Causas del envejecimiento

Analizamos las diferentes teorías que suponen las verdaderas causas del envejecimiento en el ser humano.

✎ Autor:  Pablo Sánchez

Desde la antigüedad se ha tratado de explicar las causas del envejecimiento y por que morimos, para lo cual se han buscado las causas de la declinación que se produce en el organismo a nivel biológico, psicológico o social, entendiendo declinación como disminución de las posibilidades o probabilidades de subsistir (1).

No se han aportado pruebas definitivas de que un solo mecanismo pueda explicar las causas del envejecimiento, pero existen diferentes teorías aceptables que nos permiten conocer las causas del envejecimiento (2).

La gerontología, como ciencia que estudia el proceso de envejecimiento, nos propone explicar sus causas en tres planos diferentes: el biológico, el psicológico y el social, ya que es un proceso que resulta de la interacción de todos estos aspectos, por lo que distinguiremos entre teorías biológicas, psicológicas y sociales (1).

En nuestra clasificación, uniremos las teorías psicológicas y sociales para englobarlas en teorías psicosociales. De este modo, nuestra clasificación final de las teorías que explican las causas del envejecimiento quedará formada por:

teorías del envejecimiento
Imagen 1. Teorías/ causas del envejecimiento.

Teorías biológicas del envejecimiento

La explicación biológica del envejecimiento se lleva a cabo mediante un análisis de los acontecimientos moleculares, celulares y sistémicos, que nos permitirán de este modo comprender la biología y patología del envejecimiento De esta forma, las teorías biológicas quedan clasificadas de la siguiente manera (3):

Teorías Moleculares

Proponen que la duración de la vida de cualquier especie está gobernada por genes que interactúan con factores ambientales. La información genética es almacenada en los genes (segmentos nucleótidos del ADN), es transcrita al ARN y es traducida en proteínas. Estas proteínas controlan la forma y la función de los organismos.

Por lo que el envejecimiento podría ser el resultado de cambios en la actividad de los segmentos de ADN, que regulan la formación de los productos celulares.

Algunas de las teorías moleculares más importantes son:

  • Restricción de codón: la fidelidad o ajuste del mensaje de traducción del ARNm se altera en el envejecimiento debido a la incapacidad de la célula para descodificar los tripletes de bases o codones en las moléculas de ARNm.
  • Mutación somática: la exposición a la radiación acorta la vida debido a la elevada probabilidad de mutaciones y a la pérdida de genes funcionales.
  • Error catastrófico: errores en la transferencia de la información, debidos a alteraciones en la polimerasa del ARNm y en el ARNt sintetasa que puede aumentar con la edad exponencialmente, y producir un aumento de proteínas anormales.
  • Regulación genética: cambios en la expresión de genes que regulan el desarrollo y el envejecimiento.
  • Pleitropismo antagónico: genes beneficiosos en el desarrollo y defectuosos en los últimos períodos de vida.
  • Desdiferenciación: acumulación gradual de lesiones moleculares al azar que altera la regulación de la expresión genética.
  • Telómeros: colas de cromosomas en las que la longitud indica el número de divisiones posibles que le queda a la célula.
  • Soma desechable: distribución preferencial de las fuentes de energía para las células reproductoras, en detrimento del mantenimiento y supervivencia de las células somáticas.

Teorías Celulares

Proponenque los cambios en las proteínas celulares y otras macromoléculas se presentan como una función de la edad. Estos cambios ocurren con el paso del tiempo bajo la influencia de factores ambientales (nutrición y estrés).

Las teorías celulares que destacamos son las siguientes:

  • Deterioro o desgaste: plantea que el desgaste de órganos puede producirse por factores intrínsecos (procesos oxidativos) y factores extrínsecos (temperatura ambiental) que influyen en la duración de la vida.
  • Cúmulo de radicales libres: formación de radicales libres de oxígeno debido a un cúmulo de reacciones oxidativas y que pueden provocar daños en las membranas celulares, en el citoplasma y en el núcleo.
  • Pigmentos de la edad: cúmulo de lipofuscina (pigmento de la vejez que se acumula en las células con el paso del tiempo) que produce diferentes complicaciones fisiopatológicas.
  • Teoría del entrecruzamiento: aumento de enlaces cruzados en las moléculas (entrecruzamientos moleculares) que alteran sus propiedades químico-físicas.

Teorías de los Sistemas

Adscriben el envejecimiento de todo el organismo a un decremento en la función de un sistema clave, como son los sistemas nervioso, endocrino o inmunológico. Tales decrementos podrían estar programados genéticamente o ser consecuencia de agresiones ambientales.

Las teorías de los sistemas son:

  • Teoría Neuroendocrina: el control de la homeostasis mediante señales nerviosas y endocrinas se desorganiza con el envejecimiento. Además las funciones fisiológicas declinan, mientras que las respuestas patológicas al estrés aumentan en número y gravedad.
  • Teoría Inmunológica: el sistema inmunológico reduce sus defensas contra los antígenos y pierde la capacidad para reconocer los propios, dando como resultado una incidencia elevada de infecciones y enfermedades autoinmunes.

Teorías Psicosociales del envejecimiento

Para los científicos psicosociales, el envejecimiento es más que un mero proceso fisiológico, implicando una compleja interacción de fenómenos que incluyen componentes psicológicos y también sociales (4).

Desde este enfoque, el envejecimiento se define como la transformación del organismo humano tras la edad de madurez física, de forma que las probabilidades de supervivencia disminuyen constantemente, lo que se acompaña de una permanente transformación del aspecto, la conducta, la experiencia y los roles sociales (5). De esta manera, las teorías psicosociales quedan clasificadas en:

Teoría de la Desvinculación

Es la primera de las teorías psicosociales enunciadas por Cummings y Henry en 1961 y se conoce también como “Teoría del Retraimiento” (4, 5).

Según esta teoría, el envejecimiento normal se acompaña de un distanciamiento o desvinculación recíproco entre las personas que envejecen y los miembros del sistema social al que pertenecen (1, 6).

Al llegar a un determinado momento de su vida y a medida que sus capacidades cambian, las personas mayores modifican sus preferencias y paulatinamente eligen retirarse de los roles sociales y reducir sus compromisos con los demás. Al mismo tiempo, la sociedad se aparta de los mayores y le entrega a los jóvenes los roles y responsabilidades que una vez desempeñaron los anteriores (4). El individuo deja poco a poco de mezclarse en la vida de la sociedad y ésta le ofrece cada vez menos posibilidades (7).

Teoría de la Actividad

Esta teoría trata de explicar los diferentes problemas sociales y las principales causas  que contribuyen a la inadaptación de las personas mayores (7).

El proceso de envejecimiento se producirá con éxito si las personas mayores conservan un nivel de actividad similar al de etapas anteriores de su vida. No se plantea la necesidad de que la persona mayor siga realizando su actividad laboral, sino que busque nuevos papeles que remplacen al anterior (4, 7).

Cuando las personas son forzadas por limitaciones físicas o las necesidades sociales a suspender los papeles útiles, deben desarrollar nuevos papeles si quieren conservar un sentido positivo de uno mismo y un bienestar físico, lo que indicará que se han adaptado con éxito al envejecimiento (4). 

Teoría de la Continuidad

Esta teoría propone que no existe una ruptura radical ni una transición brusca entre la edad adulta y la vejez, sino que se trata solo de cambios menores u ocasionales que surgen de las dificultades de adaptación a la vejez, siempre manteniendo una continuidad y estabilidad entre las dos etapas (1).

Las situaciones sociales pueden representar cierta discontinuidad, pero la adaptación y el estilo de vida se hallan principalmente determinados por los estilos, hábitos y gustos adquiridos a lo largo de toda la vida (7).

Prácticamente la personalidad, así como el sistema de valores permanece intacto durante la vejez. Además, al envejecer, los individuos aprenden a utilizar diferentes estrategias de adaptación que les permiten superar de forma eficaz las dificultades de la vida (1). 

Teoría del Vacío de Roles

Nos plantea que con el envejecimiento el individuo pierde la mayor parte de sus roles más importantes, y en consecuencia, pierde también las normas asociadas a esos roles, aquellas que le permitían saber lo correcto y lo incorrecto de su actuación social.

Esta pérdida de las normas puede tener un efecto negativo para el sujeto, de manera que la vejez se convierta en una situación desestructurada, dominada por la escasez y la ambigüedad de los roles. Esto es lo que se ha denominado como “desaparición social del anciano”.

El problema planteado a la vejez es que la sociedad no proporciona nuevas normas de comportamiento a los sujetos envejecidos, y los individuos siguen actuando según las normas de su vida adulta previa (4).

Teoría de la Dependencia Estructurada

A finales de la década de los 70 surge un nuevo enfoque, la gerontología crítica, que entiende la vejez como una posición, un estatus socialmente construido, producto de la división del trabajo y de la estructura de la desigualdad.

El punto de partida de la gerontología crítica es la observación de que en las sociedades industrializadas, las personas mayores ocupan, por lo general, no solo una posición económica y social baja, inferior a la de cualquier otro grupo de edad, sino que además, dependiente y al margen de la sociedad.

Esta posición inferior se debe a la expulsión de los ancianos del mercado de trabajo y a los efectos de las políticas sociales en otros ámbitos que viene marcada por un modo de producción capitalista que controla las relaciones sociales y por lo tanto, la relación entre la vejez y la sociedad (4).

Cambios producidos por el envejecimiento

Los cambios producidos por el envejecimiento son numerosos y no sólo físicos, por ello en el presente artículo, analizaremos todos y cada uno de ellos teniendo en cuenta la literatura científica.

La consideración integral del hombre y la influencia que el paso del tiempo tiene sobre él, nos lleva a plantear y analizar los cambios que se producen a lo largo del envejecimiento en tres niveles diferentes (10):

  • Cambios Físicos: referidos a los cambios estructurales y funcionales que se producen en el organismo, es decir, los cambios en la estructura anatomofisiológica del organismo y el envejecimiento en las capacidades físicas y sus limitaciones asociadas.
  • Cambios Psicológicos: como los cambios en el comportamiento, la auto-percepción y las reacciones frente al fenómeno de envejecer, los cambios en el rendimiento intelectual, los problemas en las relaciones con los demás y los conflictos, creencias y valores del individuo, así como su visión de la vida y la muerte.
  • Cambios Sociales: la dimensión del rol de las personas mayores en la sociedad, desde una concepción individual hasta su papel como grupo en la comunidad.

Cambios Físicos

Los cambios físicos, tanto estructurales como funcionales, se producen a lo largo de toda la vida del individuo. Los que tienen lugar en las primeras etapas van encaminados al desarrollo, pero a partir de la madurez, la situación involuciona y se produce un deterioro progresivo del organismo (10).

Con el avance de la edad, se producen deterioros estructurales y funcionales en la mayoría de los sistemas fisiológicos del organismo. Estos cambios fisiológicos afectan a una amplia gama de tejidos y sistemas de órganos y funciones, que acumulativamente, pueden afectar a la preservación de la independencia física en los adultos mayores así como en sus actividades de la vida diaria (ADV) (8).

A continuación expondremos algunos de los cambios más importantes que se producen a nivel físico en los diferentes sistemas del organismo, centrándonos en primer lugar en los cambios que se producen a nivel estructural:

Sistema Musculo-Esquelético

Huesos

En la edad adulta, la formación ósea comienza a disminuir y finalmente no es capaz de seguir el ritmo de reabsorción. El resultado es una pérdida de masa ósea que comienza a la edad de 20 años, con un promedio de pérdida de 1% por año (9).

Las personas mayores sufren importantes trastornos en la mineralización ósea que pueden causar lo que se conoce como osteoporosis, que se caracteriza por una pérdida de masa y fuerza ósea, y que provoca a su vez una pérdida de 2 a 3% de masa ósea por año. (10). Los huesos se vuelven más porosos y frágiles, y por lo tanto existe un mayor riesgo de que se produzcan fracturas, especialmente de cadera. (11).

La pérdida de masa ósea en el envejecimiento está relacionada con cambios en los niveles hormonales, deficiencias en la dieta o la inactividad física. Estas pérdidas afectan en mayor medida a las mujeres debido a una mayor deficiencia de calcio o a factores hormonales como la menopausia, que provocan una disminución de los niveles de estrógenos que estimulan la actividad osteoblástica (12). 

Articulaciones

En el cartílago articular se observa una disminución de la elasticidad, cambio de color, superficie más fina y friable, mayor facilidad para pequeños desgarros y disminución de la resistencia al sobrepeso. Además, las superficies articulares del cartílago comienzan a deteriorarse hacia la tercera década de la vida, y a medida que esto ocurre, las dos superficies óseas de la articulación quedan en contacto causando la aparición de dolor o limitación de movimientos (11).

Estos cambios anteriores conducen a una evidente fatiga y a una mayor susceptibilidad a la osteoartritis, que es uno de los desórdenes más comunes de la vejez (12).

En cuanto al líquido y membrana sinovial, podemos observar una disminución de la viscosidad del líquido y cambios de tipo fibrótico en la membrana (12).

Los ligamentos y tendones se vuelven más rígidos y pierden su contenido hídrico, lo cual reduce la flexibilidad de las articulaciones y el grado de movilidad, sobre todo en las rodillas, caderas y columna vertebral (11).

Músculos

Uno de los efectos más notables del envejecimiento a nivel muscular es la pérdida de masa muscular, debida a lo que se conoce como sarcopenia, que es uno de los factores determinantes de la fragilidad muscular y de la reducción  de la función locomotora en la vejez, y que podemos definirla como la disminución gradual de la masa muscular con el avance de la edad, consecuencia de un envejecimiento normal (15).

Además, a medida que avanza la edad se producen diferentes cambios anatómicos a nivel muscular, que según Kamel (2003) se resumen en:

  • Disminución de la masa y del área de sección transversal del músculo.
  • Infiltración de grasa y de tejido conectivo.
  • Disminución en el tamaño de las fibras musculares tipo II o de contracción rápida sin cambios en las de tipo I o de contracción lenta.
  • Disminución en el número de fibras musculares tipo II o de contracción rápida.
  • Disminución en el número de fibras musculares tipo I o de contracción lenta.
  • Descolocación de los miofilamentos y líneas Z.
  • Disminución del número de unidades motoras (16).

Sistema Cardiovascular

Corazón

Entre  los cambios que se producen en el corazón observamos:

  •  Incremento de los depósitos de lipofuscina, “el pigmento del envejecimiento”, que provoca una degeneración leve de las células del músculo cardíaco y un engrosamiento y rigidez de las válvulas del corazón (17, 18).
  • El marcapasos natural del corazón o nódulo sinusal puede perder algunas de sus células o verse afectado por fibrosis o depósitos de grasa (17, 18).
  • Aumento del contenido total de colágeno miocárdico, que afecta a la eficiencia del acoplamiento excitación-contracción y aumenta el riesgo de que se produzcan arritmias cardíacas (9, 10).
  • Incremento  del tamaño del corazón, especialmente del ventrículo izquierdo. De igual forma, la pared cardíaca se engruesa, de manera que existe una disminución de la cantidad de sangre expulsada y un llenado más lento (17, 18).

Arterias

En cuanto al envejecimiento de las arterias implica la remodelación de la matriz extracelular, con un aumento de las fibras colágenas y disminución de las fibras elásticas. Esto provoca un aumento en la cantidad de colágeno y por lo tanto hace que las arterias se vuelvan más rígidas y menos elásticas, perdiendo por lo tanto su elasticidad (17, 18).

Debido a los cambios del tejido conectivo de la pared de los vasos sanguíneos, la arteria principal del corazón, la aorta, se vuelve también más rígida y gruesa, lo que produce una mayor eyección sanguínea e hipertrofia cardíaca y un aumento de la presión sanguínea (17, 18).

En cuanto a los barroreceptores, se hacen menos sensibles con el envejecimiento, y por lo tanto, existe una mayor incidencia de hipotensión ortostática (17, 18).

Sistema Respiratorio

Entre los cambios que se producen a nivel respiratorio destacamos:

  • Modificaciones en las vías aéreas y pulmones: 

o   Los pulmones disminuyen de tamaño y pesan aproximadamente un 20% menos que los del adulto.

o   Las vías aéreas principales aumentan de diámetro y experimentan un cierto grado de calcificación cartilaginosa. En las vías aéreas pequeñas se produce una disminución del diámetro y de la superficie alveolar, que provocará a su vez una reducción de la superficie de intercambio gaseoso.

o   Se produce una pérdida de elasticidad pulmonar, que es el cambio estructural más importante asociado con la edad.

  • Modificaciones en la caja torácica: ya que los cambios producidos con la edad en el conjunto de huesos, articulaciones, músculos torácicos y abdominales pueden repercutir en la función pulmonar.

o   Descalcificación en las costillas y vértebras, que puede provocar la pérdida de altura de cuerpos vertebrales y cifoescoliosis, aumento del  diámetro antero-posterior y transversal del tórax, y calcificación de los cartílagos costales. Estos cambios aumentan la rigidez de la caja torácica y pueden afectar a los parámetros de la función pulmonar.

  • Modificaciones en los mecanismos de defensa (17, 18):

o   Se produce una disminución en la cuantía y la actividad de los cilios que recubren las vías respiratorias, lo que provoca una menor capacidad para mover la mucosa hacia arriba y hacia fuera de las vías respiratorias.

o   Existe una menor producción de IgA (Inmunoglobina A) por los conductos respiratorios, y por lo tanto, mayor incidencia de infecciones.

envejecimiento

 

Sistema Nervioso

o   Cambios en el Sistema Nervioso Central (SNC):

Según Isach & Izquierdo (2003), algunos de los cambios más importantes a nivel estructural que se producen en el SNC son:

  • Disminución del peso cerebral entre un 5-10% y disminución del volumen cerebral.
  • Aumento de los ventrículos, surcos y circunvoluciones cerebrales y cisuras cerebelosas. Las meninges presentan fibrosis e incluso calcificaciones.
  • Disminución del número de neuronas y atrofia neural, aunque no afecta de igual manera a todo el cerebro. En la zona cortical se ven afectadas sobre todo las áreas correspondientes a los órganos de los sentidos, menos marcadas las áreas motoras y menos las áreas asociativas.
  • Pérdida del 20-30% de las células de Purkinje del cerebelo y de las astas anteriores de la médula.
  • Aumento del “pigmento del envejecimiento”, la lipofucsina, al igual que en otros tejidos.
  • Las placas y ovillos neurofibrilares, propias de la enfermedad de Alzheimer, pueden verse también en ancianos sanos, aunque en menor número. Lo mismo sucede con los cuerpos de Lewy, comunes en la enfermedad de Parkinson, pero que pueden observarse con el envejecimiento normal.

Cambios en el Sistema Nervioso Periférico (SNP)

Los cambios estructurales más importantes que se producen en el SNP, son:

  • Pérdida progresiva del número de unidades motoras funcionantes a partir de los 60 años, que se compensa con un agrandamiento de las unidades motoras restantes. Hay una disminución de los corpúsculos de Paccini y de Meissner, y una alteración de las terminaciones libres.
  • Según estudios electrofisiológicos, la velocidad de conducción disminuye con la edad.

Sistema Sensorial

Vista

En cuanto al órgano de la vista, se produce una atrofia de la musculatura palpebral que provoca una cierta caída de los párpados (ptosis palpebral). Se produce un oscurecimiento de la piel alrededor de la órbita ocular, con la formación de bolsas debajo de los ojos y palidez de las conjuntivas (8).

Aparece el arco senil, que consiste en un depósito de grasa o lípidos alrededor del iris, en forma de círculo (8). Se produce también una pérdida de células nerviosas desde la retina hasta la corteza cerebral.

La pupila disminuye de tamaño y su forma es irregular, lo que hace que se enlentezca la respuesta pupilar frente a la luz. El cristalino se vuelve opaco y se endurece, reduciendo la capacidad de enfocar objetos cercanos. Del mismo modo, disminuye el campo de visión periférica y existe una disminución en la habilidad para diferenciar colores (8).

Por último, disminuye la cantidad y calidad de la secreción lagrimal, provocando sequedad en los ojos y aumentando la tendencia a infecciones secundarias (8, 16, 17). 

Oído

En lo que se refiere al oído, la degeneración del nervio auditivo va a producir una disminución de la audición. Se produce también un engrosamiento de la membrana del tímpano, se observa un aumento del pabellón auditivo por crecimiento del cartílago y una acumulación de depósitos de cerumen (16,17).

Existe una mayor incidencia a la presbiacusia, que provoca una disminución de la sensibilidad ante frecuencias altas.

Gusto

En el sentido del gusto, se produce una disminución de las papilas gustativas y una atrofia de la lengua, lo que conlleva a una pérdida progresiva del sentido del gusto, en especial del dulce (1).                                                 

Olfato

El sentido del olfato, se encuentra debilitado por la degeneración del nervio olfatorio. Por otra parte, la nariz aumenta de tamaño por crecimiento continuo del cartílago (4). 

Tacto

En general, disminuye la sensación táctil y asimismo están disminuidas las sensibilidades térmicas y dolorosas profundas (4). 

Sistema Hormonal

Desde el punto de vista hormonal, podemos observar los siguientes cambios (11):

  • Disminución de la función testicular y ovárica mediante el detrimento de las hormonas sexuales como la testosterona (descenso de la líbido sexual) y los estrógenos (menopausia).
  • Disminución de la absorción y activación de la vitamina D.
  • Disminución de la homeostasis de la glucemia.
  • Disminución de la producción de tiroxina.
  • Aumento de la hormona diurética.
  • Disminución de la hormona de crecimiento.
  • Disminución de la renina y la aldosterona.
  • Disminución de la producción de neurotransmisores como la dopamina, la norepinefrina y de los opioides.

Todos estos cambios, traen como consecuencia una disminución del estímulo de la secreción hipofisaria, una respuesta alterada al estrés y una mayor prevalencia a la diabetes, osteopenia y disfunción sexual (11).

Sistema Inmunológico

En cuanto al sistema inmunológico, algunos de los cambios que se producen son los siguientes (8):

  • Disminución de la reserva medular ósea (lenta e inadecuada recuperación del balance sangúineo).
  • Disminución de la función de las células T.
  • Aumento en la formación de auto-anticuerpos

Estos cambios provocarán una respuesta hematopoyética retardada y un rápido desarrollo de infecciones, sobre todo de tipo viral o micro-bacteriano (16).

A nivel de las Capacidades Físicas y Cualidades Motrices

El envejecimiento produce una involución de las capacidades físicas que originan un deterioro del estado físico y una reducción de la funcionalidad personal. Conforme avanza la edad se produce una pérdida de fuerza, un descenso en la condición cardiovascular y una reducción progresiva del movimiento articular. Además, los desórdenes en la movilidad y el equilibrio son muy frecuentes en las personas mayores, así como las modificaciones sustanciales que se producen en la composición corporal (8).

Bibliografía

  1. González de Gago, J. (2010). Teorías de Envejecimiento. Tribuna del Investigador, 11(1-2), 42-66.
  2. Hayflick, L. (1999). Cómo y por qué envejecemos. Barcelona: Herder.
  3. Timiras, P.S. (1997). Bases fisiológicas del envejecimiento y geriatría. Barcelona: Masson.
  4. Martínez Martín, M.L. (2005). Tema 7: Cambios estructurales y funcionales del envejecimiento fisiológico. Sin publicar.
  5. Birren, J. E. & Bengtson, V.L. (1988). Emergent theories of aging. New York: Springer Publishing.
  6. Burbank, P.M. (1986). Psychosocial theories of aging: a critical evaluation. Advances in Nurses Science (ANS), 9(1), 73-86.
  7. Mishara, B.L. & Riedel, R.G. (1986). El proceso de envejecimiento. Madrid: Morata.
  8. Chodzko-Zajko, W. J., Proctor, D. N., Fiatarone Singh, M. A., Minson, C. T., Nigg, C. R., Salem, G. J. & Skinner, J. S. (2009). American College of Sports Medicine position stand. Exercise and physical activity for older adults. Medicine and science in sports and exercise: 41(7), 1510–1530.
  9. Smith, E.L., Sempos, C.T. & Purvis, R.W. (1981). Bone mass and strenght decline with age. En Smith, E.L. & Serfass, R.C. (ed), Exercise and aging: The scientific basis (pp. 59-87).Hillside, NJ: Enslow.
  10. Parfitt, A.M. & Kleerkoper, M. (1984). Diagnostic value of bone histomorphometry and comparison of histologic measurements and biochemical indices of bone remodeling. En Cristiansen, C.,  Arnaud, C.D. & Nordin, B.E.C. (ed), Osteoporosis (pp. 111-120). Copenhagen: Glostrupt Hospital.
  11. Timiras, P.S. (1997). Bases fisiológicas del envejecimiento y geriatría. Barcelona: Masson.
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  14. Kamel, H. (2003). Sarcopenia and aging. Nutrition Reviews, 61(5), 157-167.
  15. Corujo Rodríguez, E. & De Guzmán Peréz Hernández, D. (2006).Cambios más relevantes y peculiaridades de las enfermedades en el anciano. En Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (ed). Tratado de Geriatría para Residentes (pp. 47-59). Madrid: International Marketing & Communication.
  16. González Gallego, J. (2006). Desarrollo de una batería de test para la valoración de la capacidad funcional en las personas mayores (VACAFUN-ancianos) y su relación con los estilos de vida, el bienestar subjetivo y la salud. León: Universidad de León.
  17. Isach Comallonga, M. & Izquierdo Zamarriego, G. (2003). Fisiología del envejecimiento. Modificaciones de aparatos, sistemas y órganos. En Guillén Llera, F. & Ruipérez Cantera, I. (ed), Manual de Geriatría (pp. 63-76) Barcelona: Masson.

Autor: Pablo Sánchez

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BIO: Profesor de Educación Física. Graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (UDC). Graduado en Educación Primaria, mención Educación Física (UEM). Máster en Profesorado de Educación Secundaria (UDC).

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