Articulaciones de la pierna

En este amplio artículo, analizamos de forma pormenorizada todas las articulaciones de la pierna. Una guía completa para que tengas a mano.

✎ Autor:  David Lima

En relación a los anteriores artículos sobre los huesos de la pierna y los tipos de articulaciones, ahora se analizan las articulaciones de la pierna (miembro inferior).

Conocer las articulaciones de la pierna es muy importante para tener un contexto anatómico detallado del tren inferior.

Articulaciones de la pierna que vamos a analizar

Las articulaciones de la pierna (miembro inferior) se encuentran en 3 niveles según su localización (1, 2):

  • Proximal – Cadera.
  • Intermedio – Rodilla.
  • Distal – Tobillo-pie.

A continuación detallaremos de forma pormenorizada todas estas articulaciones de la pierna.

Articulación de la cadera

La articulaciones de la pierna coxofemoral es la más proximal de las articulaciones de la pierna (1,2, 3,4,5).

Es de tipo enartrosis (3) y es una articulaciones de la pierna esferoide multiaxial (1, 2, 4) cuya función principal es la de proporcionar estabilidad (1) y soportar peso (1, 4). Sin embargo, la cadera puede realizar movimientos en todos los planos (3, 4):

  • Flexión y extensión.
  • Abducción y addución.
  • Rotación interna y rotación externa.
  • Circunducción.

Así, dadas sus principales funciones, es una de las articulaciones de la pierna más estables (1, 2, 4) pero también una de las más móviles del cuerpo humano (2).

Superficies articulares

Son la cabeza femoral (esférica) y la superficie semilunar del acetábulo de concavidad inferior (1, 2, 4). Ambas superficies articulares están cubiertas por cartílago hialino (a excepción de la fosita de la cabeza del fémur) (2, 4).

En el limbo/borde acetabular se inserta el rodete acetabular se inserta (1, 2, 5) que aumenta el área articular casi un 10% (2). Así, dentro del acetábulo queda más de la mitad de la cabeza femoral (2, 4), lo que aporta gran parte de la estabilidad a la articulación de la cadera (4).

El rodete acetabular y el ligamento transverso del acetábulo, que es una continuación inferior del rodete acetabular (1, 4, 5), hacen del acetábulo una cavidad completa (agujero) (2, 4, 5).

La parte de la fosa del acetábulo que no es ocupada por el ligamento de la cabeza del fémur es rellenada por una “almohadilla” de grasa (2, 5) de forma que toda superficie ósea dentro de esta articulaciones de la pierna está cubierta por tejido blando.

Elementos de unión

Los elementos de unión de la articulación de la cadera son la cápsula articular, los ligamentos de la membrana fibrosa, el ligamento de la cabeza del fémur (1, 2, 4) y los tendones del recto femoral e inserción del psoas-iliaco (1).

Cápsula articular

Resistente (2), ceñida por el medio (1) y formada por la membrana sinovial interna y la membrana fibrosa externa.

Membrana Sinovial:
Recubre la cara profunda de la capsula (1, 2, 4). Tiene un pliegue que cubre el ligamento de la cabeza del fémur y su arteria (1, 4). Se inserta en el borde de la superficie articular del fémur, envuelve el cuello femoral y se repliega hacia proximal para insertarse en la superficie articular del acetábulo (4).

Membrana sinovial de la cadera
Membrana sinovial de la articulación de la cadera. Imagen obtenida de Drake et al (2005) (4).

Membrana fibrosa:
Es la capa externa de la cápsula articular, fuerte, robusta (4) y laxa (2).

Se origina alrededor de la cavidad acetabular (incluido el ligamento transverso) (2, 4), en parte del borde del agujero obturador (4, 5), sigue un trayecto helicoidal (2), insertarse a lo largo de la línea intertrocantérea de la parte anterior del cuello femoral, (2, 4, 5).

Membrana fibrosa de la cadera
Membrana fibrosa de la articulación de la cadera. Imagen obtenida y editada de Drake et al (2005) (4).

Ligamentos

Dentro de las articulaciones de la pierna, en la de la cadera encontramos 3 ligamentos que refuerzan la cápsula articular y un ligamento profundo que une la cabeza femoral con el acetábulo coxal (1, 2, 3, 4, 5).

Ligamentos de la cápsula articular:
Son 3 y se forman a partir de las partes gruesas de la membrana fibrosa (2), se originan en el coxal y dirigen en espiral hasta el fémur (2, 4, 5), reforzando la cápsula articular y proporcionando estabilidad a la articulación de la cadera (4)

Dada su orientación en espiral, se tensan en la extensión de cadera, comprimiendo la cápsula articular (1, 2, 4).

Esto hace que se refuerce la estabilidad de la articulación de la cadera (2, 4) y que se requiera de menor gasto energético para mantener la bipedestación (4), pero reduce el rango de extensión a 10-20º desde la vertical (2).

Los 3 ligamentos se originan alrededor del acetábulo (1, 2, 4, 5), cada uno en uno de los huesos embrionarios del coxal (1, 2, 4):

  • Ligamento Iliofemoral:
    Se ubica a nivel antero-superior (2, 4, 5), se origina en la espina ilíaca antero-inferior y en el borde acetabular y se inserta a lo largo de la línea intertrocantérea (2, 4). Tiene forma de “Y” invertida (2, 4, 5) debido a que las fibras de los extremos de su inserción son más gruesas que las centrales (4). En bipedestación, impide que la cadera llegue a la hiperextensión (2).
  • Ligamento Pubofemoral:
    Se ubica a nivel antero-inferior (2, 4, 5), se origina en la cresta obturatriz del pubis (2, 5) y en la eminencia iliopúbica (4, 5) y distalmente se une a la membrana fibrosa de la cápsula articular y a la parte interna del ligamento iliofemoral (2, 4). Se tensa en la extensión y abducción de la cadera, evitado la hiperabducción (2).
  • Ligamento Isquiofemoral:
    Se ubica a nivel posterior, se origina en el borde acetabular del isquion (2, 4, 5) y en la tuberosidad isquiática (4, 5) y se dirige en espiral para insertarse en el cuello femoral (2, 5). Es el más débil de los 3 (2).
Ligamentos de la cadera
Ligamentos de la articulación de la cadera. Imagen obtenida y editada de Drake et al (2005) (4).

Ligamento de la cabeza del fémur:
Se inserta en la fosita de la cabeza del fémur y en la fosa del acetábulo (4), en el ligamento transverso del acetábulo y en los bordes de la escotadura acetabular (2, 3, 4, 5). Este ligamento contiene una ramificación del a arteria obturatriz para irrigar la cabeza femoral (2, 4).

Ligamento de la cabeza femoral
Ligamento de la cabeza del fémur. Imagen obtenida y editada de Drake et al (2005) (4).

Rodilla

De las articulaciones de la pierna, la rodilla es el primer complejo articular (de proximal a distal) (1, 2, 3, 4, 5) formado por 2 articulaciones (1, 4, 5):

  • Articulaciones de la pierna femororrotuliana (o femoropatelar), en la que intervienen el fémur y la rótula.
  • Articulaciones de la pierna femorotibial (o tibiofemoral), en la que intervienen los cóndilos femorales medial y lateral y sus homónimos tibiales.

Por otro lado, puede considerarse que existen independientemente una articulación femorotibial interna y otra externa, lo que daría un complejo de 4 articulaciones (2). En conjunto, la rodilla es la articulaciones de la pierna sinovial más grande y más superficial del cuerpo (2, 4).

La articulaciones de la pierna femorotibial soporta el peso, y la articulación femoropatelar sirve de polea para el tendón del cuádriceps protegiéndolo del desgaste (4)

De las articulaciones de la pierna la femorotibial es una articulación no congruente (1, 2) lo que la hace débil a nivel mecánico (2), por lo que requiere un gran refuerzo por parte de los ligamentos, la musculatura y los tendones (1, 2), siendo la musculatura el factor más importante para su estabilidad (2).

Superficies articulares

Todas las articulaciones de la pierna, la rodilla están recubiertas por cartílago hialino, dentro de la misma cavidad articular y de la misma cápsula articular (2, 3, 4). Son las siguientes:

Fémur:
Son 3 superficies articulares, 1 para la rótula y 2 para la tibia (1, 2, 3, 4, 5).

  • Superficie rotuliana / tróclea / gínglimo (1, 4, 5) En este caso, tróclea/gínglimo hace referencia a la superficie femoral que se articula con la rótula (6). Tiene forma de “V” invertida, y es el punto de unión de los cóndilos femorales (4, 5).
  • Cóndilos femorales (uno medial/interno y otro lateral/externo). La superficie que se articula con los cóndilos tibiales en la extensión es más plana que la que se articula en el resto del rango de flexo-extensión (3, 4), de forma que la posición de mayor estabilidad para la rodilla es la de extensión completa (2).

Rótula o patela:
2 caras articulares de la superficie posterior, una medial/interna y otra lateral/externa (1, 4, 5).

Tibia:
2 cóndilos tibiales uno medial/interno y otro lateral/externo. Son cóncavos y en ellos se insertan los 2 meniscos (1, 2, 3, 4, 5).

Meniscos:
Son 2 meniscos, uno medial/interno y otro lateral/externo, uno a cada lado de la región intercondílea (1, 2, 3, 4, 5) y unidos entre sí, por sus bordes anteriores gracias al ligamento transverso de la rodilla (2, 3, 4, 5).

Articulacion de la rodilla
Vista anterior de rodilla en flexión (izquierda) y visión posterior de rodilla en extensión (derecha) (recuadros rojos). Imagen obtenida y editada de Netter (2011) (5).

Son fibrocartílagos en forma de medialuna, el interno más largo y estrecho y el externo más corto y ancho (1, 2).

Acomodan los cóndilos femorales sobre los cóndilos tibiales, aumentando la congruencia de su articulación durante el movimiento y amortiguando los impactos (2, 4) gracias a su forma y a sus deslizamientos sobre la meseta tibial para adaptarse a los movimientos del fémur y la tibia (2, 3).

Meniscos vista superior
Vista superior de los meniscos (recuadros rojos). Imagen obtenida y editada de Netter (2011) (5).

Los meniscos estás firmemente fijados a los cóndilos tibiales (1, 2), ambos insertados por cada extremo/cuerno (anterior y posterior) a las carillas correspondientes de la región intercondílea de la meseta tibial (2, 4, 5).

El menisco medial se inserta por su borde externo a la cápsula articular y al ligamento colateral tibial, al contrario que el menisco externo (2, 3, 4), lo que hace que el segundo sea más móvil (2, 4).

El menisco lateral, a nivel posterior, está unido al cóndilo femoral interno y al ligamento cruzado posterior mediante el ligamento meniscofemoral posterior (2).

También está unido al tendón del músculo poplíteo (2, 4) del cual, una porción discurre entre el menisco lateral y el ligamento colateral peroneo y la otra se inserta en el cuerno posterior del menisco lateral (2).

Inserciones de los meniscos
Inserciones de los meniscos (recuadros rojos). Imagen obtenida y editada de Netter (2011) (5).

Elementos de unión

La unión y estabilidad pasiva de complejo articular de la rodilla se da gracias a la capsula articular, la membrana sinovial y una serie de ligamentos, algunos de los cuales sirven además de refuerzo de la cápsula articular (2, 4).

Cápsula articular

Formada por una membrana sinovial interna y una membrana fibrosa externa (2, 4).

Membrana Sinovial:
Recubre parte profunda de la cápsula (1, 2, 4) y todas las estructuras intracapsulares que no están recubiertas por cartílago (2) a excepción de la parte central (de anterior a posterior) donde presenta un repliegue (pliegue sinovial infrarrotuliano), en el que aísla a los ligamentos cruzados y la almohadilla grasa infrarrotuliana (1, 2, 4).

Se inserta en los bordes de todas las superficies articulares de la rodilla y en y en los bordes de los 2 meniscos.

A cada lado del ligamento rotuliano se formam 2 pliegues alares (interno y externo) que cubren internamente el cuerpo adiposo infrarrotuliano a cada lado del ligamento rotuliano.

Además, la membrana sinovial forma una serie de bolsas que reducen la fricción de los tendones durante los movimientos (2, 4):

  • Bolsa suprarrotuliana.
    Superior a la rótula, entre el fémur, al músculo cuádriceps y su tendón.
    Se inserta por su vértice en el músculo articular de la rodilla.
  • Bolsa/receso subpopliteo
    Se ubica la cara posterior de la rodilla, inferior al menisco lateral entre el cóndilo lateral de la tibia y el tendón del músculo poplíteo.

Membrana fibrosa:
Es gruesa en varias partes, sobre todo a nivel posterior, para impedir el recurvatum (1, 2), e incompleta (2). De las partes más gruesas se forman los ligamentos intrínsecos (2).

Se origina en el fémur, alrededor la superficie articular de los cóndilos femorales, e incluyendo la fosa intercondílea.

Se inserta en el borde la meseta tibial, a excepción del borde posterior del cóndilo lateral tibial, punto en el cual forma una abertura para que pase el tendón del músculo poplíteo (2).

Inserciones cápsula de la rodilla
Inserción tibial de la cápsula articular de la articulación de la rodilla (recuadros rojos). Imagen obtenida y editada de Moore et al (2013) (2).

A nivel anterior, la membrana fibrosa sigue por los bordes del tendón cuadricipital, de la rótula y del ligamento rotuliano, siendo estas mismas estructuras anteriores respecto a la membrana fibrosa (2, 3, 5).

Ligamentos

En la articulación de la rodilla existen ligamentos intra-capsulares y ligamentos extra-capsulares (2, 3, 4, 5).

Ligamentos intra-articulares

Además de lo meniscos (2), son el ligamento cruzado anterior (LCA) y el ligamento cruzado posterior (LCP) (2, 3, 4, 5). Son intracapsulares y extrasinoviales, unen el fémur y la tibia (1, 2, 3, 4, 5) y son el pivote central de la rodilla (1, 2).

  • Ligamento Cruzado Anterior:
    Se inserta en una de las carillas articulares anteriores de la de la región intercondílea tibial y en la parte posterior de la pared lateral de la fosa intercondílea femoral (2, 4, 5). Así, su recorrido es superior, posterior y lateral (1, 2, 3, 4, 5)
    Aunque es más débil que el LCP (2), es un ligamento fuerte (1) que impide la anteriorización tibial respecto al fémur (1, 2, 4), la posteriorización femoral respecto a la tibia (1, 2) y la hiperextensión de la rodilla (2).
  • Ligamento Cruzado Posterior:
    Se inserta en la parte posterior y lateral de la región intercondílea tibial y en la pared medial de la fosa intercondílea femoral por su parte anterior (1, 2, 4, 5). De este modo, su recorrido es superior, anterior y medial (1, 2, 3, 4, 5).
    Es un más fuerte que el LCA (2) e impide la posteriorización tibial respecto al fémur (1, 2, 4), la anteriorización femoral respecto a la tibia (1, 2) y la hiperflexión de rodilla (2). Cuando la rodilla soporta peso en flexión, es el principal estabilizador pasivo del fémur en la articulación de la rodilla (2).
    El LCP tiene una mejor vascularizado que el LCA (1) que es relativamente escasa (2).
Inserciones de ligamentos cruzados
Inserciones tibiales de ligamentos cruzados de la articulación de la rodilla (recuadros rojos). Imagen obtenida y editada de Netter (2011) (5).

Con todo lo anterior, los ligamentos cruzados de la rodilla se ubican cruzados en los planos sagital y frontal (1, 2, 3, 4, 5), cruzando el LCA lateralmente respecto al LCP (2, 3, 4, 5).

Además, dado que tienen una posición oblicua, bien uno, o parte de uno de ellos se encuentra siempre en tensión (2).

Planos de los ligamentos cruzados
Ligamentos cruzados (recuadros rojos) cruzados en los planos sagital y frontal. Imagen obtenida y editada de Drake et al (2005) (4).

Así, dada su disposición, ambos ligamentos se enroscan entre sí en la rotación interna, y se desenroscan en la rotación externa (2), por lo que limitan la rotación interna (1, 2) (a unos 10º) mientras que la rotación externa alcanza casi los 60º (si la rodilla está cerca de los 90º de flexión), siendo el encargado de limitarla el ligamento colateral tibial (2).

Ligamentos extra-capsulares

La cápsula articular está reforzada por su cara externa por una serie de ligamentos intrínsecos:

Ligamento rotuliano:
También se denomina tendón rotuliano, es la continuación inferior del tendón del cuádriceps y va desde el borde inferior de la rótula hasta la tuberosidad tibial (2, 3, 5, 7).

Ligamento rotuliano
Ligamento rotuliano. Imagen obtenida y editada de Drake et al (2005) (4).

Es un ligamento fuerte (2), que refuerza la cápsula articular a nivel anterior. A los lados están los retináculos de la rótula (medial y lateral) (2, 3, 5), que mantienen alineada la rótula en la tróclea femoral y sostienen la cápsula a los lados de la rótula (2).

Retinaculos de la rotula
Retináculo medial y retináculo lateral de la rodilla izquierda. Imagen obtenida de Atlas de Anatomía 2019: Cuerpo completo en 3D. VisibleBody®.

Ligamentos colaterales de la rodilla:
Estos ligamentos se ubican uno a cada lado de la rodilla (medial y lateral) (3, 4, 5). Se tensan en la extensión y se destensan según se flexiona la rodilla (1, 2), lo que permite y evita la rotación según el grado de flexión (2). Son 2:

  • Ligamento Colateral Medial Superficial:
    Se origina en la parte proximal y posterior del epicóndilo femoral medial y se inserta en el borde postero-medial de la tibia (inserción proximal) y en la superficie medial tibial (inserción distal) (4, 8, 9), a través de tejidos blandos (tendón del semimembranoso-proximal; bursa pes anserina-distal) (8, 9). Según la posición de la rodilla, sus inserciones tibiales tienen más o menos protagonismo (8, 10):

    • Proximal: principal estabilizador pasivo de la rodilla en valgo.
    • Distal: principal estabilizador pasivo de la rodilla en rotación externa y flexión de 30º y principal estabilizador pasivo (junto al ligamento posterior oblicuo) en rotación interna.

 

Ligamento colateral medial superficial
Ligamento colateral medial superficial (izquierda) y sus inserciones (derecha). Imagen obtenida y editada de LaPrade et al (2007) (9).
  • El ligamento colateral medial profundo
    Inferior al ligamento colateral medial superficial tiene relación con la capsula articular (4, 8) y se une al menisco interno (1, 2, 8, 9) mediante sus fascículos femoromeniscal y tibiomeniscal (1, 8, 9).

    • El fascículo femoromeniscal se origina inferior al ligamento colateral medial superficial en el fémur (8).
    • El fascículo tibiomeniscal se inserta inferior a la meseta tibial medial (8).
Ligamento colateral medial profundo
Ligamento colateral medial profundo (recuadro rojo). Imagen obtenida y editada de LaPrade et al (2007) (9).

Ligamento Colateral Peroneo / Ligamento Colateral Lateral/Externo:
Es un ligamento fuerte (2) que se origina en el epicóndilo femoral lateral, superior al origen del músculo poplíteo y se inserta en la cara externa del peroné (1, 4, 2).

Una bursa lo separa de la membrana fibrosa (4) y el tendón del poplíteo lo separa del menisco externo (2).

Ligamento colateral lateral de la rodilla
Ligamento colateral lateral. Vista lateral (izquierda, remarcado en azul). Imagen obtenida de Atlas de Anatomía 2019: Cuerpo completo en 3D. VisibleBody®; y vista superior (derecha, recuadros rojos). Imagen obtenida y editada de Netter (2011) (5).

Ligamento Poplíteo Oblicuo:
Nace del tendón del músculo semimembranoso en el cóndilo tibial medial y se dirige hacia el cóndilo femoral lateral, fusionándose con la capsula articular a nivel postero-medial (2, 5), reforzando posteriormente la cápsula articular (2).

Ligamento Poplíteo Arqueado:
Se origina posteriormente en la cabeza del peroné, se dirige hacia superomedial arqueándose sobre el tendón del músculo poplíteo y se inserta en la fabela, un hueso sesamoideo del tendón del musculo gastrocnemio externo (2, 3, 5).

Ligamentos popliteos
Ligamentos poplíteos (recuadros rojos). Imagen obtenida y editada de Netter (2011) (5).

Tobillo

De las articulaciones de la pierna, el tobillo es el segundo complejo articular. Une la pierna y pie (1, 2, 3, 4, 5) y en él se articulan la tibia, el peroné y el astrágalo (1, 2, 4, 5).

Por tanto, el tobillo consta de la articulaciones tibioperonea inferior y la articulación astragalocrural o talocrural (1, 2, 4, 5), pero además se le debe incluir la articulación tibio-peronea superior, por su relación funcional con la inferior (1).

Articulaciones tibioperoneas

Son 2, una superior (articulación tibioperonea superior) y una inferior (sindesmosis tibioperonea o articulación tibioperonea inferior) (1, 2). Los movimientos de la articulación tibioperonea superior dependen de los movimientos de la sindesmosis tibioperonea (2).

Articulación tibioperonea superior

Ubicada en la región de la rodilla (1, 5) pero que debido a su relación funcional con la sindesmosis tibio-peronea inferior (1, 2), puede considerarse parte del tobillo (1).

Es una de las articulaciones de la pierna de tipo sinovial que está unida a la región de la rodilla por el ligamento colateral peroneo (1, 2, 4, 5), pero tiene cápsula articular propia (1, 2).

Superficies articulares

Son 2 superficies articulares, 1 por cada hueso de la articulación (1, 2, 4).

Tibia:
Carilla articular fibular bajo el cóndilo tibial lateral. Se encuentra a nivel posterolateral (1, 2).

Peroné:
Carilla articular ubicada en la cabeza del peroné (2, 4) a nivel supero-interno (4).

Ambas superficies son planas (1, 4) y con forma circular (4).

Elementos de unión

Los elementos de unión de la articulación tibioperonea superior son la cápsula articular, que contiene una membrana sinovial, y 2 ligamentos (1, 2).

La cápsula articular es tensa y se inserta en los bordes de las superficies articulares y la refuerzan el ligamento anterior de la cabeza del peroné y el ligamento posterior de la cabeza del peroné (2, 4).

ligamentos tibioperonea superior
Ligamento anterior de la cabeza del peroné y ligamento posterior de la cabeza del peroné (recuadros rojos). Vista anterior (izquierda) y vista superior (derecha) poplíteos. Imagen obtenida y editada de Netter (2011) (5).

Sindesmosis tibioperonea

La sindesmosis tibioperonea es la articulación fibrosa entre los extremos distales de la tibia y el peroné (1, 2, 4).

Superficies articulares

Las superficies articulares son la carilla triangular interna del extremo distal y del peroné y la escotadura peronea de la tibia, también triangular, ubicada lateral en extremo distal de la tibia (2, 4).

Se aproximan o se separan durante la flexo-extensión de la articulación astrágalo-crural, facilitando el encaje del astrágalo (1, 2).

Elementos de unión

Los elementos de unión son una serie de ligamentos que unen los extremos distales de la tibia y del peroné reforzando su articulación (1).

Ligamento tibioperoneo anterior y el ligamento tibioperoneo posterior:
Son ligamentos fuertes (2) que consolidan la articulación (2, 4).

Desde las partes anterolateral (lig. tibioperoneo anterior) y posterolateral (lig. tibioperoneo posterior), se dirigen hacia inferior y lateral para insertarse en el extremo distal del peroné (4).

El ligamento tibioperoneo posterior continua a nivel profundo y distal, formando el ligamento tibioperoneo transverso inferior, conectando firmemente el maléolo medial tibial y el maléolo lateral peroneo (2).

Ligamento tibioperoneo interóseo:
Es un ligamento fuerte, el más importante de la sindesmosis tibioperonea. Se extiende hacia superior en la membrana interósea (2).

Membrana Interósea:
Como se ha indicado, es una extensión del ligamento tibioperoneo interóseo (2) y une la tibia y el peroné por sus respectivas diáfisis (2, 4, 5). Se inserta en el borde interóseo lateral de la tibia y en el borde interóseo medial del peroné (2, 3, 4, 5).

Sus fibras se orientan hacia inferolateral, permitiendo que el peroné ascienda (1) y limitando que descienda (2). En las partes superior e inferior de la membrana interósea se encuentra 2 aberturas que sirven de paso de vasos sanguíneos (2, 4).

Por otro lado, además de unir firmemente a la tibia y al peroné, la membrana interósea sirve como superficie de inserción muscular (1, 2, 4, 5).

Ligamentos sindesmosis tibioperonea
Elementos de unión de la sindesmosis tibioperonea. Imagen obtenida y editada de Drake et al (2005) (4).

Articulación astragalocrural

Es la articulación sinovial (1, 2, 4) entre los extremos distales de la tibia y el peroné con el astrágalo (1, 2, 4, 5). Realiza movimientos de abducción-adducción e inversión y eversión (2), pero sobre todo realiza movimientos de flexo-extensión (2, 4).

Superficies articulares

Todas las superficies articulares óseas del tobillo están recubiertas por cartílago hialino (1, 2, 4). Son (1, 2, 4, 5):

Tibia:

  • La superficie inferior del extremo distal.
  • La superficie externa del maléolo interno.

Peroné:

  • Cara interna del maléolo externo

Astrágalo:

  • La tróclea del astrágalo, en la cual hay 3 caras diferenciadas (2, 4, 5, ):
    • Superior, es la tróclea del astrágalo. Se articula con el extremo inferior de la tibia.
    • Interna, se articula con el maléolo interno.
    • Externa, se articula con el maléolo externo.

Las superficies articulares de la tibia y del peroné (2, 4) y parte del ligamento tibioperoneo posterior (2), forman un hueco, la mortaja maleolar, en la cual encaja la cúpula del astrágalo (2, 4).

Así, forman una tróclea (1, 2) de separación variable (1) porque el astrágalo es más ancho en su parte anterior que en la posterior. Esto hace que sea algo más inestable en extensión dorsal y más estable en flexión dorsal (2, 4).

Articulacion astragalocrural
Articulación astragalocrural (izquierda y derecha) y esquema de la mortaja maleolar (central). Imagen obtenida y editada de Drake et al (2005) (4).

Elementos de unión

Los elementos de unión son la cápsula articular, que contiene una membrana sinovial, y una serie de ligamentos (1, 2, 4, 5), algunos de los cuales ya han sido descritos.

Cápsula articular

Se inserta alrededor de las superficies articulares, a nivel profundo está recubierta por una membrana sinovial y a nivel superficial la membrana fibrosa está reforzada por ligamentos (2, 4).

Membrana sinovial:
Se inserta en los bordes de las superficies articulares (4), es laxa (2) y recubre internamente a la membrana fibrosa (2, 4).

Membrana fibrosa:
Se inserta en los bordes de las superficies articulares (2, 4), es fina a nivel anterior y posterior y está reforzada a nivel interno y externo por los ligamentos colaterales medial y lateral respectivamente (2).

Ligamentos

La articulación astragalocrural y su cápsula están reforzadas por 2 ligamentos, el ligamento colateral medial y el ligamento colateral lateral (1, 2, 3, 4, 5)

Ligamento colateral medial:
También llamado ligamento deltoideo (2, 4). Es fuerte y tiene 4 fascículos, los cuales le dan forma de abanico (2, 4, 5). Tiene un único punto de origen en el maléolo interno y cada fascículo se inserta en un punto distinto, siendo las inserciones contiguas (2, 4, 5):

  • El fascículo tibionavicular se inserta anterior a la tuberosidad del navicular y en parte del ligamento calcaneonavicular plantar.
  • El fascículo tibiocalcaneo se inserta en el sustentáculo para el astrágalo.
  • El fascículo tibioastragalino anterior, más profundo, se inserta en la superficie interna del astrágalo.
  • El fascículo tibioastragalino posterior se inserta en 2 puntos del astrágalo, en la cara interna y en el tubérculo interno.

 

Ligamento deltoideo
Ligamento colateral medial de la articulación astragalocrural. Imagen obtenida y editada de Drake et al (2005) (4).

Ligamento colateral lateral:
Es un complejo ligamentario que tradicionalmente se ha descrito formado por 3 ligamentos separados y con diferente orientación (1, 2; 4, 5):

  • El ligamento peroneo-astragalino anterior, débil, plano y con un recorrido antero-interno. Se origina en el borde anterior del maléolo lateral y se inserta en el cuello del astrágalo.
  • El ligamento peroneo-astragalino posterior, grueso, fuerte y con un recorrido postero-interno. Se origina en la fosa maleolar y se inserta en el tubérculo lateral de la apófisis posterior del astrágalo.
  • El ligamento calcáneo-peroneo se origina en el vértice anterior del maléolo lateral, se dirige postero-inferior y se inserta en la cara lateral del calcáneo.
Ligamento lateral del tobillo
Complejo ligamentario colateral lateral de la articulación astragalocrural. Imagen obtenida y editada de Drake et al (2005) (4).

No obstante, Vega et al (2018) (11) encontraron que los 2 fascículos del ligamento peroneo-astragalino anterior (superior e inferior) son estructuras anatómicas y funcionales diferentes, separadas entre sí, con puntos de origen e inserción distintos (los del fascículo inferior justo por debajo de los del fascículo superior) y siendo el fascículo superior intraarticular y el inferior extraarticular.

Además, encontraron que el fascículo inferior está unido al ligamento calcáneo-peroneo por medio de unas fibras ligamentarias arciformes (forma de arco), formando lo que denominaron como (11, 12).

complejo ligamentoso fibulotalocalcáneo lateral
Complejo ligamentoso fibulotalocalcáneo lateral (remarcado en naranja). Imagen obtenida y editada de Netter (2011) (5).

Pie

En el pie se encuentra el mayor número de articulaciones de la pierna (1, 2, 3, 4, 5) y es la conexión del cuerpo con el suelo, razón por la cual, para adaptarse a las características de éste, el pie presenta varias interlíneas (articulación transversa del tarso y articulación tarsometatarsiana) (4, 5).

Estas interlíneas dividen el pie en retropié (huesos astrágalo y calcáneo y tejidos blandos adyacentes), mediopié (huesos, navicular, cuboides y cuneiformes y tejidos blandos adyacentes) y antepié (huesos metatarsianos, y falanges y tejidos blandos adyacentes) (13, 14, 15).

El retropié y el mediopié forman el tarso, y el metatarso y las falanges forman el antepié. Por tanto, el metatarso une el tarso con las falanges (2). No obstante, en ocasiones se describe el pie en 2 únicas partes, el retropié, que englobaría al tarso, y el antepié que englobaría el metatarso y las falanges (así como los tejidos blandos correspondientes de cada parte del pie) (1, 2).

Así, la interlínea que divide el pie en retropié (tarso) y antepié es la articulación tarsometatarsiana (5, 15, 16).

Articulaciones del tarso

El tarso es un complejo articular funcional que engloba varias articulaciones (1, 2, 5):

  • Articulación Subastragalina.
  • Articulacion Transeversa del Tarso.
    • Articulacion Astragalocalcaneanavicular.
    • Articulación calcaneocuboidea.
  • Articulaciones intercuneiformes.
  • Articulación cuneonavicular.

Articulación subastragalina

Aunque en ocasiones se utiliza el mismo termino para englobar a las articulaciones de la pierna astragalocalcánea y las articulaciones de la pierna astragagalocalcaneanavicular (2), la articulación subastragalina es una articulación sinovial trocoide (17) formada por el astrágalo y el calcáneo (1, 2, 4) e interviene en los movimientos de inversión y eversión del pie (2, 4).

Superficies articulares

Las superficies articulares, tanto del astrágalo como del calcáneo, se ubican a nivel posterior (2, 4):

Astrágalo:
Cara articular posterior para el calcáneo (2, 3, 4) de forma cóncava (2, 3).

Calcáneo:
Cara articular posterior para el astrágalo (2, 3, 4, 5) de forma convexa (2, 5).

Elementos de unión

Tiene una débil capsula articular que contiene una membrana sinovial (1, 2) así como una serie de ligamentos que fijan y estabilizan estas articulaciones de la pierna (1, 2, 4, 5).

La cápsula articular está reforzada por (1, 2, 4):

  • Ligamento astragalocalcáneo interno.
  • Ligamento astragalocalcáneo externo.
  • Ligamento astragalocalcáneo posterior.
  • Ligamento astragalocalcáneo interoseo.

Articulación transversa del tarso

Antes conocida como articulación o amputación de Chopart (1, 3) separa el retropié del mediopié (13, 14). Está formada por 2 articulaciones separadas (1, 2) pero interdependientes a nivel funcional (1) y forman la primera interlínea del pie (2, 5).

La articulación transversa del tarso favorece los movimientos de inversión y eversión de la articulación subastragalina, al servir de pivote del mediopié y antepié sobre el retropié (2, 4).

De las articulaciones de la pierna que forman la articulación transversa del tarso son la articulación astragalocalcaneonavicular (la parte astragalonavicular) y la articulación calcaneocuboidea (1, 2, 4, 5) que están unidas por los 2 fascículos del ligamento bifurcado (1, 5).

Este ligamento se origina en la parte anterior y superior del calcáneo y se divide en el ligamento calcaneocuboideo, y en el ligamento calcaneonavicular (4, 5).

Articulacion transversa del tarso
Articulación transversa del tarso (remarcada en rojo) y las articulaciones que la forman. Imagen obtenida y editada de Drake et al (2005) (4).
Articulación astragalocalcaneonavicular

De las articulaciones de la pierna, es la articulación interna de la articulación transversa del tarso. Es una articulación sinovial (1, 4) esferoide (1, 2) entre los huesos astrágalo, calcáneo y navicular (1, 2, 4) y el ligamento calcaneonavicular plantar (4).

Superficies articulares

Las superficies articulares de la articulaciones de la pierna astragalocalcaneonavicular son: (1, 4, 3, 5):

Astrágalo:

  • Carilla articular anterior para el calcáneo de la superficie inferior de la cabeza del astrágalo (para el calcaneo).
  • Carilla articular medial de la superficie inferior de la cabeza del astrágalo (para el calcáneo y ligamento calcaneonavicular plantar).
  • Cabeza del astrágalo (para el navicular).

Calcáneo:

  • Carilla anterior de la superficie superior.
  • Carilla media del sustentáculo del astrágalo.

Las 2 son para el astrágalo.

Ligamento calcaneonavicular plantar:

  • Borde superior (para el astrágalo).

Navicular:

  • La superficie cóncava del navicular (para el astrágalo).
Elementos de unión

La articulaciones de la pierna astragalocalcaneonavicular está protegida por la capsular articular y su membrana sinovial, y una serie de ligamentos (1, 2).

La cápsula articular protege parcialmente estas articulaciones de la pierna (2) y la refuerzan varios ligamentos (1, 2, 4) a nivel posterior, superior e inferior (4):

Ligamento calcaneonavicular plantar:
Refuerza la cápsula articular en su parte inferior. Es un ligamento grueso, ancho (4) y su cara profunda está cubierta de cartílago (1). Se origina en el sustentáculo del astrágalo y se inserta en la cara posterior del navicular (2, 4, 5).

Sostiene la cabeza del astrágalo (2, 4), interviene en la transferencia del peso desde este hueso (2) y participa en el mantenimiento pasivo del arco longitudinal del pie (2, 4).

Ligamento astragalocalcaneo interóseo:
Se ubica en el seno tarsal, reforzando la cápsula articular en su parte posterior (4). Tiene 2 fascículos (1), es muy fuerte (1, 2) y separa la articulación subastragalina de la astragalocalcaneonavicular (2).

Ligamento astragalonavicular:
Refuerza la cápsula articular a nivel superior. Se origina en el cuello tarsal y se inserta en la cara superior del navicular (3, 4, 5).

Ligamento calcanenavicular:
Es la porción interna del ligamento bifurcado. Su inserción en el hueso navicular se da en la superficie supero-externa del navicular (4, 5).

Ligamentos de la articulacion astragalocalcaneonavicular
Ligamentos de la articulaciones de la pierna astragalocalcaneonavicular. (porción calcaneonavicular del ligamento bifurcado remarcada en naranja en la imagen central). Imagen obtenida y editada de Drake et al (2005) (4).
Articulación calcaneocuboidea

De las articulaciones de la pierna, es la artuculación de los huesos calcáneo y cuboides y es la articulación lateral de la articulación transversa del tarso (1, 2, 4, 5).

Es una de las articulaciones de la pierna de tipo sinovial (1, 4) en silla de montar (1).

Superficies articulares

Las superficies articulares son (2, 3, 4, 5):

Calcáneo:

  • Carilla articular anterior.

Cuboides:

  • Carilla articular posterior.
Elementos de unión

La articulaciones de la pierna calcaneocuboidea tiene su propia cápsula articular sinovial (1, 2, 4). Además, una serie de ligamentos también refuerzan la articulación (1, 2, 4).

Ligamento calcaneocuboideo:
Es la porción lateral del ligamento bifurcado. Su inserción en el hueso cuboides se da en la cara supero-interna. (4, 5).

Ligamento calcaneocuvoideo plantar:
También llamado ligamento plantar corto (2, 5) es superior respecto al ligamento plantar largo (2, 3, 4, 5).

Es un ligamento corto, ancho (4) y fuerte (1, 4) que se origina en el tubérculo anterior del calcáneo y se inserta en la cara inferior del cuboides (2, 3, 4). Este ligamento soporta la articulaciones de la pierna calcaneocuboidea y colabora en el mantenimiento pasivo del arco plantar externo (2, 4).

Ligamento plantar largo:
Es el ligamento plantar más largo y es inferior al ligamento plantar corto (4, 5).

Se origina entre el tubérculo anterior y la tuberosidad de la cara plantar del calcáneo, y se inserta en el surco cuboideo para el tendón del peroneo largo, salvo sus fibras superficiales, que se extienden a los huesos metatarsianos (2, 4) 2º, 3º, 4º y 5º (2, 4, 5).

Previo a su inserción en las bases metatarsianas forma un “tunel” para el músculo peroneo largo (2, 4, 5). Es el ligamento más fuerte que interviene en el mantenimiento pasivo del arco plantar externo (2, 4).

Ligamentos de la articulacion calcaneocuboidea
Ligamentos de la articulaciones de la pierna calcaneocuboidea. (recuadros rojos). La porción calcanecuboidea del ligamento bifurcado se ha remarcado en naranja en la imagen izquierda. Imágenes obtenidas y editadas de Drake et al (2005) (4).

Articulación cuneonavicular

Es una de las articulaciones de la pierna ubicada entre el hueso navicular y los huesos cuneiformes (1, 2, 4).

Superficies articulares

Las superficies articulares son (2, 3):

Navicular:

  • Carillas articulares para los huesos cuneiformes (1º, 2º y 3º).

Cuneiformes:

  • Cara posterior de cada uno de los huesos cuneiformes.
Elementos de unión

La articulación entre estos 4 huesos tiene una capsula articular común, reforzada por los ligamentos cuneonaviculares dorsales y plantares (2, 5).

Articulaciones tarsometatarsianas

Estas articulaciones de la pierna forman la segunda interlínea del pie y es la que separa el tarso del antepié (2, 3, 5) que se conocía como Articulación/Amputación de Lis-Franc (1, 3).

Son pequeñas articulaciones de la pierna (2) planas (16) entre los huesos distales del tarso (cuboides y 3 cuñas) y los extremos proximales de los huesos metatarsianos (1, 2, 3, 4, 5, 16).

Estas articulaciones de la pierna en conjunto realizan ligeros movimientos de deslizamiento (2, 4) e interviene junto con la articulación transversa del tarso en la prono-supinación (4).

Por otro lado, la 1º articulaciones de la pierna tarso-metatarsianana realiza movimientos de flexo-extensión y rotación (4).

Articulaciones tarsometatarsianas
Articulaciones tarsometatarsianas (línea roja). Imagen obtenida y editada de Drake et al (2005) (4).

Superficies articulares

Las superficies articulares corresponden proximalmente a los huesos cuneiformes y al cuboides y a nivel distal a los 5 huesos metatarsianos (1, 2, 3, 4, 5).

Cuneiformes (3, 5):

  • Caras articulares anteriores para los respectivos metatarsianos.

Cuboides (3, 5):

  • Cara articular anterior para los metatarsianos IV y V.

Metatarsianos (I-V) (1, 2):

  • Bases metatarsianas.

Elementos de unión

Las articulaciones de la pierna de tipo tarsometatarsianas están reforzadas por cápsulas articulares independientes (2) y por ligamentos plantares, dorsales (1, 2, 5) e interóseos (2, 5).

Articulaciones del antepié

Las articulaciones de la pierna, concretamente del antepié unen por un lado a los 5 huesos metatarsianos entre sí, a estos con las respectivas falanges y a las falanges de cada dedo entre sí (1 articulación para el primer dedo y 2 para los demás) (1, 2, 3, 4, 5).

Articulaciones intermetatarsianas

Estas articulaciones de la pierna son de tipo sinoviales planas (2) que unen el extremo proximal de cada metatarsiano con el extremo proximal del metatarsiano de al lado, a excepción del primero (2, 3, 4, 5).

Por tanto, el quinto metatarsiano tienen una única articulación intermetatarsiana mientras que los metatarsianos II, III y IV tienen 2, una interna y otra externa (2, 3, 4, 5).

Superficies articulares

Las superficies articules se encuentras a los lados del extremo proximal de cada metatarsiano (el quinto en la cara interna) (2, 3, 4, 5).

Elementos de unión

Cada articulaciones de la pierna intermetatarsiana tiene una cápsula articular propia (2). También una serie de ligamentos refuerzan las 4 articulaciones intermetatarsianas externas (2, 3, 5):

  • Ligamentos intermetatarsianos dorsales.
  • Ligamentos intermetatarsianos plantares.
    • Un ligamento intermetatarsiano plantar une los metatarsianos I y II (5).
  • Ligamentos intermetatarsianos interóseos.

Articulaciones metatarsofalángicas

Las articulaciones de la pierna metatarso-falángicas son las articulaciones entre cada uno de los huesos metatarsianos con la correspondiente falange proximal (2, 3, 4, 5).

Son articulaciones sinoviales de tipo elipsoide (1, 2, 4) que realizan principalmente movimientos de flexo-extensión, pero también abducción-adducción, rotación interna-externa y circunducción (2, 4).

Superficies articulares

Las superficies articulaciones de la pierna son los extremos distales de cada metatarsiano y el extremo proximal de la falange proximal correspondiente (2, 3, 4, 5)

Bajo la cara plantar del extremo distal del primer metatarsiano hay 2 huesos sesamoideos, uno medial y otro lateral. Están unidos a la primera falange por el tendón del músculo flexor corto del primer dedo, que tiene una cabeza medial y otra lateral (1, 3, 4, 5).

Elementos de unión

Cada articulaciones de la pierna de este tipo, cuenta con su cápsula articular sinovial propia, reforzada cada una por un ligamento colateral interno y un ligamento colateral externo (1, 2, 3, 4, 5).

A nivel plantar, cada cápsula está reforzada por un ligamento plantar que crea un surco para los tendones del flexor largo del primer dedo (en la primera articulaciones de la pierna metatarso-falángica, entre los 2 huesos sesamoideos) y los tendones de los músculos flexor corto de los dedos y flexor largo de los dedos (articulaciones metatarso-falángicas II-V) (3, 4, 5).

Por otro lado, los ligamentos metatarsianos transversos profundos (son 4) unen los extremos distales de los metatarsianos entre sí (3, 4, 5), haciendo que los 5 dedos funcionen como una unidad (4).

Ligamentos de las articulaciones metatarsofalangicas
Ligamentos de las articulaciones metatarsofalángicas (recuadros y líneas rojas). Imagen obtenida y editada de Drake et al (2005) (4).

Articulaciones interfalángicas

Son las articulaciones de la pierna más distales (1, 2, 3, 4). Son articulaciones sinoviales (1, 2) de tipo troclear (1, 2, 4) entre el extremo distal de una falange proximal con el extremo proximal de la falange distal correspondiente (1, 2, 3, 4, 5).

Cada dedo tiene una articulación interfalángica proximal y otra distal, a excepción del primer dedo que tan solo tiene una (1, 2, 3, 4, 5).

Superficies articulares

Las superficies articulares se encuentran en los extremos distales (cabeza de las falanges proximales), proximales y distales (base y cabeza de las falanges intermedias) y proximales (base de las falanges distales) de cada falange (2, 3, 4, 5).

Elementos de unión

Cada articulaciones de la pierna interfalángica está reforzada con una cápsula articular sinovial propia (1, 2), por ligamentos colaterales (uno interno y otro externo) (1, 2, 3, 4, 5), y por un ligamento plantar (1, 2, 4).

Al igual en las articulaciones de la pierna metatarso-falángicas, estos ligamentos plantares de las crean un surco para (4):

  • Tendón del músculo flexor largo del primer dedo (articulaciones de la pierna interfalángica del primer dedo).
  • Tendones de los músculos flexor corto de los dedos y flexor largo de los dedos (articulaciones de la pierna interfalángicas de los dedos II-V).

 

Ligamentos de las articulaciones interfalangicas
Ligamentos de las articulaciones interfalángicas (recuadros y líneas rojas). Imagen obtenida y editada de Drake et al (2005) (4).

Juego interactivo para conocer los huesos del cuerpo humano

A continuación os dejamos una actividad para que interactuéis y localicéis de forma sencilla los principales huesos del cuerpo humano. ¡A ver cuántos aciertas!

Conclusiones

Las articulaciones de la pierna (miembro inferior) se encuentran en 3 niveles según su localización (1, 2):

  • Proximal – Cadera.
  • Intermedio – Rodilla.
  • Distal – Tobillo-pie.

Las articulaciones de la pierna están diseñadas principalmente para sostener el peso del cuerpo (1). Es por esto que las articulaciones de la pierna, un sistema estabilizador pasivo potente.

Por otro lado, a pesar de que en este artículo se ha tratado de describir las características artrológicas de las articulaciones de la pierna de forma exhaustiva, el hecho de describir todas las articulaciones de la pierna ha provocado que se tenga que resumir muchos puntos de su descripción.

En este artículo, hemos realizado un análisis detallado de las articulaciones de la pierna, buscando establecer un contexto anatómico de nuestro tren inferior.

Dentro de las articulaciones de la pierna, existen muchos tipos distintos, esperamos que este artículo os sirva de ayuda.

Referencias bibliográficas

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Autor: David Lima

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BIO: Soy Graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, Postgraduado en Prevención, Intervención y Recuperación Funcional de Lesiones en la Actividad Física y el Deporte y trabajo como preparador físico y readaptador en una clínica deportiva.

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