Seguramente todos hemos tenido este punto molesto llamado flato a la hora de realizar actividad física que nos impide realizar el resto del entrenamiento o deporte de forma cómoda.
Pues bien, en este artículo os hablaremos sobre el llamado dolor abdominal transitorio vinculado al ejercicio denominado coloquialmente flato.
Es una pequeña patología y es poco relevante para la salud que se caracteriza por un dolor que emerge en la porción superior del abdomen por debajo de las últimas costillas.
Se localiza en la parte derecha frecuentemente. Suele aparecer un dolor suave durante el ejercicio, agravándose con el tiempo si el esfuerzo prosigue, desapareciendo lentamente si el ejercicio disminuye en intensidad o si paramos.
Este dolor llamado flato, por veces llega a ser tan violento (tipo navajazo) que provoca una gran dificultad para mantener la respiración obligando al atleta o deportista a parar.
Si bien es cierto que raramente lleva asociado vómitos o mareos, este dolor provoca una intensificación psíquica, pues el deportistas comienza a sentirlo y piensa que su rendimiento competitivo se va a ver perjudicado dando lugar a un incremento de la molestia.
El dolor abdominal transitorio o flato (DAT) no es un simple conjunto de molestias localizadas, sino que debe ser interpretado como una dolencia con entidad y sintomatología propias que le permiten poder se identificado y clínicamente diagnosticado (1).
Causas del dolor abdominal transitorio o flato
Exceso de gases en el intestino pueden causar flato
Por exceso de producción de gases por la flora intestinal se puede producir este molesto punto costal. Los alimentos ricos en hidratos de carbono, fibra o líquidos con gas, en ocasiones abocan a formación de muchos gases en el intestino que distiende y provoca dolor.
Además hay que evitar una dieta a la que no estamos acostumbrados y no ingerir un exceso de agua gaseada durante el ejercicio.
Si la sensacion de flatulencia es elevada, están indicadas las infusiones a base de carminativos, como menta-poleo, manzanilla… Si esto no fuera suficiente, se pueden administrar sustancias como dimeticona o dimetilpolisiloxano siempre con consulta previa a un profesional.
Calentamiento deficiente puede causar flato
El ejercicio lleva consigo una redistribución repentina de la sangre a favor de la musculatura ejercitada por lo que provoca una alteración de la perfusión sanguínea dejando parcial y transitoriamente el abdomen sin O2 apareciendo las molestias y el dolor.
El hígado (parte derecha) y bazo (parte izquierda) son importantes reservorios de sangre, durante el ejercicio desplazan parte de la sangre de reserva y al ser contraídos estimulan las múltiples terminaciones nerviosas que inervan sus cápsulas provocando la aparición de este molesto dolor.
Malas digestiones pueden desencadenar flato
Generalmente acompañadas de náuseas y vómitos o dolores en la región mediana del abdomen. Suelen producirse por no respetar el intervalo de tiempo de 2 o 3 horas entre la última comida y la competición o entrenamiento en cuestión.
Alteraciones inflamatorias de la vesícula y de las vías biliares
Muchos deportistas víctimas del flato, presentan estas alteraciones como consecuencias de las cargas de trabajo físico estresantes.
Durante el esfuerzo físico después de una comida copiosa puede producirse un éxtasis de la bilis en las vías biliares que provoca la aparición de dolor en la parte derecha del abdomen. Estos deportistas muestran con frecuencia un mal sabor de boca por las mañanas.
Espasmos musculares de los músculos abdominales, movimientos de tracción de los ligamentos verticales, colite espástica, colon irritable o hiperacidez gástrica suelen ser otros factores desencadenantes del conocido como «flato».
Además la administración durante o inmediatamente antes de la competición de alimentos sólidos muy azucarados, líquidos muy azucarados o ingesta excesiva de los mismos, pueden desencadenar dolor abdominal, náuseas y vómitos.
Recomendaciones para el falto
- Procura aislarte del malestar del flato y olvidarlo.
- Ejecuta inspiración profunda por la nariz estimulando así el diafragma y procura así relajarlo.
- Comprime intensamente la zona dolorida.
Prevención del punto costal o flato
- Tratándose el flato de un problema eminentemente digestivo, hay que cuidar los aspectos alimenticios.
- Evita beber agua con gas y bebidas bicarbonadas ni azucaradas previas a la competición y/o entrenamiento.
- Evita comidas muy ricas en glúcidos complejos en la última comida antes de la competición, pues un exceso de los mismos puede causar problemas digestivos.
- No debes abusar de alimentos ricos en leguminosas en la dieta pre-competición, pues pueden provocar gases abdominales.
- Ingerir alimentos de fácil digestión en la última comida, evitando un exceso de grasas y platos muy condimentados.
- Respeta el intervalo de tres horas entre la última comida y la competición.
- Evita el uso de alimentos nunca experimentados en la última comida. ¡Ojo con los alimentos «milagro»!
- En los lugares de avituallamiento durante la competición evita el uso de sólidos si el esfuerzo físico es inferior a 2-3 horas y bebe poco de cada vez y de forma regular con una concentración de glúcidos no muy superior al 5%, además es recomendable no ingerir pastillas de sal ni de glucosa.
- En el caso de tener diagnosticada acidez gástrica, deberemos tomas las siguiente medidas: evitar caldos de carne con grasas vegetales, productos ahumados, alimentos conservados, bebidas carbonadas, café, bebidas alcohólicas…Alimentos recomendados como las sopas vegetales, platos con poca carne (poca grasa), pescados acompañados de vegetales y legumbres, leche huevos y miel.
- En el caso de alteraciones vesiculares y vías biliares evita todos los alimentos que estimulen la secreción biliar o causen contracción de las vías biliares. Se deben evitar las grasas en general, platos muy condimentados y ricos en grasas como los fritos, carne con mucha grasa, helados, bebidas muy frías y frutas ácidas. Los alimentos de preferencia son las sopas de legumbre, pescado y carne magra sin grasa, leche y derivados, frutas no ácidas.
Bibliografía
- Ayán Pérez, C. (2010). Dolor abdominal transitorio vinculado al ejercicio. Rev And Med Deporte,3(3): 103-109
muy bueno muy completo gracias…..
Gracias a ti por leernos y por el comentario. Nos alegra que sea de tu agrado. Saludos.