11 Armas cerebrales contra el coronavirus: equipo de héroes

✎ Autor:  Pablo Sánchez

En este artículo se presentarán diferentes armas cerebrales contra el coronavirus, herramientas para mejorar la salud cerebral de todos, pero, sobre todo, del mayor equipo de héroes: los profesionales sanitarios.

Así pues, este artículo va dedicado, con toda el alma, a todos aquellos sanitarios, deportistas y también a los que no lo sois tanto, que estáis en primera línea de batalla, de guerra, luchando contra un enemigo enorme e inesperado: el coronavirus. Y antes de empezar, gracias, gracias por luchar por todos nosotros. Esta vez no solo os aplaudiremos esta y todas las noches, sino que os haremos llegar armas cerebrales contra el coronavirus para que sigáis batallando enérgicamente tan bien como lo hacéis. Infinitas gracias.

¿Qué armas cerebrales contra el coronavirus podemos ofrecer al equipo de héroes?

Así pues, una vez descritas diversas emociones que pueden estar experimentando los héroes sanitarios, ¿qué armas cerebrales contra el coronavirus podemos ofrecerles?

Aceptación

La primera de las armas cerebrales contra el coronavirus es la aceptación; supone el primer paso, aceptar que hay cosas que ellos no pueden cambiar (la existencia del coronavirus, la pérdida de pacientes hasta que se encuentre alguna vacuna o tratamiento, el hecho que se vayan sin sus familiares, la falta de recursos o material…).

Sin embargo, deben seguir teniendo presente que el alivio de los estados aversivos, incluido el dolor, es gratificante para los pacientes (1), como ya ven gran parte de ellos en su día a día; pero es así, también, para los que no tienen un buen pronóstico y tener presente esto debe generar cierta paz en los profesionales sanitarios.

El impacto del dolor agudo y crónico en los circuitos cerebrales está involucrado en la recompensa, la motivación y la emoción que sienten los pacientes. Con cuidar esto, se está previniendo de la aparición de trastornos emocionales comórbidos, como la ansiedad y la depresión. Así, los efectos gratificantes del alivio del dolor dependen de la actividad opioide en la corteza cingulada anterior y la señalización de dopamina en el núcleo accumbens (1).

Hay profesionales que, en vez de aceptar, valorar su aportación y a partir de ahí luchar con las armas que se tiene, sin ser conscientes, se quedan con una ira tóxica que los va consumiendo aún más.

Lo que sí pueden controlar los sanitarios, y ahí serán mucho más eficientes, es en centrarse en las cosas que sí pueden cambiar ellos; del mismo modo que hay gente, empresas… que se están dedicando a facilitar más material, recursos… ,a pesar de dedicarse a otros sectores, con tal de aportarles su granito de arena a los héroes.

Cohesión, unión, familia

Otra de las grandes armas cerebrales contra el coronavirus es la cohesión, el estar unidos, incluso ser una familia. A pesar de no podernos tocar, quizás ésta sea una oportunidad para desarrollar otras formas de expresarnos a través de la comunicación no verbal no táctil mejorando con ésta lo que tanto necesitamos expresar. ¿Cómo? Con palabras, sonrisas, miradas, detalles, escritos, mensajes, fotos… y mil formas más que nazcan de su interior.

Esta unión que se está creando entre los profesionales sanitarios y la sociedad es muy habitual en deportes de equipo cuando se enfrentan, sobre todo, a situaciones duras (partidos difíciles, luchar por mantener la categoría o subir…). O se unen o se separan definitivamente en alma.

Evidentemente, estas situaciones, a diferencia de la de los profesionales sanitarios, no es de vida o muerte; ahora sí vemos un equipo de héroes que se enfrentan a la peor pandemia que hemos vivido y con recursos limitados. Ahora, más que nunca el mejor recurso que tenemos todos es el personal, tenernos los unos a los otros y apoyarnos para tirar para adelante.

armas cerebrales contra el coronavirus
Imagen 1. Armas cerebrales contra el coronavirus: Enfermeras unidas en primera línea de batalla.

Apoyo, afecto

Es importante buscar diferentes formas de dar y recibir apoyo y afecto (y si se necesita pedirlo, nos necesitamos los unos a los otros, no estamos solos): hacer videoconferencias, leer redes sociales, testimonios… En este sentido, un ejemplo es el de un hospital importante de Barcelona, el cual ha desarrollado un foro interno de profesionales para desahogarse y compartir experiencias.

El sistema emocional se activa durante las interacciones interpersonales y crea un estado de reposo psicológico y fisiológico (2). Por lo tanto, vemos como es una de las grandes armas cerebrales contra el coronavirus.

El circuito de la corteza prefrontal amígdala-medial está implicado en el procesamiento social y emocional y se ve afectado negativamente por el estrés. Así, el apoyo social se ha correlacionado positivamente con el grosor cortical prefrontal medial derecho, mientras que el volumen de la amígdala se ha asociado negativamente con el apoyo social y se ha relacionado positivamente con el estrés.

Además, se ha estudiado si la asociación entre el apoyo social y el volumen de la amígdala variaba según el nivel de estrés y se encontró que el estrés y el apoyo social contribuyen de manera única al volumen de la amígdala, que es consistente con los beneficios para la salud del apoyo social que es independiente del estrés (3).

Evasión, desconexión

Es totalmente necesario desconectar, evadirse, tener un rincón de paz y darse un respiro; no solo al llegar a casa, más vale 30 segundos de respiro varias veces al día que 12 horas en agonía; es importante cuidarse: ver películas, leer, hablar… lo que sea, tener tu momento cada día. Cuanto mayor es la exigencia, mayor es la necesidad de tener un momento de desconexión para recargar baterías.

Cuidado personal

Todas aquellas personas que tienen profesión de dar, servir, deben primero cuidarse a sí mismas. Cuánto más se cuiden, más podrán cuidar. Por lo tanto, es imprescindible sacar, sacar y sacar; llorar; golpear un cojín o un saco, si se tiene. Sacar todas las emociones negativas. Otra manera de llevarlo a cabo es realizar un mínimo de ejercicio físico que les guste, el cual beneficia cerebro y cuerpo.

Para el dolor físico se pueden realizar baños de agua caliente o fría (según el tipo de dolor), automasajes, meditación… Y para el dolor mental, aceptar e ir haciendo el duelo de las bajas, pero valorar enormemente las altas y cada gesto. Hacerlo de la misma forma que los cuidados paliativos se centran en cuidar de la calidad de vida del paciente durante la enfermedad y en sus últimos instantes; porque morir bien es un derecho y ayudar a morir bien, un privilegio.

Cierto es que en esta situación no todo el mundo está preparado para ello, ya que hay profesionales con otras especialidades ayudando; es por eso la importancia de apoyarse los unos en los otros, no crearse un caparazón de falsa fortaleza, porque eso agota tremendamente y lleva a menores beneficios laborales, sociales y personales.

Focalización

Frente al miedo, a la incertidumbre… de contagio, de curación, de qué pasará…  Aceptar, sentir todo esto es humano. La aceptación es el primer paso para la cura interior, como hemos dicho y, después, focalizarse en lo que controlan para aportar su granito de arena. Focalizarse en emociones positivas, el humor, la ironía, la música… todo aquello que aún tienen; sacar la creatividad y utilizar los recursos que sí tenemos o podemos construir.

Ritmo saludable

Es importante coger un ritmo saludable de trabajo, dentro de lo posible; ya que es como una excursión o una carrera: si te pasas te quemas y agotas y no la acabas; esto es lo mismo. Se deben ir dosificando energías, dentro de lo posible, cargándose y cuidándose. Esto no es un sprint, ni un maratón; es un ironsanitarios.

Orgullo

Muchas veces el orgullo ha sido asociado a lo negativo, pero no siempre es así. El equipo de héroes, los sanitarios, es necesario que se valoren a sí mismos lo que están haciendo, su heroicidad. No como víctimas ni como mártires, sino cómo la sociedad les está viendo: que, a pesar de la escasez de recursos, cosa que no es su culpa, no han abandonado su posición en la batalla. Son grandes héroes y pueden ir con la cabeza bien alta. Cada grano que dais es una gota de esperanza amor, cariño… de un valor impagable.

«Después de dos días de shock y apatía, empecé a sentir y empecé a sentir un orgullo, una satisfacción, una tranquilidad… Sentí un orgullo por el hospital, una admiración hacia todo el mundo… desde los de más arriba hasta los de más abajo; todos, absolutamente todos, hemos luchado un montón.

Nadie estaba preparado para esto. Si nos lo explican sería una película, pero todos hemos puesto nuestro granito de arena. Se han tomado decisiones muy difíciles, los demás hemos continuado, el personal a pie de cañón ha podido llorar, pero seguir para adelante… Solo sentía admiración, orgullo y que llevo al hospital en el corazón ahora más que nunca».

(Enfermera, 56 años)

Emociones positivas, humor

Tenemos otra de las grandes armas cerebrales contra el coronavirus a nuestro favor: las emociones positivas y el humor. A pesar del caos, aquél que se toma las cosas de forma positiva o incluso como un reto y/o con humor, tiene más armas cerebrales contra el coronavirus.

¿Cómo se generan las emociones positivas y las verbalizaciones de ellas? La organización motora de las expresiones vocales emocionales positivas está coordinada por la materia gris periacueductal (PAG) del mesencéfalo.

Las diferentes columnas de células longitudinales de la PAG son responsables de desencadenar esta vocalización, que utiliza el núcleo retroambular medular caudal (NRA) como asiento para acceder a las motoneuronas que generan vocalización (por ejemplo, las que inervan la laringe y los músculos abdominales) (4).

Asimismo, también se produce una cooperación entre los sistemas motores emocionales y somáticos que están involucrados en la transformación de la vocalización en habla.

Una vez más, el PAG y la NRA forman el punto de apoyo para el sistema motor emocional; interactúan con las fibras corticonucleares que inervan las motoneuronas de la laringe, por lo que la vocalización se modula en el habla y así llegamos a expresar nuestras emociones (4).

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Imagen 2. Armas cerebrales contra el coronavirus: Profesionales sanitarios compartiendo emociones positivas.

Sonreír

La fortaleza y el contagio de una sonrisa tienen un efecto inmediato y tremendamente poderoso. ¡Se debe de utilizar!

En la risa hay una implicación de la corteza insular. La parte anterior ventral derecha de la ínsula está específicamente asociada con esta forma emocional de vocalización. Esta región puede influir en la presión arterial y en la frecuencia respiratoria, cambios que generalmente están asociados con la activación autónoma (5).

«Ir con una sonrisa ayuda a los demás».

Resiliencia

Todo esto pasará, todo acaba pasando y encontraremos las soluciones entre todos como hemos hecho en otras situaciones sumando aportaciones.

A pesar que a veces puedas sentir una mano que te tire para abajo, observa y llénate del agradecimiento y amor que, a pesar del caos, profesan por ti los que están alrededor, profesionales y pacientes, y que eso te impulse a dar un paso más y otro y a crecer tanto como profesional y como persona. Estás solidificando los cimientos de tu fortaleza interior, construyendo una impresionante resiliencia; teniendo otra de las armas cerebrales contra el coronavirus.

¿Qué beneficios tiene que los sanitarios reciban armas cerebrales contra el coronavirus?

Realmente, la mejor forma de expresar los beneficios que tiene que los sanitarios, el equipo de héroes de esta epidemia, reciban armas cerebrales contra el coronavirus es con las palabras de agradecimiento de uno de los supervivientes del coronavirus:

«He vuelto a casa y ahora 15 días aislado, intentando distraerme. Una de las cosas que hago para ello es gestionar las emociones que he vivido todos estos días. Esto me tiene bastante ocupado porque debo decir que uno de los días más duros que pasé fue el día que me fui. Y ¿por qué fue el más duro? Porque salí de la habitación de la que no salí en 8 días y me encontré todo el pasillo del hospital, 50 o 60 personas, enfermeras, médicos y de todo… aplaudiéndome.

Yo… temblaba… y lloraba…pero lo que me pasaba es que yo los quería abrazar… yo los quería amar… yo les quería dar las gracias y no podía… y no podía…  Y me tuve que ir a casa con este sentimiento de tener todos estos agradecimientos y estas cosas pendientes. Mi cuerpo y mi persona necesitaba demostrarlo.

Es curioso, nunca he sido especialmente emotivo ni cariñoso ni de expresar muchísimo a los demás, pero en estas circunstancias y de todo lo que he recibido… Es increíble esta gente, van más allá de su profesionalidad, transmiten calor y aprecio y te hacen sentir parte de la familia, con su esencia ellos lo cubren muy bien. Entonces, todo este sentimiento que canalizas lo quieres dejar ir, sientes que debe salir.

Y cuando te vas a casa y te encuentras con tu familia y tampoco los puedes abrazar… esto me cuesta de gestionar. Esos profesionales luchan como leones. No tengo palabras para expresar todo el agradecimiento que siento por ellos. Tenemos una deuda con ellos que no podremos pagar nunca porque son increíbles, maravillosos.»

(Superviviente de coronavirus, 70 años)

Conclusiones

Así pues, se han presentado algunas de las armas cerebrales contra el coronavirus que podemos ofrecer al equipo de héroes de esta pandemia.

Vemos que el recurso que más predomina es el personal, eso es decision de cada uno y a pesar de incluso no tener suficiente recursos, muchos siguen en primera línea sin armas al estilo de la película «Hasta el último hombre», porque lo más grande que tenemos es la voluntad y fuerza interior y eso no hay quién lo pare:

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Imagen 3. Armas cerebrales contra el coronavirus. Definición de voluntad según Einstein.

No desesperéis, apoyaros los unos con los otros, mantener la calma y ser positivos y productivos entre vosotros; contagiaros eso entre profesionales y con los pacientes. Cada gesto, sonrisa, cuidado… es un mundo para todos los afectados y para todos nosotros. Es vital generar más y más armas cerebrales contra el coronavirus para todos vosotros, los cuáles en esta pandemia sois, no os quepa ninguna dudad, nuestra mejor arma.

GRACIAS EQUIPO DE HÉROES.

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Imagen 4. Armas cerebrales contra el coronavirus. El equipo de sanitarios, héroes reconocidos por la OMS. La Vanguardia.

Referencias bibliográficas

  1. Navratilova, E., Morimura, K., Xie, J. Y., Atcherley, C. W., Ossipov, M. H. & Porreca, F. (2016). Positive emotions and brain reward circuits in chronic pain. The Journal of Comparative Neurology, 524, 1646-1652.
  2. Burgdorf, C., Rinn, C., Stemmler, G. (2016). Effects of personality on the opioidergic modulation of the emotion warmth-liking. Journal of Comparative Neurology, 524, 1712–1726.
  3. Sherman, S. M., Cheng, Y. P.,Fingerman, K. L. & Schnyer, D. M. (2015). Social support, stress and the aging brain. Social Cognitive and Affective Neuroscience, 1-9.
  4. Holstege, G. & Subramanian, H. H. (2016). Two different motor systems are needed to generate human speech. The Journal of Comparative Neurology, 524, 1558-1577.
  5. Wattendorf E., Westermann B., Lotze M., Fiedler K., Celio M.R. (2016). Insular cortex activity and the evocation of laughter. Journal of Comparative rology, 524(8), 1608–1615.