La psicología del color, una ciencia singular que examina el modo en que los matices influyen en la conducta humana, ha impregnado sutilmente nuestras vidas, hasta en el área del bienestar físico.
Ahora bien, ¿cuál es la naturaleza exacta de esta influencia? En este artículo vamos a ver las principales teorías de la psicología del color, y cómo podemos llevar a la práctica estas técnicas (1).
Psicología del color: Hipótesis y teorías
A continuación vamos a esclarecer cuáles son las principales teorías acerca de la psicología del color, es decir, abordar el marco teórico que sustenta esta disciplina.
El paradigma de la excitación cromática
La doctrina de la excitación cromática establece que las tonalidades vivas y saturadas tienen la capacidad de evocar un estado de excitación superior, en comparación con los tonos delicados o pastel.
Dentro de la psicología del color, los matices efusivos como el amarillo y el rojo, por ejemplo, pueden estimular la vitalidad y la concentración, fomentando la productividad y la inventiva.
En contraposición, los tonos serenos, tales como el azul y el verde, pueden inducir un estado de tranquilidad y quietud, lo que podría ser propicio para espacios destinados a la relajación y alivio del estrés (4).
La premisa de la valoración ecológica
La doctrina de la valoración ecológica sostiene que nuestras inclinaciones cromáticas son el reflejo de nuestras vivencias personales y emociones ligadas a objetos de colores específicos a lo largo de nuestra existencia.
Por ejemplo, si hemos tenido interacciones positivas con el azul del mar o del cielo, podríamos mostrar una tendencia hacia la preferencia del color azul. Esta teoría subraya el peso de las experiencias personales y las emociones en la configuración de nuestras reacciones ante los colores (5).
El postulado de la Significación Biológica
El paradigma del Significado Biológico sugiere que nuestras reacciones cromáticas podrían tener sus raíces en nuestra evolución biológica (6). Desde esta óptica, el escarlata podría ser percibido como un presagio de riesgo o agresión por su vinculación con la hemoglobina o el incendio (7).
En oposición, el verdor, común en hábitats naturales prístinos, podría ser percibido como un emblema de salvaguarda y prosperidad (8).
¿Qué significado tienen los colores?
Cada tonalidad ostenta su esencia única, capaz de provocar reacciones y emociones particulares en nosotros:
Verde: Esta tonalidad, a menudo vinculada con la naturaleza, la revitalización y la existencia, puede propiciar un estado de serenidad y equilibrio, contribuyendo a la recuperación y al alivio del estrés (8).
Anaranjado: Un tono dinámico que amalgama la alegría del amarillo y el fervor del rojo. Este color puede estimular la interacción y el entusiasmo, siendo ideal para espacios destinados a actividades colectivas (9).
Púrpura: Tradicionalmente unido al lujo, al enigma y a la espiritualidad. Este matiz puede inspirar la introspección y la reflexión profunda, siendo propicio para espacios de meditación y descontracción (10).
Rosa: Este matiz delicado puede evocar sentimientos de cariño, amor y comprensión. Puede ser útil en ambientes donde se busca fomentar la empatía y la colaboración (11).
Negro: Un color poderoso y distinguido. Puede provocar sentimientos de elegancia, formalidad y control. Es adecuado para entornos de alto rendimiento donde se necesite concentración (12).
Blanco: A menudo asociado a una sensación de amplitud, luminosidad y claridad (13). Es un color que puede ser favorable en espacios destinados a la limpieza y la regeneración.
Azul: Este color puede inspirar tranquilidad, paz y reflexión (1,3). Es muy utilizado en lugares donde se busca promover la relajación y la concentración.
Rojo: Este color vibrante puede incrementar el ritmo cardíaco y provocar sensaciones de excitación y energía (3,14). Es adecuado en áreas donde se desea fomentar la acción y la activación física.
Impacto de la psicología del color
¿Cuál es el impacto de la psicología del color en los diferentes ámbitos de nuestra vida? A continuación vamos a explorar las relaciones entre la psicología del color con aspectos como el fitness, el descanso o nuestra vida cotidiana.
La influencia de la psicología del color en el fitness
La intersección entre la psicología del color y el fitness suscita un fascinante debate sobre cómo estos dos campos pueden influirse recíprocamente. Se ha descubierto que los colores van más allá de un simple factor estético en gimnasios y centros de entrenamiento.
Juegan un papel activo en cómo nos sentimos, actuamos y nos recuperamos durante las sesiones de ejercicio. Aquí es donde ciencia y psicología se unen, demostrando que la elección de color en nuestros espacios de entrenamiento puede tener un impacto notable en nuestra experiencia física.
Anteriormente hemos explorado las asociaciones comunes a cada color, pero ahora profundizaremos en algunos ejemplos específicos dentro del campo del entrenamiento físico y el fitness:
El escarlata, un matiz que emana vehemencia y vitalidad, ha evidenciado elevar nuestro pulso y la celeridad metabólica, generando un impulso energético crucial para tareas de elevada intensidad como el alzamiento de cargas o el entrenamiento HIIT.
Al contrastar colores, el cian irradia una tranquilidad pacífica y certeza, mostrándose como un elemento crucial para cultivar la atención durante rutinas de entrenamiento.
Las propiedades pacíficas del cian pueden ser favorables para un descenso del pulso y la tensión arterial, creando un entorno perfecto para actividades que solicitan precisión y enfoque, tales como el yoga o el pilates.
Por último, el matiz verde, frecuentemente vinculado con la vivacidad de la naturaleza y el proceso de regeneración, puede jugar un papel destacado en la fortaleza y el renacimiento.
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Contrariamente, el cian, con su aura pacificadora y segura, se manifiesta como esencial para fortalecer la concentración en momentos de esfuerzo físico. Su efecto calmante puede favorecer la disminución de la presión sanguínea y el ritmo cardiaco, creando las condiciones idóneas para ejercicios que requieren un enfoque minucioso y exactitud, tales como el yoga o el pilates.
Para terminar, el verde, frecuentemente vinculado al ecosistema y a la renovación, podría jugar un rol fundamental en la tenacidad y la recuperación.
Su presencia puede contribuir a mantener el equilibrio emocional, minimizar la ansiedad y fomentar un estado de calma. Este efecto puede aprovecharse en actividades de baja intensidad o durante las fases de recuperación post-ejercicio.
Influencia de la Psicología de los Colores en el Sueño
Uno de los ámbitos donde la psicología del color ejerce una influencia relevante es en la calidad del descanso nocturno. Los colores pueden cumplir un papel proactivo en cómo nos percibimos previamente al reposo y durante nuestro sueño, influyendo en su hondura y nuestra habilidad para despertarnos revitalizados.
El cian, por ejemplo, es una gradación que impulsa la quietud y la serenidad.
Los estudios sugieren que puede suavizar la tensión arterial y la cadencia del pulso, creando un ambiente propicio para la relajación y facilitando el advenimiento del sueño.
En oposición, el matiz verde, a menudo asociado con la naturaleza y la regeneración, puede colaborar en la conservación del equilibrio emocional, atenuar la inquietud y promover un estado de serenidad. Este efecto puede ser empleado en la ambientación del dormitorio, contribuyendo a la construcción de un espacio apropiado para un sueño revitalizante
La Psicología del Color, el Sueño y su Influencia en el Fitness
Ahora hemos explorado la relación entre la psicología del color y el sueño, y entre la psicología del color y el fitness. Pero, ¿cómo se interrelacionan estas tres variables, psicología, el color, fitness y sueño?
Como se sabe, un descanso adecuado es crucial para la regeneración y el rendimiento físico. La elección de colores suaves y cálidos en las habitaciones y áreas de entrenamiento tiene un efecto significativo en nuestra experiencia y en nuestra capacidad de recuperación atendiendo a la psicología del color.
Las indagaciones científicas sugieren que la adopción de colores apacibles y acogedores potencia la excelencia del descanso nocturno, a través de una amalgama de elementos, tal como hemos detallado en secciones previas, derivando así en un rendimiento óptimo durante la actividad física (2).
La psicología del color y su impacto en la vida diaria
La psicología del color, que es el estudio de cómo los colores nos inciden a nivel psíquico y emocional, ejerce una profunda significación en nuestro día a día.
Cada amanecer, al seleccionar nuestra indumentaria, ya sea de manera consciente o inconsciente, estamos tomando decisiones basadas en los colores que deseamos que nos representen en ese día.
Por ejemplo, un día en el que necesitamos sentirnos seguros y empoderados, podríamos optar por un traje de tonalidad azul oscuro o negro. En contraposición, si queremos transmitir creatividad y fervor, podríamos seleccionar ropaje de colores brillantes y vivaces como el rojo o el amarillo (4).
En nuestras casas, la elección cromática dentro de la psicología del color, ejerce un influjo poderoso sobre nuestras disposiciones emocionales y nuestra interpretación personalizada de los episodios que experimentamos.
Así pues, las tonalidades bañadas en azul o verde provocan una resonancia de serenidad y tranquilidad, convirtiéndose en el lienzo perfecto para dormitorios o recintos dedicados al estudio donde impera la necesidad de concentración.
Por otro lado, pigmentaciones intensas dentro de la psicología del color como el carmesí, dorado o ámbar desatan un aura de confort y camaradería, resultando ser la elección perfecta para el salón de estar o el comedor.
Incluso en la alimentación, el color juega un papel fundamental. Se ha constatado que la exposición de los alimentos y la tonalidad de los platos pueden incidir en la percepción del gusto y la cantidad que consumimos.
Para los deportistas, estos principios de la psicología del color pueden implementarse de manera estratégica. La elección del color de su indumentaria deportiva puede contribuir a mejorar su rendimiento. Por ejemplo, un corredor que viste de escarlata puede experimentar un aumento de energía y velocidad.
Los atletas pueden incluso utilizar diferentes colores en sus rutinas de entrenamiento para influir en su estado de ánimo. Un día de entrenamiento intenso podría estar acompañado de tonalidades rojas, mientras que un día de recuperación activa podría estar asociado con tonos cianes.
Los deportistas también pueden emplear la psicología del color en su entorno, desde el color de las paredes de su espacio de entrenamiento hasta los objetos que utilizan a diario. Un recipiente para agua de matiz amarillo resplandeciente, por ejemplo, podría colaborar en estimular el optimismo y la vitalidad durante el acondicionamiento físico.
Conclusión
La psicología del color trasciende su naturaleza de mero estudio académico y se reafirma como un instrumento capaz de mejorar nuestras respuestas emotivas e integrarse en nuestra rutina cotidiana, ofreciéndonos la posibilidad de encarar nuestra vida con una perspectiva rejuvenecida.
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