Periodización del entrenamiento

Una periodización adecuada de las cargas de entrenamiento es clave a la hora de optimizar la adaptación al entrenamiento y mejorar el rendimiento deportivo.

✎ Autor:  Sergio Badallo

La periodización del entrenamiento es la planificación y estructuración metódica del proceso de entrenamiento que implica una secuenciación lógica y sistemática de múltiples variables de forma integrada y con el objetivo de optimizar los resultados en un momento concreto de la planificación (8).

La importancia de la periodización del entrenamiento estriba en la consecución de mejores o iguales adaptaciones con cargas de trabajo menores que en programas no periodizados (3).

Cada modelo de planificación existente en la actualidad presenta unas características concretas específicas. Sin embargo, a pesar de estas diferencias, los modelos de planificación presentan generalmente una progresión en la organización temporal de las cargas de entrenamiento similar.

De esta manera, basándose en el efecto residual de las cargas de entrenamiento, Navarro, Oca y Rivas (9) hablan de una progresión en la naturaleza de las cargas a lo largo del macrociclo o la UCE, desde contenidos básicos hasta contenidos competitivos, pasando por contenidos específicos.

En este mismo sentido, tanto el modelo tradicional, presentado por Matveyev (7), como el modelo de bloques de Issurin (2010) siguen esta misma progresión en la naturaleza de las cargas.

A pesar de la aparente uniformidad en las opiniones sobre este tema, ha surgido en los últimos años una nueva tendencia, la periodización del entrenamiento inversa. Este novedoso modelo es totalmente opuesto a los otros métodos de planificación en cuanto a la distribución de la magnitud de las cargas (1).

Los modelos tradicionales y de bloques presentan un comienzo de la preparación basado en alto volumen y baja intensidad progresando hacia un menor volumen a mayor intensidad. Sin embargo, el entrenamiento inverso comienza con bajos volúmenes a alta intensidad, aumentando el volumen de forma paulatina, hasta llegar el momento del tapering, que se realiza de la manera convencional.

periodización del entrenamiento
Figura 1. Periodización del entrenamiento inversa para deportes de resistencia (modificado de Grantham, s.f.)

 

Periodización tradicional resistencia
Figura 2. Periodización del entrenamiento tradicional para deportes de resistencia (modificado de Grantham, s.f.)

Periodización del entrenamiento inversa

En los estudios de Arroyo-Toledo y cols. (1) y Arroyo-Toledo y cols. (2) realizados con nadadores de 100m moderadamente entrenados se compararon la periodización del entrenamiento en bloque con la inversa y la tradicional con la inversa.

Ambas investigaciones encontraron beneficios en la utilización de la periodización del entrenamiento inversa frente a la periodización del entrenamiento en bloque y tradicional, concluyendo que existe un posible beneficio al aplicar este modelo de planificación para pruebas de velocidad en natación.

En este mismo camino y, aunque no se han encontrado referencias de estudios científicos relacionadas con la aplicación del modelo de periodización del entrenamiento inversa en deportes de resistencia, merece la pena destacar la aplicación de este modelo de planificación en la preparación de Bradley Wiggins en el año 2012 como un ejemplo del posible éxito de este tipo de periodización del entrenamiento aplicada en deportes de resistencia.

Grantham (s.f.) presenta la posibilidad de realizar la periodización del entrenamiento inversa en deportes de resistencia, como una opción adecuada para deportistas con experiencia y que tengan una buena base de trabajo general.

El modelo que presenta se basa en 6 zonas de entrenamiento: zona 1 aeróbico ligero, zona 2 aeróbico medio, zona 3 aeróbico intenso, zona 4 potencia aeróbica, zona 5 capacidad láctica y zona 6 potencia láctica.

Su propuesta consiste en realizar las primeras cargas enfocadas al desarrollo de la zona 4 y 5 y, posteriormente, estimular la zona 3, para continuar añadiendo el trabajo en zona 1, 2 y 6 hacia el final del periodo preparatorio.

Esta idea es bastante similar a la propuesta realizada por García-Verdugo (2007) sobre la organización de las cargas en el Plano Bioenergético (PBE), aunque no se centra tanto en la distribución del volumen y la intensidad como en la distribución temporal de los contenidos del entrenamiento.

Efectos de los estímulos de entrenamiento

A la hora de escoger el modelo de planificación que se va a implementar y, con el objetivo de mejorar la comprensión de la planificación y el análisis del entrenamiento, es necesario ser consciente de los efectos que tienen los estímulos de entrenamiento sobre el organismo (8).

En este camino, Issurin (2010) habla de dos conceptos a tener en cuenta, sobre todo en modelos contemporáneos; el efecto acumulativo, que son aquellos cambios que se dan en el organismo y en el nivel de capacidades físicas y técnicas después de la realización de una serie de sesiones y que determina la mejora en el rendimiento; y el efecto residual, que según Navarro, Oca y Rivas (2010) es “la retención de las capacidades desarrolladas después del cese de entrenamiento” (p. 66).

Si concretamos el efecto residual de diferentes contenidos de entrenamiento, se puede ver que los cambios producidos en el sistema aeróbico son aquellos que tienen un mayor efecto acumulativo, mientras que para las adaptaciones anaeróbicas este efecto es menor (6).

El efecto residual es mayor en aquellas capacidades relacionadas con adaptaciones morfológicas y biológicas, como son la fuerza muscular y la resistencia aeróbica, mientras que las capacidades anaeróbicas y glucolíticas tienen un efecto residual más corto (6).

Además, a la hora de organizar las cargas, también es importante considerar el efecto agudo, cambios inmediatos que se dan con cada ejercicio; el efecto inmediato, variaciones orgánicas sufridas por una sesión o día de entrenamiento; y el efecto retardado, adaptaciones sufridas tras pasar un tiempo de descarga una vez finalizado un programa de entrenamiento (8).

Interconexión de las cargas

Se debe considerar que todas las cargas que se apliquen, ya sea con método secuencial o simultáneo, tendrán una interrelación con las cargas anteriores y posteriores.

Por este motivo, planificar una interconexión adecuada de los estímulos es fundamental para evitar interferencias negativas y potenciar los aspectos comunes de contenidos coincidentes en el mismo periodo y así poder establecer la mejor secuencia de adaptación posible.

periodización del entrenamiento
Figura 3. Condiciones positivas de simultaneidad de zonas de entrenamiento (Extraído de Navarro, 2014)

 

Interconexión secuencial
Figura 4. Condiciones positivas de secuencialidad de los factores de carga (Extraído de Navarro, 2014)

Conclusiones sobre la periodización del entrenamiento

Debido a la evolución de los modelos de periodización del entrenamiento, e independientemente del modelo de planificación utilizado, consideramos que realizar una periodización del entrenamiento en función de la naturaleza de los contenidos de entrenamiento es la práctica más adecuada y lógica.

De tal manera que, antes de comenzar con la periodización del entrenamiento, debemos especificar la naturaleza (básica, específica o competitiva) de cada uno de los contenidos del entrenamiento en función de la modalidad deportiva que nos ocupe.

Posteriormente, se deben organizar dichos contenidos, desde los más generales hasta los más específicos. De esta manera, la distribución del volumen y la intensidad irán marcadas por las características de cada uno de los contenidos que se trabajen en cada momento.

A su vez, es fundamental tener en cuenta los contenidos que se trabajarán simultáneamente y la secuencia que seguirán, tratando de aprovechar los efectos de los contenidos anteriores en los estímulos posteriores. Además, considerar el efecto residual en la organización temporal de los estímulos ayudará a prevenir el desentrenamiento de ciertas cualidades durante la temporada.

Bibliografía

  1. Arroyo-Toledo, J., Clemente, V.J., González-Rave, J.M., Ramos Campo, D.J., y Sortwell, A. (2013a). Comparison between traditional and reverse periodization: Swimming performance and specific strength values. International Journal of Swimming Kinetics, 2(1), 87-96.
  2. Arroyo-Toledo, J., Clemente, V., y González-Rave, J. (2013b). The effects of ten weeks block and reverse periodization training on swimming performance and body composition of moderately trained female swimmers. Journal of Swimming Research, 21(1).
  3. Clemente Suárez, V.J. y González-Ravé, J.M. (2014). Four weeks of training with different aerobic workload distributions – Effect on aerobic performance. European Journal of Sport Science 1(14), 1 – 7.
  4. García-Verdugo, M. (2007). Resistencia y entrenamiento: Una metodología práctica. Badalona: Paidotribo.
  5. Grantham, N. (s.f.) Base endurance: Move forwards with reverse periodisation! Peak Performance 272, 5-7.
  6. Issurin, V.B. (2010). New horizons for the methodology and physiology of training periodization. Sports Medicine, 40(3), 189-206.
  7. Matveyev, L. (1981). Fundamentals of sports training. Moscú: Progress.
  8. Nacleiro, F., Moody, J. y Chapman, M. (2013). Applied periodization: a methodological approach. Journal of Human Sport & Exercise, 2(8), 350-366.
  9. Navarro Valdivieso, F., Oca Gaia, A. y Rivas Feal, A. (2010). Planificación del entrenamiento y su control. España: Cultiva Libros.
  10. Navarro, F. (2014). Fundamentos de la planificación del entrenamiento. Máster de alto rendimiento. COE-UCAM.