En este artículo se describirán los diferentes efectos neuronales en sanitarios, los héroes de esta pandemia, como consecuencia de la situación que ha generado el coronavirus.
Así pues, este artículo va dedicado, con toda el alma, a todos aquellos profesionales sanitarios, deportistas y también a los que no lo sois tanto, que estáis en primera línea de batalla, de guerra, luchando contra un enemigo enorme e inesperado: el coronavirus. Y antes de empezar, gracias, gracias por luchar por todos nosotros. Infinitas gracias.
¿Por qué analizar cuáles son los efectos neuronales de la aparición del coronavirus?
El objetivo de analizar cuáles son los efectos neuronales en sanitarios de la situación que ha traído el coronavirus es el ayudar a los profesionales a ser conscientes de cómo éste les está afectando, ayudar a ponerlo en palabras para comprender mejor el volcán de emociones que están sintiendo. Y, al mismo tiempo, a ayudar a los familiares del personal sanitario a entender por lo que está pasando.
Otra forma de expresar el por qué analizar cuáles son los efectos neuronales en sanitarios del coronavirus es la presentación del testimonio de una de las enfermeras que están al pie del cañón en esta batalla:
«Nunca llegué a imaginar que viviría una situación así.
Ansiedad, estrés, agotamiento, dolor sobre todo mental, impotencia, tristeza, miedo, incertidumbre… son sensaciones que se viven día a día. Sensaciones que intentamos esconder debajo de estos trajes para que los pacientes no lo perciban.
Turnos agotadores de 12 horas sin dejar de empalmar una ronda después de otra.Ansiedad. No saber qué te va a deparar el turno, si tendrás EPIs a tu alcance. Si ha llegado un nuevo protocolo. Si podrás afrontar otro día más.
Estrés. Ver que no te dan las horas con todo lo que debes y sobre todo lo que quieres hacer por ellos, por los pacientes.
Agotamiento y dolor. Físico, pero sobre todo mental. Momentos duros. Heridas de guerra. Marcas en el rostro que se irán, pero otras que tardarán en irse o quizá nunca desaparezcan, y que probablemente aprendamos de ellas.Impotencia y tristeza. Entrar en habitaciones y ver a los pacientes solos, sin poder tener a sus familiares cerca. Pacientes que se van solos. Algunos cogidos de nuestras manos, personas desconocidas para ellos, quiénes estamos ahí para transmitirles tranquilidad y fuerza.
Miedo. A este virus, que está acortando vidas injustamente. Verte expuesta a ello, con riesgo a contagiarte, pero sobre todo contagiar a tu familia. Aislarte de tu familia para evitar lo que no quieres, contagiarlos. Ver como compañeros nuestros caen a diario. Llorar cuando nadie te ve.Gracias a TODOS los compañeros con los que me toca vivir este momento. Me hacéis feliz dentro de este caos, hacéis todo más ameno y fácil. Orgullo de equipo. Siempre todos a una. Gracias, gracias y mil gracias siempre.
Echo de menos el contacto, los abrazos, los besos… Sensaciones que teníamos día a día y que nunca nos hubiéramos imaginado sin ellas, y menos ahora, en momentos de máxima necesidad. Pronto las recuperaremos.
Por vosotros, por nosotros, por todos… seguiremos en esta batalla luchando en primera línea, proporcionando sonrisas, tranquilidad y paz.
Nosotros cuidamos, pero también necesitamos que nos cuiden.
Unidos venceremos.
Un día más, un día menos.»(Alba, enfermera, 30 años)
¿Qué efectos neuronales en sanitarios existen debido a la aparición del coronavirus?
«Nunca llegué a imaginar que viviría una situación así» es de las frases que más se han escuchado en este tiempo de epidemia. Múltiples emociones surgen como consecuencia de la situación que están viviendo los profesionales sanitarios. El paralelismo más cercano a la realidad actual que viven estos héroes es de situación de guerra. Veamos algunos de los efectos neuronales en sanitarios.
Shock inicial
El shock es el disparo de salida, el primer do de los efectos neuronales en sanitarios, la reacción normal a lo inesperado; una protección del cerebro para dejarles procesar la información poco a poco y poder ir afrontando todo el caos y las situaciones salvajes y, todo ello, con pocos recursos.
El shock crea paralización, incrementa el tiempo de reacción… Pero debido al hecho de que la situación de emergencia los obliga a reaccionar, este shock pasa de forma más diluida que en otros tipos de duelo. No obstante, al tener que rendir a pesar de sentirse paralizados, provoca un desgaste mayor de energía para conseguir un rendimiento óptimo.
«Murió mi padre dos días antes del estado de alarma. Pudimos estar con él, pudimos acompañarlo, cosa que si se hubiera muerto dos días después no hubiera sido así, por eso agradezco enormemente el poder haber estado con él. Y lo pudimos enterrar. Yo durante estos días no era consciente de la realidad que estábamos viviendo, pero cuando lo enterramos, vine para casa, puse la televisión y me quedé alucinada.
Al día siguiente fui a trabajar. ¿Qué sentía? No sé qué sentía, tenía el sentimiento totalmente plano. No sentía ni pena, no sentía nostalgia, no sentía nada. La locura que estábamos viviendo me había roto el sentimiento, pensaba que me habían robado el duelo o que no podía continuar mi duelo porque… no sé… quizás porque no era el momento, o yo tenía que estar ahí trabajando: mirando cómo organizar las cosas, cómo proteger al personal, mirando los protocolos que iban cambiando continuamente, intentando situarme y tirar para adelante. Y así lo hice.»
(Enfermera, 56 años)
Ansiedad, estrés
Otros de los efectos neuronales en sanitarios son la ansiedad y el estrés, las cuales, a gran velocidad, van formando parte de la vida de los profesionales sanitarios, de su día a día; incluso llega un momento que llega a confundirse con parte de la personalidad, ya que son emociones de tal magnitud durante tantas horas en turnos de hasta 12 horas que, entre las emociones negativas y la falta de descanso y sueño, se genera un cóctel difícil de digerir.
En relación con el estrés, en muchos casos las situaciones traumáticas (o el conjunto de diferentes situaciones) llevan al Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT). Éste incluye los síntomas de evitación, volver a experimentar el trauma, hiperactivación e hipervigilancia, trastornos del sueño y anhedonia. Asimismo, las personas que padecen TEPT muestran signos de desregulación del eje hipotalámico-hipofisario-adrenal (HPA), alteraciones en los circuitos neuronales involucrados en la regulación emocional y del estrés, y el miedo aumentado potencia las respuestas de sobresalto (1).
Los recuerdos relacionados con situaciones amenazantes están asociados con la activación de la corteza prelímbica (PL), asociada con más áreas dorsales de la corteza prefrontal ventromedial (vmPFC), lo que mejora la expresión de la respuesta de amenaza a través de sus proyecciones excitatorias a la amígdala (2, 3).
Los síntomas pueden ir apareciendo y posiblemente se intensificarán a posteriori de la situación de alarma, cuando todo acabe y teóricamente se vuelva a «la calma»; el problema es que esa «calma» será la que despierte todo lo que no se ha trabajado y sacado durante, incluso todo aquello de lo que no se ha sido consciente.
Agotamiento, dolor
Otros de los efectos neuronales en sanitarios son causados por la ansiedad y el estrés, los cuales son sobreactivaciones del cuerpo que piden de más recursos y energía de la que sería necesaria con otras emociones y en otros momentos más tranquilos. El sentir esto lleva a un agotamiento profundo que crea dolores físicos (pies, piernas, espalda, cabeza, cervicales… —puntos dónde se concentra la tensión muscular en situaciones de ansiedad y estrés—) y dolor mental, psicológico; la mente quiere protegerse y no tener que vivir tal situación, pero la voluntad hace que ahí sigan los héroes y eso y todo lo asociado a tener que afrontar el coronavirus los agota totalmente.
Impotencia
Si a lo comentado anteriormente se le suma, los pocos recursos, la falta de material y de profesionales, el aumento exponencial día a día del número de afectados, el no saber aún cómo tratar el coronavirus (profesionales que están acostumbrados a CURAR), el ver a persona muriendo solas… Les genera tal sensación de falta de control que los hunde en una profunda impotencia que les hace entrar en un estado de tristeza por querer dar más de lo que las posibilidades humanas y materiales les permiten a día de hoy. Éste es uno de los efectos neuronales en sanitarios más presentes y visibles.
Tristeza
La situación de alarma pide aprender no la indulgencia sino el olvido de sus sentimientos, no la observación sino la renuncia a sí mismo, no la introspección sino la acción útil (4) y, todo ello, lleva a un malestar emocional importante y a una honda tristeza. Se dejan de lado, se abandonan, pero eso si no se trabaja y se lleva lo mejor posible, pasará factura y vendrán más efectos neuronales en sanitarios.
Las emociones negativas, en muchos casos son peores procesadas por los hombres, los cuáles sienten culturalmente la necesidad de demostrar fortaleza masculina; a veces, quizás, no se dan permiso de sentir según qué emociones ni de exteriorizarlas (4).
Culpa
De la misma forma que ocurre con el personal médico de las guerras, históricamente, éste quizás no haya estado dispuesto a «escribir» su propio sufrimiento en un mundo donde el sufrimiento del combatiente se percibe como mucho mayor, a pesar de los efectos neuronales en sanitarios. Siendo éstos particularmente propensos a la culpa del sobreviviente, incapaces de recordar a las personas que salvaron, culpándose a sí mismos de la muerte de casos incluso desesperados. Las narraciones del personal médico de las guerras se centran más en el sufrimiento que ven e intentan mitigar, que en la carga psicológica que ellos mismos llevan (5).
Miedo, incertidumbre
Finalmente, el último de los efectos neuronales en sanitarios que presentaremos es el miedo a contagiarse y, sobre todo, de contagiar a las familias; aspecto que los lleva, posiblemente, a una asociación de ideas rápida: no sentirse la causa del contagio y posible muerte de un familiar cercano.
Incertidumbre por no saber qué pasará; no solo al cabo de un mes, unas semanas, días… ¿Qué pasará el minuto siguiente? ¿Tendré los recursos para hacerle frente?
Conclusiones
Por todo lo expresado, vemos la importancia de conocer los efectos neurológicos en sanitarios para todos esos grandes héroes y para sus familias con el objetivo de cuidar de su salud mental y física.
Millones de gracias por todo lo que hacéis por nosotros, HÉROES.
Referencias bibliográficas
- Grupe, D. W. & Heller, A.S. (2016). Brain Imaging Alterations in Posttraumatic Stress Disorder. Psychiatric Annals, 46(9), 519-528.
- Corcoran, K. A. & Quirk, G. J. (2007). Activity in prelimbic cortex is necessary for the expression of learned, but not innate, fears. Journal of Neuroscience, 27, 840-844.
- Sierra-Mercado D., Padilla-Coreano, N. & Quirk, G. J. Dissociable roles of prelimbic and infralimbic cortices, ventral hippocampus, and basolateral amygdala in the expression and extinction of conditioned fear. Neuropsychopharmacology, 36, 529-538.
- McManners, H. (1994). The Scars of War. London: HarperCollins
- Shephard, Ben. (2001). A War of Nerves: Soldiers and Psychiatrists in the Twentieth Century. Cambridge, MA: Harvard University Press.