Demandas físicas y fisiológicas en fútbol

¿Conoces realmente que exigencias o demandas tiene un jugador de fútbol durante la competición? En este artículo podrás entender muchas de ellas.

✎ Autor:  Juanma Campos

El fútbol es el deporte más popular a nivel mundial y en los últimos años ha habido una importante expansión de las ciencias para explicar y entender mejor este deporte.

Este cambio ha hecho que tanto los entrenadores como jugadores estén más abiertos a estos enfoques científicos para preparar la competición (2, 8, 16).

Desde la conferencia de la FIFA sobre nutrición en el fútbol en 1994 el fútbol en el nivel de élite se ha desarrollado, y mucha investigación con respecto al entrenamiento y rendimiento del partido ha sido dirigida.

También está claro que la ciencia se ha incorporado a una magnitud mayor en la planificación y ejecución del entrenamiento (2).

Demandas físicas del fútbol

Todos estos datos (km recorridos, nº de saltos, sprints, etc) se corresponden con lo que algunos autores denominan carga externa.

La carga representa el estrés físico y psicológico que generado en el deportista por el entrenamiento y/o la competición (Foster y cols, 2001).

Pero es en los últimos años cuando la monitorización de la carga, el control de estas variables, han adquirido gran importancia para entrenadores e investigadores, pues estos datos permiten optimizar el entrenamiento y prevenir lesiones.

El desarrollo tecnológico ha permitido cuantificar la carga externa de un jugador de equipo en tiempo real. Por ejemplo, un sistema muy utilizado son los microsensores portátiles basados en el sistema de posicionamiento global (GPS).

Esta herramienta, aprobada por la FIFA, nos permite guardar datos relacionados con la distancia recorrida, los desplazamientos a altas velocidades y el número de aceleraciones y deceleraciones. Todo ello se relaciona con la variable de la carga de entrenamiento denominada volumen de entrenamiento.

Según Erizkia-Aguirre, B; en 2021, los datos relativos a la carga externa de los jugadores de fútbol (juvenil) en función de la posición en el campo son:

Tabla demandas físicas en el fútbol
Tabla demandas físicas en el fútbol.

Distancias recorridas

La distancia típica abarcada por un jugador de campo de élite durante un partido de fútbol es de 10-13 km. (2, 9).

Un estudio con partidos amistosos jugados por jugadores no profesionales obtuvieron resultados similares a un nivel de élite y estas distancias fueron de  9.75 ±  0.33 km (11), por lo que no hay una gran diferencia entre el fútbol semi-profesional y el fútbol de élite salvo que los jugadores del más alto nivel recorren un 5% más de distancia que jugadores de nivel moderado (12).

Bien es cierto que las mayores distancias están cubiertas por los jugadores del centro del campo, mientras que los defensores centrales suelen cubrir la menor distancia (1, 2, 5, 7, 9).

Un dato que llama la atención es que en el fútbol profesional solo un porcentaje comprendido entre 1.2- 2.4% de la distancia total recorrida por los jugadores está en posesión de la pelota y que este porcentaje varía en función de su posición y su rol táctico, (4, 9) siendo la distancia media en posesión del balón de 191.0 + 80.3 m.

Intensidades en los desplazamientos

Se ha estimado que aproximadamente el 80-90% del rendimiento se gasta en la actividad de baja a moderada intensidad, mientras que el 10-20% restante son actividades de alta intensidad (3), habiendo diferencias en las intensidades de desplazamientos en función de la posición de los futbolistas (2) y estas son:

-Los defensas cubren una distancia considerable a una alta intensidad y sprint.

– Los atacantes cubren una distancia a alta intensidad igual a los defensas y a los jugadores del mediocampo, pero realizan más sprints que los jugadores del mediocampo y los defensores.

– Los mediocentros cubren una distancia total y una distancia a una alta intensidad similar a los zagueros y atacantes, pero realizaron menos sprints.

Demostrándose que los jugadores internacionales realizan un 28% más de carrera de alta intensidad (2.43 vs. 1.90 km) y un 58% más de sprint (650 vs. 410 m) que jugadores profesionales de un nivel inferior (12).

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Demandas fisiológicas

  • Gasto energético y valoración metabólica (3):

Pinray (1993) considera que los desplazamientos de resistencia suponen la utilización del metabolismo aeróbico, a lo que se añaden esfuerzos cortos e intensos (metabolismo anaeróbico aláctico), mientras que los esfuerzos intermedios de un minuto de duración (metabolismo anaeróbico láctico) son menos frecuentes.

Jiménez (1993) considera que los carrileros y laterales usan predominantemente el metabolismo anaeróbico láctico, mientras que los mediocentros también son predominantemente anaeróbicos. El puesto de mediocentro defensivo parece más aeróbico. Por otro lado, los puestos de medio punta, punta y portero son predominantemente alácticos, por lo que interesa trabajar fuerza explosiva y velocidad de reacción.

  • Lactacidemia:

A pesar de los errores sistemáticos en la medida del lactato (se suele tomar al finalizar el encuentro, lo que hace que el jugador puede haber disminuido la actividad, o por el contrario, que haya aumentado la actividad intensa), puede ser útil en caso de que se tome después de cada acción interesante (3)

Pinray (1993), estudiando las diferencias entre jugadores profesionales y amateurs, y obtuvo los siguientes resultados:

lactato en profesionales y amateurs
Diferencia en el nivel de lactato entre profesionales y amateurs

 

Jiménez (1993) estudió los niveles de lactato según los puestos ocupados:

lactato según posición
Niveles de lactato según la posición de juego

VO2máx

El consumo de oxígeno promedio en los futbolistas en un partido de fútbol está alrededor del 70% del VO2máx (2).

Un estudio calculó los valores medios de jugadores croatas de VO2max (60.1 ± 2.3 mL/min/kg), y obtuvieron resultados similares a los de los mejores jugadores de fútbol del mundo, cuyos valores varían desde 55 hasta 67 mL/kg/min (16, 17).

Siendo diferente este consumo diferente ente jugadores ofensivo, de medio campo y defensivos (los jugadores de mediocampo tiene un consumo de VO2máx mayor) (17).

Frecuencia cardíaca

La FC media registrada durante un partido oscila entre 165 y 175 pulsaciones/min , tanto en partidos de competición como en amistosos (8).

Datos que van en la misma línea que  la investigación (11) donde la frecuencia cardíaca media durante el partido era 156 ± 13 latidos/min y el pico cardíaco máximo fue 187 ± 9 latidos/min, sin haber diferencias entre la primera y la segunda parte.

Utilización de sustratos durante un partido de fútbol

El glucógeno muscular es un sustrato importante para el jugador de fútbol (2, 11).

Algunos autores han reportado concentraciones de ~200 mmol/kg de peso después de un partido (2), indicando que las reservas del glucógeno muscular no siempre se depletan por completo en los partidos de fútbol.

Se ha observado que la concentración de ácidos grasos libres (FFA, free fatty acids) en la sangre aumenta durante un partido, sobre todo en la segunda mitad (1, 11). Los períodos frecuentes de pausa y ejercicio de baja intensidad en un partido permiten un flujo sanguíneo significativo hacia el tejido adiposo que promueve la liberación de ácidos grasos libres.

Un estudio con jugadores de élite del equipo sueco de Malmø FF demostró que el glucógeno muscular disminuía después de un partido y también que la concentración de glucógeno muscular era sólo el 50% del valor de pre-partido 2 días después del partido (10) y aunque los jugadores recibieran una dieta alta de carbohidratos después del partido, ellos sólo tenían el glucógeno muscular ligeramente superior.

Así, el glucógeno muscular puede estar en niveles bajos antes de una sesión de entrenamiento 2 días después de un partido, lo que a menudo está asociado con las sensaciones de cansancio de los jugadores.

Temperatura del músculo

La temperatura muscular se reduce durante el descanso de un partido de fútbol, cuando los jugadores se recuperan de forma pasiva.

Este descenso de temperatura al comienzo de la segunda parte está asociado con un deterioro del rendimiento de velocidad.

Por el contrario, cuando los jugadores realizan un período de ejercicio de intensidad moderada antes de la segunda mitad, la temperatura corporal se mantiene y el rendimiento de velocidad no se deteriora. Por lo que es importante realizar un re-calentamiento en el descanso (14).

En este mismo estudio (14), la temperatura muscular era de 36 ± 0.2 ºC en reposo e incrementó hasta 39.4 ± 0.2ºC después del calentamiento antes del partido. Al final de la primera parte la temperatura muscular era de 39.4 ± 0.1ºC y descendió a 38 ± 0.2 y 37.7 ± 0.1 ºC tras 10 y 15 minutos de descanso respectivamente.

La temperatura era 1.7±0.2ºC  inferior antes de la segunda mitad que antes de la primera mitad y también, después de 5 minutos en la segunda mitad (39.6±0.2 vs 39.0±0.2 ºC, respectivamente). En contraste, no hubo diferencia entre las mitades después de 15 minutos de juego 39.5 ± 0.1 y 39.5±0.1 ºC).

Fatiga durante un partido de fútbol

Varios estudios han provisto la evidencia de que la capacidad de los jugadores para realizar el ejercicio de alta intensidad está reducida hacia el final del partido en el fútbol de élite y en el fútbol de sub-élite (11, 12, 13, 14, 15). Y por tanto la cantidad de sprints y de carreras de alta intensidad, y la distancia cubiertas son inferiores en la segunda mitad que en la primera mitad de un partido (1, 12, 15).

Aunque la fatiga se ha asociado a unos niveles de lactato en el músculo altos no es la causa de la fatiga durante el ejercicio intenso.

Del mismo modo, el pH del músculo se redujo sólo moderadamente y no se encontró relación con el rendimiento rebajado, lo que indica que el pH rebajado no fue la causa de la fatiga durante el juego. Parece ser que la fatiga está asociada a unos niveles bajos de glucógeno muscular (11).

Bibliografía

  1.  Bangsbo, J. (1994). The physiology of soccer–with special reference to intense intermittent exercise. Acta Physiologica Scandinavica. Supplementum619, 1–155.
  2.  Bangsbo, J., Mohr, M., & Krustrup, P. (2006). Physical and metabolic demands of training and match-play in the elite football player. Journal of Sports Sciences24(07), 665–674.
  3.  Bloomfield, J., Polman, R., & Donoghue, P. (2007). Physical demands of different positions in FA Premier League soccer. Journal of Sports Science and Medicine6, 63–70.
  4.  Carling, C. (2010). Analysis of physical activity profiles when running with the ball in a professional soccer team. Journal of Sports Sciences28, 319–326.
  5.  Clemente, F. M., Couceiro, M. S., Martins, F. M. L., Ivanova, M. O., & Mendes, R. (2013). Activity profiles of soccer players during the 2010 world cup. Journal of Human Kinetics38, 201–11.
  6.  Bangsbo, J., Mohr, M., & Krustrup, P. (2006). Physical and metabolic demands of training and match-play in the elite football player. Journal of Sports Sciences24(07), 665–674.
  7.  Dellal, A., Chamari, K., Wong, D. P., Ahmaidi, S., Keller, D., Barros, R., Carling, C. (2011). Comparison of physical and technical performance in European soccer match-play: FA Premier League and La Liga. European Journal of Sport Science11(1), 51–59.
  8.  Dellal, A., Cristiano Diniz, da S., Stephen, H.H., Wong, D. P., Natali, A. J., de Lima, J. R. P., Karim, C. (2012). Heart rate monitoring in soccer: interest and limits during competitive match play and training, practical application. Journal of Strength and Conditioning Research, 26(10), 2890–2906.
  9.  Di Salvo, V., Baron, R., Tschan, H., Calderon Montero, F. J., Bachl, N., & Pigozzi, F. (2007). Performance characteristics according to playing position in elite soccer. International Journal of Sports Medicine28, 222–227.
  10.  Jacobs, I., Westlin, N., Karlsson, J., Rasmusson, M., & Houghton, B. (1982). Muscle Glycogen and Diet in Elite Soccer Players. European Journal of Applied Physiology48, 297–302.
  11.  Krustrup, P., Mohr, M., Steensberg, A., Bencke, J., Kjaer, M., & Bangsbo, J. (2006). Muscle and blood metabolites during a soccer game: implications for sprint performance. Medicine and Science in Sports and Exercise38(6), 1165–74.
  12.  Mohr, M., Krustrup, P., & Bangsbo, J. (2003). Match performance of high-standard soccer players with special reference to development of fatigue. Journal of Sports Sciences21, 519–528.
  13.  Mohr, M., Krustrup, P. & Bangsbo, J. (2005) Fatigue in soccer: A brief review, Journal of Sports Sciences23, 593–599.
  14.  Mohr, M., Krustrup, P., Nybo, L., Nielsen, J. J., & Bangsbo, J. (2004). Muscle temperature and sprint performance during soccer matches – beneficial effect of re-warm-up at half-time. Scandinavian Journal of Medicine and Science in Sports14, 156–162.
  15.  Reilly, T., &  Thomas, V. (1979). Estimated energy expenditures of professional association footballers. Ergonomics 22, 541 – 548 .
  16. Sporis, G., Jukic, I., Ostojic, S. M., & Milanovic, D. (2009). Fitness profiling in soccer: physical and physiologic characteristics of elite players. Journal of Strength and Conditioning Research / National Strength & Conditioning Association23(7), 1947–1953.
  17.  Wisloff, U., Helgerud, J., & Hoff, J. (1998). Strength and endurance of elite soccer players. Medicine & Science in Sports & Exercise30(3), 462–467.
  18. Erizkia-Agirre, B (2021) Análisis de la carga externa de jóvenes futbolistas en competición. Logía, educación física y deporte. 1(2), 111-119.
  19. Foster, C. et al (2001). A new approach to monitoring exercise training. Journal of Strength and Conditioning Research, 15(1), 109-115. https://doi.org/10.1519/00124278-200102000-00019
  20. Gonzalo Prieto, R (2006). Análisis de la carga interna en el fútbol. Efdeportes. Año 11, nº 102
  21. Jiménez, r., Mendiluce, j. y Ostolaza, j. m. (1993). Estudio fisiológico sobre el fútbol juvenil. Rev. R.E.D., vol. VII, nº 2, pp 22-27. Barcelona, 1993.
  22. Pirnay, f., Geurde, p. y Marechal, R. (1993) Necesidades fisiológicas de un partido de fútbol. Rev. R.E.D., vol. VII, nº 2., pp 44-52. Barcelona

Coautor | Alejandro Miraut

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Autor: Juanma Campos

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BIO: Monitor multidisciplinar. Entrenador personal. Graduado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Máster en Promoción de la Salud mediante la Actividad Física. Máster en Formación del Profesorado.

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