El hombro congelado es una afección que produce rigidez y dolor en la articulación del glenohumeral. Lo más común es que aparezca después de dejar el hombro inmovilizado durante mucho tiempo.
Se presenta con más regularidad después de los 50 años y su incidencia prevalece más en mujeres que en hombres.
¿Qué es el hombro congelado?
El hombro congelado, también conocido como capsulitis adhesiva, se trata de una patología que se caracteriza por la pérdida de movilidad del hombro. Lo curioso es que puede aparecer tras una lesión o de forma completamente inesperada.
Hay personas que un día cualquiera se levantan con un dolor en el hombro que va empeorando con el paso de las semanas, hasta que la articulación se vuelve tan rígida que se ve afectada la movilidad de forma grave.
Anatomía de la articulación glenohumeral
La articulación glenohumeral (o del hombro) es una articulación de tipo sinovial esferoidea formada por la cavidad glenoidea de la escápula y la cabeza del húmero.
Su estructura está cubierta con un cartílago con márgenes ligeramente elevados que sirven de inserción para el rodete o labrum glenoideo, un fibrocartílago que ayuda a aumentar la profundidad de la cavidad.
Esta fosa, al no tener gran profundidad, permite un amplio rango de movimiento a la articulación glenohumeral. Puede llegar hasta los 120 grados de flexión, convirtiéndola en la articulación con más movilidad en todo el cuerpo.
Sin embargo, esta gran movilidad también tiene su lado negativo. Las superficies óseas tienen poco soporte entre sí, por lo que los músculos alrededor del hombro, junto con las estructuras ligamentosas, deben encargarse de ofrecer estabilidad articular.
La mayor parte de este trabajo de seguridad es realizado por los tendones y ligamentos de los músculos del manguito rotador que son:
- Supraespinoso.
- Infraespinoso.
- Redondo menor.
- Subescapular.
¿Cómo se produce el hombro congelado?
Se cree que se trata de un proceso fisiopatológico en el que se inflama la cápsula articular, aquella envoltura de tejido blando que rodea los huesos que conforman la articulación. La cápsula posee:
- En su interior: una membrana sinovial que contiene el líquido sinovial que actúa como lubricante, reduciendo la fricción en los extremos de los huesos.
- En su exterior: una membrana fibrosa formada por tejido conjuntivo denso.
En el caso del hombro congelado, se crean adherencias y fibrosis que hacen que la cápsula articular termine por engrosarse, causando dolor y pérdida de movilidad articular.
¿Cuáles son sus síntomas?
El hombro congelado causa la aparición de una sintomatología muy específica que se caracteriza por:
- Dolor en la articulación que empeora al realizar movimientos con ella.
- Rigidez que ocasiona que se limite la capacidad de flexión.
- Reducción del rango de movilidad.
- Dolor que puede irradiar hasta el brazo.
Todos estos síntomas pueden aparecer de manera gradual y empeorar con el paso de los años si no se recibe el tratamiento adecuado.
En gran parte de los casos, el dolor disminuye por sí solo con el paso de los días, pero aumenta la rigidez en la articulación.
¿Qué puede causar el hombro congleado?
Algunas de las causas que más se encuentran relacionadas con la aparición de la capsulitis adhesiva son:
- Diabetes.
- Cambios hormonales, como los que ocurren en la menopausia.
- Lesiones en la articulación del hombro.
- Mantener el brazo inmovilizado durante tiempo prolongado.
- Problemas en la tiroides, como hipertiroidismo o hipotiroidismo.
Algunos estudios han demostrado que su aparición está estrechamente relacionada con personalidades introvertidas y tendencias depresivas.
¿Cómo se diagnostica el hombro congelado?
Existen diferentes métodos que pueden utilizar los profesionales en traumatología o fisioterapia para saber cuándo se presenta un caso de hombro congelado. Los más utilizados se resumen en:
Examen físico
El especialista moverá el hombro de forma cuidadosa en todas las direcciones para ver si existe dificultad al realizar movimientos o presencia de dolor.
Luego le pedirá al paciente que realice estos mismos movimientos por su propia cuenta con la intención de comparar y observar si se presentan diferencias entre el rango de movimiento pasivo (cuando lo produce otra persona) y el rango de movimiento activo (cuando se mueve el hombro sin ayuda).
Examen con el uso de imágenes
Cuando se desea estudiar con mayor profundidad la patología que se presenta en el hombro, es posible recurrir a otros estudios con imágenes como:
- Radiografías: para examinar estructuras densas, como los huesos.
- Ultrasonido: para producir imágenes de estructuras internas del cuerpo.
- Resonancia magnética: para visualizar los tejidos blandos, como un músculo desgarrado.
¿Cuál es el tratamiento del hombro congleado?
Casi todos los casos de pacientes que presentan un hombro congelado se mejoran de manera relativamente sencilla con terapias para disminuir el dolor y restablecer el movimiento.
Algunas de las que más recomendadas por los especialistas son:
- Medicamentos antiinflamatorios prescritos.
- Inyección de corticoides directamente en la articulación.
- Aplicación de calor o termoterapia.
- Movilizaciones de la articulación.
- Electroterapia.
- Terapia manual.
- Estiramientos analíticos de la zona afectada.
- Diatermia.
- Ejercicios isométricos.
- Aplicación de frío o crioterapia al terminar de utilizar los otros procedimientos.
Si la causa proviene por una enfermedad subyacente, como la diabetes, se debe recibir tratamiento de la misma para lograr disminuir la sintomatología del hombro congelado.
¿Se puede prevenir?
Muchos casos de hombro congelado pueden aparecer sin ningún motivo aparente, como que un día empiece el dolor sin haber sufrido ninguna lesión.
No obstante, puedes tomar en cuenta estas consideraciones si quieres disminuir tus posibilidades de padecer esta afección o evitar que empeore con el tiempo:
- Ejecutar, de manera constante, ejercicios que ayuden a aumentar el rango de movilidad en la articulación del hombro.
- Ejercitar la musculatura periarticular.
- Realizar automasajes que permitan liberar la tensión muscular.
- Movilizar la articulación en caso de haber pasado por una cirugía para evitar adherencias posquirúrgicas.
Preguntas frecuentes (FAQ) sobre el hombro congelado
- ¿Qué es el hombro congelado? El hombro congelado es una afección dolorosa que provoca rigidez y pérdida de movilidad en la articulación del hombro.
- ¿Cuáles son las causas del hombro congelado? Las causas pueden incluir lesiones, cirugía, inmovilización prolongada, enfermedades sistémicas y, en algunos casos, se desconoce el motivo.
- ¿Cuáles son los síntomas del hombro congelado? Los síntomas incluyen dolor, rigidez y limitación en el rango de movimiento del hombro.
- ¿Cuánto tiempo dura el hombro congelado? El hombro congelado puede durar desde varios meses hasta dos años o más, y generalmente pasa por tres etapas: congelamiento, congelado y descongelamiento.
- ¿Cómo se diagnostica el hombro congelado? El diagnóstico se realiza a través de un examen físico, la revisión de antecedentes médicos y, en ocasiones, pruebas de imagen como radiografías o resonancias magnéticas.
- ¿Cuál es el tratamiento para el hombro congelado? El tratamiento puede incluir fisioterapia, ejercicios de movilidad, medicamentos antiinflamatorios, inyecciones de corticosteroides y, en casos severos, cirugía.
- ¿Se puede prevenir el hombro congelado? La prevención implica mantener la movilidad y fuerza del hombro, evitar inmovilizaciones prolongadas y tratar adecuadamente lesiones o enfermedades subyacentes.
Conclusión
El hombro congelado, también conocido como capsulitis adhesiva, se trata de una patología que se caracteriza por la pérdida de movilidad del hombro. Lo curioso es que puede aparecer tras una lesión o de forma completamente inesperada.
Si tienes un desequilibrio hormonal, diabetes o un sistema inmunitario debilitado, puedes ser más propenso a la inflamación de las articulaciones.
Casi todos los casos de pacientes que presentan un hombro congelado se mejoran de manera relativamente sencilla con terapias para disminuir el dolor y restablecer el movimiento.
Si tiene diabetes, su riesgo de padecer la afección es tres veces mayor; por ello recuerda la importancia de cuidar también tu alimentación para evitar problemas articulares.
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