El hueso palomo, también conocido como cóccix, coxis o rabadilla, se puede describir como un pequeño hueso que se encuentra al final de la espina dorsal.
Es propio de todos los animales vertebrados que no tienen cola, entre los que se encuentran los seres humanos.
¿Qué es el hueso palomo?
El hueso palomo es una pequeña estructura ósea ubicada en la parte más baja de la columna vertebral y se clasifica como parte de las extremidades inferiores.
Es un hueso corto, con forma triangular y que está compuesto por una cantidad variable de vértebras llamadas «vértebras coccígeas» (este número ronda entre 3 y 5).
La diferencia de estas vértebras es que, cuando se observan, se ven completamente fusionadas, a diferencia de todas las demás que forman la espina dorsal.
Se conoce como un vestigio de una cola que aparece en los embriones humanos, aproximadamente, al final de la cuarta semana de gestación o inicio de la quinta.
Luego, esta cola diferenciada desaparece al inicio de la octava semana de desarrollo y el embrión pasa a tener una columna vertebral que termina en un cóccix interno.
En el resto de animales vertebrados que poseen colas óseas, el hueso palomo también existe, pero para ellos este solo es la base de la cola.
¿Dónde se encuentra el hueso palomo?
El hueso palomo corresponde a la última porción de la espina dorsal y una parte de él forma los límites de la pelvis menor.
Se encuentra justo debajo del hueso sacro y se une a él mediante la articulación sacrococcígea, que da lugar a un movimiento bastante limitado entre el saco y el cóccix.
¿Por qué se conoce como hueso palomo?
Fue descrito por primera vez como pieza ósea entre los siglos I y II d.C. por el médico griego Rufo de Efeso. También es mencionado en diversas obras de Claudio Galeno entre los años 130 y 200 d.C.
¿Qué función tiene el hueso palomo?
Varios autores concuerdan en que el hueso palomo no participa junto con todas las demás vértebras al momento de soportar el peso corporal durante la bipedestación.
No obstante, en sedestación, este hueso puede flexionarse anteriormente de forma ligera, lo que sugiere que en este caso sí se encuentra sosteniendo una pequeña parte del peso.
Al mismo tiempo, los músculos conectados en esta zona también dan fuerza y movilidad a estructuras contiguas.
¿Qué afecciones puede sufrir el hueso palomo?
El hueso palomo, al igual que el resto de huesos en el cuerpo humano, se encuentra propenso a padecer una amplia variedad de lesiones o enfermedades. Algunas de ellas son:
Fractura de cóccix
Este pequeño hueso puede fracturarse si se ve sometido a un trauma lo suficientemente fuerte como para romper su estructura. Se produce principalmente por caídas en las que los glúteos impactan de manera brusca sobre superficies duras, aunque se han descrito pocos casos en los que este hueso se ha fracturado por partos laboriosos.
Coccigodinia
Este término se refiere a cualquier dolor que aparece en el hueso palomo. Puede estar originado por traumas (con o sin fractura) o en casos excepcionales, por tumores.
Cola vestigial
Es una afección en la que un ser humano presenta un exceso alargado de huesos al final de la columna vertebral, viéndose similar a la cola de un animal.
Es una de las enfermedades más raras que existen (se conocen apenas unos 100 casos en todo el mundo) y todavía no se sabe a ciencia cierta qué la causa.
¿Qué síntomas aparecen tras una lesión en el hueso palomo?
La sintomatología más común que describen los pacientes luego de sufrir algún tipo de trauma en el hueso palomo, se puede resumir de la siguiente manera:
- Sensibilidad o dolor en la parte baja de la espalda.
- Dolor en la parte alta de los glúteos.
- Sensación de hormigueo o entumecimiento al sentarse.
- Hematomas en la zona más baja de la columna.
- Inflamación.
- Dolor que empeora al ejecutar movimientos como sentarse o levantarse.
En estos casos, es posible que se trate de un daño ocasionado en algún punto del sistema nervioso (dolor neuropático).
¿Qué personas se encuentran más propensas a padecer afecciones del hueso palomo?
Al tratarse de un hueso bastante pequeño y ubicado justamente en la parte más baja de la columna vertebral, se encuentra bastante susceptible a recibir traumatismos causados por caídas.
Si te identificas con alguno de estos escenarios, podrías tener más probabilidad de sufrir una lesión en el cóccix:
- Si practicas algún deporte en el que el cuerpo se ve sometido a desequilibrios y existe el riesgo de sufrir caídas relativamente constantes y bruscas sobre los glúteos, como en el caso del patinaje.
- El montar bicicleta o a caballo de manera recurrente también es un posible factor a considerar como origen de un dolor en esta área, debido a que el contacto repetitivo con el suelo pélvico termina por causar graves incomodidades.
- Las personas que pasan mucho tiempo sentadas, o incluso acostadas, en superficies duras, pueden comenzar a manifestar hormigueo o dolencias.
- Las mujeres que han tenido partos vaginales podrían sufrir de secuelas ocasionadas por un desplazamiento del sacro hacia afuera, ocasionado en el momento en que la cabeza del bebé pasa por el canal de la vagina.
- Quienes realizan repeticiones de ejercicios mal ejecutados, especialmente con peso, tienen el riesgo de padecer posibles lesiones por ejercer una sobrecarga excesiva en la parte inferior de la columna, viéndose afectadas todas las terminaciones nerviosas que se encuentran en ese punto.
- Las personas con sobrepeso se encuentran tres veces más propensas a sufrir este tipo de dolencias que alguien con peso saludable.
Debes mantener especial cuidado al momento de realizar los entrenamientos para evitar lesionarte esta zona del cuerpo. Además, en caso de que presentes algún síntoma, acude a un especialista de confianza para que realice suficientes estudios que determinen el tratamiento más adecuado para tu afección.
Conclusión
El hueso palomo, también conocido como coxis, es un hueso que se encuentra en la parte final de la columna vertebral. Es un hueso pequeño y triangular que se compone de varias vértebras fusionadas.
El coxis se encuentra justo debajo del sacro, que es la parte inferior de la columna vertebral. El hueso palomo es importante para la estabilidad del cuerpo y ayuda a sostener el peso del torso y la parte superior del cuerpo.
Además, el coxis también es el punto de inserción para varios músculos, como los músculos glúteos y los músculos del suelo pélvico.
Aunque el coxis no es esencial para la supervivencia, puede ser doloroso si se lesiona. Las lesiones comunes del coxis incluyen fracturas, luxaciones y contusiones. El tratamiento para las lesiones del coxis depende de la gravedad de la lesión y puede incluir terapia física, medicamentos para el dolor o, en casos graves, cirugía.
Una fractura del coxis generalmente ocurre después de una caída directa sobre el hueso. Los síntomas de una fractura del coxis pueden incluir dolor intenso al sentarse o al defecar, así como dolor de espalda baja. El tratamiento para una fractura del coxis generalmente implica el uso de cojines especiales para sentarse y, en algunos casos, fisioterapia.
Una contusión del coxis es una lesión en la que el hueso palomo está magullado pero no está roto. Los síntomas de una contusión del coxis pueden incluir dolor intenso y dificultad para sentarse o estar de pie durante largos períodos de tiempo. El tratamiento para una contusión del coxis generalmente implica el uso de cojines especiales para sentarse y la administración de analgésicos.
Una luxación del coxis es una lesión en la que el hueso palomo se desplaza de su posición normal. Los síntomas de una luxación del coxis pueden incluir dolor intenso, dificultad para sentarse o estar de pie, así como dificultad para defecar. El tratamiento para una luxación del coxis generalmente implica la manipulación del hueso de vuelta a su posición normal bajo anestesia local.
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