¿Cómo cortar peso para competir?

Cortar peso de forma óptima para competir puede suponer la diferencia entre un buen y un mal resultado, pero se trata de un tema delicado.

✎ Autor:  Saúl Sánchez
Para los no familiarizados con esta práctica, cortar peso consiste en bajar en poco tiempo.
Suele hacerse durante la última semana antes de la competición, con el objetivo de cumplir con la báscula estando en un peso inferior al habitual y volver al peso habitual en el intervalo de tiempo.

La competición en muchos deportes se estructura por medio de divisiones con categorías de peso.

En este contexto, a veces es necesario reducir kilos para obtener así una ventaja mecánica a nivel físico sobre el resto de competidores. Pero cortar peso conlleva ciertos riesgos.

Es frecuente observar en los medios de comunicación protocolos excesivamente arriesgados para conseguir batir a la báscula entre los atletas profesionales.

Estos ponen en riesgo la salud, pero los mecanismos aplicados no resultan óptimos para los competidores amateurs.

¿Qué es el cortar peso?

Cortar peso es reducir en su mayoría cantidades de agua que contiene el cuerpo para llegar al límite máximo que indica una división de competición, y recuperar esta cantidad de kilos casi en su totalidad durante las 24 horas que transcurren entre el pesaje y la pelea.

¿Por qué los luchadores reducen de peso?

Como regla general , los luchadores emplean la estrategia de cortar peso si quieren encajar en una determinada categoría de peso antes de su próxima pelea.

Intentan cortar peso para hacerlo antes del pesaje de la pelea (generalmente un día antes).

El corte el peso implica reducir el «peso del agua» de su cuerpo. Para lograrlo, los luchadores pueden dejar de comer y beber, correr más, dormir envueltos en edredones y plástico o pasar mucho tiempo en saunas.

También pueden comer comidas altas en grasas y proteínas y bajas en carbohidratos, almidones o azúcar, beber cada vez menos agua o vivir con una dieta completamente libre de sal.

Esto, por supuesto, es una práctica peligrosa y puede obstaculizar la capacidad de estos luchadores de aspecto esquelético para luchar adecuadamente, además de conllevar el potencial de riesgos para la salud del equipo a más largo plazo.

Primer punto clave: objetivos realistas

Cortar peso puede suponer una ventaja a nivel competitivo, pero no en todos los casos ha de ponerse en práctica. Por ejemplo, entre los deportistas adolescentes, se trata de una práctica con más inconvenientes que beneficios.

En estos casos, el organismo todavía está en desarrollo. Someterlo a un déficit energético elevado o a una deshidratación severa podría impactar sobre el funcionamiento del metabolismo en un momento futuro, condicionando el estado de salud.

Cortar peso para competir puede suponer una estrategia efectiva
Cuando se corta peso para competir hay que cuidar todos los detalles.

Al mismo tiempo, es imprescindible plantear objetivos realistas a la hora de cortar peso. Puede ser posible reducir 4 o 5 kilos de forma previa a una competición, si el pesaje es el día anterior. Sin embargo, una reducción superior puede ocasionar caídas dramáticas del rendimiento.

Además, en algunas disciplinas el pesaje se produce en los instantes previos a la competición, por lo que no resulta práctico poner en marcha un corte de peso grande, ya que no se recuperarán los nutrientes deplecionados.

De todos modos, la literatura científica muestra cómo se suelen poner en marcha protocolos poco adecuados para conseguir batir a la báscula, al menos en un gran número de casos (1).

Es posible reducir 4 o 5 kilos de forma previa a una competición, si el pesaje es el día anterior. Sin embargo, una reducción superior puede ocasionar caídas dramáticas del rendimiento.

¿Cómo cortar peso de forma segura?

Te vamos a mostrar cuáles son los pasos a seguir para cortar peso de forma efectiva y segura, maximizando el rendimiento para cumplir los objetivos a nivel competitivo.

Anticipación

Lo primero de todo es planificar la temporada, marcando los escenarios competitivos importantes a los cuales se quiere llegar en el mejor estado posible. Aquí es donde se pondrá en marcha el corte de peso para conseguir mayor ventaja.

No obstante, hay que iniciar la pérdida de kilos con cierta anticipación, para así conseguir rendir en las sesiones de trabajo y no someter al atleta a un estrés elevado.

Se pueden utilizar diferentes protocolos con el objetivo de mejorar la adherencia dietética y evitar que el deportista pase hambre o sufra ansiedad.

Uno de ellos es el ayuno intermitente, que ha demostrado beneficios en la mejora de la composición corporal y en la eficiencia metabólica (2).

Eso sí, será necesario planificar las sesiones de trabajo para evitar entrenar fuerza en estado de ayuno. De lo contrario podría incrementarse el riesgo de lesión.

Lo ideal es, si se quieren cortar 4 kilos, diseñar un plan de alimentación de 4 o 5 semanas con el objetivo de que la pérdida sea muy progresiva.

Depleción de glucógeno y deshidratación en los momentos finales para cortar peso

Cuando el porcentaje de grasa corporal ya está en el mínimo admisible, pero aun quedan unos cuantos gramos que ajustar para batir a la báscula, es momento de deplecionar el glucógeno y poner en marcha una ligera deshidratación.

Para ello basta con reducir la carga de carbohidratos en la dieta, aunque sin llegar a entrar en un estado de cetosis continuado, para así evitar los efectos secundarios iniciales como las náuseas o el estreñimiento.

Cortar peso puede conllevar poner en marcha una deshidratación
Una ligera deshidratación puede ser clave a la hora de cortar peso

Con el objetivo de reducir la hidratación en el organismo se puede limitar ligeramente la ingesta de agua, aumentando también el consumo de alimentos con carácter diurético como el té, el café y la piña.

Ahora bien, hay que hilar muy fino en estos contextos, ya que una deshidratación resulta muy peligrosa para el deportista (3).

Nunca se debe ejecutar una pérdida de más del 3 % del agua corporal total del atleta. De lo contrario, además de poner en riesgo la salud, se experimentará una reducción significativa del rendimiento.

Además hay que tener en cuenta que ambas estrategias se aplican en los momentos finales, a 2 o 3 días del pesaje. Esto se debe a que no son sostenibles en el tiempo.

Reposición de los nutrientes y del agua

Una vez que se ejecuta todo el corte de peso y se bate a la báscula, es hora de reponer todos los nutrientes perdidos. Es posible, además, que se experimente una cierta sobrecarga de los depósitos de glucógeno, dada la situación de descanso y la alta ingesta de carbohidratos.

Dependiendo de la cantidad de peso que se haya cortado, el manejo de la realimentación será distinto. En situaciones extremas hay que monitorizar el aporte de minerales y de electrolitos, para evitar el síndrome de la realimentación (4).

Hay que tener en cuenta que se disponen de al menos 24 horas hasta la competición, por lo que es óptimo plantear en torno a 5 o 6 ingestas.

En todas ellas han de aportarse alimentos de elevada densidad nutricional, garantizando un consumo elevado de proteínas de alto valor biológico y de carbohidratos de tipo complejo.

Además es óptimo plantear una rehidratación adecuada, con un consumo de agua continuado que busque reponer todos los líquidos perdidos. Se utilizará siempre agua mineral sin gas, ligeramente fresca para apurar el vaciamiento gástrico.

Cabe destacar que, en contra de lo que se hacía hasta hace pocos años, se deben evitar los alimentos ultraprocesados y la comida rápida. El objetivo no es incorporar azúcares independientemente de su calidad y procedencia, sino garantizar la ingesta de nutrientes de alto valor biológico.

Riesgos a la hora de cortar peso

No debemos olvidar que cortar peso para competir no es una práctica exenta de riesgos. Si se pone en práctica de forma inadecuada, se pueden experimentar consecuencias negativas para la salud.

La más inmediata de todas ellas es la deshidratación, que puede poner en riesgo la vida del atleta (5), sobre todo cuando este se somete a periodos de sauna muy extensos, práctica que está desaconsejada.

Al mismo tiempo, una depleción completa de los depósitos de nutrientes puede condicionar negativamente el estado físico del deportista, mermando sus capacidades en el momento competitivo. Por ello, siempre que se pueda, la pérdida de reservas ha de ser controlada y limitada.

Asimismo, no es extraño encontrar deportistas que recurren a ayudas farmacológicas para cortar peso y conseguir así batir a la báscula. Los más habituales son los diuréticos, medicamentos que no se deberían consumir sin prescripción de un especialista.

El uso de los mismos puede incrementar el riesgo de deshidratación, afectar a la salud cardiovascular y provocar calambres por un desequilibrio electrolítico.

Una depleción completa de los depósitos de nutrientes puede condicionar negativamente el estado físico del deportista, mermando sus capacidades en el momento competitivo. Por ello, siempre que se pueda, la pérdida de reservas ha de ser controlada y limitada.

¿Cuántas veces se puede cortar peso?

Una de las preguntas más frecuentes a la hora de cortar peso es si se pueden plantar protocolos de este tipo de forma frecuente sin dañar la salud.

Lo cierto es que no se recomienda, aun siguiendo un método relativamente seguro como el que hemos comentado, cortar peso para competir de forma frecuente.

Es óptimo solamente plantear estrategias de este estilo, como máximo, 2 o 3 veces al año. De lo contrario se podría experimentar efectos negativos a nivel metabólico a medio plazo.

En este sentido, a principio de la temporada se deben marcar los objetivos importantes, para llegar a ellos en la categoría de peso donde se puede sacar un mejor resultado (6). Así se planteará la bajada de peso es estos momentos clave.

Además es importante seguir los pasos marcados, evitando siempre consumir cualquier tipo de fármaco sin prescripción médica. Esto resulta altamente nocivo para la salud.

MMA

Cortar peso para competir, una práctica compleja

Tal y cómo has podido comprobar, cortar peso para competir puede conllevar ciertos riesgos. Por ello se recomienda que estos protocolos estén siempre vigilados pro un profesional. De lo contrario podría ponerse en riesgo la salud.

Además hay que valorar que tipo de sujetos los llevan a cabo, ya que no resulta óptimo aplicarlos en atletas adolescentes que se encuentren en etapa de desarrollo.

Tampoco es recomendable poner en marcha cortes de peso de forma frecuente a lo largo de una temporada competitiva, hay que elegir bien los momentos.

Por último, hemos de recalcar la necesidad de evitar todos aquellos mecanismos agresivos de deshidratación como las saunas envueltos en plástico, el ejercicio en condiciones de calor con chubasquero o la restricción total de agua durante un largo periodo de tiempo. Todos estos ponen en riesgo la vida del sujeto.

Cortar peso para competir puede conllevar ciertos riesgos.

Por ello se recomienda que estos protocolos estén siempre vigilados pro un profesional. De lo contrario podría ponerse en riesgo la salud.

Referencias bibliográficas

  1. Reale, R., Slater, G., & Burke, L. M. (2017). Acute-Weight-Loss Strategies for Combat Sports and Applications to Olympic Success. International journal of sports physiology and performance12(2), 142–151.
  2. Santos, H. O., & Macedo, R. (2018). Impact of intermittent fasting on the lipid profile: Assessment associated with diet and weight loss. Clinical nutrition ESPEN24, 14–21. https://doi.org/10.1016/j.clnesp.2018.01.002
  3. Kim, K. B., & Kwak, Y. S. (2019). Dehydration affects exercise-induced asthma and anaphylaxis. Journal of exercise rehabilitation15(5), 647–650. https://doi.org/10.12965/jer.1938470.235
  4. Runde, J., & Sentongo, T. (2019). Refeeding Syndrome. Pediatric annals48(11), e448–e454. https://doi.org/10.3928/19382359-20191017-02
  5. Bongers, C., Alsady, M., Nijenhuis, T., Tulp, A., Eijsvogels, T., Deen, P., & Hopman, M. (2018). Impact of acute versus prolonged exercise and dehydration on kidney function and injury. Physiological reports6(11), e13734. https://doi.org/10.14814/phy2.13734
  6. Reale, R., Slater, G., & Burke, L. M. (2017). Individualised dietary strategies for Olympic combat sports: Acute weight loss, recovery and competition nutrition. European journal of sport science17(6), 727–740. https://doi.org/10.1080/17461391.2017.1297489

Autor: Saúl Sánchez

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BIO: Graduado en Nutrición Humana y Dietética con especialidad en Nutrigenómica y en Nutrición Deportiva. Actualmente ejerciendo como nutricionista del R.C. Deportivo de la Coruña.

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