En este artículo analizaremos el nervio pudendo en profundidad, dónde está localizado y cuáles son las posibles ramificaciones de dicho nervio.
Además, observarán posibles síntomas o lesiones relacionadas con este nervio.
¿Qué es el nervio pudendo?
El nervio pudendo es una estructura nerviosa ubicada en la zona pélvica.
El nervio pudendo es un nervio sensitivo que se encuentra en la región pélvica y recoge gran parte de la sensibilidad de esta zona y de los órganos allí alojados: la vejiga, la vagina, parte del recto y los órganos genitales externos.
Es considerado el nervio sensitivo más importante de los órganos genitales externos, además del principal nervio del suelo pélvico o perineo.
¿Dónde se localiza el nervio pudendo?
El nervio pudendo se origina en el plexo sacro, una red de nervios que nacen en la médula espinal y atraviesan los músculos vertebrales, específicamente aquellos que emergen a partir de los agujeros del hueso sacro (nervios espinales sacros).
Se forma a partir de las ramas de S2, S3 y S4. Pasa por la región glútea junto con la arteria y la vena pudenda por debajo del músculo piramidal, sale de la pelvis por el agujero ciático mayor para luego cruzar alrededor del extremo final del ligamento sacroespinoso.
Llega a la región perineal y reingresa a la pelvis a través del agujero ciático menor para acceder al canal de Alcock, un conducto formado por la fascia del músculo obturador interno (Figura 1).
¿Qué función tiene el nervio pudendo?
Gracias a la inervación que realiza este conjunto de fibras, el periné, el pene, el escroto, los labios mayores y menores, el clítoris, la vulva y la uretra pueden responder correctamente.
Su gran relevancia se debe a que permite un conjunto de acciones como la defecación, la micción, la erección y el parto.
Esto explica por qué cuando este nervio se encuentra lesionado pueden aparecer diferentes síntomas relacionados al dolor pélvico, la incontinencia y la pérdida del deseo sexual.
¿Cuáles son las ramificaciones del nervio pudendo?
El nervio pudendo forma 3 ramas terminales con fibras que otorgan independencia, sensibilidad y motricidad. Estas son:
Nervio rectal inferior
Transmite estímulos nerviosos al canal anal, al extremo inferior del recto, a las terminaciones cutáneas dorsales y al esfínter externo del ano. También compromete a gran parte del músculo elevador del ano, el músculo más extenso de la pelvis.
Nervio perineal
Proporciona inervación a la mayor parte del escroto en los hombres, o a los labios mayores y menores junto a la parte baja de la vagina en las mujeres. Sus ramas también alcanzan al esfínter externo de la uretra, el esfínter externo del ano y los músculos elevador del ano, isquiocavernoso, bulboesponjoso y perineal transverso (superficial y profundo).
Nervio dorsal del pene o del clítoris
Como su nombre lo indica, nace en el nervio pudendo e inerva la parte posterior del pene o del clítoris.
¿Qué es el síndrome de atrapamiento del nervio pudendo?
Este síndrome ocurre debido al atrapamiento del nervio pudendo en algún punto de su recorrido. Suele estar causado por traumatismos, durante el trabajo de parto (especialmente en casos de episiotomía) o en aquellas personas que practican algún tipo de deporte en el que se mantiene en contacto la región pélvica con una superficie dura de manera repetitiva.
Los más afectados son aquellos que practican ciclismo a nivel profesional o incluso puede afectar a personas que pasan mucho tiempo sentadas.
La prevalencia de esta afección no se encuentra completamente definida, aunque se conoce que existe mayor incidencia en mujeres que en hombres a partir de los 40 años. Sin embargo, cada vez aparece más en individuos jóvenes.
Esta afección se ha descrito por quienes la padecen como «extremadamente dolorosa» y además, también interfiere en el ritmo de vida de los afectados porque puede desarrollar una gran cantidad de síntomas que terminan influyendo negativamente en la realización de actividades cotidianas.
El síndrome de atrapamiento del nervio pudendo se considera una enfermedad relativamente reciente, que se mencionó por primera vez en el año 1987 por el neurólogo francés Amarenco.
Esta enfermedad es una de aquellas en la que los pacientes acuden numerosas veces con profesionales de distintas áreas sin arrojar ningún tipo de resultado relevante, por lo que terminan siendo catalogados de poseer algún tipo de afección psicológica.
Esto ha ocurrido debido a la amplia aparición de síntomas no relacionados entre sí y que pueden variar en gran medida en cada persona.
Sin embargo, gracias al avance en la medicina, tanto los ginecólogos como los urólogos se encuentran al tanto de la existencia de este síndrome y realizan los procedimientos necesarios para detectar en qué parte del recorrido del nervio pudendo se encuentra el problema, o si se trata de otra afección que produce síntomas similares.
¿Cuáles son los síntomas de una lesión en el nervio pudendo?
La sintomatología de cualquier lesión en la que se involucre el nervio pudendo es muy amplia y además, puede variar en gran medida en cada uno de los casos.
Estos son algunas de las posibles incomodidades que pueden presentar los pacientes de ambos sexos:
- Dolor con sensación de quemazón intensa localizado en la zona pélvica.
- Dolor con síntomas urinarios (vejiga hiperactiva, obstrucción de las vías urinarias).
- Dolor con problemas en la defecación.
- Dolor con disfunción sexual (problemas en la erección y eyaculación).
- Dolor con incontinencia urinaria, anal o ambas.
- Dolor por causas neuropáticas como: sensación de hormigueo o pinchazos (parestesia), dolor ante estímulos que usualmente son indoloros (alodinia), reacción anormal y dolorosa a estímulos repetitivos (hiperpatía), respuesta incrementada a estímulos que se consideran dolorosos (hiperalgesia) y distorsión del sentido del tacto (disestesia).
- Algunos o todos los síntomas anteriores juntos.
- Alteraciones funcionales sin presencia de dolor como la disminución de sensación (hipoestesia) en los genitales, el perineo o el recto.
Los síntomas son extremadamente extensos y tienen una gran cantidad de diferencias en cada uno de los pacientes, además de asemejarse a la sintomatología de muchas afecciones que pueden presentar los tejidos blandos en la zona pélvica que no involucran en sí al nervio pudendo.
Referencias bibliográficas
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