En este artículo vamos a describir en qué consiste la hiperpnea, sus mecanismos principales y la relación que existe con la ansiedad.
¿En qué consiste la hiperpnea?
La hiperpnea o hiperventilación es el aumento de la presión arterial de oxígeno (PaO2) y la disminución de la presión arterial de dióxido de carbono (PaCO2) debido al incremento de la frecuencia respiratoria. En general, suele presentarte en casos de ansiedad o pánico (1). Es decir, estas emociones pueden llegar a producir la posibilidad de hiperventilar (1).
Respecto a la prevalencia, se presenta de igual forma en la mujer que en el varón, representando alrededor de 9% de los pacientes entre los 15 y 45 años de edad (1).
Mecanismos principales
Los dos mecanismos fisiopatológicos a través de los cuáles se produce la hiperpnea son (4):
- Alcalosis metabólica: aumentan los valores de pH en suero debido a la gran expulsión de CO2, disminuyendo las concentraciones del calcio ionizado, de la presión del dióxido de carbono del hidrogeno. Este hecho, provoca un aumento de la excitabilidad neuronal
en fibras con daños parciales. - Vasoconstricción general: se reduce la circulación cerebral arterial hasta en un 50%, además del oído interno y , consecuentemente, la oxigenación de los tejidos. Como resultado tenemos la inhibición de la actividad nerviosa.
La hiperapnea es un término médico que describe un aumento en la profundidad y la velocidad de la respiración, generalmente en respuesta a una mayor demanda de oxígeno por parte del cuerpo. Este fenómeno es distinto de la hiperventilación, donde la tasa de respiración excede las necesidades metabólicas del cuerpo, a menudo resultando en una disminución anormal de los niveles de dióxido de carbono en la sangre.
Causas de la Hiperapnea
La hiperapnea puede ser inducida por varias condiciones y situaciones, incluyendo:
- Ejercicio físico intenso: Durante el ejercicio, los músculos utilizan oxígeno a un ritmo más rápido para producir energía, lo que aumenta la demanda de oxígeno y el nivel de dióxido de carbono en el cuerpo, desencadenando una respuesta de hiperapnea.
- Altitud elevada: La menor disponibilidad de oxígeno en altitudes más altas puede llevar al cuerpo a aumentar la profundidad y la velocidad de la respiración para mejorar la captación de oxígeno.
- Condiciones médicas: Algunas condiciones de salud, como la acidosis metabólica (un aumento en la acidez de la sangre) o enfermedades pulmonares, pueden causar hiperapnea como mecanismo compensatorio para tratar de normalizar los niveles de gases en la sangre.
Efectos de la Hiperapnea
- Mejora del intercambio gaseoso: La hiperapnea facilita un mayor intercambio de oxígeno y dióxido de carbono entre la sangre y el ambiente, lo cual es crucial durante el ejercicio físico o en respuesta a condiciones ambientales específicas.
- Regulación del pH sanguíneo: Al excretar más dióxido de carbono, la hiperapnea puede ayudar a alcalinizar la sangre, contrarrestando los efectos de la acidosis.
Diferencias entre Hiperapnea y Hiperventilación
Es importante distinguir entre hiperapnea e hiperventilación. La hiperapnea es una respuesta adecuada a una mayor demanda de oxígeno y un aumento en la producción de dióxido de carbono, mientras que la hiperventilación ocurre cuando la tasa de respiración excede las necesidades actuales de oxígeno del cuerpo, lo que puede llevar a una disminución en los niveles de dióxido de carbono en la sangre y a la alcalosis respiratoria, un estado donde el pH sanguíneo se eleva por encima de lo normal.
Manejo y Consideraciones
En la mayoría de los casos, la hiperapnea inducida por el ejercicio no requiere tratamiento y es una parte natural de la fisiología del ejercicio. Sin embargo, si la hiperapnea está asociada con condiciones médicas subyacentes, el tratamiento de la condición subyacente es esencial. Para atletas y personas activas, entender y adaptarse a la hiperapnea puede ayudar a mejorar el rendimiento y la eficiencia del ejercicio.
Efectos metabólicos de la hiperpnea
El paciente que presenta hiperpnea suele verse afectado por el incremento de su frecuencia a 20 o 25 respiraciones por minuto, y presenta palpitaciones, dolor precordial, disnea, náuseas, y a continuación mareo y trastornos visuales (1).
Es importando saber que si la frecuencia respiratoria aumenta a 30 respiraciones por minuto puede llegar a provocar hasta espasmos musculares que el paciente reconoce como “temblores» (1).
Alteraciones fisiopatológicas
Las tres alteraciones fisiopatológicas más frecuentes son (1):
- Alteraciones del pH sanguíneo
- Disminución de los niveles de calcio iónico
- Aumento de los niveles de catecotaminas (adrenalina y noradrenalina)
Cuadro clínico del síndrome de hiperpnea
En la siguiente tabla vamos a resumir cuáles son los síntomas principales derivados de la hiperpnea (1):
Sistema |
Síntoma |
---|---|
Neurológico | Alteraciones de la consciencia, lasitud, mareos, trastornos visuales, parestesias |
Cardiovascular | Dolor precordial, taquicardia, palpitaciones |
Respiratorio | Falta de aire, taquipnea, suspiros |
Musculoesquelético | Calambres musculares, dolor muscular, temblores, tetania carpopedal |
Psicológico | Ansiedad, tensión y aprensión |
Gastrointestinal | Dolor epigástrico, dolor retroesternal, aerofagia |
General | Fatiga, debilidad |
Hiperpnea y ansiedad
En la cuarta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV) 20, se encuentra recogido el pánico como uno de los trastornos de ansiedad (2).
La característica más peculiar es la aparición de crisis repetitivas de pánico acompañadas de miedos y preocupación persistente acerca del ataque y sus consecuencias. Además, se llegan a producir síntomas muy relacionados con el desarrollo de la hiperpnea como, por ejemplo, (2):
- Palpitaciones
- Temblores
- Sudoración
- Malestar abdominal
- Miedo a morir, volverse loco, etc.
En 1995, Whittal y Goetsch estudiaron algunas diferencias individuales que se relacionan con los efectos de la hiperpnea en el desarrollo de la ansiedad(3).
Gracias a este estudio, se ha comprobado que los paciente con alta prevalencia de ansiedad alcanzaron niveles más altos de ansiedad en el desarrollo de la hiperpnea que aquellos pacientes que presentaban un riesgo de ansiedad menor. Sin embargo, ambos grupos no difirieron en los niveles de activación fisiológica durante la alteración respiratoria (3).
¿En qué consiste la prueba de la hiperpnea o hiperventilación?
El test de hiperventilación (THV) es una prueba sencilla de realizar, que se encuadra dentro de las distintas pruebas diagnósticas de la patología vestibular (4).
¿Cómo se realiza esta prueba?
En primer lugar, el paciente debe de permanecer sentado, y debe de realizar inspiraciones rápidas y profundas a una velocidad de 1/s durante aproximadamente 60-70 segundos. En este sentido, comprobaremos los efectos metabólicos que influyen en la respuesta del sistema vestibular (4).
Durante la realización de este test se observan los movimientos oculares y pasados 60 segundos, se anula la fijación visual
con gafas de Frenzel o de videonistagmografía, debido a que el nistagmo inducido por la ventilación es inhibido por la fijación visual (4).
¿Cómo se pueden prevenir los síntomas de la hiperpnea? ¿Cuáles son los tratamientos que existen?
La prevención de la hiperpnea es clave para el alivio de los síntomas asociados a esta patología.
Primero, se puede realizar un cuestionario específico para la detección de la ansiedad en su fase temprana. Además, se procederá a la búsqueda de datos clínicos como (1):
- Manos frías
- Temblores
- Sudor
- Palidez
- Incomodidad
- Sensación de calor
- Inquietud
Una vez que se ha diagnosticado la ansiedad, se le informa al paciente de las consecuencias y de la importancia de respirar más lento y menos profundo. De hecho, a veces se utiliza un sedante suave.
Cabe destacar que antes de realizar un procedimiento odontológico se deben obtener los signos de mayor importancia y el registro de la evolución de los mismos para la consecución de la prevención del síndrome de la hiperpnea.
Respecto a los tratamientos más eficaces, el primer paso consiste en que el médico informe al paciente de que la hiperpnea, no solo se centra en un problema psiquiátrico, sino que es una hiperrespuesta al estrés con efectos físicos graves (1).
Otra de las medidas que se toman es bajar el ritmo respiratorio contando de forma muy lenta del 1 al 20. Se colocan ambas manos en boca y nariz, haciendo que la presión de dióxido de carbono se incremente y el paciente se distraiga de esta manera del temor o pánico a una situación determinada (1).
Medidas para tomar en el hogar
Si la hiperventilación resulta cada vez más intensa, se recomiendan una serie de pautas a seguir en casa para disminuir estos síntomas, con el objetivo de elevar los niveles de dióxido de carbono en sangre (2):
- Ser tranquilizado por algún familiar o amigo para bajar el ritmo respiratorio. Para ello, se deben de utilizar frases por parte de un familiar como «lo estás haciendo muy bien», «no tienes un ataque al corazón» y «no vas a morir» con un tono de voz relajado.
- Respirar a través de los labios fruncidos: se realiza frunciendo los labios como si estuviéramos apagando la llama de una vela, exhalando de forma lenta mediante los labios.
Conclusiones
La hiperpnea ha sido reconocida una de las consecuencias más importantes del desarrollo de la ansiedad o pánico en situaciones determinadas, provocando una disminución significativa de dióxido de carbono en sangre. Consecuentemente, se originan una serie de alteraciones fisiológicos, entre las que destacan:
- Reducción de la presión arterial de CO2 llegando a un nivel llamado sangre hasta un nivel denominado hipocapnia
- Alcalosis metabólica
- Cambios corporales relacionados con vasoconstricción y la posibilidad de presentar una reacción cardiovascular compensatoria
Referencias bibliográficas
- Lizardi-Guitiérrez, P. & Guitiérrez-Jiménez, H. (2012). Síndrome de hiperventilación. Urgencias médicas en odontología, 2ª
edición: 158-162. - M, P. T. (2004, 3 marzo). Síndrome de hiperventilación y asma. Archivos de Bronconeumología.
- Vindel-Cano, A. (2007). Hiperventilación y experiencia de ansiedad. Ansiedad y estrés, 13: 291-302.
- Mena-Domínguez, E.A. (2018). Revisión sobre la prueba de hiperventilación y la de valsalva. Rev. ORL, 9 (2): 133-137. Universidad de Salamanca.