La parálisis del sueño es un fenómeno común y, sin embargo, mal entendido. Afecta a muchas personas y puede ser una experiencia aterradora (1). En este artículo nos sumergimos en los detalles de la parálisis del sueño,con una revisión de la literatura científica.
¿Qué es la parálisis del sueño?
La parálisis del sueño es una condición única y perturbadora que sitúa a los individuos en un estado de conciencia, pero que al mismo tiempo, les impide moverse.
Este fenómeno ocurre en los límites del sueño y la vigilia, justo antes de que una persona se quede dormida o inmediatamente después de despertar (2). Aunque cada episodio puede variar en duración, típicamente persiste durante unos segundos hasta unos minutos.
A lo largo de este periodo, el individuo es plenamente consciente de su entorno pero está atrapado en un cuerpo inmóvil, una experiencia que puede resultar profundamente perturbadora (3).
Además, la parálisis del sueño a menudo se acompaña de alucinaciones visuales, auditivas o sensoriales (4). Estas alucinaciones, que pueden incluir la percepción de figuras amenazantes o sonidos extraños, intensifican aún más la experiencia aterradora.
Por otro lado, no solo el movimiento físico se ve limitado. Los individuos también pueden tener dificultades para hablar o incluso respirar profundamente, lo que puede generar una sensación de asfixia o presión en el pecho. Este estado de terror se ve exacerbado por la incapacidad para gritar o pedir ayuda durante el episodio.
La parálisis del sueño se caracteriza por una incapacidad temporal para moverse o hablar mientras se está despertando o quedándose dormido. Aunque pueda parecer algo sacado de una película de terror, no te preocupes, es un fenómeno completamente normal y muy relacionado con nuestras fases REM (Movimiento Rápido de Ojos) del sueño.
ℹ La parálisis del sueño es un fenómeno natural que ocurre durante las transiciones entre las fases de nuestro ciclo de sueño.
Veamos esto de manera más detallada:
⚠ |
Fase |
Descripción |
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1 | NREM (No-REM) | En esta fase pasamos la mayor parte de nuestro tiempo durmiendo. Aquí el cuerpo se recupera y repara tejidos y fortalece el sistema inmunológico. |
2 | REM | Durante esta fase soñamos intensamente y ocurren la mayoría de las pesadillas. El cerebro está activo y consume grandes cantidades de energía. |
Ahora que conocemos un poco más sobre estas fases, podemos entender mejor cómo y por qué sucede la parálisis del sueño.
Las Implicaciones Psicológicas
No podemos olvidarnos que este fenómeno también tiene una dimensión psicológica importante.
Es frecuente que quien experimenta parálisis del sueño sienta miedo intenso debido a la imposibilidad temporal para moverse o hablar junto con posibles alucinaciones sensoriales conocidas como hipnagógicas si están adormeciéndose e hipnopómpicas si están despertándose.
“La parálisis del sueño puede ser desconcertante pero recordemos: no representa ningún peligro físico real”.
El entendimiento cabal e integral sobre estos episodios puede ayudarnos a quitarles esa capa sobrenatural tan arraigada culturalmente hablando y verlos como lo que realmente son: un fenómeno biológico peculiar pero inocuo.
¿Quién experimenta la parálisis del sueño?
La parálisis del sueño es un fenómeno que puede ser experimentado por cualquier individuo, independientemente de su edad, género o estado de salud .
En particular, las personas que sufren de trastornos del sueño, como la narcolepsia, tienen un riesgo significativamente mayor de experimentar episodios de parálisis del sueño.
La parálisis del sueño se considera un síntoma asociado a la narcolepsia y se presenta en aproximadamente el 30-50% de los individuos con este trastorno (5)
La prevalencia de la parálisis del sueño también parece ser mayor en estudiantes, lo que puede estar relacionado con los horarios de sueño irregulares, el estrés académico y la falta de sueño, factores todos ellos que pueden perturbar los ciclos normales del sueño y aumentar la probabilidad de episodios de parálisis del sueño.Además, se ha encontrado que las personas con antecedentes de trauma, particularmente traumas psicológicos o físicos, tienen un riesgo aumentado de parálisis del sueño.
Este fenómeno podría estar relacionado con la interrupción del sueño causada por el estrés post-traumático, así como por la mayor susceptibilidad a las pesadillas.
Causas de la parálisis del sueño: Análisis del sueño REM y la atonía REM
El sueño de Movimiento Rápido de Ojos (REM) es una etapa del ciclo de sueño caracterizada por actividad cerebral intensa y atonía muscular, es decir, parálisis de los músculos esqueléticos.
Esta atonía REM es un mecanismo de defensa natural para evitar que actuemos nuestros sueños. Sin embargo, si despertamos durante el sueño REM, nuestra mente recupera la consciencia, pero nuestro cuerpo puede permanecer paralizado, lo que da lugar a la parálisis del sueño (6)
El mecanismo exacto de la parálisis del sueño es aún objeto de estudio, aunque se cree que puede estar relacionado con interrupciones en la transición entre las etapas del sueño y la vigilia.
Varios factores pueden contribuir a esta interrupción, incluyendo estrés, trastornos del sueño como la narcolepsia, y alteraciones del horario de sueño (7).
Si bien la parálisis del sueño puede ser aterradora, es un fenómeno común y, en general, no es peligroso. No obstante, si se vuelve frecuente y afecta la calidad de vida, puede ser necesario buscar atención médica.
Diversos estudios han demostrado que ciertos factores pueden aumentar la probabilidad de experimentar parálisis del sueño. Algunos ejemplos incluyen:
- Privación crónica o aguda de sueño.
- Consumo excesivo de estimulantes como cafeína.
- Cambios bruscos en los horarios habituales de descanso.
- Trastornos mentales como ansiedad o depresión.
Síntomas de la parálisis del sueño
La parálisis del sueño se caracteriza por una incapacidad temporal para moverse o hablar al despertar o al dormirse. Generalmente dura segundos a minutos, pero en raros casos puede extenderse más (7).
Los síntomas pueden incluir una sensación de presión o asfixia en el pecho, que puede sentirse como si se estuviera aplastado. La dificultad para respirar también puede ocurrir, agravando el miedo al sentirse sofocado y no poder pedir ayuda.
Acompañando a estos síntomas físicos, pueden surgir alucinaciones intrusivas de presencias amenazantes en la habitación, ya sean visuales, auditivas o táctiles. Aunque breves, estas experiencias son inquietantes y angustiantes (9).
Neurociencia detrás de la parálisis del sueño
Durante la fase del sueño REM (Rapid Eye Movement), un estado en el que experimentamos sueños vívidos, nuestro cerebro atraviesa un proceso fascinante y altamente regulado.
Uno de los principales cambios que ocurre en este estado es la activación de ciertos neurotransmisores que paralizan los músculos del cuerpo, un fenómeno conocido como atonía REM (10).
Los neurotransmisores que se liberan, incluyendo la glicina y la gamma-aminobutírico (GABA), tienen una función inhibidora en las neuronas motoras, que son las células del cerebro responsables de enviar señales a nuestros músculos.
Esta liberación de neurotransmisores causa una forma de parálisis temporal que evita que actuemos nuestros sueños, protegiéndonos así de posibles lesiones (11).
Sin embargo, si una persona se despierta durante esta fase del sueño REM, esta parálisis puede persistir incluso mientras está consciente, lo que resulta en una parálisis del sueño.
La persona está plenamente consciente de su entorno, pero es incapaz de moverse o hablar, lo cual puede ser una experiencia extremadamente desconcertante y aterradora (7,8).
Estrategias para prevenir la parálisis del sueño
Encontramos una serie de estrategias para reducir su probabilidad:
- Mantener una rutina de sueño regular es fundamental. Esto significa tratar de acostarse y despertarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Este ritmo constante puede ayudar a regular tu reloj biológico y mejorar la calidad del sueño, lo cual puede reducir la posibilidad de experimentar parálisis del sueño 12).
- Evitar la ingesta de alcohol y cafeína antes de dormir también puede resultar útil. Ambas sustancias pueden alterar la arquitectura del sueño, lo que puede provocar interrupciones y fragmentación del sueño, aumentando las probabilidades de despertar durante la fase REM y, por lo tanto, de experimentar parálisis del sueño (13).
- Practicar técnicas de relajación, como la meditación, la respiración profunda o el yoga, puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés, factores que se ha demostrado que afectan la calidad del sueño y que podrían contribuir a la parálisis del sueño.
Finalmente, si se tiene algún trastorno del sueño subyacente, como la narcolepsia o el insomnio, es importante atajar estas dolencias las cuales están relacionadas con la parálisis del sueño. Al abordar estos trastornos, es posible reducir la incidencia de la parálisis del sueño (12).
¿Cómo Puedes Lidiar con ella?
Afortunadamente existen estrategias efectivas para lidiar con estos episodios:
- Mantén una rutina regular de descanso.
- Evita sustancias estimulantes antes de dormir.
- Practica técnicas relajantes como meditación o yoga.
- Entiende qué es lo que sucede durante un episodio para reducir el miedo asociado a él.
¡Así es! Siguiendo esos simples consejos podrás minimizar las probabilidades o incluso poner freno a los episodios futuros.
¿Qué implica esto desde el punto vista nutricional?
La dieta juega un papel crucial en nuestros patrones generales de salud, incluyendo -sorpresa sorpresa-, nuestro buen descanso nocturno.
Algunos alimentos ricos en triptófano (un aminoácido clave para producir melatonina – nuestra hormona reguladora central del ciclo circadiano) son:
Y aquí tienes otra tabla útil donde te mostramos alimentos perjudiciales:
⚠ |
Alimento |
Por qué evitarlo |
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1 | Cafeína | Estimula nuestro sistema nervioso dificultando conciliar el sueño |
2 | Alcohol | Altera las fases normales del ciclo REM |
3 | Azúcar refinada | Provee picos energéticos seguidos por caídas severas |
Si bien no existe una relación directa entre estos alimentos y la aparición especifica de parálisis al dormir, su consumo moderado permite mejorar nuestros patrones generales nocturnos asegurando un descanso reparador necesario para gozar buena salud física y mental.
“Una buena nutrición siempre será fundamental!”
En definitiva, existe mucho interés científico en torno a la parálisis al dormir dadas sus implicancias tanto psicológicas como biológicas; sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer hasta llegar a comprender plenamente este fascinante (al menos desde mi humilde opinión) fenómeno humano.
¿Cómo afrontar la parálisis del sueño?
La parálisis del sueño, aunque aterradora, no es peligrosa ni amenaza la vida. Durante un episodio, uno puede sentirse atrapado, pero mover partes pequeñas del cuerpo, como los dedos o parpadear, puede ayudar a romper la parálisis.
Recordar que es una experiencia temporal puede ayudar a manejar el miedo. Los episodios duran usualmente de segundos a minutos, pero pueden parecer más largos.
Si se vuelven frecuentes, causan mucha angustia o interrumpen el sueño o la actividad diaria, es crucial buscar ayuda médica. Un profesional de la salud puede ofrecer orientación y tratamientos, como modificar hábitos de sueño o prescribir medicación (12)
Conexión entre la parálisis del sueño y otras condiciones de salud
La parálisis del sueño se ha vinculado con trastornos como la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático (TEPT), la narcolepsia y la apnea del sueño.
La ansiedad y el TEPT, que pueden interrumpir el sueño y aumentar las posibilidades de despertarse durante la fase REM, pueden hacer a las personas más propensas a la parálisis del sueño.
La narcolepsia, donde la parálisis del sueño es común, y la apnea del sueño, con frecuentes despertares, también se asocian con un aumento de la parálisis del sueño. Sin embargo, no todos los que sufren estos trastornos experimentan parálisis del sueño, y viceversa.
Conclusión
La parálisis del sueño es un fenómeno complejo y aún poco comprendido. Este artículo ha explorado sus características, causas, síntomas, estrategias de manejo y conexiones con otras afecciones de salud.
A pesar de ser una experiencia aterradora, es importante destacar que la parálisis del sueño no es peligrosa en sí misma. Su frecuencia y severidad varían, y puede ser manejada mediante estrategias de sueño saludables, técnicas de relajación y asistencia médica cuando sea necesario.
Referencias bibliográficas
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