En este artículo analizamos el pico máximo de crecimiento, un indicador que nos puede determinar datos muy relevantes de los más pequeños.
¿Qué es el Pico Máximo de Crecimiento?
El Pico Máximo de Crecimiento (PMC) se trata de un indicador biológico no-invasivo, determinado por tres variables antropométricas como son la altura del sujeto, la altura sentado, la longitud estimada del tren inferior (altura menos altura sentado) y su edad cronológica (1).
El Pico Máximo de crecimiento proporciona un punto de referencia preciso del momento cronológico del crecimiento máximo durante la adolescencia y proporciona un punto de referencia común para reflejar la ocurrencia de otras velocidades de dimensión corporal de manera -intra e -inter individuos (1).
Este indicador resulta necesario debido a la compleja interacción entre numerosos factores madurativos, que comienzan a relacionarse de manera contínua una vez que se inicia la pre-pubertad (2).
Estadios madurativos de crecimiento
Además, el Pico Máximo de crecimiento permite categorizar en función del estadio madurativo en el que se encuentran los sujetos, generando tres grandes grupos (1):
- Pre-Pico Máximo de crecimiento: sujetos que aún no han comenzado su pico máximo de crecimiento.
- Mid-Pico Máximo de crecimiento: sujetos que se encuentran en su pico máximo de crecimiento.
- Post-Pico Máximo de crecimiento: sujetos que finalizaron su pico máximo de crecimiento.
¿Cómo evaluar el Pico Máximo de Crecimiento?
En primer lugar, el material necesario para poder evaluar las diferentes variables antropométricas, es el siguiente (2):
- Tallímetro: escala métrica apoyada en un plano vertical y una tabla con un cursor deslizante para contactar con la parte superior de la cabeza o vértex. Precisión 1 mm.
- Báscula: balanza con precisión de 100 gramos.
- Cinta antropométrica: de composición metálica y flexible, recomendable con una anchura inferior a 7 mm, sin espacio graduado antes del cero. El muelle o sistema de recogida y extensión de la cinta debe mantener una tensión constante y permitir su fácil manejo. Precisión 1 mm.
Tal y como exponen Mirwald, Baxter-Jones, Bailey, & Beunen (2002), la altura y la altura sentada se deben medir al milímetro (mm) más cercano y la masa corporal al 0.1 kilogramo (kg) más cercano.
Por otro lado, respecto a la toma de datos, se deben recoger dos medidas para cada variable antropométrica.
Además, se requiere de una tercera medición si las dos primeras difieren en más de 4 mm en altura y altura sentada y 0,4 gramos en peso (1). Se deben promediar las dos medidas para cada medida antropométrica. Si se toman tres medidas, se debe emplear el valor mediano (1).
¿Qué aplicaciones tiene el Pico Máximo de Crecimiento en el deporte?
El Pico Máximo de crecimiento permite a los profesionales del deporte, individualizar de manera objetiva, sencilla y eficazmente la carga de entrenamiento propuesta para sus deportistas.
En este sentido, tomando como punto de referencia los indicadores anteriores al Pico Máximo de crecimiento, como podían ser la propia edad cronológica, al programar una misma carga externa de entrenamiento determinada para pre-adolescentes y adolescentes con una misma edad cronológica, pero diferente estadio madurativo, se generaban descompensaciones en la carga interna de estos, motivadas en gran medida por las diferentes características madurativas que tenían los jóvenes (3).
De este modo, obteniendo el Pico Máximo de crecimiento de cada deportista, se podrán programar cargas externas adaptadas a las necesidades fisiológicas, metabólicas o bioquímicas, entre otras.
De manera más concreta, por ejemplo, a la hora de programar un entrenamiento de fuerza en futbolistas jóvenes, son numerosas las investigaciones que proponen basar la carga de entrenamiento en este indicador, debido a las características madurativas de cada grupo, los cuales no responden a una misma carga externa suponiéndoles diferentes cargas internas.
Conclusión
Para concluir, resulta necesario destacar que este tipo de indicadores no-invasivos, no sólo permiten aumentar el rendimiento de los deportistas debido a una mayor individualización de la carga de entrenamiento, sino que debido a esta mayor adaptación del entrenamiento a sus capacidades, el deportista tiene un menor riesgo de sufrir una lesión.
Cabe destacar la relevancia de esto, ya que la pre-adolescencia y adolescencia, resultan las etapas de mayor sensibilidad a los cambios, por lo que conocer el Pico Máximo de crecimiento de los deportistas permitirá entrenar de una manera más óptima, al igual que más segura.
Referencias bibliográficas
- Mirwald, R. L., Baxter-Jones, A. D., Bailey, D. A., & Beunen, G. P. (2002). An assessment of maturity from anthropometric measurements. Medicine and science in sports and exercise, 34(4), 689-694.
- Malina, R. M., Cumming, S. P., Morano, P. J., Barron, M., & Miller, S. J. (2005). Maturity status of youth football players: A noninvasive estimate. Medicine and Science in Sports and Exercise, 37, 1044–1052.
- Martínez-Pérez, P. , & Vaquero-Cristóbal, R. (2021). Revisión sistemática del entrenamiento de fuerza en futbolistas preadolescentes y adolescentes. Retos: nuevas tendencias en educación física, deporte y recreación, (41), 272-284.