Las lesiones deportivas son un elemento inherente a la práctica de cualquier tipo de actividad físico – deportiva. Para minimizar su riesgo de aparición existen una gran variedad de programas y de planes de entrenamiento destinados para tal fin, por ejemplo el PEP Program. Si sufres una lesión, tambien existen muchos programas diseñados para conseguir un buen proceso de rehabilitación mediante la práctica de actividad física.
En este artículo abordaremos el tema del Return to play, o proceso de vuelta al entrenamiento o a la competición después de haber sufrido una lesión deportiva y de que esta se haya recuperado por completo contando con el alta médica.
Antes de comenzar, señalar que la finalidad de este artículo es meramente informativa y la información proporcionada en él tiene carácter general, no pudiendo aplicarse a ningún caso específico. Durante el proceso de recuperación deportiva siempre se deben seguir las indicaciones de un profesional del ámbito.
Return to play ¿quién tiene la última palabra?
Como bien explican Creighton et al. (3) y Matheson et al. (4) no existe un protoco generalizado que defina quien es la persona encargada de tomar la decisión definitiva de si un deportista está preparado para retomar la práctica deportiva después de una lesión. Lo ideal es que dicha decisión se tome en consenso entre todos los responsables deportivos (médicos, entrenadores, preparadores físicos, etc.) y el propio deportista.
En caso de que los desacuerdos sean muy grandes, los autores abogan por darle prioridad a la opinión del equipo médico como máximos responsables de esta decisión.
Directrices generales para regresar a la práctica deportiva
Una vez que no tenemos dolor en la parte lesionada, así como el rango de movimiento completo y flexibilidad sin (o casi) sin molestias, estamos casi preparados para volver a practicar deporte, pero antes debemos tener en cuenta las siguientes especificaciones para poder regresar a la actividad física normalizada (1, 2):
- Recuperación de la fuerza: La fuerza en la zona afectada por la lesión no debe ser inferior al 90% del total de la fuerza en el lado opuesto.
- Dolor o hinchazón: Durante la práctica de actividad física, o al terminar, puede existir un ligero malestar o una pequeña hinchazón.
- Readaptación funcional: El deportista debe ser capaz de llevar a cabo con éxito y eficacia las diferentes acciones específicas de su especialidad deportiva.
- Retorno progresivo a la actividad: Se recomienda no comenzar al 100% de las capacidades máximas de un deportista. Lo ideal es empezar al 50% e ir aumentando entre un 10-15% a la semana la intensidad en los entrenamientos. Siempre y cuando ese aumento no genere dolor o molestias en la zona lesionada durante la práctica deportiva o al día siguiente.
- Seguridad y confianza a nivel mental: El deportista debe sentirse seguro y recuperado a nivel mental, teniendo la confianza de que no va a recaer en su lesión y de que tiene el nivel necesario para retornar a la actividad física a pleno rendimiento.
Es importante señalar que la edad es un factor determinante a tener en cuenta, en jóvenes deportistas las medidas que se empleen para determinar si están preparados para volver a entrenar despúes de una lesión, deben ser más conservadoras que para los deportistas adultos (5).
¿Afecta el uso de anestésicos en la vuelta a la práctica deportiva?
La investigación llevada a cabo por Orchard (6) concluye que emplear anestésicos de carácter local en futbolistas profesionales puede ocasionar que el tiempo que necesiten para reincorporarse a las sesiones de entrenamiento sea menor. Si bien, también se corre el riesgo de que, debido a esa pronta reincorporación, la lesión pueda empeorar, por lo que su uso debería reducirse a aquellas ocasiones en las que los médicos y los deportistas coincidan en que los beneficios superarán a los riesgos.
Conclusiones
El ámbito de volver la práctica deportiva después de una lesión es un campo de estudio muy amplio y de gran utilidad (2, 3, 4). Una gran mayoría de comités de expertos abogan por dejar de usar las tradicionales escalas para clasificar las lesiones en favor de instrumentos combinados de recuperación del deportista que guiarían de manera individual su retorno a la práctica deportiva (5).
En resumen, no solo conocer si estamos totalmente recuperados de una lesión es importante para reincorporarnos a la práctica deportiva, sino que también es fundamental saber la manera correcta de llevarlo a cabo para no recaer de dicha lesión o sufrir otra.
Bibliografía
- American College of Sport Medicine (2011). Return to Play – A Coach´s Guide. Recuperado el 25/05/2015.
- Aubry, M.; Cantu, R.; Dvorak, J.; Graf-Baumann, T.; Johnston, K.; Kelly, J.; Lovell, M.; McCrory, P.; Meeuwisse, W. & Schamasch, P. (2002). Summary and agreement statement ofthe first International Conference on Concussion in Sport, Vienna 2001. British Journal of Sports Medicine. 6, 6 – 10.
- Creighton, D.; Shrier, I.; Shultz, R.; Meeuwisse, W. & Matheson, G. (2010). Return-to-Play in Sport: A Decision-based Model. Clinical Journal of Sport Medicine. 21 (1), 25 – 30.
- Matheson, G.; Shultz, R.; Bido, J.; Mitten, M.; Meeuwisse, W. & Shrier, I. (2011). Return-to-Play Decisions: Are They the TeamPhysician’s Responsibility?. Clinical Journal of Sport Medicine. 20 (5), 379- 385.
- McCrory, P.; Johnston, K.; Meeuwisse, W.; Aubry, M.; Cantu, R.; Dvorak, J.; Graf-Baumann, T.; Kelly, J.; Lovell, M. & Schamasch, P. (2005). Summary and agreement statement of the 2nd International Conference on Concussion in Sport, Prague 2004. British Journal of Sports Medicine. 39, 196 – 204.
- Orchard, J. (2002). Benefits and risks of using local anaesthetic for pain relief to allow early return to play in professional football. British Journal of Sports Medicine. 36, 209- 213.