El viraje de crol es la manera que tiene el nadador de cambiar el sentido de desplazamiento obligado por las dimensiones propias del vaso de las piscinas. El dominio del viraje supone que el nadador mejore notablemente su rendimiento en la totalidad de la prueba (1).
Raúl Arellano (catedrático, investigador y biomecánico del Equipo Nacional de Natación) defiende que un nadador que consiga mejorar sólo 0.33 segundos en cada viraje, mejorará 1 segundo en una prueba de 100 metros en piscina corta y de 15 segundos aproximadamente en 1500 metros. Su mejora pasará pos aprovechar la velocidad de aproximación, rotar rápidamente y acelerar el cuerpo durante el impulso y deslizamiento, por tanto, son muchos los aspectos mejorables y cada uno repercutirá en la disminución del tiempo de viraje.
Para comprender de forma clara un viraje de crol en natación es necesario comprender algunos de los ejes corporales:
- Eje longitudinal: es aquel que recorre el cuerpo en toda su longitud. Pasaría desde la cabeza hasta los pies.
- Eje antero-posterior o sagital: atravesaría de delante a atrás el cuerpo de forma perpendicular a los dos anteriores
- Eje transversal: atraviesa transversalmente el cuerpo, perpendicularmente al eje longitudinal (2).
El viraje de crol requiere en un inicio de un giro sobre el eje transversal y después del impulso o más tarde sobre el eje longitudinal, no debiendose mezclar ambos ejes.
Puntos más importantes a la hora de realizar un viraje
- Aproximarse a la pared tratando de aumentar la velocidad de desplazamiento.
- Realizar el giro con la máxima velocidad angular, por medio de una posición agrupada.
- Antes de comenzar la extensión de las piernas el cuerpo debe estar horizontal y los brazos delante del cuerpo, para ofrecer la menor resistencia posible durante el impulso.
- Extender las piernas tras haber alcanzado unos 100º de flexión en las rodillas, apoyando los metatarsos de los pies exclusivamente en la pared y durante un tiempo corto, nada más realizar el apoyo debe comenzar la extensión.
- Realizar el deslizamiento en posición de mínima resistencia iniciando los movimientos propulsivos de brazos y piernas al perder velocidad después del impulso (sin llegar a la velocidad de nado media) (1).
Fases del viraje crol
Aproximación
Mientras el nadador observa la pared y justo en el momento, que si braceara nuevamente tocaría la pared, comienza la última brazada que marca el comienzo del viraje. El nadador no deberá respirar en esta brazada y el otro brazo se queda junto al cuerpo sin iniciar el recobro.
Según finaliza la brazada, los pies se juntan para iniciar un batido de mariposa. El brazo que se encuentra junto al cuerpo coloca su palma dirigida hacia abajo. El nadador sigue observando la pared preparándose para mover su cabeza hacia abajo (1).
Giro
Se produce la flexión del tronco a la vez que la cabeza se dirige hacia abajo y atrás (hacia las rodillas). Simultáneamente se realiza un potente batido de mariposa que ayuda a mantener el cuerpo en la superficie junto a las manos que se encuentran con las palmas hacia abajo. Se inicia la rotación sobre el eje transversal.
Estando el nadador agrupado continua la rotación sobre el eje transversal. Las piernas están agrupadas y sobre el agua, ya que la cadera está justo en la superficie. Los brazos se extienden hacia delante y soportan con sus palmas el peso del cuerpo. La cabeza sigue moviéndose hasta alcanzar la misma altura que las caderas (1).
Impulso
Los pies se apoyan sobre la pared con los metatarsos a la misma altura que las caderas, paralelos y dirigidos hacia arriba. El cuerpo se encuentra horizontal dirigido hacia delante. Las manos se juntan, mientras los brazos se extienden. Finaliza el giro sobre el eje transversal.
La extensión de las piernas se comienza inmediatamente tras el contacto para no perder el impulso previo. El cuerpo se encuentra horizontal y extendido. Busca profundidad. Durante la extensión comienza la rotación sobre el eje longitudinal (1).
Deslizamiento
La separación se produce con la finalización del primer cuarto de giro sobre el eje longitudinal, es decir el nadador sale de lado, realizando en el deslizamiento el siguiente cuarto de giro. La profundidad a alcanzar depende de la distancia que quiera alcanzar posteriormente bajo el agua (1).
Como podemos ver en el viraje de crol se realiza primero el giro sobre el eje transversal y después del impulso o más tarde sobre el eje longitudinal, no debiéndose mezclarse ambos ejes. Además, tras el impulso, se tratará de conseguir la profundidad y distancia del deslizamiento suficiente para evitar las olas que el nadador trae tras de sí, especialmente en las pruebas de velocidad.
Se puede utilizar además algún batido ondulatorio para cambiar a posición ventral o mantenerse lateralmente mientras realizas de 2 a 4 movimientos ondulatorios, aunque algunos nadadores llegan a alcanzar más de 10 metros bajo el agua tras el viraje (1).
Arellano Colomina recomienda al menos un movimiento ondulatorio para facilitar el final de la rotación y la emersión, aunque la tendencia es a que sean varios más.
Otro aspecto importante es que el nadador debe comenzar la primera brazada con el brazo que no respira con el fin de asegurarse que no respirará en la emersión, lo que le frenaría. Si es posible es mejor aguantar dos o tres ciclos de brazada sin respirar (1).
A continuación, podemos ver una visualización de un viraje de crol, denominado también viraje americano en donde se pueden observar cada una de las fases anteriormente descritas.
Bibliografía
- Arellano Colomina, R. (2010). Entrenamiento técnico de natación. Madrid: cultivalibros.
- Alés Reina, M., Ania Palacios, J. M. et al. (2006). Auxiliar de enfermería. Madrid: Mad.
Excelente, un resumen, estructurado y secuencialmente instructivoo, gracias
Muchas gracias Diongasal, un placer recibir estos comentarios. Ayudan a seguir trabajando y divulgando contenidos relacionados con las Ciencias del Deporte.