La muerte súbita cardaaca (MSC) es una muerte natural inesperada debida a causas cardíacas y caracterizada por una repentina pérdida de conocimiento dentro de la primera hora del inicio de los síntomas agudos.
Se calcula que aproximadamente un 80% de los pacientes que sufren muerte súbita cardíaca tiene enfermedad coronaria, por lo que cabe relacionar que la forma más frecuente de fallecimiento en pacientes con cardiopatía isquémica (enfermedad ocasionada por la aterosclerosis de las arterias coronarias) es la muerte súbita. El 10% restante presentará otro tipo de patologías como por ejemplo miocardiopatía hipertrófica (1).
La MSC suele afectar a gente joven e incluso a atletas de alto rendimiento y son noticias que acaban teniendo un gran impacto mediático como en el caso del futbol. Según afirma Ramón Brugada Terradellas, cardiólogo especialista en muerte súbita cardiaca en una entrevista para el diario El Mundo, la MSC «afecta a unas 800.000 personas al año en el mundo occidental, causando más muertes que el sida, los tumores de mama y de pulmón y los accidentes cerebrovasculares juntos, aunque el grado de concienciación no se parezca al de éstas». Lo que se suele determinar cuando ocurre una MSC es que se trata de una muerte natural, esto es, no violenta, pero es muy importante que los familiares directos sean informados de que se puede tratar de una enfermedad genética para que acudan al médico y realizar así un estudio genético.
Causas de la muerte súbita cardiaca
La muerte súbita cardíaca por desgracia ocurre con cierta frecuencia entre atletas, ya sean jóvenes o de mayor edad. Las causas en los menores de 35 años tienen una menor incidencia y difieren de las causas de atletas mayores de esta edad. Para los jóvenes menores de 35 años, las enfermedades que predominan son las hereditarias como la cardiomiopatía hipertrófica, anomalías en las arterias coronarias y la cardiomiopatía arritmógena del ventrículo derecho. Para los mayores de 35 años, la causa predominante es la aterosclerosis coronaria que comporta aproximadamente el 50% de los casos.
La práctica de actividades deportivas entre adolescentes y adultos menores de 35 años está asociada a un aumento de muerte súbita para ambos sexos. Pero la práctica deportiva en sí no es la responsable de este hecho, sino un simple aliciente para cuando existe una enfermedad no diagnosticada. Se ha reconocido que la práctica regular de ejercicio físico es un factor protector de cardiopatía isquémica y, por otra, se sabe que la actividad física intensa (>6METs) puede desencadenar una MSC, sobre todo en personas que no realizan este tipo de actividades de forma regular (2).
El riesgo anual de MS entre atletas adolescentes y adultos jóvenes ha sido calculado entre 5 a 10 por millón de habitantes. Estas muertes ocurren en mayor proporción en atletas competitivos que entre los jóvenes que practican deportes de forma recreacional (3).
Las 3 principales causas de MSC y su porcentaje de afectación en su principal causa en atletas adolescentes y adultos jóvenes son (2):
- Cardiomiopatía hipertrófica, 36% de los casos
- Anomalías en el origen de las arterias coronarias
- Displasia arritmógena del ventrículo derecho.
Las 3 principales causas de MSC y su porcentaje de afectación en su principal causa en adultos mayores de 35 años son:
- Aterosclerosis coronaria, aproximadamente el 50% de los casos.
- Cardiomiopatía hipertrófica.
- Cardiomiopatía dilatada.
¿Se puede prevenir la muerte súbita cardiaca?
Es evidente que la mayor parte de estas patologías no se suelen detectar antes de que suceda la MSC si no se realizan unos exámenes previos bastante específicos, debido a que la mayoría son asintomáticos y para cuando los síntomas aparecen ya es demasiado tarde y la patología se revela durante la autopsia.
En los deportes de competición, un esfuerzo físico extenuante y llevado a límites extremos puede ocasionar ciertas complicaciones a un deportista que no tenga un estado de salud óptimo. Al referirnos a la competición, no hablamos exclusivamente de alto nivel, ya que la sobrecarga física y psicológica puede ser intensa en todas las situaciones, categorías y edades.
Por lo tanto, una de las primeras medidas preventivas sería disponer de desfibriladores automáticos externos en los estadios y centros deportivos y con la existencia de personal formado en RCP básica. La siguiente medida para prevenir la MSC sería un diagnóstico precoz de las cardiopatías y, para ello es necesaria una valoración cardiológica elemental en todo candidato a la práctica deportiva para descartar la presencia de una cardiopatía potencialmente responsable de la MSC. Ésta valoración consiste en historial familiar y personal amplio, exploración física y completa y un electrocardiograma de 12 derivaciones. Se debería de añadir un cuestionario sobre antecedentes de MSC o sospechas de cardiopatía y fatiga desproporcionada para el esfuerzo realizado (2).
Además, para adultos mayores de 35 años, la principal causa de MSC es la aterosclerosis coronaria, enfermedad que presenta una serie de factores de riesgo que pueden ser modificados y de la que también hablamos en el artículo: Aterosclerosis y riesgo de padecerla.
Actualmente, existe más o menos consenso en que es necesario realizar valoraciones cardiológicas, pero también hay un intenso debate sobre cuáles serían esos componentes para realizar un programa de evaluación sistemática. Es por eso por lo que no se ha adoptado una estrategia uniforme, ya que la Sociedad Europea de Cardiología mantiene una postura oficial y consensuada recomendando la valoración cardiovascular de los deportistas basándose en la anamnesis, la exploración física y el ECG y, difiriendo de este consenso, las medidas adoptadas por diferentes asociaciones y federaciones de los países europeos son diversas ya que, aunque todas incluyen esos tres puntos, otras, además, añaden la realización de una prueba de esfuerzo y un ecocardiograma. Esto puede ser debido a que el ECG no detecta todas las cardiopatías que pueden conducir a una muerte súbita (enfermedad coronaria aterosclerótica, anomalías en arterias coronarias…etc) (4).
Conclusión sobre la muerte súbita
Existen dos grupos de edad bien diferenciados en los que la MSC llega a afectar de diferente forma (<35 años y >35 años) y sabemos que afecta a un número importante de personas (deportistas o no) cada año, por lo que la tanto prevención activa como un temprano tratamiento basados en realizar consultas con personal médico especializado y en la implantación de unidades de desfibrilación ayudarán a disminuir la influencia de los eventos y evitar situaciones desagradables.
Para finalizar, cabe añadir que la Sociedad Española de Cardiología ha puesto en marcha el Estudio Español de Muerte Súbita Relacionada con el Deporte, con el objetivo de facilitar el estudio de los casos de MSC (recuperada o no) que se produzcan en deportistas. Conocer el diagnóstico puede permitir iniciar un tratamiento o medidas preventivas que eviten nuevos casos en la familia. Si deseas más información sobre este estudio puedes consultarlo en: secardiología.
Bibliografía
- Ortega Sánchez-Pillina, R. (1992). Medicina del ejercicio físico y del deporte para la atención a la salud. Madrid: Díaz de Santos
- O. Sanauga, J., Acosta, G. (2005) .Cardiología del Ejercicio. Federación Argentina de Cardiología y Universidad Nacional de Catamarca.
- Hallawa, B. (2004). Cardiovascular diseases as a cause of sudden death in athletes. Polski Mekuriusz Lekarski: Organ Polskiego Towarzystwa Lekarskiego [2004, 16(91):5-7].
- Sitges, M., A. Gutiérrez, J. y cols. (2012). Consenso para prevenir la muerte súbita cardíaca de los deportistas. Apunts Med. Esport. 2013; 48(177):35-41.