fisiológicas como para darle la importancia que se merece en el plano de la promoción de salud en la sociedad.  El fútbol puede convertirse en una gran herramienta para hacer cruzar la linea del sedentarismo y la inactividad a miles de personas a los que les encanta este deporte, y avanzar hacia comportamientos más activos y saludables.

En la próxima publicación de esta serie de dos artículos, hablaremos sobre los efectos de la práctica del fútbol en personas con patologías de gran relevancia social como la hipertensión, obesidad o diabetes tipo II entre otras, de nuevo bajo la perspectiva de las últimas investigaciones y de esta nueva linea de investigación que está surgiendo para dotar al fútbol de una nueva perspectiva: la perspectiva de los beneficios del fútbol para la salud.

Bibliografía

  1. Randers, M. B., Andersen, L. J., Orntoft, C., Bendiksen, M., Johansen, L., Horton, J., Krustrup, P. (2013). Cardiovascular health profile of elite female football players compared to untrained controls before and after short-term football training. Journal of Sports Sciences, 31(13), 1421-1431.
  2.  Randers, M. B., Nielsen, J. J., Krustrup, B. R., Sundstrup, E., Jakobsen, M. D., Nybo, L., Krustrup, P. (2010). Positive performance and health effects of a football training program over 12 weeks can be maintained over a 1-year period with reduced training frequency. Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports, 20 Suppl 1, 80-89.
  3. Krustrup, P., Aagaard, P., Nybo, L., Petersen, J., Mohr, M., & Bangsbo, J. (2010). Recreational football as a health promoting activity: a topical review. Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports20 Suppl 1, 1-13.
  4. Krustrup, P., Randers, M. B., Andersen, L. J., Jackman, S. R., Bangsbo, J., & Hansen, P. R. (2013). Soccer improves fitness and attenuates cardiovascular risk factors in hypertensive men. Medicine & Science in Sports & Exercise45(3), 553-560.
  5. Schmidt, J. F., Andersen, T. R., Andersen, L. J., Randers, M. B., Hornstrup, T., Hansen, P. R., Krustrup, P. (2013). Cardiovascular function is better in veteran football players than age-matched untrained elderly healthy men. Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports25(1), 61-69.
  6. Krustrup, P., Dvorak, J., Junge, A., & Bangsbo, J. (2010). Executive summary: the health and fitness benefits of regular participation in small-sided football games. Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports, 20 Suppl 1, 132-135.
  7. Krustrup, P., Nielsen, J. J., Krustrup, B. R., Christensen, J. F., Pedersen, H., Randers, M. B., Bangsbo, J. (2009). Recreational soccer is an effective health-promoting activity for untrained men. British Journal of Sports Medicine, 43(11), 825-831.
  8. Randers, M. B., Nybo, L., Petersen, J., Nielsen, J. J., Christiansen, L., Bendiksen, M., Krustrup, P. (2010). Activity profile and physiological response to football training for untrained males and females, elderly and youngsters: influence of the number of players. Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports, 20 Suppl 1, 14-23.
  9. Randers, M. B., Petersen, J., Andersen, L. J., Krustrup, B. R., Hornstrup, T., Nielsen, J. J., Krustrup, P. (2012). Short-term street soccer improves fitness and cardiovascular health status of homeless men. European Journal of Applied Physiology, 112(6), 2097-2106.
  10. Vicente-Rodriguez, G., Jimenez-Ramirez, J., Ara, I., Serrano-Sanchez, J. A., Dorado, C., & Calbet, J. A. (2003). Enhanced bone mass and physical fitness in prepubescent footballers. Bone, 33(5), 853-859.
  11. Andersen, L. J., Hansen, P. R., Sogaard, P., Madsen, J. K., Bech, J., & Krustrup, P. (2010). Improvement of systolic and diastolic heart function after physical training in sedentary women. Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports, 20 Suppl 1, 50-57.
  12. Bangsbo, J., Nielsen, J. J., Mohr, M., Randers, M. B., Krustrup, B. R., Brito, J., Krustrup, P. (2010). Performance enhancements and muscular adaptations of a 16-week recreational football intervention for untrained women. Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports20 Suppl 1, 24-30.
  13. Helge, E. W., Aagaard, P., Jakobsen, M. D., Sundstrup, E., Randers, M. B., Karlsson, M. K., & Krustrup, P. (2010). Recreational football training decreases risk factors for bone fractures in untrained premenopausal women. Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports, 20 Suppl 1, 31-39.
  14. Jackman, S. R., Scott, S., Randers, M. B., Orntoft, C., Blackwell, J., Zar, A., Krustrup, P. (2013). Musculoskeletal health profile for elite female footballers versus untrained young women before and after 16 weeks of football training. Journal of Sports Sciences31(13), 1468-1474.
  15. Krustrup, P., Hansen, P. R., Andersen, L. J., Jakobsen, M. D., Sundstrup, E., Randers, M. B., Bangsbo, J. (2010). Long-term musculoskeletal and cardiac health effects of recreational football and running for premenopausal women. Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports, 20 Suppl 1, 58-71.
  16. Aslan, A. (2013). Cardiovascular responses, perceived exertion and technical actions during small-sided recreational soccer: effects of pitch size and number of players. Journal of Human Kinetics, 38, 95-105.
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Autor: Pablo Sánchez

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BIO: Profesor de Educación Física. Graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (UDC). Graduado en Educación Primaria, mención Educación Física (UEM). Máster en Profesorado de Educación Secundaria (UDC).

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