El pan Ezequiel, a diferencia del tradicional, está elaborado a partir de legumbres y de cereales germinados.
Por este motivo se considera saludable, ya que cuenta con un aporte superior de fibra y con una buena cantidad de nutrientes esenciales. Desde el punto de vista organoléptico destaca por su sabor a nuez y por una textura húmeda y esponjosa.
Es importante comentar que la inclusión del pan blanco en la dieta no está recomendada en la mayor parte de los casos.
Al menos no como alimento de acompañamiento. Supone una ingesta excesiva de carbohidratos refinados que impactan de forma significativa sobre las glucemias sanguíneas.
Por este motivo se han desarrollado alternativas que permitan disfrutar de un producto similar, pero con menos contraindicaciones.
Componentes del pan Ezequiel y valor nutricional
El pan Ezequiel está elaborado a partir de trigo, cebada, mijo, espelta, lentejas y soja.
Los granos sufren un proceso de germinación a partir del cual se rompen las proteínas y los carbohidratos que se encuentran en su interior, liberándose nutrientes de alta calidad que se absorberán posteriormente en el organismo humano. Además, dicho proceso disminuye la cantidad de gluten en el comestible final.
Hablamos, de todos modos, de un producto que cuenta fundamentalmente con glúcidos en su interior, aunque la concentración de proteínas es mayor que en el caso del homólogo elaborado exclusivamente con trigo.
Hay que destacar que los carbohidratos son de tipo complejo, por lo que el impacto en el organismo no será excesivo. También se experimenta un incremento en el aporte de fibra, lo que genera varios beneficios a nivel de salud.
Desde el punto de vista de los micronutrientes, puede aportar minerales como el hierro y el calcio. Incluso podría suponer una fuente de zinc, un elemento clave para asegurar el buen funcionamiento del sistema inmune.
En cuanto a las vitaminas, la más abundante de ellas es la niacina, aunque las del grupo B en general se encuentran en cantidades abundantes.
Beneficios del pan Ezequiel
La inclusión del pan Ezequiel en el contexto de una dieta variada y equilibrada puede generar una serie de beneficios para la salud. Ahora bien, será determinante asegurar que no existen déficit de nutrientes esenciales.
De lo contrario las reacciones fisiológicas que ocurren a diario en el cuerpo humano se alterarían, lo que da lugar al desarrollo de patologías crónicas.
En primer lugar, hay que destacar que el consumo de pan Ezequiel es bueno para el tracto digestivo. Por una parte, la fibra que concentra consigue ayudar a prevenir y a manejar el estreñimiento.
Al mismo tiempo, este elemento protege frente a la aparición de enfermedades complejas como el cáncer de colon (1). De hecho, se recomienda una ingesta de 25 gramos de fibra al día para reducir el riesgo.
También es importante tener en cuenta que los carbohidratos que aporta este alimento son necesarios para los atletas. Sobre todo para los que realizan esfuerzos máximos y submáximos.
En este caso los azúcares supondrán el principal sustrato energético, por lo que es necesario tener los depósitos de los mismos cargados. Una vez finalizada la sesión de entreno conviene asegurar el consumo de glúcidos junto a una porción de proteínas para agilizar los procesos de recuperación (2).
Siguiendo con los beneficios del pan Ezequiel para la salud, hay que destacar la importancia de mantener los niveles de micronutrientes en rangos normales.
El hierro que aporta este alimento consigue disminuir el riesgo de desarrollar anemia (3). Esta patología condiciona el transporte de oxígeno a través de la sangre y cursa con una situación de cansancio extremo y fatiga.
¿Cómo tomar pan Ezequiel?
Una de las características del pan Ezequiel es que presenta una vida útil corta. Normalmente se mantiene refrigerado o congelado para evitar que se estropee, aunque lo ideal es servirlo a temperatura ambiente.
Cabe siempre la opción de tostarlo ligeramente en el horno o en una tostadora para realzar su sabor y para conseguir una textura más apetecible.
Se trata de un comestible que se puede incluir en la pauta en cualquier momento del día. Ahora bien, se recomienda siempre que se acompañe con algún alimento con alto contenido en proteínas.
Estos nutrientes resultan imprescindibles para garantizar que los músculos se mantienen en un estado funcional óptimo (4).
Una opción aconsejable es la de untar crema de cacahuete en el pan Ezequiel, colocando por encima plátano cortado y semillas de chía.
Si se acompaña incluso con un batido de proteínas se obtendrá una merienda completa en cuanto a nutrientes especialmente indicada para deportistas.
Ahora bien, el pan Ezequiel se puede utilizar para preparar bocadillos y sandwiches la estilo tradicional. Con cualquier fiambre magro, queso o pechuga de pollo combinará estupendamente. El resultado puede ser un plato con alta densidad a nivel nutricional, algo que asegura el buen funcionamiento del organismo.
¿Se puede hacer pan Ezequiel en casa?
Aunque lo más habitual consiste en adquirir el pan Ezequiel en una panadería o tienda especializada en suplementos deportivos, es cierto que este producto se puede preparar también en casa. De todos modos, el proceso es algo largo. Aun así, una vez elaborado se congela y durará bastante tiempo, pudiendo consumirse poco a poco.
Pan Ezequiel, una variedad con muchos beneficios
Como has visto, el pan Ezequiel cuenta con un perfil nutricional beneficioso, por lo que puede incluirse en el contexto de una dieta variada y equilibrada.
Resulta especialmente positivo para deportistas, ya que aporta una cantidad significativa de carbohidratos complejos que servirán como sustrato energético. Ahora bien, no se debe descuidar tampoco el aporte proteico, con el objetivo de favorecer la recuperación y las adaptaciones.
Para terminar, ten en cuenta que el pan es un producto que no se debe utilizar como acompañamiento, sino como fuente principal de carbohidratos de la comida en cuestión.
De lo contrario podría generarse un exceso en el aporte de glúcidos en detrimento de otros nutrientes. Lo determinante es cubrir todos los requerimientos, no centrarse solamente en un tipo de sustancia. Para ello, un buen consejo es el de mantener siempre la variedad en la pauta.
Referencias bibliográficas
- Gianfredi, V., Salvatori, T., Villarini, M., Moretti, M., Nucci, D., & Realdon, S. (2018). Is dietary fibre truly protective against colon cancer? A systematic review and meta-analysis. International journal of food sciences and nutrition, 69(8), 904–915.
- Alghannam, A. F., Gonzalez, J. T., & Betts, J. A. (2018). Restoration of Muscle Glycogen and Functional Capacity: Role of Post-Exercise Carbohydrate and Protein Co-Ingestion. Nutrients, 10(2), 253. https://doi.org/10.3390/nu10020253
- DeLoughery T. G. (2017). Iron Deficiency Anemia. The Medical clinics of North America, 101(2), 319–332. https://doi.org/10.1016/j.mcna.2016.09.004ç
- Naseeb, M. A., & Volpe, S. L. (2017). Protein and exercise in the prevention of sarcopenia and aging. Nutrition research (New York, N.Y.), 40, 1–20. https://doi.org/10.1016/j.nutres.2017.01.001